Permiten el paso de nutrientes a través de sus paredes
Poseen válvulas que impiden el retroceso de la sangre
Llegan hasta todos los rincones del cuerpo
Alejan la sangre del corazón
Devuelven al corazón la sangre oxigenada procedente de los pulmones
Suelen llevar sangre rica en oxígeno y pobre en CO2, pero no siempre