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MITOS Y REALIDADES

SOBRE EL VAPEO, desde

la evidencia científica

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Existen diversos estudios que señalan que el aerosol del cigarrillo electrónico es tóxico y cancerígeno incluso para aquellas personas que están expuestas al humo pasivamente, y que sus efectos respiratorios y cardiovasculares a corto plazo son similares a los del tabaco. Además, se ha observado que la nicotina, las partículas finas de menos de 2.5 micras y la acroleína aumentan el riesgo de infarto e ictus.

Por otro lado, el vapeo, al igual que el tabaco, reduce las defensas del pulmón frente a infecciones bacterianas o víricas.

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Esta afirmación surge de una reunión organizada por la industria tabacalera en 2013. Un encuentro que fue financiado por Euroswiss Health y Lega Antifumo de Italia, a su vez financiados por British American Tobacco (BAT) y Philipp Morris Internacional.

La mitad de los científicos reunidos tenían conflictos de interés. En esta infografía, se pueden comprobar los vínculos de los sectores científicos con los intereses comerciales.

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Más que una ayuda para dejar de fumar, los cigarrillos electrónicos son una puerta de entrada al tabaco para menores y adultos jóvenes. En este sentido, una de las causas del repunte de consumo de tabaco entre los más jóvenes es la popularización del vapeo y la pipa de agua, y el balance entre cesación e inicio al hábito de fumar es claramente desfavorable.

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Estudios recientes como este apuntan que el uso del cigarrillo electrónico puede conducir a la permanencia dependiente de la nicotina. Además, en la actualidad, no existe evidencia científica de que el vapeo pueda servir para dejar de fumar.

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La única forma, demostrada con evidencia científica sólida, de reducir el daño por tabaco y nicotina es abandonar completa y definitivamente su consumo.

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Lo más habitual es que estas personas lleven a cabo un consumo dual: entre el 60 y el 90 % de los usuarios de cigarrillos electrónicos consumen, además, tabaco tradicional, lo que aumenta el riesgo para la salud.

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Uno de los mantras que promueve la industria del vapeo y que es falso es la ‘reducción de daños en tabaco’, algo que sostienen algunas organizaciones de perfil sanitario, como la Plataforma para la reducción del daño por tabaquismo, que tiene el apoyo económico de la Asociación Española de Usuarios de Vaporizadores personales.

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