Supervivientes del Holocausto
Testimonios reales
Irena Sendler
Irena fue siempre una mujer de gran coraje, muy influida por su padre, del que aprendió a ayudar siempre a quien lo necesitase.
Cuando Alemania invadió el país en 1939, Irena era enfermera en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia, organizaba los comedores comunitarios de la ciudad, allí trabajó incansablemente para aliviar el sufrimiento de miles de personas tanto judías como católicas.
En 1942 los nazis crearon un ghetto en Varsovia e Irena, horrorizada por las condiciones en que se vivía allí, se unió al Consejo para la Ayuda de Judíos, (Zegota). No podía soportar la idea de que todas las personas que estaban allí, tarde o temprano serían asesinados, y particularmente, le inquietaban los niños y las niñas. Se puso en contacto con familias a las que les ofreció llevar a sus hijos fuera del ghetto. A lo largo de un año y medio consiguió rescatar a más de 2.500 niñas y niños.
Ania Fuchs de Horszowski
Ania y su familia se vieron obligados a dejar la ciudad polaca de Tarnopol la cual hoy pertenece a Ucrania,cuando en 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial se trasladó con sus padres a Lwów, donde estuvieron confinados en un gueto. A su madre la mataron de dos disparos en enero de 1943 y su padre murió dos meses después víctima de la fiebre tifoidea. Poco antes de que acabara la guerra conoció por casualidad al que se convertiría en su marido, Stefan Horszowski. Cracovia, Varsovia, Lodz y Francia fueron los destinos antes de recalar en Venezuela, en abril de 1948. Para ello tuvieron que firmar un documento alegando que eran cristianos.
«Durante la guerra lo que no hice fue gritar. Cuando mataron a mi madre no tenía ganas de vivir y cuando la guerra terminó me quedé sin nada, diciendo "Yo no vivo"». «Usando el cerebro. No hay lógica en lo que he hecho. Me salvé por pura suerte. Había gente que se ocupaba de salvar gente y decidí seguirles»
Luis Perea Bustos
Luis Perea Bustos fue uno de los últimos supervivientes españoles del campo de concentración nazi de Mauthausen,el preso 3.612 del campo de concentración de Mauthausen había luchado previamente en la Guerra Civil española en el bando republicano y, tras el fin del conflicto, emigró a tierras francesas para evitar las represalias de los vencedores.
Una vez en Francia, decidió alistarse en el ejército de ese país para luchar contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, hasta que fue capturado por los alemanes en junio de 1940.
Tras su arresto, las autoridades nazis lo trasladaron al campo de concentración austriaco de Mauthausen, donde permaneció retenido durante cuatro años.
Betty Gelernter
Betty nació en 1937, en París. Sus padres ya habían decidido mudarse desde Austria a París al haber presenciado el horror nazi incipiente. En 1941, Betty y su hermano Roger comenzaron a vivir una cruel realidad: nuevas identidades y separados de sus padres, fueron ocultos y trasladados de un lugar a otro. Durante los primeros años de la guerra vivieron en un hogar para niños “OSE”
En 1942, el padre de Roger y Betty escapó de Beaune-La-Rolande después de oír que iban a deportar a los judíos a los campos de exterminio. En ese entonces, los niños estaban junto a su madre en Montauban, la base del partido socialista austriaco. Betty estuvo en un convento durante varios años hasta el día en que comenzaron a deportar a los niños.
“No sé cuánto tiempo estuve exactamente en cada lugar, ya que era muy pequeña. Pero hemos cambiado mucho. Se que algunas veces dormíamos con gallinas. El lugar era muy sucio, no puedes imaginar en la suciedad en la que vivíamos”.