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Urbanidad: lo edilicio y lo social

Lo que tampoco cambia es que unos se aprovechen del mal de otros,�como muy bien saben desde el principio del mundo�los herederos y herederos de los herederos.�Saramago, Ensayo sobre la ceguera

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Contrastes ¿Quiénes viven en cada lugar?

Palacio Paz- Actual Círculo militar

Palacio Ortiz Basualdo- Actual embajada de Francia

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Fachada

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Conventillos

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Antecedentes

  • Ley Avellaneda:

Art. 14: Todo inmigrante que acreditase suficientemente su buena conducta y su actitud para cualquier industria, arte u oficio útil, tendrá derecho a gozar, a su entrada al territorio, de las siguientes ventajas especiales:

1º Ser alojado y mantenido a expensas de la Nación, durante el tiempo fijado [...]

2º Ser colocado en el trabajo o industria existente en el país, a que prefiriese dedicarse.

3º Ser trasladado a costa de la Nación, al punto de la república a donde quisiese fijar su domicilio.

4º Introducir libres de derecho prendas de uso, vestidos, muebles de servicio domésticos, instrumentos de agricultura, herramientas.

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HOTEL DE LOS INMIGRANTES

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Fiebre amarilla

CUADRO: Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires 1871. Juan Manuel Blanes

  • Malas condiciones de higiene, riachuelo ya contaminado y falta de agua potable
  • Proliferación de mosquitos que genera la enfermedad, antes se creía que era transmitida por el aire por eso prendían fogatas con madera y alquitran
  • Epidemia que genera muchos muertos (alrededor de 500 por día)

Todo pueblo necesita un chivo expiatorio: la Comisión Popular había decidido que todo era culpa de los italianos, que en su mayoría eran pobres, no entendían bien el español y vivían hacinados. Muchos conventillos fueron clausurados; los habitantes, expulsados a la calle; y sus pertenencias, quemadas. Los italianos acudían al consulado para escapar cuanto antes, ya no solo por la fiebre sino también porque cargaban con la acusación de haber infectado la ciudad, pero pocos lo lograban porque los cupos en los barcos que partían rumbo a Europa eran escasos. Extraido de https://www.infobae.com/def/desarrollo/2020/03/28/la-fiebre-amarilla-una-epidemia-que-revelo-lo-peor-de-buenos-aires/#:~:text=Todo%20pueblo%20necesita%20un%20chivo,%3B%20y%20sus%20pertenencias%2C%20quemadas.

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  • Llamados inquilinatos pero después se los conoce popularmente como conventillos (por convento chiquitos debido a su estructura)
  • A fines del siglo XIX la clase porteña se trasladó por las epidemias (fiebre amarilla) hacia el norte de la ciudad (Recoleta y Retiro)
  • Las casas se alquilaban por habitaciones independientes unas de otras
  • Las habitaciones eran: salas, dormitorios, cocina, comedor y a veces como taller

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Patio en común: lugar donde los niños/as jugaban, se colgaba ropa y lugar de distención/risas para los adultos. Había un piletón para que todos laven aunque generaba conflictos

Aquí surge el lunfardo. Idea de cocoliche

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Surge un nuevo género literario

El sainete criollo es un género dramático que reproduce la vida en los conventillos de fines del siglo XIX y principios del XX. El sainete criollo describe la picardía del criollo, la ambición del inmigrante, resaltando en las interacciones el lenguaje usado en la época. El sainete criollo es el primer musical argentino.

Fuente: http://www.aula365.com/sainete-criollo/

Los protagonistas son criollos e inmigrantes en el patio del conventillo, utilizando el lenguaje lunfardo. Muestra la vida de las clases populares

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El Conventillo de la Paloma

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Salud e higiene

  • Falta de agua potable
  • Tasa de mortalidad muy grande
  • Enfermedades infectocontagiosas y gastrointestinales
  • Las personas solían ir curanderos o farmacéuticos no solían ir a los médicos

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Leemos la siguiente fuente secundaria:

  • Las nuevas actitudes femeninas estaban estrechamente ligadas a un cambio que también se produjo por entonces: el matrimonio dejaba de ser un acuerdo entre un padre o tutor con el futuro marido, para dar cabida a la opinión de la mujer. Aunque se trataba de un derecho restringido, porque la posibilidad e elección no podía exceder los límites del propio sector social (…) El nuevo componente era el amor.

Susana Cella “Mujeres de Buenos Aires” en Horacio Vazquez Rial, buenos Aires 1880-1930. La capital de un imperio imaginario, Madrid, Alianza, 1996

Fotografía: Señoritas maestras de Buenos Aires (1880)

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  • Para la mujer inmigrante, matrimonio era su estado natural. Patuas de conducta más severas traídas de su país de origen, un control social más firme por parte de la comunidad ética y la escasez de mujeres dentro de estas comunidades tienden a que la nupcialidad sea altísima entre los inmigrantes, y la edad de matrimonio era muy temprana.

Eduardo J Miguez, “familias de la clase media: la formación de un modelo”

Fuente: Archivo Investigación fotografía de la familia Lombardo-Farinelli de Laporta Año 1959.