LAUDATO SI’
¿SENSIBLES ANTE LA TIERRA?
Y YO, ¿QUÉ?
¡Los cristianos deberíamos ser pioneros!
Francisco se muestra profundamente impresionado por la «debilidad de las reacciones» frente a los dramas de tantas personas y poblaciones (58), señala «un cierto adormecimiento y una alegre irresponsabilidad» (59).
El punto de partida es “apostar por otro estilo de vida” (203)
«Una ecología integral también está hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo» (230). «Para el creyente, el mundo no se contempla desde afuera sino desde adentro, reconociendo los lazos con los que el Padre nos ha unido a todos los seres. Haciendo crecer las capacidades peculiares que Dios le ha dado, la conversión ecológica lleva al creyente a desarrollar su creatividad y su entusiasmo» (220).
Evangelii Gaudium: «La sobriedad, que se vive con libertad y conciencia, es liberadora» (223)
ORACIÓN POR NUESTRA TIERRA
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, era inmigrante y me acogisteis, estaba desnudo y me vestisteis, estaba enfermo y me visitasteis, estaba encarcelado y vinisteis a verme. Los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber, inmigrante y te recibimos, desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y fuimos a visitarte? El rey les contestará: Os aseguro que lo que hayáis hecho a uno solo de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis.
Mt 25, 35-40
ORACIÓN POR NUESTRA TIERRA
LAUDATO SII, O MI SIGNORE
Y por todas las criaturas,
Por el sol y por la luna,
por la noche y las estrellas,
por el viento, el agua, el fuego.
LAUDATO SII, O MI SIGNORE
Por la hermana madre tierra,
nos da vida y nos sustenta;
por las flores y la hierba,
Por los montes y los mares.
LAUDATO SII, O MI SIGNORE
Y YO, ¿QUÉ?
¿Qué tipo de mundo quiero dejar a quienes me sucedan, a los niños que están creciendo? ¿Para qué paso por este mundo? ¿para qué vine a esta vida? ¿para qué trabajo y lucho? ¿para qué me necesita esta tierra?» (160)