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Museo de la Ciudad Buenos Aires

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Los bienes custodiados en este Museo corresponden a lo que se puede caracterizar como objetos utilizados en la vida cotidiana por los porteños y/o por las personas que pasaron por la ciudad. También incluyen la ornamentación arquitectónica, los antiguos planos tanto de la Ciudad como de edificios emblemáticos; el mobiliario y utensilios de la Farmacia de la Estrella, que funcionaba en la Ciudad desde 1830 y en este lugar desde 1901; el archivo fotográfico y de negativos que comprende parte de archivos importantes que existieron en la Ciudad (Parques y Paseos, Asociación Fotógrafos Aficionados, revista Caras y Caretas, etc.); el Catastro Beare, 1860-1870, único catastro original de la Ciudad de Buenos Aires; y el conjunto edilicio que conforman sus diferentes sedes, de muy importante valor histórico ya que constituyen los más antiguos ejemplos de arquitectura doméstica de Buenos Aires, y cuya puesta en valor dio lugar a la colección de arqueología urbana.

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Historia del Museo

Fue creado en el año 1968, por decreto 9093/68. Su primera denominación fue Museo de Arquitectura. Posteriormente, pasó a denominarse Museo de la Ciudad. En sus primeros años, funcionó en oficinas del Teatro San Martín y, finalmente, en 1972, el Museo de la Ciudad se trasladó al edificio de los Altos de la Farmacia de la Estrella, en donde actualmente se muestran piezas, colecciones y exposiciones temporarias en sus salas de exhibición.

Actualmente el Museo ocupa cuatro edificios de valor patrimonial:

  • Casa de los Altos de Elorriaga (1808)

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  • Casa de Ezcurra (consolidada en 1830)

  • Casa de los Altos de la Estrella (1894)

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  • Casa de los Querubines (edificada alrededor de 1895)

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La propuesta inicial fue mantener viva la memoria urbana albergando en su colección diversos objetos característicos de la vida cotidiana. La recopilación de los objetos fue producto de acciones de búsqueda, rescate de demoliciones de edificios y de la aceptación de donaciones de los vecinos de Buenos Aires.

Las colecciones del Museo están integradas por una versatilidad de objetos que conforman un sistema de relato de la evolución de estilos, estéticas, tecnologías y costumbres (bacinillas, fonógrafos, azulejos, juguetes, documentos, fotografías, etcétera). Desde este perfil de la colección, el Museo ha planteado a lo largo del tiempo una gestión orientada a difundir la historia de la ciudad de Buenos Aires y de sus habitantes, sus usos, costumbres y vida cotidiana.

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