LAS SIETE LÁMPARAS DE LA ARQUITECTURA

Lámpara del sacrificio

“No se trata de cuanto es lo que haremos, sino cómo lo haremos, esto es que, debemos concentrarnos en hacer bien las cosas y no pensar tanto en cuanto nos costará”

“El sacrificio es una parte fundamental del ser humano, ya que de no serlo, jamás un edificio incuantificablemente ornamentado, podría tener algún significado para nosotros, el menciona que el simple hecho de construir no es arquitectura, pero que si a una construcción simple se le agrega una ornamentación igual de simple, pero con un significado en contexto de la función, aunque inútil, se le podría considerar arquitectura.”

“Y es sacrificio porque en medida de que le agregamos ornamentos inútiles a la construcción, la dotamos de una aprehensión nuestra para la satisfacción propia, o para la banalidad de la admiración más simple, no hay realmente un motivo certero para la construcción monumental. La arquitectura es producto de un sacrificio para obtener un placer.”

El decía que la construcción era una cosa y la arquitectura otra: en su teoría, un edificio llega a ser arquitectura cuando la estructura está realzada y embellecida por obras originales de pintura y escultura.

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“Mediante su elección de materiales, texturas y colores, mediante el juego contrastado de luz y sombra, mediante la multiplicación de planos, mediante la acentuación, donde sea necesario, de la escultura o el ornamento, el arquitecto convierte su edificio en un tipo especial de cuadro: un cuadro multidimensional y ovil, cuyo carácter cambia con las horas del día y las estaciones del año con las funciones y acciones de espectadores y habitantes.”

“Esta lámpara ha de iluminar el esfuerzo extremo empleado en la construcción de elaborados ornamentos, que importa en la arquitectura más aún que el resultado final.”