Posteado por:�Alejandro Castillo Perez�31/03/2011 09:53�[ N° 4 ]
Vivo cerca de un colegio de mujeres en Vitacura (Colegio La Maisonnette). Hoy tuvieron un evento y dejaron la plaza cerca de donde vivo lleno de botellas plásticas. Eso es falta de respeto a la comunidad. Esas mujeres jóvenes no han aprendido una lección que yo aprendí en kindergarten en un país angloparlante. Esas cosas pasan piola en Chile. Lo peor es ver a las madres de estas alumnas cuando las van a dejar o buscar: no respetan nada ni a nadie conduciendo autos que no saben manejar con criterio. Son incapaces de organizarse y hacer las cosas bien. Es un desastre. Para serle franco me repugna ver al chileno caer en la viveza y el oportunismo en vez de darse el tiempo para hacer la fila bien y respetar a los demás. Finalmente, se equivoca, yo no idealizo a nadie, pero he vivido en distintas culturas y el chileno no es respetuoso de los demás, ni cerca.
[No 151]
Señor Torres,
Suena como que usted está tratando de cobrar un favor. No le da vergüenza. Lo que hizo la iglesia católica en Chile fue lo que tenía que hacer. Quiere que le pasara a la iglesia católica chilena lo que le pasó a la iglesia católica alemana, que después de la segunda guerra mundial tuvo que regalar plata por todo el mundo para mitigar una mala consciencia.
[No 33]
Usted claramente está confundido. El indio del Amazonas puede no creerle a usted que la tierra se está moviendo alrededor del sol, pero eso no quiere decir que no haya evidencia para decir que eso es lo que está pasando. El punto clave que distingue la ciencia de la fe, es justamente ese, que la ciencia está sujeta a la evidencia. La fe por definición no está sujeta a la evidencia.
Por ello la ciencia moderna empieza con el juicio a Galileo. En ese juicio la astronomía (ciencia moderna) es puesta en tela de juicio versus la astrología. A pesar de que la religión (iglesia católica) se niega a aceptar la evidencia, la verdad, que se apoya en la evidencia, se impone finalmente en el mundo, aunque a la iglesia católica le toma 500 años más para reconocerlo formalmente. Para la religión someterse a la evidencia no tiene sentido. Para la ciencia no tiene sentido no someterse a la evidencia. No hay actos de fe en el método científico. Si no se sabe algo, se busca la evidencia para saberlo.
El problema es que la cultura chilena valora poco el respeto a los otros. Estamos lejos de las culturas del norte de Europa y Japón en esta materia. Por eso en Chile se roba tanto y la gente es tan atropelladora en todo sentido.
La diferencia esta en si la fe esta sujeta a la evidencia o no. En el caso de la religión católica la historia tiene el caso maravilloso del juicio de Galileo, en el que se condenó la astronomía a favor de la astrología, ya que se privilegió la fe, la tradición de la iglesia y la autoridad de la iglesia, por sobre la evidencia como fuente de la verdad.
Jaime Guzmán, culturalmente era producto del catolicismo hispano de su clase; cercano ideológicamente al franquismo (fascismo); afín a las dictaduras de derecha; y atávicamente alérgico a la democracia representativa. Fue el intelecto detrás de la dictadura, y el creador de la constitución de Pinochet. En fin, impresentable en círculos democráticos.
Los que lo idolatran no son honestos intelectualmente. Jaime Guzmán era una bomba de tiempo, capaz de todo por preservar su concepto de civilización católica. En el fondo, sospecho, que añoraba la estabilidad de la monarquía absoluta propia del catolicismo español tradicional. Es decir, era un hombre que pensaba como un español retrógrado, por muy inteligente que haya sido, y no como un francés, o un europeo moderno (España, Portugal, Grecia, y el sur de Italia no son la Europa desarrollada por algo).
Jaime Guzmán es una ventana a un mundo que fracasó; donde la iglesia católica podía quemar libros si no le gustaban, y decirle a la gente lo que no podían leer; donde no había libertad de culto, ni tolerancia para los que no pensaban como ella. En resumen, Jaime Guzmán no es un ejemplo imitar. Aspiremos a ser culturalmente parte del mundo desarrollado y no de una cultura franquista trasnochada que ya es hora de dejar atrás.
El problema con la ideología neoliberal prevalente en Chile, es que tiene un sesgo a favor de los empresarios al momento de capturar los beneficios del aumento en productividad. Por eso la brecha en la distribución del ingreso es grande donde esta ideología se implementa. Hay que mantener en mente que no hay nada “liberal” en el neoliberalismo. Esta ideología, recubierta de cierta legitimidad por la economía, esta basada en una premisa falsa, que los mercados son perfectos. Muy por el contrario, el mercado como lo conciben los neoliberales, es un mercado pensado para favorecer la acumulación de capital por un sector limitado de la sociedad. La idea es que estos capitales son re-invertidos hasta que la oferta de empleo no es suficiente para saciar la demanda. En la práctica esto no pasa, porque siempre hay lugares como China para exportar los puestos de trabajo. Poner barreras a la organización de los trabajadores, es necesaria para que el modelo neoliberal funcione. Si se deja a los trabajadores usar las huelgas para conseguir mejores salarios, entonces se corre el peligro de que los trabajadores cancelen la habilidad de los empresarios de acumular capital. Una señal del éxito de esta acumulación de capital en la economía chilena, es el crecimiento del sector financiero.
[No 25]
Señor Correa,
Puede tratar de ser un poco menos hispano para sus cosas. Sólo le faltó santiguarse ante la presencia de un ateo. Abra su mente y súbase al mundo de la tolerancia. El problema de los ciclistas en la vereda es el resultado de una cultura católica española que quemaba libros, censuraba escritores, en fin, una cultura acaballada e intolerante que nunca valoró el respeto al ser humano por el hecho de ser humano, sino sólo por su posición social y económica. En los países desarrollados el automovilista respeta al ciclista, y el ciclista respeta al peatón. El problema lo tenemos nosotros que todavía no podemos asimilar conceptos básicos como el respeto, y fieles a nuestra tradición hispana somos prepotentes y atropelladores. Respete a los ateos, que no hacerlo es medieval.
La única solución es que los trabajadores se organicen para negociar sus salarios y condiciones de trabajo con las empresas de igual a igual. Lamentablemente el capital humano chileno no es bueno, lo que dificulta la capacidad de los trabajadores para organizarse y enfrentar a los empresarios en condiciones de igualdad. El peligro es terminar con sindicatos mediocres más interesados en sacar la vuelta que mejorar los salarios.
Tengo entendido que en el occidente desarrollado gran parte del aumento en el ingreso de los trabajadores es el producto de disputas laborales (huelgas) en el pasado por aumentos salariales.
Se pedalea por la calle. Súbase a la vereda si encuentra que en algún sector eso es peligroso, pero no se puede pedalear en la vereda. A largo plazo la solución es una campaña pública de educación y sensibilización de los automovilistas. También ayudaría si el MOP y las municipalidades adoptaran un estándar de ancho de calle de unos 20 a 30 centímetros más por línea de auto. En una calle de una vía de ida y otra de vuelta, esto sería de 40 a 60 cm más por calle. ¿Existe hoy un estándar nacional para ancho de calle?
Si los ciclistas van a usar las veredas, creo que deberían caminar con la bicicleta al lado. Es un peligro para los peatones si los ciclistas pretenden usar la vereda con la misma eficiencia y velocidad como lo hacen si anduvieran por las calle. A una fracción de esa eficiencia es peligroso, especialmente niños y mayores de edad. Los peatones simplemente no pueden circular de manera segura por veredas estrechas con ciclistas que hay que hacerles el quite con reflejos rápidos. Hay que tener en mente que no es lo mismo chocar contra otra una persona que contra una bicicleta en movimiento por despacio que sea. En conclusión, las veredas no están diseñadas para la convivencia segura de peatones y ciclistas pedaleando. Si los ciclistas quieren andar por la vereda, que lo hagan caminando y con la bicicleta al lado. Si quieren andar más rápido que tomen el riesgo sabido por la calle. Pero en la vereda al que hay que proteger es al peatón. Llegó la hora que los ciclistas maduren y se den cuenta que andar en bicicleta no es un derecho pero un privilegio que no se puede usar en todas partes y en Chile es muy peligroso. Los peatones no tienen porque subsidiar la seguridad de los ciclistas a costa de su propia integridad física.
Lo último que quiero para Chile es una central nuclear de última generación. No me convence esta idea de ser conejillos de indias con tecnologías nuevas. Para Chile prefiero una planta nuclear con un largo “track record” de no dar problemas, y sobre todo, a prueba de tontos.
El problema es que los ciclistas fueron expulsados de las calles por la falta de respeto de los automovilistas por con ellos. ¿Ahora para dónde emigran los peatones con ciclistas en la vereda que no los respetan a ellos? ¿El problema de fondo no será la falta de respeto que tiene el chileno por el más indefenso?
Bien haría la UDI en aprender de la democracia cristiana alemana, a que tanto aspira emular, sobre como lidiar con los elementos más extremos de la derecha. Coquetear con elementos de inclinación neonazi no es aceptable en ninguna campaña política en el mundo contemporáneo. Estos grupos por gravedad van a tender a caer en la esfera del partido más derechista disponible. Eso no justifica que el partido les de cabida. La carta de Salaberry es una típica carta en la tradición hispana de mucha pose y poca sustancia. Un amigo americano me decía sobre la tendencia de los argentinos a los gestos vacíos, o “empty gestures”. Esto aplica a la carta de Salaberry.
Lo inaceptable, en mi opinión son la carta del señor Salaberry, que no aborda las serias acusaciones del señor Bauzá, de que partidarios del señor Forni acosaron a la senadora Lily Pérez. Esto se agrava más con las acusaciones del señor Bauzá de que neonazis estarían involucrados en la campaña del señor Forni. Una carta que no aborda esto difícilmente puede considerarse una respuesta con integridad intelectual y moral.
Personalmente me preocupa que el partido político más de derecha en Chile es acusado de verse infiltrado, por lo que dice el señor Bauzá, por elementos con simpatías neonazi. Mal camino está siguiendo la UDI si esto es verdad; y peor camino augura la respuesta del señor Salaberry a este problema si existe. ¿Tendrá la UDI la integridad intelectual y moral para aclarar de frente este asunto?
Me da escalofríos de solo pensar en construir una central nuclear con los socios de la cámara chilena de la construcción, en un país con una capacidad muy limitada de organización efectiva a todo nivel (ni cerca de la sólida capacidad de organización que tienen los japoneses). Esto me lleva a ser muy cauto con respecto a evaluar las competencias reales que Chile tiene para enfrentar una crisis nuclear. Bastaría un desastre nuclear de proporciones para que Chile se viera sobrepasado en sus recursos humanos, y puesto en la condición de mendigo para que otros les vinieran a solucionar el problema. Claro, si se soluciona, no le vamos a dar crédito a nadie. Ni las gracias; pregúntenle al presidente de Chile como se maneja un chileno típico en esta materia.
En conclusión, para Chile, en lo nuclear, yo prefiero seguir una estrategia “minimax” (minimize maximum loss)
La cultura del marketing nuevamente levanta su cabeza, con sus cambios cosméticos y superficiales que en nada contribuyen a cambiar la esencia de las cosas. Sin embargo, si se quiere manipular el uso horario para ahorrar en consumo eléctrico, está bien, pero háganlo con seriedad y planificación y no como una medida de último minuto porque los sorprendió una sequía operando al límite entre la demanda y la capacidad de generación eléctrica. Una interpretación más maligna es la “doctrina del shock” propuesta por Naomi Klein, que dice que si no puedes conseguir que tus proyectos o reformas tengan apoyo público, entonces espera o genera una crisis para que se aprueben a la rápida y sin debate público. ¿Hidroaysen?
Que falta de seriedad denota modificar el cambio de hora con tanta liviandad y soltura de cuerpo. Una medida tropical diría yo. La hora está en el corazón de la eficiencia de la comunicación e interacción de los países; por ello debería ser algo predecible con años de anticipación, y nunca ser una decisión sujeta a cambios de último minuto. Es una mala señal que el gobierno muestre la hilacha en un asunto tan básico, que refleja el nivel de seriedad, predictibilidad y responsabilidad de un país. Cambiar las reglas del juego a último minuto, siempre refleja falta de carácter y disciplina para someterse a las reglas pre-establecidas.
La irresponsabilidad social de las empresas chilenas es el resultado de un rasgo preocupante de la cultura chilena, que es la falta de respeto por las otras personas. Por ejemplo, el chileno está siempre pronto a proteger sus bienes; pero muestra una marcada falta de prolijidad para respetar los bienes ajenos. Esta falta de respeto del chileno, creo yo, genera un alto grado de desconfianza en la sociedad chilena, lo que dificulta que los chilenos se organicen eficientemente.
Esta “fallita” de la cultura chilena sólo se potencia con la adopción de la ideología neoliberal, que exalta el individuo y los intereses particulares, e ignora la importancia de los valores grupales y cívicos, que son necesarios para que cualquier sociedad se pueda organizar eficientemente. El paraíso neoliberal a final de cuenta son países como Haití, que no tienen gobiernos capaces de fiscalizar a los privados y así proteger a los ciudadanos de los abusos de los entes privados. No olvidemos que el objetivo del neoliberalismo es reducir el tamaño del estado hasta el punto de poder ahogarlo en la bañera. Esto dicho por ellos.
La ideología neoliberal inculcada religiosamente a generaciones de empresarios, hacen inevitable que las empresas no se hagan cargo de las externalidades que generan. Los mandos medios y altos de las empresas no tienen una formación cívica para sustentar una cultura empresarial de responsabilidad social. Es más, por lo general no tienen formación cívica y que por mi experiencia leen poco y no tienen hábitos ni motivación para suplir las lagunas en su formación humanista, si es que lo vieran. No olvidemos que para un hombre con un martillo todo le parece ser un clavo.
Es simple. Aquí las reglas del juego son ganar plata. Tener utilidades sin importar si estas son el producto de generar contaminación. La contaminación también es el reflejo de lo que la sociedad está dispuesta a tolerar en externalidades. La falta de confianza en la sociedad chilena conspira en este caso en contra de que los chilenos se puedan organizar eficientemente contra la codicia desbocada de las empresas contaminantes.
[No 68]
Un catedrático español, versado en la literatura española del siglo XVI, me dijo una vez que los ingleses eran cínicos y escépticos. Una buena dosis de ambas es recomendable para cualquiera, pero especialmente, creo yo, para algunos católicos criollos.
Venimos de una cultura que quemaba libros prohibidos y censuraba lo que se podía leer. Incluso la lectura de la Biblia estaba en manos de unos pocos considerados aptos y con el criterio para interpretarla correctamente. Contrastemos esto con países como Escocia que experimentó una alfabetización acelerada desde el siglo XVI. Cada pueblito en esa Escocia fría y pobre tenía en esos años una biblioteca, producto de la demanda de los habitantes por leer. En fin, somos el producto de nuestra historia, y los impuestos a los libros no son el problema, sino nosotros y nuestra cultura.
Las externalidades las paga moya!
Veamos el lado positivo. Al menos somos buenos para mentir, robar, saltarnos la fila, chaquetear, y no olvidemos que en viveza no nos gana nadie.
La farándula representa el mínimo común denominador de la sociedad chilena en lo cultural.
Al Papa Benedicto XVI no le quedó mas que aceptar la verdad, cuando los católicos americanos dejaron de mandarle cheques a nombre del Vaticano. Así de sólidas son las convicciones de la iglesia católica. Ante la amenaza de reducir el presupuesto del Vaticano, son capaces de reconsiderar lo que sea.
[No 68]�Un catedrático español, versado en la literatura española del siglo XVI, me dijo una vez que los ingleses eran cínicos y escépticos. Una buena dosis de ambas es recomendable para cualquiera, pero especialmente, creo yo, para algunos católicos criollos.
JC, Good try! Pero no te creo. Tu conversión es tardía, y tus instintos parece que te llevan siempre a dar lo mínimo para pasar raspando. Tu intervención de tolerancia cero no fue la de alguien que privilegia la justicia y la verdad ante todo. Tus instintos…son de una derecha chilena que me perturba. Siempre hay un pero…
Lo único que se puede hacer es hacerles la vida lo más difícil posible a los abusadores. Hasta hoy la iglesia católica en el mundo ha sido un refugio para abusadores sexuales de niños y jóvenes. La justicia secular ha sido tímida para enfrentar a los sacerdotes católicos sobre estos crímenes.
Solamente en las últimas décadas en Estados Unidos ha existido la voluntad política de la justicia de enjuiciar a estos criminales. Este fenómeno en Estados Unidos se ha propagado por el mundo, pero como todo lo importado a veces en la cultura local falta la convicción que existe en los países que dan origen a las nuevas actitudes hacia la realidad.
Chile es un país que ha tenido una historia menos traumática que Estados Unidos con respecto a la lucha por la igualdad ante la ley de los ciudadanos. Este es un tema espinudo en los Estados Unidos, que en los años cincuenta y sesenta vivió un proceso de evolución rápida en lo social y judicial para eliminar las iniquidades de la esclavitud y otras formas de opresión institucionalizada. Estas luchas les han servido a la sociedad en los Estados Unidos, de base para abordar los abusos de niños y jóvenes por sacerdotes católicos.
En Chile, aún existe una resistencia a cuestionar a la autoridad y su moral. Existe la tendencia a no aceptar que los poderosos pueden ser abusadores (sexuales); sobre todo cuando la sociedad y la tradición los presenta como intachables. Por ejemplo, tradicionalmente el abuso sexual de las empleadas domésticas ha sido culturalmente aceptado, lo que en otras culturas sería considerado acoso sexual y violación.
[No 8]
Señor Cristián Correa,
¿Qué le parece si en los terrenos de cerrillos se hace un zoológico que cobre entrada?
Atentamente,
Jorge Andrés Pérez Rossel
Señor Ludovico Leblón:
Estoy de acuerdo, el nivel de la cultura cívica del chileno es bajo, y se refleja en una marcada falta de respeto por los bienes que no sean propios. Pero hay que empezar educando a los niños desde kindergarten, aunque tome algunas generaciones. Pero no creo que la falta de cultura cívica del chileno sea motivo para condenar el ex aeropuerto de cerrillos (un bien público de todos los chilenos) a ser un proyecto inmobiliario privado.
Saludos,
Jorge Andrés Pérez Rossel
[No 8]
Señor Cristián Correa,
Se financian como en todas partes del mundo: con impuestos (al cobre si quiere). Esto, claro está, es motivo de un ataque histérico para los neoliberales, que solo conciben algo de utilidad pública si está concesionado; no importa si esto es a un costo excesivo para los usuarios y contribuyentes (hay que hacerlo un buen negocio para el concesionario que generalmente está “apitutado” políticamente). Los bienes públicos no son bienes que hay que privatizar por razones de principios e ideología. Una prueba del desarrollo de un país es su capacidad de desarrollar y cuidar proyectos como parques, caminos, etc. Al final de cuentas el paraíso neoliberal son países como Haití, donde el estado casi no existe.
Atentamente,
Jorge Andrés Pérez Rossel
La viveza del chileno cuesta cara al momento de querer construir una sociedad moderna y desarrollada. Sin confianza, el costo de organización en la sociedad se hace más cara. Hoy leí en este diario que los japoneses re-construyeron una carretera en seis días. Para llegar a eso se necesita una sociedad en que haya confianza, para que la gente se pueda organizar rápidamente. Eso es desarrollo: la capacidad de organización construida sobre un buen capital humano y confianza.
Hay una tendencia preocupante, a mi modo de ver, de transferir bienes fiscales a manos privadas en condiciones poco favorables a los intereses de los ciudadanos. En los terrenos del ex aeropuerto cerrillos se está viviendo esta dinámica de transferir con total falta de transparencia y debate terrenos de todos los chilenos a los intereses inmobiliarios.
Además, ahora que se puede construir a destajo en el sur oeste de Santiago, por el cierre del aeropuerto de Cerrillos,un buen parque en los terrenos de Cerrillos viene como anillo al dedo para servir las necesidades de recreación para los futuros habitantes del sector.
Señor Collados:
Lo lógico habría sido que se hiciera un parque en el terreno del ex aeropuerto de Cerrillos. Es una oportunidad que no se va a repetir, para poder construir un parque de buen tamaño en medio del valle de Santiago, y sin tener que expropiarle terrenos a nadie. Pero sorprendentemente, los políticos lo único que quieren es privatizar estos terrenos y entregárselos a las empresas inmobiliarias.
Atentamente,
Jorge Andrés Pérez Rossel
El “vampire effect” es lo que ocurre cuando un vampiro es expuesto a la luz del día. Este término se usa mucho en el mundo anglosajón para describir situaciones de abuso o corrupción que al ser expuestas a la ciudadanía, los perpetradores pierden su poder de seguir haciendo el mal. Lo que hizo el Dr. Hamilton fue destruir el poder de Karadima y compañía para hacer el mal. Me alegro que el Dr. Hamilton no haya sido prudente y haya expuesto a Karadima a la luz.
El efecto vampiros dice que estos mueren cuando son expuestos a la luz del día.
La prudencia favorece a los vampiros.
Felicitaciones señor James Hamilton por exponer a Karadima y compañía a la luz que es la verdad.
[365]
Don Jorge Waidele,
Usted es el típico chileno de cierta clase, que valora mucho la imagen, pero que tiene muy poco respeto por la verdad cuando es inconveniente. Esa cultura chilena tan prudente y conservadora que valora ante todo la proyección de normalidad, sea esto en el matrimonio, la empresa, o la política.
Los chilenos rara vez se tiran a la piscina en contra del consenso del grupo dominante. En fin, nunca son agentes de cambio originales, si no seguidores serviles del comité de reglas sociales de turno.
Lo que James Hamilton hizo fue revolucionario. Se convirtió en un líder que va a cambiar la sociedad chilena para mejor ya que no fue prudente y no le preguntó a nadie lo que había que hacer, sólo a su consciencia. Eso, don Jorge, no es chileno, ni español, ni latino. Eso, es, diría yo, protestantismo anglosajón.
El señor James Hamilton es la pesadilla para la iglesia católica, es decir, un hombre que siguen su conciencia en contra de la autoridad de la jerarquía de la iglesia católica. Eso es lo que hacen los herejes como Martín Lutero, es decir, piensan por si mismos.
Don Jorge, el gran problema de educar a sus hijos en el colegio Cumbres, es que los está educando en un colegio con el paradigma equivocado. El paradigma que nunca va a cuestionar a la iglesia católica y a su jerarquía. Ese paradigma castra la creatividad y la curiosidad intelectual.
James Hamilton se comportó como un anglosajón de primera, en un gallinero de chilenos a la española. Fue fiel a su conciencia hasta el final, en contra de toda prudencia que demandara la iglesia católica. Fue imparable como un corsario anglosajón (tiene la pinta) contra una flota cargada de egos españoles. Chile sería otro con más individuos como James Hamilton y menos como Jorge Waidele.
Atentamente,
Jorge Andrés Pérez Rossel
Posteado por:�Roberto Finat Díaz�23/03/2011 15:06�[ N° 129 ]
Ya no aguanto un católico más que se haga la víctima de Hitler. Denota una falta de cultura general tan grande, o una falta de honestidad intelectual descarada, decir una cosa así, cuando Hitler era bautizado y educado católico apostólico y romano. No hay evidencia histórica de que Hitler haya renunciado a su religión, y la iglesia católica alemana jamás lo excomulgó. La jerarquía católica de Alemania fue siempre fervientemente leal a Hitler, con sólo casos puntuales mínimos de oposición. Por ejemplo, cuando hubo un atentado contra la vida de Hitler en 1934, el arzobispo de Munich hizo un Te Deum en la catedral para dar gracias a dios que saliera ileso. Austria y Baviera, que son regiones fervientemente católicas, fueron hasta el final las regiones donde Hitler tuvo mas apoyo popular en Alemania. Pregúntense por qué la familia del Papa Benedicto XVI no tuvo problemas con Hitler. La respuesta es simple, al igual que la mayoría de los bávaros ellos habían votado alegremente por un líder político católico, a diferencia de los prusianos que le tenían mas reticencia porque no era protestante. Está bien que la iglesia católica sea ambigua sabiendo el pasado “complicado” de los católicos alemanes con Hitler (¿puedo mencionar la juventud del papa en Baviera?); pero una cosa es ser prudente y no mencionar que Hitler era católico, pero otra cosa muy distinta es que los católicos se hagan víctimas de él. Personalmente lo encuentro esto último de pésimo mal gusto, sabiendo que sí hubo religiones perseguidas brutalmente por Hitler. En resumen, Hitler fue siempre católico. Créanme, van a hacer el loco si tratan de re-escribir la historia con un Hitler que perseguía católicos.
Martín Lutero fue un hombre visionario. Lamentablemente no se quedó en la iglesia católica para cambiarla desde dentro, seguramente porque sabía lo difícil que era cambiar a la iglesia católica desde dentro. Por ejemplo, combatir la corrupción de las indulgencias (que construyeron la basílica de San Pedro), y derogar el celibato son dos tareas monumentales. La jerarquía de la iglesia católica era el problema en la época de Lutero, como lo sigue siendo hoy.
No puedo entender como decidieron que la solución a los problemas para la intersección de Apoquindo con Manquehue, era hacer un paso bajo nivel. Que solución mas pobre, estéticamente hablando, para una intersección tan importante. Las Condes deja cada vez mas en evidencia que no hay caso, los chilenos tenemos muy mal gusto. Espero que los problemas en la rotonda Irene Frei se solucionen de una manera mas orgánica, de barrio residencial; mas a escala humana y menos de autopista concesionada.
El problema es cuando el dinero en la práctica se convierte en el valor supremo, lo más importante para la sociedad por sobre la responsabilidad social y el bien común. Cuando ya no hay nada sagrado porque todo tiene su precio.
[No 87]
Soledad,
Me complicaría escuchar a un europeo decir que Chile es una sucursal de Estados Unidos. Yo razonaría que este europeo piensa en términos de sucursales, y está frustrado porque piensa que llegó tarde para la repartición de la sucursal chilena. No sé si le pasa a usted también lo mismo, pero a mi me parece que ya no estamos para ser sucursal de nadie.
El gran peligro de los países subdesarrollados es caer, por culpa de políticos corruptos, en las manos de poderes económicos internos o externos, que compran y luego manejan el país como si fuera una vaca para ordeñar. Siempre y en todas partes hay políticos dispuestos a vender el país al mejor postor. Es sólo un asunto de precio. Sospecho que en el pasado esto ya ha pasado en Chile, y en más de una oportunidad.
[No 2]
Señor Rojas,
Desde niño he sabido que los japoneses fueron muy crueles con sus prisioneros de guerra. Un primo hermano de mi abuela, graduado de oxford, murió en el río kwai, como oficial del ejército británico. Pero creo que hay que distinguir entre las crueldades y crímenes que los seres humanos somos capaces de cometer bajo regímenes totalitarios, y la capacidad extraordinaria de organización y trabajo que tiene el pueblo japonés. Sí, pueden ser crueles, y no me gustaría trabajar para ellos en condición de esclavo, pero al mismo tiempo tienen cualidades quisiera tener como ellos.
Comparados con los japoneses a nosotros nos falta honradez, ética de trabajo; pero por sobre todo, nos falta respeto por las otras personas. Los chilenos nos pasamos a llevar a cada paso, nos chaqueteamos como que fuera lo más natural del mundo, en fin, no somos la gente más agradable con quien trabajar, y por ello trabajamos mal en equipo. Nuestra “viveza”, como elemento cultural que nos define, es otro lastre para nuestro desarrollo. Si no solucionamos estos problemas y no logramos tener niveles de confianza adecuados en la sociedad, vamos a ser incapaces de organizarnos al nivel que sea. Los países desarrollados requieren contratos sociales basados en el respeto y la confianza entre los ciudadanos. La “viveza” y el robo como identidad cultural no llevan a ninguna parte pero a vivir de los recursos naturales; preferentemente la minería.
Posteado por:�Mateo Clevermind Testa�20/03/2011 15:06�[ N° 23 ]
Sin ser un experto en el tema, me parece raro escuchar que se nace con la fe, y que por otro lado la moralidad se aprende. ¿Hay evidencia para decir algo así, o es sólo una opinión suya? ¿Tal vez es algo que enseña la teología católica?
[No 16] ¿No le parece mejor que usted le tenga un poco mas de tolerancia a los automóviles y ande por la calle donde le corresponde y no por la vereda atropellando peatones?
La falta de formación cívica y de respeto por la seguridad de los peatones por parte de los ciclistas, es sintomático del déficit cultural del chileno. La prepotencia de automovilistas y ciclistas existe también entre peatones, los que se empujan y atropellan unos a otros si alguien se cruza por delante; en fin, el chileno tiene poco respeto por el espacio del prójimo.
[No 1]
El paradigma neoliberal dice que la inversión necesaria para el desarrollo de los países la hacen los inversionistas privados. Por lo tanto, los países deben justificar los proyectos con buenos retornos para los inversionistas. El problema con las centrales chicas es que no son atractivas para los inversionistas. En el caso de las centrales nuclear, ¿altos retornos a la inversión implican ahorrar en seguridad?
Se me olvidó mencionar que para hacer más plata los empresarios necesitan limitar la fiscalización real del estado en su negocio, que se percibe por los empresarios como una intromisión en sus costos.
Quisiera agregar que estas “tomas” de terrenos en el borde costero de Chile son una señal del bajo costo que tiene no seguir las reglas. En conclusión, en Chile ser “vivo” renta.
Hay un problema cuando todo se mide en términos económicos. Esta mentalidad tan prevalente en nuestra sociedad, que ha sido evangelizada por economistas neoliberales, lleva a distorsionar muchas veces el valor real de las cosas. Pero lo peor de esta monetización, o más bien de esta tiranía de la plata, es que favorecen la proliferación de la codicia que mide todo y valora todo en términos de la plata. Para muchos esto es lo natural, e incluso tal vez un síntoma de desarrollo. Yo soy de la opinión de que entre menos cultura y formación cívica una sociedad tenga, mayor es su vulnerabilidad al descaro de aquellos intereses dedicados a maximizar sus beneficios económicos personales a costa de lo que sea, incluso al punto de poner la seguridad de la sociedad en peligro. Si algo nos ha enseñado la catástrofe nuclear en Japón es que no hay sociedad inmune a este tipo de intereses, que son capaces de todo, incluso conseguir la complicidad del estamento político. La sociedad necesita empresarios, pero hay que tener los ojos bien abiertos para entender que lo que es bueno para los empresarios no es siempre bueno para la sociedad en general. Para hacer plata se necesita poca competencia en los mercados por medio de barreras de entrada, innovación tecnológica o concentración económica. Las dos más barata son las barreras de entrada y la concentración económica, que se consiguen simplemente “raptando” la voluntad de los políticos.
A los ciclistas que andan por las veredas de Providencia les falta sentido común y formación cívica. La única solución parece ser un lavado de cerebro.
El borde costero chileno parece ser vulnerable a las tomas de terrenos fiscales por particulares. El descaro de estos chilenos que se instalan en el borde costero llama a una fiscalización agresiva de esos terrenos. No puede ser que se premie esta “viveza” de algunos chilenos con la impunidad.
El problema no son los ingenieros, sino los que diseñan los presupuestos de los proyectos; los “bean counters” como le dicen los anglosajones. En Chile esta pega la hacen los “ingenieros” comerciales y civiles industriales (no son exactamente lo que en el resto del mundo se entiende por ingeniero). Esta gente tiene una deformación profesional que los hace estar constantemente viendo donde pueden ahorrar plata, y la seguridad no se escapa de su escrutinio. Si uno no los para el carro son capaces de llevar los estándares de seguridad al suelo. En conclusión, el problema no es la ingeniería, pero las finanzas. Una cosa es hacer recortes en la seguridad de una central hidroeléctrica. Otra cosa totalmente distinta es hacerlo para una central nuclear.
[No 3]
Señor Constela—
¿Usted cree que en Chile hay una economía de libre mercado? En ese tipo de economía las empresas compiten entre sí ofreciendo mejores productos y servicios y bajando sus precios. En Chile el camino al éxito económico de las empresas es reducir la competencia por medio de la concentración económica para tener mejores utilidades; es decir ofreciendo menos y cobrando más por ello; en el fondo estrujar a los clientes con prácticas monopólicas. Lo que mejor describe la economía chilena, creo yo, es el “crony capitalism” o el capitalismo de los compadres, o mejor dicho de los “arreglines”. El negocio de las farmacias es un buen ejemplo de ello. Los japoneses hace mucho tiempo que sinceraron su posición con la “economía de libre mercado”, educadamente diciéndoles no gracias a los neoliberales. Claro, con una sonrisa. Los japoneses han aplicado las ideologías occidentales con criterio, desechando aquellos factores que no tienen sentido a la luz de su cultura, y han prioritizado bien lo que no están dispuestos a transar. Yo los admiro por eso. Da pena como nosotros adoptamos ideologías (marxismo, neoliberalismo, etc.) sin tener una cultura con sentido común para discriminar lo valioso de lo tirado de las mechas.
Pienso que está demasiado involucrado emocionalmente en el fracaso del gobierno actual para que su opinión sea tomada muy en serio. El tono de su columna es de ansiedad. Da la impresión de que está desesperado por constatar que el gobierno de Piñera se quedó corto. Está bien que en su fuero interno lo sienta así, pero es poco elegante que muestre su ansiedad a flor de piel. Al terminar de leer su artículo uno llega a sentir pena por usted, de solo pensar que Piñera pudiera termina su período exitosamente. ¿Por favor, en su próxima columna puede tratar de ser menos transparente para que no suframos tanto vicariamente por usted?
[No 17] Señor Salas, la gente entiende que este es un deporte que se puede practicar de manera segura. Lo que algunos cuestionamos es la sabiduría de practicarlo en lugares públicos, donde existe la posibilidad de herir a una persona que sin saberlo se interne en el territorio donde se está jugando paintball. ¿Entiende?
Señor Aravena [No 191],
Primero. Yo estoy en contra de la clemencia para enfermos terminales. Lo digo porque estuve en contra de liberar al líder intelectual libio del atentado contra PanAm sobre Escocia. Todavía me hierve la sangre pensar como se liberó a ese asesino. Esa justicia no la entiendo en Escocia ni tampoco en Chile. Hay gente que muere en su casa y otras en el hospital. Otra gente por las malas decisiones que tomó en su vida, está destinada a morir en la cárcel. Así de simple.
Segundo. No me alegro de la muerte de Jaime Guzman, pero él sabía los riesgos que había tomado al ser el autor intelectual de la constitución de Pinochet. Cuando la derecha lo llora como víctima inocente, no lo entiendo. Cuando tu lado pega puñetes a veces hay que aceptar que te van a pegar puñetes de vuelta, aunque sea a destiempo. Así que no me pidan que les tenga lástima. La derecha pego duro y pego bajo, así que mi sentido de justicia me dice que algo tenían que recibir de vuelta.
Tercero. La señora Carmen Errázuriz, fue una mujer tan privilegiada, que tuvo hasta el beneficio de tener un hijo mártir. Parecido a la analogía de la Virgen María y Jesucristo. No todas las madres tuvieron el apoyo espiritual de la iglesia de El Bosque para santificar a sus hijos. Ese apoyo sicológico es invaluable para una persona de fe. Aunque personalmente jamás pondría mis manos al fuego por ellos.
El comentario de Humberto Riveros me dejo perplejo. Parece que su única preocupación es dejar en claro que el paintball es un deporte, lo que no pongo en duda. Pero parece que si es deporte, su lógica le dice que se puede practicar en cualquier lugar público. No lo dice, pero me parece que es la única lectura lógica de su comentario. Si es así, yo discrepo absolutamente de ese punto de vista. Los lugares públicos, si no están claramente habilitados para jugar paintball, deben ser seguros para cualquiera, y no solamente los que van con equipo preparados para jugar.
Típica actitud irresponsable y sin criterio de cierto tipo de chileno. “No va a pasar naaada”. Bueno, entonces page las externalidades solito, y no exponga a la gente que quiera usar el mismo lugar público que usted, a un doloroso proyectil en el ojo.
La viveza del chileno conspira contra la prudencia y la disciplina necesaria para tomar decisiones de largo plazo maduras y responsables. Miren el desarrollo inmobiliario en la Avenida del Mar en La Serena. Desde la Conquista se sabe que esa planicie es vulnerable a maremotos muy destructivos. Por eso hubo que mover la ciudad de La serena desde la costa. Sin embargo, estos datos son ignorados por algunos chilenos codiciosos con tal de hacer un buen negocio inmobiliario. ¿Cómo se les permite a los alcaldes que se hagan cómplices de intereses inmobiliarios imprudentes que buscan enriquecerse a cualquier costo?
El chileno —a diferencia del japonés— tiene poca imaginación para pensar en lo que pudiera salir mal en el futuro; y todavía menos disciplina, para ceñirse a principios y reglas para prevenir potenciales catástrofes.
El desarrollo inmobiliario en la Avenida del Mar, en La Serena, es un ejemplo patético de la poca inteligencia y demasiada codicia de algunos chilenos. Esa zona es una planicie que ha sido azotada por los maremotos desde la conquista. Las autoridades que han permitido la densificación con edificios en altura en esa zona han sido no solo irresponsables, pero también potencialmente culpables de las muertes producto del próximo maremoto en esa zona.
La convivencia promiscua del robo con la cultura chilena viene en parte, yo creo, de la iglesia católica española, para quién el robo nunca fue un tabú tan serio como lo es en la cultura japonesa o un pecado tan grave como para la ética protestante. En nuestra cultura el robo siempre ha estado sujeto a muchos atenuantes y racionalizaciones. La probidad, hay que decirlo, nunca ha sido el fuerte del mundo latino católico, pero incluso para ese mundo yo creo que los chilenos somos aventajados.
Ante esta realidad, lo inteligente es reconocer el problema (llamar las cosas por su nombre) y encontrar la solución. Esa actitud sentimental melosa del chileno que lo lleva a crear fantasías nacionales de lo que no es, y a sentirse ofendido si uno le rompe la burbuja, es por decir lo menos infantil y paralizante. El que los chilenos vivan inmersos en una cultura donde el robo es ubicuo, y algunos aún así no se dan por aludidos es algo que siempre me ha intrigado. ¿Cómo lo hacen?
El chileno es tan ladrón que en muchas empresas no ponen papel higiénico en el bañó, porque se lo roban.
Como siempre muy buen artículo de Peña.
Algunos comentarios.
Primero. La derecha tiene tejado de vidrio. En su mayoría apoyaron el gobierno militar sin reparos sabiendo que había abusos a los derechos humanos, lo que los hace cómplices morales de estas violaciones.
Segundo. Un despistado hizo un comentario para seguir el ejemplo de Carmen Errázuriz que perdonó a los asesinos de su hijo. Yo lamento que a la señora Carmen Errázuriz le hayan matado a su hijo; pero no lo lamento tanto como la muerte del hijo de la mujer de los cerros de Valparaiso que nunca pudo sepultar a su hijo.
Tercero.¿Es tanta la carga de conciencia que a toda costa tienen que sacar de la cárcel a los pocos asesinos que se pudo pillar? ¿No les basta con tenerlos en prisión como Pablo Escobar en Colombia, prácticamente en la casa?
Finalmente. ¿Por qué quieren hacerle este “regalito” a la Concertación para las próximas elecciones presidenciales?
[No 36]
Don Fuentes,
Echarle la culpa a la concertación no es respuesta a la pregunta que hizo el señor Pérez [No 25]. Yo me temo que la derecha chilena se siente muy cómoda con tener pocos ricos muy ricos y muchos pobres, mientras estos últimos se puedan alimentar y vivan en casa con alcantarillado. La derecha tradicional chilena tiene un problema cultural histórico con el tema de la distribución de la riqueza. Por eso existe la concertación. Es de esperar que se consolide una nueva derecha en Chile que enmiende los problemas más desagradables de la derecha tradicional. ¿Qué piensa Don Fuentes de tener pocos ricos muy ricos? ¿Ve un problema en eso? Si no lo ve, le cuento que le ha dejado un nicho abierto a la concertación.
Saludos,
Jorge Pérez
[No 25]
Señor Pérez,
La derecha confunde riqueza con desarrollo. Es decir, está más interesada en la generación de riqueza que en el proceso de desarrollo; que para Chile lo más probable que sea largo, ya que implica cambios culturales importantes en la población. Consecuentemente la derecha está enfocada en el PIB.
[No 7]
Señor Muñoz,
Tiene toda la razón; muchas gracias por la corrección.
Atentamente,
Jorge Pérez
Señor Poblete,
¿Quiénes se creen ustedes que son, para dictar cuales son los edificios que se debieran demoler y las plazas que hay que destruir? ¿De dónde sacan tanta arrogancia y prepotencia? ¿Se las da su dios?
Saludos,
Jorge Pérez
[No 5]�Señor Poblete,
Como los estacionamientos nada tienen que ver con la Universidad San Sebastián, yo le propongo que la salida peatonal del estacionamiento se haga por la Facultad de Leyes de la Universidad de Chile. ¿Qué le parece?
Atentamente,
Jorge Pérez
[No 14]
Señor Moya,
El problema somos nosotros mismos, que somos el producto de una cultura colonial católica española que le tenía alergia a las ideas nuevas, la ciencia y la movilidad social. El producto fue una sociedad con intelectos deformes sin un respeto asumido por la evidencia como fuente de la verdad. Los norteamericanos se beneficiaron de una abundante emigración de gente capaz de razonar con la evidencia en vez de tener que usar la filosofía y teología a cada paso. Los japoneses son una sociedad superior intelectualmente y con una capacidad de organización que en 20 años, a fines del siglo XIX, del aislamiento y feudalismo a la era industrial. Nosotros seguimos con nuestros hábitos intelectuales coloniales aunque muchos no lo crean. Lo más penoso son las elites latinoamericanas, penosamente mal formadas intelectual y científicamente por la iglesia católica a la española. En verdad se sigue formando a la elite para administrar la encomienda de indios, aunque esto se haga estudiando en el Tabancura y después Ingeniería Civil Industrial en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Pero si conversa con esta gente a uno se le puede perdonar pensar que tienen mejor auto estima que un ingeniero graduado del MIT. No hay como una buena autoestima totalmente sin base en la realidad para salir al mundo y dejar la crema; pero el problema no es la inteligencia sino la cultura. En todas partes hay gente biológicamente inteligente. Es decir, el “hardware” existe en todas partes; pero el “software cultural”, ese lenguaje de la máquina que lee los unos y los ceros, creo yo, es lo que hace la diferencia. El software que va sobre el software cultural son los estudios, conocimientos, etc. Nuestra cultura conspira para que no podamos hacernos evaluaciones certeras de quien somos, ya que si lo hacemos, tendríamos que derribar demasiadas vacas sagradas, así que avanzamos parchando el mismo traje sin atrevernos a mirarnos a los ojos para ver quien somos de verdad y lo que realmente calzamos.
Los cuatro primeros comentarios son un claro ejemplo de la falta de espíritu cívico y solidario de los chilenos, estos incluso parecen tener formación académica. En Chile cada uno mata su toro, lo que es lamentable ya que para ser un país desarrollado de verdad se necesita confianza y solidaridad para ser capaces de organizarse. He escuchado empresarios americanos decir que los chilenos no trabajan bien en grupo. Bueno, no sé que esperan con de un país lleno de chaqueteros poco empáticos que son incapaces de confiar los uno del otro desde la infancia. ¿Se necesita mejor explicación que los cuatro primeros comentarios “tan típicamente chilenos”?
En Chile se da el fenómeno de la concentración económica, en gran medida por la dinámica social de un mundo pequeño donde conviven empresarios y políticos de manera estrecha. Es más, las condiciones sociales en Chile son una receta perfecta para el fenómeno del “crony capitalism” o “capitalismo de compadrazgo”. Si alguien cree que en Chile existe un capitalismo de libre mercado puro, basta ver la historia de LAN para darse cuenta de lo gris que es el capitalismo a la chilena. Para que mencionar el mercado de las farmacias.
El descaro y prepotencia de la Universidad San Sebastián en Bellavista es una vergüenza. Su abuso de poder, para arrogarse el derecho a utilizar un bien público como la plaza San Esteban, para hacer estacionamientos subterráneos que necesita, es de una vulgaridad moral propia del que se siente dueño del mundo y ve a la sociedad en general como compuesta por peones sin derechos y a su servicio. ¿Será esto parte del plan de este dios católico apostólico y romano a la española?
Si la Universidad San Sebastián necesitaba tanto estos estacionamientos lo ético, y moralmente correcto, habría sido que hubieran hecho estos estacionamientos que necesitaban en su propiedad. El usar el poder político que tienen en la comuna de Recoleta para conseguir que un espacio público se destinara a satisfacer sus necesidades particulares es repugnante, y esto dice mucho de la escala de valores que guían el comportamiento de la Universidad San Sebastián. A estos señores parece que no les inculcaron de niños el “fair play” y la idea de que la idea no es ganar a cualquier precio, sino ganar respetando a los otros jugadores. En fin, prepotentes, atropelladores, sin cortesía alguna para con la comunidad ciudadana que no se va a beneficiar de la “movida” de la universidad.
Este tipo de comportamiento avasallador de algunos intereses particulares es un resabio de una cultura colonial española que bien haríamos a estas alturas en superar. Los países se modernizan y desarrollan respetando y cuidando los bienes públicos, y no usándolos muy sueltos de cuerpo para satisfacer necesidades de intereses particulares. Este incidente en Recoleta me recuerda lo que Otto Von Bismark llamaba “gobernar a la española”.
El problema grave es cuando una sociedad confunde el objetivo de construir nuevas cárceles, ya no para solucionar el problema carcelario sino para hacer crecer una industria de concesiones carcelarias que tiene muy buenos contactos políticos. Cuando alguien tiene un incentivo perverso para tener más gente presa más tiempo, se ha abierto una caja de pandora que creado todo tipo de potenciales conflictos. Una señal muy mala es cuando el estado por razones ideológicas ha decidido dejar de administrar las cárceles. Esto es sólo el comienzo de un camino que lleva finalmente a externalizar la seguridad interna y externa del país. Para la gente con esta mentalidad, el uso de mercenarios es sólo un paso lógico, como quien externaliza la seguridad de una empresa. Estados Unidos no es un ejemplo a seguir en esta materia.
Si siguen incentivando la construcción de cárceles concesionadas y haciéndolo un buen negocio, va pasar lo inevitable… toda industria necesita crecer.
Que la piedra Roseta se quede en el Louvre; los Frisos del Partenón en el British Museum; y el Hombre de Cobre en el American Museum of Natural History.
Entre más subdesarrollado el país, mas descriteriada es la gente.
China es un país frágil, que necesita un poder dictatorial para que no se desarme. Las presiones sociales en China son tremendas y dudo que el crecimiento económico de la costa sea lo suficiente para poder mantener a China unida orgánicamente (democráticamente). El pensar que el crecimiento económico soluciona todos los problemas y por sí solo lleva al desarrollo es sospechoso para mi manera de ver las cosas. Es como los economistas chilenos que creen que para tener el desarrollo de Japón basta con tener el ingreso per cápita del Japón. Eso se puede lograr con un precio del cobre lo suficientemente alto; pero eso no nos va a dar el nivel de desarrollo del Japón. Lamentablemente, no es tan fácil este asunto del desarrollo. Los que así piensan solo son prisioneros del mismo paradigma del mercantilismo español, que decía que la gracia era quedarse con todo el oro. Los economistas deberían cuestionarse estos modelos simplistas en los que todo se mide con plata; y al mismo tiempo se ignoran las variables complicadas como el nivel cultural y educacional de los pueblos, y su capacidad para organizarse a todo nivel. Chile, ni con un ingreso per cápita de cien mil dólares va a poder producir lo que produce Japón. Si subsidiado por algún recurso natural (cobre, litio, etc.), Chile tuviera un ingreso per cápita de cien mil dólares, estos recursos naturales van a tener que financiar la diferencia entre lo que vale lo que producen los chilenos y lo que se les paga por ello. Para producir lo que produce Japón se necesita la riqueza más difícil de conseguir: la riqueza en forma de capital humano.
Bueno parece que el problema es cultural. La solidaridad cívica parece ser escasa si se leen los comentarios a la carta. Me imagino que este es el mismo gen que hace a los chilenos manejar de manera prepotente, atropelladora, y sin cortesía alguna. Cada uno mata su toro. En este desierto de espíritu cívico, como no se van a aprovechado las empresas inmobiliarias y de telecomunicaciones.
El que dejen a los chilenos peregrinar por el mundo con la cápsula fénix al hombro, llenos de orgullo por esta gesta “chilena” es una vergüenza. ¿Estarán vendiendo el diseño chileno de la cápsula fénix, o el “expertise” de los topos nacionales, o la prevención de riesgos en las minas chilenas? Les aseguro que todas las empresas mineras saben ubicar al americano que hizo el hoyo que sacó a los mineros, y si lo necesitan lo van a llamar a él antes que a los topos chilenos. Sobre la cápsula, el modelo alemán es bueno, pero lo más probable es que por orgullo no hagan una copia tan descarada como la chilena si no le van a dar crédito al diseño alemán. A estas alturas la cápsula fénix serviría de pieza de exposición sobre la cultura de la “copia” en Chile.
La cápsula fénix es una metáfora del éxito a la chilena. Pirateamos la propiedad intelectual de unos y usamos el “expertise” y la buena voluntad de otros (si es posible sin pagarles) para solucionar problemas que son el producto de nuestra incompetencia cultural. Finalmente, cuando el problema se soluciona no le damos crédito a nadie, y nos sentimos “bacán”. Lamentablemente nunca somos capaces de hacer un análisis objetivo de lo ocurrido y de nuestras competencias reales.
Hay algo muy chileno en esto de aferrarse a la cápsula fénix como símbolo del éxito nacional. Si uno hace una lectura de lo que pasó no queda más que reconocer que la cápsula fénix es una copia de un modelo alemán que se insertó en un túnel hecho por americanos. Primero, lo más interesante para mi es cómo el chileno por instinto se tomó todo el crédito e ignoró darle el crédito merecido por los otros. Segundo, el chileno está convencido que nadie se dio cuenta como le negó el crédito a los alemanes y americanos. En resumen, desubicado, copión y mal agradecido.
Al caradura dios le ayuda
Estimado Christian de Groote—
No soy un experto en el tema, pero me parece que parte del problema es que los chilenos tienen mal gusto. La ciudad de Santiago es un monumento a lo que se puede hacer con mucha plata y poco buen gusto; y muy poco espíritu cívico.
Santiago es el producto clásico del “crony capitalism” donde impera un área gris entre el mundo político (municipalidades) y los intereses inmobiliarios. Cada torre de departamentos de dimensiones desproporcionadas es un monumento a un excelente negocio inmobiliario que se ahorro tener que pagar las externalidades de la densificación. Los tacos generados son el precio que los ciudadanos están pagando hoy por el subsidio a las utilidades de las empresas inmobiliarias.
¿Funciona el modelo actual de dejar en las manos de las municipalidades los planos reguladores, cuando es fácil ver que hay un incentivo perverso (¿corrupción?) para que los alcaldes densifiquen de manera irresponsable sus comunas sin antes construir la infraestructura necesaria para acomodar el aumento poblacional?
Se dice que los países tienen los gobiernos que se merecen. Bueno, parece que a este paso vamos a tener no solo los alcaldes que nos merecemos sino también la ciudad de Santiago que nos merecemos. Lamentablemente, se han hecho demasiadas brutalidades a vista y paciencia de los santiaguinos, para hacerse la ilusión de que con chilenos se puede construir una ciudad de nivel mundial. Ojo, el problema viene principalmente de los niveles altos de la sociedad, de la gente educada. Por ejemplo, la Universidad San Sebastián, que con una arrogancia típica de su clase, permitió la construcción de edificios de departamento en altura en pleno barrio Bellavista. La gente miró como el río Mapocho lo hacían pedazos las empresas concesionarias sin decir nada. Pero esto no es nuevo. Para construir la norte-sur por el centro se demolieron palacios, y casi botan el palacio Errázuriz Urmeneta (Embajada de Brazil), con la liviandad de un toro en una tienda de porcelanas. Para construir la norte-sur se comieron un lado del parque O’Higgins, para ahorrarse dos chauchas en expropiaciones. ¿Buen criterio? Para vitalizar el Parque O’Higgins casi lo lotearon, al punto que hay hasta una universidad privada con un campus en terrenos de parque ¿Eso es buen criterio? Por lo que veo la ambición de todo alcalde chileno es construir monumentos que lo identifiquen. Dentro de las opciones parece que no hay nada mejor que construirse un imponente edificio municipal. ¿Buen criterio? Santiago es una ciudad nueva en su expansión, pero está llena de calles angostas donde apenas da el ancho para acomodar los autos lado a lado. Para mi esa es una metáfora de la estreches de mente y falta de visión de aquellos que pudieron construir una ciudad bien diseñada y no les dio el ancho. ¿Buen criterio?
¿Qué pasa con el criterio de los chilenos? ¿Qué pasa con el criterio de la gente educada de este país?
La contaminación visual es sólo otra expresión del mismo gen del chileno: la falta de criterio, mala formación estética, y nulo compromiso cívico con la ciudad. De este mismo gen viene la vulgaridad del chileno al manejar, su falta de cortesía básica y su prepotencia. El éxito económico sólo ha potenciado la expresión de este gen.
A la vuelta de la loma decía el huaso…
Marejadas decía el ex director del shoa…
Encuentro que es poco prudente, y muy arrogante, dictarle a la ciencia límites arbitrarios para la acción científica; y pretender reservarse áreas donde la ciencia no puede entrar. Cuando la ciencia expande las fronteras del conocimiento, a la religión sólo le queda aceptar los nuevos límites. Si se niega a la evidencia detrás de las ideas científicas, la religión arriesga no ser considerado un interlocutor racional en temas relacionados con la verdad científica. Algunos sectores de la iglesia católica insisten de manera oportunista en acorralar a la ciencia en un espacio delimitado, desde dónde sea mas fácil defender sus creencias. Esta actitud a final de cuentas denota una falta de confianza en que las verdades eternas de la iglesia católica puedan salir airosas bajo la luz de los descubrimientos científicos. Una actitud motivada por una fe sólida y una confianza sincera en la iglesia católica debiera aceptar sin miedo los resultados de la ciencia. A uno no se le puede culpar el oler debilidad cuando hay una actitud combativa hacia la ciencia. Tratar de contener a la ciencia es lo mismo que tratar de contener la verdad, ya que la ciencia es un edificio de conocimientos que se construye sobre la evidencia. Por lo tanto, la única manera de contener a la ciencia es encontrar un resquicio filosófico que invalide el método científico; pero nuestra civilización depende tanto de la ciencia que es difícil pensar que podamos existir sin el método científico. Darse cabezazos contra la evidencia científica no es racional.
Yo sería más prudente antes de pontificar sobre los límites de la ciencia. Cuando la ciencia expande las fronteras del conocimiento, a la religión sólo le queda aceptar los nuevos límites, si quiere ser considerado un interlocutor racional. Esta carrera de algunos sectores de la iglesia católica para acorralar a la ciencia en un espacio delimitado —desde dónde sea fácil defender las creencias de la iglesia— no es racional. Esta actitud denota una falta de confianza en las verdades eternas de la iglesia católica. Una actitud de fe y confianza sería no ponerse el parche antes de la herida, y aceptar sin miedo los resultados de la ciencia. Tratar de contener a la ciencia es lo mismo que tratar de contener la verdad.
[No 24]
Señor Pérez,
Los casos anecdóticos, por espectaculares que le parezcan, no dejan de ser eso, casos anecdóticos. La iglesia católica usó y sigue usando mucho ese tipo de razonamiento; pero lamentablemente ese circo tiene muy mala fama en el mundo de las ideas. Voltaire acuñó el término casuística para describir este tipo de razonamiento tan usado por la iglesia católica en general y los jesuitas en particular. Me temo que con esa lógica sólo va a poder predicarle a los ya convertidos.
[No 28]
Señor Rojas:
Sería largo refutar todos los puntos de su comentario, pero a grandes rasgos siempre ha habido competencia en la ciencia, como usted menciona ahora pasa en su campo. Pero gracias al método científico estos conflictos se solucionan con el tiempo. Esta idea suya de que las burocracias en el Vaticano y Harvard las convierten a ambas instituciones en casos similares me parece una sobre simplificación por decir lo menos. En el caso de Galileo la burocracia vaticana decidió que la evidencia como fundamento de las creencias era de menos valor que la fe, tradición y autoridad de la iglesia. En pocas palabras, la evidencia de la astronomía no los convenció, ya que se sentían más cómodos con la astrología.
Reiteradamente a través del tiempo el señor Juan Inostroza ha mencionado que el blog de El Mercurio es un blog religioso. Recientemente escribió: “¿qué hace un ateo en un blog religioso?” [No 115]. Este comentario, como los anteriores, claramente no fue censurado por el blog de El Mercurio. Yo creo que sería bueno tener una clarificación de parte del blog, para que no haya dudas y malos entendidos: ¿Es el blog de El Mercurio un blog religioso?
Algunas mentes afiebradas por el fanatismo e intolerancia, confunden el rigor científico con el ateísmo. Algunos incluso llegan a oler en la ciencia la cola del diablo. Se olvidan estas personas de que los avances en el estándar de vida de que goza la humanidad son el producto en gran medida de los avances de la ciencia. Pero parece que nadie repara en que esa mentalidad hipócrita y esquizofrénica de aceptar los beneficios de los avances científicos por un lado, e ignorar y atacar a la ciencia por el otro lado, equivale a morder la mano que te da de comer. La filosofía, teología y religión, a diferencia de la ciencia, poco han hecho en el último tiempo para mejorar la calidad de vida de la humanidad. Esto no se lo perdonan a la ciencia.
Nuestros defectos culturales son un lastre para el desarrollo de Chile. Por ejemplo, los chilenos tratamos mal a los turistas —no por mala gente— porque estamos acostumbrados a tratarnos mal entre nosotros. Esto se debe a que nuestra cultura valora poco el respeto. Se nos enseña desde niños que es divertido reírse a costa de los demás. Se nos educa para pasar a llevar a la gente y “chaquetearla”; y se nos premia si nadie nos pilla cuando no respetamos las reglas, es decir, cuando somos “vivos”. Pero, esta “viveza del chileno” es algo que nos hace extremadamente ineficientes como sociedad, ya que cuando la gente no cumple las reglas se termina penalizando a los que las cumplen, y esto destruye la confianza. En Chile, el costo de organización en la sociedad chilena es alto. Por ejemplo, muchas empresas no ponen papel higiénico en los baños ya que los empleados se lo roban. Yo sospecho que una parte importante de la riqueza —recursos naturales como el cobre— de Chile, termina malgastándose en subsidiar a la economía por el efecto de la falta de confianza en la sociedad chilena, lo que encarece todas las transacciones económicas y humanas. Por el contrario, una sociedad donde hay confianza, es una sociedad que se puede organizar eficientemente para lo que se proponga.
[21]
Yo estoy en desacuerdo sobre las vacas sagradas en la ciencia. Los genios más espectaculares han tenido que someterse al rigor del “peer review”. No conozco a nadie que acepte una teoría porque le cree al científico. Otra cosa son los comentarios no científicos sobre dios que puedan tener algunos científicos, pero eso ya no es ciencia, y pueden decir lo que quieran y nadie tiene que creerles. Sobre la teología el papel aguanta mucho. Como no hay necesidad de que las creencias se basen sobre la evidencia, y sí por la fe, la tradición y la autoridad de la iglesia, esto se presta para armar castillos de naipes, a la pinta de cada uno.
Que lástima que un peruano nos tenga que venir a decir lo que es obvio de los chilenos. Yo agregaría que el chileno es prepotente, pasador a llevar, mal educado, ordinario, mentiroso y ladrón. He escuchado a extranjeros decir que tenemos cara de poto, pero yo estoy en contra de estigmatizar a los pueblos por sus características físicas, pero sí me importan los hábitos morales.
[No 14]
En la ciencia no hay Papas, Obispos o Santos que den opiniones que se deben seguir sin mayores explicaciones. Por muy genial que sea el científico, éste debe explicar su razonamiento de manera convincente, y con evidencia. Esa es la diferencia entre el conocimiento de origen religioso y el conocimiento científico.
Estamos en la etapa de las conclusiones del debate sobre “El Origen y Dios” y para mi sorpresa me encuentro leyendo cartas que parecen no haber sacado nada en limpio del debate que ha habido.
Percibo de parte de El Mercurio una reacción de rechazo hacia la posibilidad de que la ciencia pudiera llegar a explicar de manera integral el funcionamiento del mundo físico y su creación. Esta posición es respetable, y no creo que sea sano ridiculizar las creencias religiosas de las personas; pero tampoco es sano para un diario tomar posturas, basadas en creencias religiosas de grupos particulares, especialmente si no dice de frente cuales son sus compromisos religiosos.
Uno de los obstáculos que Chile tiene para su desarrollo es la actitud del chileno hacia la ciencia. No es mi deseo hacer comparaciones odiosas, pero el mundo católico hispano presenta dos fenómenos que tienen su origen en la cultura católica de la península ibérica de la Contra Reforma, que contrastan con el mundo protestante. Primero, el amor a la lectura hasta el día de hoy es deficiente en Hispanoamérica; en gran medida porque la iglesia católica desincentivó la lectura de la Biblia a sus fieles, en contraste con lo ocurrido en el mundo protestante. Segundo, el amor a la ciencia hasta hoy es escaso en Hispanoamérica y nos hace consumidores de ciencia y tecnología que no sabemos generar.
La iglesia católica, en contraste con el mundo protestante, siempre tuvo recelo de la verdad científica, que percibió como una amenaza a su autoridad moral. No pudo aceptar con convicción que las creencias científicas pudieran ser más válidas si estaban fundamentadas en la evidencia física, y no en la fe, la tradición y la autoridad de la iglesia. Por esto se condenó a Galileo, y se sentenció que la astrología era la explicación correcta del funcionamiento de los astros y no la astronomía. Por esto regularmente los libros científicos terminaban en listas de libros prohibidos. Por esto Chile al momento de la independencia era un país en la mayor parte analfabeto y con una elite científicamente ignorante.
Si le interesa responder esa pregunta usando el método científico, primero tiene que desarrollar una hipótesis, y luego debe probar con evidencia si su hipótesis es válida. La Biblia, el Papa y la tradición de la iglesia no cuentan ya que no son fuentes de evidencia científica.
Señor Florenzano,
El problema que tienen muchos católicos es que quieren aceptar a la ciencia pero bajo ciertas condiciones y siempre subordinada a la filosofía y a la teología, es decir, a la iglesia católica. Lamentablemente la ciencia por su naturaleza no se presta para esta manipulación, ya que las creencias científicas están basadas en la evidencia de la observación objetiva y no la semántica.
Lamentablemente parece que muchos católicos siguen atrapados por el paradigma que condenó a Galileo. Ese fue un momento clave de la revolución científica en Europa, cuando la astrología da paso a la astronomía. El mundo católico tomo el camino equivocado, y se quedó atrás en lo científico hasta hoy, ya que la iglesia católica se negó a darle a la ciencia el derecho de existir de manera independiente a la iglesia.
La historia ha probado que este episodio de la condena a Galileo es una mancha imborrable en la reputación de la iglesia católica. Sin embargo, hoy seguimos viendo católicos con la misma actitud que predominaba en la época de Galileo. Los católicos que insisten obstinadamente en cuestionar a la ciencia por el solo hecho de no estar supeditada a la verdad religiosa, le hacen un daño terrible a la Iglesia Católica y a las futuras generaciones de católicos que van a tener que crecer bajo la sombra del lado equivocado de la historia.
En resumen, no se puede decir que se está de acuerdo con la astronomía, pero al mismo tiempo guardarse el derecho de votar por la astrología si no me gusta lo que estoy escuchando de la astronomía. Esa actitud, no es una actitud seria. Es como el niño que cuando su equipo va perdiendo el partido se lleva la pelota para la casa.
Señor Florenzano,
Para la evolución lo importante es quien se reproduce más, y no quien sobrevive por más tiempo.
Sería bueno organizar un curso para familiarizar a los censuradores del blog de El Mercurio con lo que en el mundo anglosajón se conoce como “hate speech”. Les haría bien.
Usted es a prueba de toda evidencia que no se ajuste a sus creencias.
[74] Señor Muñoz, la intención de este posteo fue seguir el posteo [60] mío anterior; pero fue censurado por el mercurio:
“Y para terminar, ¿cómo explica (Inostroza [10]) el apoyo de la jerarquía de la iglesia católica de Austria y Baviera a Hitler, sin decir nada del pueblo católico de esas regiones? ¿Ha visto las fotos del Papa cuando joven vistiendo el uniforme de la juventud hitleriana de Baviera?”
¿Alguna duda sobre las simpatías papistas de El Mercurio con esta censura?
Tengo entendido que las regiones mas leales a Hitler fueron siempre Austria y las regiones católicas de Alemania.
Es un sistema complejo, lleno de detalles y excepciones, todo pensado para poder confundir mas fácilmente al paciente y así sacarle más plata.
[10]
Y para terminar, ¿cómo explica el apoyo de la jerarquía de la iglesia católica de Austria y Baviera a Hitler, sin decir nada del pueblo católico de esas regiones? ¿Ha visto las fotos del Papa cuando joven vistiendo el uniforme de la juventud hitleriana de Baviera?
[10] Señor Inostroza,
¿Qué hace con Hitler? A los católicos no les gusta mucho hablar de esto, pero era católico, apostólico y romano. De hecho no hay evidencia histórica de que haya renegado de su religión.
Señor Inostroza,
De gracias al mercurio que no tiene problemas con sus comentarios contra los ateos. En otros lugares bastaría cambiar la palabra ateo por judío o católico para que quedara muy claro para todos que usted usa lo que en el mundo anglosajón se llama “hate speech”. La suerte suya de comentar en un blog donde eso pasa piola.
Con la plata de la bonanza del cobre, Chile corre el peligro de terminar subsidiando la creación de una industria de manera artificial, sin reparar en los problemas de fondo del capital humano chileno, que le han impedido hasta ahora crear un sector competitivo internacionalmente en el campo tecnológico. Parte de este peligroso “atajo” de los subsidios, es que en Chile hay poca consciencia de la gravedad de los déficits del capital humano chileno. Muchas veces son los extranjeros los que tienen la mayor claridad de la gravedad del asunto. Yo he escuchado a inversionistas extranjeros decir: “los chilenos no se confían entre ellos”, “los chilenos no trabajan bien en grupos”, etc. Pero, pareciera que para el economista chileno los factores “blandos” como la puntualidad, la honestidad, la apertura de mente, etc, son tonteras que no explican el retraso chileno en términos de desarrollo. Como no explican nada tampoco se ha tratado de solucionarlos. Chile es un país rico en recursos naturales. Con un buen precio de estos, Chile puede crecer e incluso subsidiar una industria tecnológica, como lo hizo en el pasado con la industria textil con menos recursos. Quizá la inversión valga la pena en término de generar buenos puestos de trabajo, y crear la impresión en la población que sin duda somos bacán. Pero la autoestima sin sustancia es transitoria.
[No 52] El proyecto urbanístico va a ser el regalo de la Cámara Chilena de la Construcción para todos los chilenos. Puede que a los damnificados por el terremoto no les guste mucho, pero las utilidades para los miembros de la cámara van a ser fenomenales. Para la Cámara, el fin de la plata de la reconstrucción es llenarles los bolsillos a sus miembros.
Muchos empresarios chilenos se van a hacer ricos con la plata de la reconstrucción. Si la prioridad hubiera sido solucionar bien el problema de los damnificados, se deberían haber comprado las casa canadienses. Pero la codicia local no iba a dejar que los extranjeros se llevaran esas lucas. Ahora estamos en la situación de lidiar con los intereses de empresarios locales muy bien apitutados políticamente, que seguramente han frenado el proceso. Personalmente creo que hubiera sido mejor hacer a los empresarios locales competir con empresas americanas y canadienses en el terreno. Ahora los empresarios locales tienen el sartén por el mango.
Una carrera hasta abajo... La alianza, gracias a la UDI, va camino a igualar a la concertación en sus escrúpulos éticos.
Me parece que el mercurio está actuando de manera irresponsable al permitirle al señor Inostroza publicar libremente sus prejuicios y odios contra los ateos. Esto habla muy, pero muy mal del mercurio como diario pluralista (sabemos que no lo es) y respetuoso de la verdad (el mercurio miente). El que ustedes se sientan cómodos publicándolo, me indica la calaña de gente que son en verdad. Dudo que le permitirían a un ateo publicar las cosas que este Inostroza escribe, si fuera en contra de los católicos. Remplacen la palabra ateo por judío o católico, para ver si se sentirían tan cómodos publicándole sus comentarios. Recuerden que ustedes no tienen buena fama como diario por defender los derechos humanos, por lo menos aunque no les importe, mantengan las apariencias de imparcialidad y respeto por los que no piensan como ustedes. Recuerden que los instintos del mercurio pueden ser muy peligrosos y por eso tanta gente los lee con mucho cuidado. La mala reputación los sigue en el tema de la verdad e imparcialidad.
¿Por qué le atrae tanto a los católicos los resultados de la física? La cuestionan sin entender la naturaleza del método científico, usando la filosofía y teología. Señor Claro, le haría un gran favor a la física y a la religión si dejara de mezclar el método científico con la religión. Son cosas distintas. No espero que mi comentario lo frene en su impulso unificador, pero espero que su trabajo científico lo haga separando metodologías y use el método científico. Pero tal vez su trabajo lo hace en una universidad católica, donde la evidencia se considera menos confiable para las creencias que la fe, la revelación, la tradición y la autoridad del Papa.
La justicia en Chile parece que tiene mas hoyos que un queso suizo.
Priscilla, que refrescante leer su carta. Limpia, honesta sin manipulaciones ni motivaciones exculpatorias. Espero que encuentre la paz espiritual que perdió; pero no se olvide que cuando la gente se siente tan santa que empieza a meterse en la vida de los otros y a juzgarlos, uno puede estar seguro que la persona no es tan santa. Segundo, el gran escándalo de los abusos sexuales en la iglesia católica no fue que pasaron, sino que la jerarquía y la mayoría de los fieles les dieron la espalda a las víctimas. Esto habla muy mal de la ética y escala de valores que la iglesia católica ha inculcado a sus fieles.
[2] Sr Viera, que manera mas sofisticada y fría la suya de ser condescendiente. Elegantemente usó el heroísmo de estos señores, sólo de paso, como una transición a un tema inconexo pero mas relevante para usted.
No me gustaría tenerlo como enemigo.
A estos señores los encuentro francamente heroicos. Tomaron un riesgo real de ser el objeto del acoso de gente fanatizada con la personalidad de Karadima; y el desagrado de ser víctimas del chaqueteo oportunista de más de algún chileno. No hay que olvidar que le hicieron un gran favor a la iglesia católica al desenmascarar un fraude peligroso como el padre Karadima.
Parece que el clima chileno favorece la estrechez de mente, la intolerancia, y todo tipo de prejuicios que puedan explicar la realidad, sin importar si tienen algún fundamento en la verdad o no. Es lamentable ver lo natural que es para algunos chilenos [No 6] caer en las explicaciones basadas en los prejuicios culturales, como que los pederastas son homosexuales. La evidencia científica es clara en que los pederastas son mayoritariamente heterosexuales (hombres casados incluso). Pero esa explicación no encaja con los prejuicios del chileno. Entonces el dato se ignora y no se asimila por inconveniente. María Graham (Lady Maria Callcott) lo dijo muy bien en la primera versión de su libro “Journal of a Residence in Chile, during the year 1822”. Ella lo repite constantemente a través del libro: los chilenos son unos intolerantes llenos de prejuicios (bigots dice). Algo le habrá llamado la atención.
El chileno no es mala persona, pero lamentablemente es tan poco respetuoso del derecho de los demás a vivir en paz. Los anglosajones dicen que nuestra libertad termina cuando uno infringe la libertad de los otros. Para el chileno todo es libertad hasta que alguien mas fuerte le saca la cresta. Entonces se convierte en el ser más servil que ha pisado la faz de la tierra.
Lo que usted vio en la playa son los consumidores que Chile necesita para crecer de acuerdo al modelo neoliberal. Este modelo no necesita gente sofisticada para consumir; sólo necesita gente con un ingreso suficiente para que vean un comercial de televisión y sin pensarlo compren el producto. Esta gente es el aceite que hace que el modelo neoliberal funcione. A medida que la economía crece el ingreso de esta gente sube también. Cuando el ingreso de esta gente supere un número arbitrario vamos a ser un país desarrollado. Eso dicen los economistas neoliberales.
El científico es agnóstico a la verdad científica. La acepta mientras haya evidencia que la apoye. El problema es que el teólogo no es agnóstico a la ciencia, no importa cuantos discursos diga y buenas intenciones exprese, y la historia así lo demuestra. Por lo tanto, los gestos de amistad de la religión para con la ciencia hay que tomarlos con un grano de sal. El señor Ibañes Langlois inteligentemente intuye que no aceptar el método científico es una muestra de debilidad por parte de la religión, entonces él elimina ese factor del debate. Pero es inevitable que el hombre de fe siempre va a mirar a la ciencia a través del prisma de la religión. Esto no tiene que ser invalidante si el hombre de fe es realmente capaz de abstraer su fe de su trabajo concreto, relegándola para cuando no necesite usa el método científico. Pero algunos siempre vamos a mirar con sospecha cuando el trabajo de la ciencia se hace bajo la tutela de la religión, como sucede en las universidades católicas. La razón es simple, la ciencia de avanzada se hace en la frontera del conocimiento, que muchas veces la teología no ha asimilado. Eso es lo que pasa con la investigación con células madres. Dudo que alguna universidad católica lidere en esta área de la investigación científica. Aquí las razones para no investigar son dictadas por la iglesia católica por razones no científicas.
Las estupideces que le dejan pasar a este señor Inostroza. [No 185], y si uno trata de hacer una corrección basada en hechos históricos, a uno lo censuran. Seguramente fue un niñito o niñita que estudio en un colegio del Opus Dei o Legionarios de Cristo. Ese es la tragedia del mundo Latino, tener la elite intelectual castrada intelectualmente por respetos serviles a la iglesia católica (una vergüenza tener que leer de los sacerdotes pederastas chilenos en el New York Times porque no era tema para El Mercurio). En el fondo los latinos católicos nunca han estado a la altura de debatir la verdad. Por eso que no han producido filósofos teóricos de peso. Si El Mercurio le teme publicar en un blog que Hitler fue un católico, apostólico y romano hasta su muerte; y el Papa Benedicto XVI participó en la juventud hitleriana bávara, entonces ustedes tienen mi mas sentido desprecio como periodistas. En el mundo anglo sajón uno se podría reír de ustedes y sus beaterías y miedos a decir una verdad que pueda ofender a la iglesia católica. Lamentablemente el resto del mundo sabe la verdad y no necesita ser protegido por su censura. Los pobres imbéciles que llegan al mundo desarrollados debatiendo como niñitas de colegio de monjas son ustedes. Cuando salió elegido el Papa Benedicto XVI el titular del Daily Telegraph de Londres fue “From Hitler Youth to Pope”. A veces la verdad puede ser difícil de tragar, pero ustedes parece que tienen cuero de chancho con las estupideces del señor Inostroza. “The village idiot” de El Mercurio.
El problema es que algunos sectores del mundo religioso insisten en inmiscuirse en el debate científico sin estar dispuestos a someterse a las reglas y disciplina del método científico. En otras palabras, tratan de secuestrar el debate científico para someterlo a la lógica de la teología.
[No 182]
Señor Inostroza:
¿Ateos fascistas?
¿Sabía que Hitler era católico apostólico y romano y nunca renegó de su religión? NUNCA
¿Sabía que el Papa Benedicto XVI fue parte de la juventud hitleriana en Baviera?
En Chile los profetas que dicen que el desarrollo está a la vuelta de la loma (siempre 10 años) son un fenómeno local muy curioso. Uno se pregunta el por qué de ese fetiche con los diez años para el desarrollo. Una actitud más sensata y menos tropical sería quedarse callado y dejar las predicciones mesiánicas a las adivinas. Pero a los chilenos parece que les gusta este espectáculo de las predicciones. Es como ese fetiche de los chilenos por preguntarles a los extranjeros lo que piensan de Chile, como si alguien bajo esas circunstancias puede sentirse libre de decir la verdad.
Pobre Chile, parece que todavía tiene una clase dirigente llena de beatos sin formación científica a la más pura tradición hispana. Que maldición fue ser colonizados por España y la Iglesia Católica Española. Con gente así no se puede llegar muy lejos.
En vez de explicar el mundo físico y sus fenómenos por medio de la fe, la ciencia proporciona una metodología clara y sistemática para testear si nuestras creencias se ajustan a la realidad o no. El conocimiento científico avanza probando experimentalmente si nuestro entendimiento del mundo es verdadero o falso. Por ello, la verdad científica es demoledora y los científicos están atrapados por los resultados generados usando el método científico. Por ello es irracional rechazar la evidencia científica por inconveniente, o atacar el conocimiento científico por prejuicios religiosos. La Iglesia Católica históricamente se ha sentido amenazada en su autoridad moral por la naturaleza objetiva del conocimiento científico. Le gustaría tener poder de veto sobre los resultados de la ciencia, pero no puede tenerlo en la sociedad moderna. Un científico ateo puede defender la verdad científica, mientras un católico puede defender la mentira. En temas científicos da lo mismo el credo de la persona. Lo que importa es la evidencia científica, y los que se someten a ella.
La fe puede tener un beneficio sicológico muy importante para los creyentes, pero desde el punto de vista científico el creer en dios no es distinto a creer en los unicornios. Lamentablemente poner la fe por sobre la ciencia se puede prestar para el fanatismo y la discriminación arbitraria basada en las creencias no científicas.
[No55]
¿Sería posible que usted escribiera sus comentarios sin sonar como un loco? De verdad que eso ayudaría mucho a subirle el nivel a la discusión, y estoy seguro que nos ayudaría a muchos a sentirnos más seguros en este blog.
[No56]
¿Usted acostumbra tratar a la gente con tanta condescendencia? Para serle franco su comentario me parece de una mala educación que raya en lo vulgar.
En vez de explicar el mundo físico y sus fenómenos por medio de la fe, la ciencia proporciona una metodología clara y sistemática para testear si nuestras creencias se ajustan a la realidad o no. El conocimiento científico avanza probando experimentalmente si nuestro entendimiento del mundo es verdadero o falso. Por ello, la verdad científica es demoledora y los científicos están atrapados por los resultados generados usando el método científico. Por ello es irracional rechazar la evidencia científica por inconveniente, o atacar el conocimiento científico por prejuicios religiosos. La Iglesia Católica históricamente se ha sentido amenazada en su autoridad moral por la naturaleza objetiva del conocimiento científico. Le gustaría tener poder de veto sobre los resultados de la ciencia, pero no puede tenerlo en la sociedad moderna. Un científico ateo puede defender la verdad científica, mientras un católico puede defender la mentira. En temas científicos da lo mismo el credo de la persona. Lo que importa es la evidencia científica, y los que se someten a ella.
Históricamente el agricultor fue el chivo expiatorio del retraso económico de Chile. Personalmente siempre me he cuestionado esa caricatura tan útil para la manipulación ideológica. Me parece más convincente que este retraso económico era el resultado del bajo nivel educacional y cultural de la población chilena. No olvidemos que a fines del siglo XIX Japón saltó en un par de décadas del feudalismo a la era industrial. Parece que en el caso de Japón el feudalismo no fue un freno muy importante para su desarrollo.
En vez de explicar el mundo físico y sus fenómenos por medio de la fe, la ciencia proporciona una metodología clara y sistemática para testear si nuestras teorías son correctas o no. Así avanza el conocimiento científico, probando experimentalmente si nuestro entendimiento del mundo es verdadero o falso. Por ello, la verdad científica es demoledora y los científicos están atrapados por ella. Es irracional rechazar la evidencia científica por inconveniente. Atacar el conocimiento científico por los prejuicios que uno traiga es infantil.
Si se pudo cerrar la pista de Cerrillos, se puede cerrar cualquier pista de aterrizaje en Chile. En Quintero lo único que falta son los incentivos adecuados. Yo les sugiero que amarren cerrar la pista de Quintero con un buen negocio inmobiliario, en el que puedan participar políticos del tipo que les gusta veranear en Cachagua. Les aseguro que por el precio adecuado estos políticos son capaces de cerrar Pudahuel. Finalmente, ustedes deban tenerlo claro por su experiencia en el mercado local: en este país en la práctica el capitalismo puro no existe. Aquí predomina lo que los anglosajones llaman “crony capitalism.” Bajo esta modalidad lo importante son los favores, que a la larga siempre se pagan muy bien.
Parece que seguimos estancados en el tiempo de Galileo, cuando la astrología pasaba por ciencia y la astronomía se cuestionaba por simple ignorancia. Es una ironía, Chile siendo un país con cielos tan privilegiados para estudiar el universo, parece que algunos prefieren hacerlo leyendo libros de teología. Lamentablemente, parece que vivimos en un país donde basta una casuística barata, que pasa por verdad, para dejar a alguna gente inteligente intelectualmente satisfecha con las respuestas sobre el origen del universo.
Me parece descarado de su parte decir que hay una "coincidencia" en el debate sobre un presunto "diseño". No le da verguenza bajar el nivel de la discusión a un nivel inmaduro y juvenil donde usted marca los límites del debate con premisas arbitrarias. Por favor, la viveza del chileno parece que no tiene límites. Lo peor es que una carta como la suya pasa piola en el medio local como super válida. Realmente de república bananera.
Que falta le hace a Chile tener una población con un buen nivel cultural científico. Lamentablemente, en Chile se nota la influencia de la Iglesia Católica Española, que históricamente ha desconfiado de los avances de la ciencia, temiendo que pudieran socavar su autoridad moral. Con esa mentalidad nunca se ha sentido cómoda fomentando en los niños que educa un amor por la ciencia. Por ello los países Latinoamericanos importan tecnología pero no saben generarla. El problema es nuestra actitud hacia la ciencia. Producir conocimientos y tecnología es un proceso largo, que comienza con la actitud que la sociedad inculca en el niño hacia la ciencia. En el mundo musulmán está mal cuestionarse la revelación de Alá. En el mundo católico no está bien visto cuestionar lo que dice el Papa. En fin, esos no son ambientes propicios para cultivar el desarrollo de una mente abierta a la ciencia. Aquí el mundo protestante lleva siglos dándole cancha tiro y lado al mundo católico. Hay algo en el mundo católico que es sistémico y no es la pobreza, que yo pienso es sólo otro síntoma. Yo pienso que el problema es la educación católica, especialmente de la elite. Porque la educación católica se nota. Me parece que genera una falta de curiosidad intelectual y científica. Yo diría que incluso una falta de aprecio por la ciencia. Miren nuestra elite socioeconómica aquí en Chile. La gran mayoría formados por una iglesia católica integrista. Un protestante del siglo XVI se sonreiría al verla. Sí, se sonreiría, y se sentiría validado en sus prejuicios contra los católicos. No es que Ximena Ossandón sea una mala persona, pero hay algo en su actitud que uno esperaría de una mujer española del siglo XVI. Una falta de interés por lo que no sea parte de su mundo religioso. Una falta de curiosidad por los que no piensan como ella. En fin, por eso digo que la elite chilena necesita mas Grange y menos Tabancura. Esto lo digo porque el destino de Chile se juega en quién educa la elite del país.
Parece que seguimos estancados en el mundo de Galileo, donde la astrología pasa por ciencia, y la astronomía se rechaza con convicción por ignorancia. Que ironía, siendo un país con cielos tan privilegiados para ver y estudiar el universo, parece que algunos prefieren entenderlo en libros de teología. Parece que vivimos en un país donde aún se puede perder el tiempo estudiando cuantos ángeles caben en la cabeza de un alfiler; y donde basta una casuística barata para dejar a alguna gente satisfecha intelectualmente con lo que pasa por verdad.
No importa si Bielsa es indispensable o no. Lo que importa es la percepción de que Bielsa es indispensable. Si las selección no avanza sin Bielsa, entonces téngalo firmado que Bielsa va a estar de vuelta en Chile para la próxima campaña presidencial apoyando a Michelle Bachelet. Entonces quiero verlos a ustedes decir que todo esta bien porque nadie es indispensable.
Por el entusiasmo de hacer un buen negocio es fácil perder de vista que lo que es bueno para General Motors no es siempre bueno para Estados Unidos.
No entiendo cual es la justificación para concretar la fusión de LAN y TAM con tanta urgencia. Por lo que tengo entendido estas grandes fusiones a veces toman años en ser aprobadas en Estados Unidos y Europa. Esto es muy entendible ya que no sólo se trata de fusiones que producen ahorros por duplicación, sino que también existe el peligro de crear mercados en la práctica monopólicos. Es importante aclarar que no es relevante si hay capitales chilenos involucrados. La responsabilidad del gobierno es el bienestar físico y económico de los chilenos y no los capitales que algunos de éstos puedan tener. Como vivimos en un país occidental capitalista, esto significa dar a los ciudadanos chilenos acceso a mercados libres y justos. Este acceso no puede ponerse en peligro, para satisfacer el entusiasmo natural de los inversionistas por concretar un buen negocio. Así que las prioridades hay que tenerlas muy claras. El gobierno, y sus instancias reguladoras, deben ser exhaustivos cuando existe el peligro de disminuir la competencia en un mercado.
Parece que seguimos estancados en el mundo de Galileo, donde la astrología pasa por ciencia, y la astronomía se rechaza con convicción por ignorancia. Que ironía, siendo un país con cielos tan privilegiados para ver y estudiar el universo, parece que algunos prefieren entenderlo en libros de teología. Parece que vivimos en un país donde aún se puede perder el tiempo estudiando cuantos ángeles caben en la cabeza de un alfiler; y donde basta una casuística barata para dejar a alguna gente satisfecha intelectualmente con lo que pasa por verdad.
Señor Rojas el tono agresivo, prepotente y triunfalista de su artículo es difícil de tragar. Como se puede apreciar usted no es uno de esos ganadores magnánimos. Por el contrario, a usted parece que le gusta el barro. Lo que me parece sorprendente es que por una investigación de procedimiento, ya que parece que nunca se había hecho, usted y algunos comentaristas se hayan lanzado de manera histérica a chaquetear a Salvador Allende. Lo que lo hace vergonzoso para mi es que aquí hay hombres maduros que se expresan como adolescentes con una pataleta incontrolable. Mi sugerencia es que se den una ducha de agua fría, y luego traten de hacer un análisis racional de la reacción que Salvador Allende les produce. Primero, está muerto, lo que implica que no va a volver. Segundo, el cómo murió no va a cambiar el primer punto. Tercero, no importa que tan malo fue como presidente, es siempre de muy malgusto burlarse (aunque sea de una manera sofisticada) y hacer comentarios irrespetuoso sobre las circunstancias de la muerte de un ser humano. Finalmente, me sorprende el descontrol emocional de algunos comentarios; no me gustaría caer como prisionero de guerra en las manos de algunos de ellos. Francamente, no confío que van a perder el tiempo con formalismos judicial.
[22] Señor Aquiles Sepúlveda,
No sea tan chaquetero. En el mundo académico anglo-sajón, el tener un doctorado es algo muy bien valorado por la sociedad, especialmente si se ha obtenido en una universidad de mucho prestigio. Quien ha sacado un doctorado así, tiene todo el derecho de esperar de nosotros todo nuestro respeto por sus logros. Negarle a alguien ese respeto y admiración es digno de una mente mezquina con una escala de valores bastante subdesarrollada. Lamentablemente aquí en Chile es más valorado un apellido vinoso (¿reguleque?) que un Ph.D., lo que es absurdo. Pero esa es la realidad del país. La escala de valores de la sociedad chilena es muy a la “española” todavía, por eso que mandar gente a sacar doctorados a la Universidad de Navarra me parece un despropósito, y un subsidio sin sentido al Opus Dei. Si se van a gastar los ingresos del fisco para financiar el Ph.D. de un chileno, me parece que con contadas excepciones este Ph.D. se debería sacar en una universidad protestantes de prestigio de algún países que tenga un trayectoria de desarrollo ejemplar como Alemania, Gran Bretaña, Francia, Holanda, Suecia, Dinamarca, norte de Italia, etc. Lo pensaría dos veces antes de mandar a nuestros mejores alumnos a sacar doctorados a universidades ubicadas en países que se han desarrollado en base a las ricas transferencias de recursos desde el norte de Europa. Por ello, no me sirven las universidades españolas, portuguesas, italianas del sur, o griegas.
El problema es que el concepto de democracia —norteamericana— no es originario a Iberoamérica, España y Portugal. En el caso de Chile, ni la elite socioeconómica ni el pueblo tienen internalizados los principios sobre los que se basa una democracia moderna. El problema es antiguo y tiene en parte su origen en la Reforma Protestante, cuando el norte de Europa tuvo que aprender a convivir con la incertidumbre intelectual. Por el contrario España y Portugal se adormecieron en un sueño de certezas teológicas, intelectuales y científicas administradas por la Iglesia Católica. En ese mundo no había espacio para cuestionamientos, debates, y curiosidad intelectual. Esto tuvo un efecto devastador para la cultura científica e intelectual del mundo hispano. Por lo contrario, el mundo europeo protestante, sin un Papa que les interpretara la revelación de Jesucristo, se vieron forzados a pensar por si mismos. Es así como el mundo protestante tuvo que aprender a ser tolerante con aquellos que pensaban distinto a ellos. Esta tolerancia no era perfecta, pero era años luz lo que había en España. Así se generó una cultura abierta al diálogo intelectual y teológico. Los católicos nunca fueron capaces en Europa de reprimir su instinto de imponer sus ideas por la fuerza. Incluso Francia, un país mucho más ilustrado y tolerante que España y Portugal tuvo su matanza de San Bartolomé. La colonización de Estados Unidos fue un proceso complejo, y lejos de la caricatura que muchas veces se presenta. Pero lo claro es que ellos entendían la importancia de respetar a los disidentes. Entendían la importancia de poder disentir. Por el contrario, nosotros vamos para atrás. Nuestra elite socioeconómica hoy es mas integrista católica que lo era hace medio siglo atrás. Lo más increíble es que un sector importante de la derecha chilena quiere juntar en un mismo cuerpo a Tomás de Torquemada y Martín Lutero. Es decir, el Opus Dei y el Neoliberalismo de la Universidad de Chicago. Para mi ese es un engendro sin sentido, una verdadera contradicción viviente. En conclusión, culturalmente nuestro problema es que somos quien somos y venimos de donde venimos.
¿Por qué le sale del alma al chileno ser mala leche y chaquetero? El que tiene un doctorado tiene todo el derecho de poner sus títulos donde quiera. No debería tener que pensarlo dos veces, y menos si les va a caer mal a los compañeros de trabajo. Un empresario americano me decía que le sorprendía lo que les costaba a los chilenos trabajar en equipo. Bueno, parece que ayuda si todos esconden sus títulos. Señores, ¿cómo se puede desarrollar un país lleno de chaqueteros?
En Chile, muchas veces las autoridades públicas reaccionan airadamente —toma ofensa— si alguien las cuestiona, como si esto fuera una impertinencia. Es más, no es poco común que en materias de importancia la autoridad se niegue a responder preguntas difíciles, argumentando que se les está mancillando su honor. Esta movida táctica de las autoridades mueve el foco de atención desde su gestión a sus sentimientos. Es decir, logran frenar cualquier cuestionamiento a su gestión. Esto no puede ser. Las autoridades en Chile deben tener asumido que es su deber responder preguntas incómodas; es más, tienen que responderlas satisfactoriamente. Escudarse detrás del honor no es una reacción aceptable. El beneficio de la duda no es un derecho que los libere de tener que ser transparentes. Ellos están al servicio de la ciudadanía, y no le están haciendo un favor a nadie por estar en un puesto de servicio público. El honor no es un comodín que se puede sacar por debajo de la manga cuando las preguntas se ponen espinudas. Cuando el honor se usa como comodín, es natural que los ciudadanos se cuestionen la honestidad de la autoridad.
Leyendo los comentarios a esta carta uno se da cuenta de que el chileno es chaquetero y mala leche hasta con los muertos.
Chile no tiene la masa crítica de capital humano para administrar todas las comunas con criterio. Por ejemplo, la licencias de conducir deberían ser dadas por carabineros, o a nivel provincial o regional. No todas las comunas tienen le infraestructura de una municipalidad como Vitacura (y eso que el alcalde dios sabe que haría si pudiera privatizar este servicio).
La universidad San Sebastián es un buen ejemplo de la prepotencia de algunos sectores integristas católicos que se sienten dueños del país. Estos señores, como la Inquisición Española de la cual son herederos espirituales, piensan que el mundo seglar está bajo su poder. Por ello no se arrugan con plantar una estatua religiosa en medio de una plaza pública, o lo que es peor, planear privatizar la plaza pública para hacer estacionamientos subterráneos ya que los necesitan. Es decir, en el mundo de esta gente todo vale, y es susceptible de ser intervenido para satisfacer los intereses de esta gente.
La comuna de Recoleta se probó que no era lo suficientemente fuerte para resistir la infiltración de estos intereses. Por ello las municipalidades deben ser supervisadas. No es prudente seguir con esta política que favorece intereses particulares por sobre los intereses de la ciudad.
Se necesita a alguien con una visión urbanística global para la ciudad de Santiago. El crecimiento a manos de las municipalidades está produciendo un crecimiento entrópico.
En Chile nadie parece tener la inteligencia, la honestidad intelectual y valentía para ver las cosas y llamarlas por su nombre: el capital humano en Chile es pésimo a todo nivel. Esto no es un problema de conocimientos o falta de recursos, esto es un problema de MENTALIDAD. Afortunadamente —o desafortunadamente— el cobre le da a Chile un colchón para amortiguar los efectos económicos negativos generados por los de los aspectos mediocre e ineficiente de la mentalidad chilena.
A diferencia de los así llamados países desarrollados, la actitud del chileno no es conducente al trabajo en equipo, como lo escuché ayer de un grupo de empresarios americanos. También escuche a un empresario americano decir “Chileans don’t trust each other, and that’s the reality” (Los chilenos no se confían entre ellos, y esa es la realidad). Parece que los extranjeros si se dan cuenta de lo que calzamos. Somos un país donde la gente no confía de sus vecinos, porque entre otras cosas el robo —de todo tipo— está en la práctica sancionado culturalmente por la sociedad. Por ejemplo, es una vergüenza que en Chile no se pueda poner papel higiénico en los baños públicos o de las empresas, ya que la gente se lo roba.
La falta de honestidad en el capital humano chileno encarece cualquier empresa productiva. Crea estilos gerenciales autoritarios, donde es premiado el que tiene la mayor capacidad torácica para gritar órdenes y retar a la gente; o es capaz de intimidar de mejor manera a sus subalternos para que le sean serviles. Estos sistemas basados en la intimidación y las pataletas, no son el ambiente propicio para la cooperación entre equipos y la generación de buenas ideas. Pero es lo que hay.
Para terminar con un ejemplo reciente, analicemos la reacción de Andre Sougarret al discurso de Obama dando crédito a un estadounidense del rescate de los 33 mineros. Lo honorable y decente habría sido que ya hace tiempo el gobierno chileno le hubiera dado un reconocimiento público —tal vez una medalla— al equipo americano que llegó donde estaban los 33 mineros. Eso es lo que hubiera hecho el gobierno de un país desarrollado con una población de buen nivel cultural.
Este gobierno actuó como un gobierno con mentalidad chilena. Primero, trataron de monopolizar todo el crédito posible por el éxito del rescate (si hubieran fallado habría sido culpa de los americanos). Segundo, cuando salió a la luz la verdad, el señor Sougarret se enojó, ya que en el fondo sintió que su honor y autoridad había sido mancillado (le debería haber dado vergüenza su manipulación de la verdad, pero viendo la reacción ciudadana a estos hechos, parece que la verdad no es tan importante en Chile; tenemos cuero de elefante para ese tema). Finalmente, en vez de recapacitar y reconocer como un caballero la contribución del equipo americano, Sougarret se deja llevar por dos actitudes típicas del chileno: primero, chaquetera la idea de la contribución americana al rescate: se les pagó mucha plata para que hicieran su trabajo, así que mejor se callan; o dicho de otra manara, con qué cara vienen a pedir reconocimientos después de lo que cobraron; y segundo, no agradecer la contribución de otros: el jefe se lleva todo el crédito.
Este fue uno de esos momentos de proporciones épicas para apreciar en toda su claridad la naturaleza del chileno: chaquetero y mal agradecido.
Así somos señores.
Lamentablemente, Chile siempre ha sido un país donde se ha vivido de los recursos naturales y nunca del ingenio (ingeniería) y creatividad para generar las tecnologías (cápsula fénix) y conocimiento científico necesarios para sobrevivir y prosperar. En Chile sólo se necesita serendipia para ser rico. Además, Chile es un país con demasiados católicos integristas (¿reguleque?) los que tienen un poder desmesurado en la sociedad. Con las riquezas de los recursos naturales, se subsidia artificialmente esta cultura conservadora católica que vive de dogmas, prejuicios, y beatería, y permea la sociedad chilena con ideales sociales medievales. Como si esto fuera poco, se educa a las mentes jóvenes de la elite socioeconómica a ser serviles a la iglesia católica y sus intereses, sin decir nada de cómo se les inculca una mentalidad indolente en lo intelectual y científico. Una lástima, nuestras riquezas naturales en parte se gastan subsidian una cultura intolerante que teme cambiar, ya que en el fondo es insegura, y sabe que por sí sola no es competitiva con sociedades más flexibles, tolerantes y que no temen tomar riesgos en busca de la verdad científica y objetiva.
Pero la elite chilena no es inmune a la codicia, y sabe que no puede enriquecerse como quiere con el modelo económico mercantilista español tradicional. Por ello no ha mostrado tapujos al momento de adoptar el modelo neoliberal. Esto ha producido uno de los híbridos más curiosos de la historia: el integrismo católico (Opus Dei) con el modelo neoliberal judeo-protestante de la Universidad de Chicago. Parece que la elite socioeconómica chilena necesitara muy poca coherencia y rigor intelectual. Si se hicieran algunas preguntas bastante básicas, se darían cuenta que ideológicamente están haciendo malabarismos imposibles con las ideas en sus cabezas. Pero esto pasa piola con gente que no fue formada para cuestionarse mucho las cosas.
Algo similar pasa con los temas sociales. Una actitud cerrada e intolerante como la pregonada por la iglesia católica tradicional no es consistente con una economía abierta y dinámica donde se incluye a toda la sociedad —con igualdad de derechos— en el proceso de crecimiento económico. Los que quieren vivir en una sociedad católica conservadora en lo valórico, y a la vez quieren ser parte del grupo de países que lideran la revolución informática, son caritativamente hablando bastante ingenuos. Esto es como intentar ser parte de la revolución informática de iguales con los países líderes del proceso, y al mismo tiempo en lo social seguir siendo un país musulmán conservador. No va a pasar. Con la plata del petróleo puedes subvencionar un disneylandia tecnológico, pero nunca va a dejar de ser eso: el producto artificial de un sueño de modernidad, financiado y subsidiado con recursos naturales. Es decir, el proceso no es real, es una fantasía.
Esta es la diferencia que existe hasta hoy entre España y Alemania. España sigue —al igual que Irlanda—, viviendo períodos de prosperidad, generalmente a base de políticas económicas que involucran tomar riesgo y apostar al futuro. El crecimiento económico es el producto de las políticas económicas y sociales, y no basadas en la fortaleza de la cultura del país para generar riqueza con la cabeza. La diferencia entre España y Alemania no se debe a que los alemanes sean mas inteligentes —o mejores personas— que los españoles. La diferencia es la mentalidad; es la actitud hacia la verdad, la actitud hacia los demás. España puede jugar a ser moderno, pero eso es una modernidad llena de hoyos. La modernidad y progreso de Alemania es orgánico y más sólido.
El chileno tiene cero formación y cultura automovilística. Para colmo, en cuanto se sube a un auto, el automovilista chileno se convierten en un ser prepotente (no le da la pasada ni a su mamá), atropellador (te tiran el auto encima por nada), y descriteriado (no entienden las leyes de la física). No ayuda el hecho de que aquí, al parecer, basta con respirar para que a uno le pasen la licencia para conducir (empleadillos municipales deciden eso). Finalmente, a esto hay que sumarle el hecho de que los chilenos no saben cruzar las calles, y como si nada entran al ruedo de igual a igual con los autos. ¡De locos!
Que ridículo pretender solucionar el problema bajando la velocidad máxima. Como si los que no la respetan ahora la van a respetar cuando se baje.
Al momento de evaluar las distintas tecnologías de generación eléctrica, yo me pregunto si todos los costos están asumidos y sobre la mesa. Esto lo digo ya que sería una estafa si se aprueba un proyecto que termina teniendo costos escondidos —externalidades—, y los chilenos terminan pagando por estas externalidades, y de paso subsidiando las utilidades de estas empresas.
Primero, lo importante es que haya una regla simple y transparente para darle estabilidad al presupuesto de las Fuerzas Armadas, para la compra de armamentos. Segundo, esta regla debería proteger el presupuesto de la inestabilidad de la política partidista chilena. Finalmente, con la compra de armamentos siempre se corre el riesgo de que haya corrupción; por ello, el gobierno del color que sea sería irresponsable si no fiscalizara y tomara medidas preventivas para que esto pase.
Señor Inostroza, usted vomita intolerancia y prejuicios, y está lleno de odios y miedos irracionales. De verdad, usted es la versión católica de un talibán. Yo ya lo veo en el equivalente católico de una madrasa enseñando el catequismo a los niños. Sabe, ser ateo no es un crimen, ser marxista tampoco, ser de izquierda no significa ser marxista, etc. Sus creencias están tan torcidas que uno se pregunta si ha tenido contacto con el mundo plural en que vivimos. La madurez implica poder sentarse junto a alguien con quien pensamos distinto —en su caso un ateo—, y por ello no tener un ataque de pánico. En sus escritos usted revela una personalidad histérica, lo que a uno le hace dudar de su cordura. Por el bien de Chile trate ser más realista. Personalmente, a mi me impresiona mucho como ataca a los ateos. En algunas partes del mundo usted sería considerado un orate por tratar a los ateos como moralmente inferiores a los cristianos. Asumir que por pertenecer a una religión uno inmediatamente es moralmente superior a los no iniciados es ridículo y arrogante. Sorpréndase, en muchos lugares el ser católico trae a la mente imágenes de todo tipo, pero superioridad moral no es una de ellas.
Señor Bob Gibson, gracias por su advertencia sobre el señor Inostroza. Este señor es sólo un síntoma de haber sido una colonia Española. El problema cultural que nos heredó la madre patria es tremendo y una tragedia viviente para este país: Intolerantes y llenos de prejuicios —bigots como dicen los gringos—. Para esta gente el mundo está lleno de herejes que hay que combatir, y ateos demoníacos que destruir. Lamentablemente, en esencia hay demasiada gente como él en este país. Para peor este tipo de gente se multiplica como conejos, y educan a sus hijos como los educaron a ellos. Si esto fuera poco se sienten “el descueve” en su ignorancia y falta de cultura cívica. No tienen el mínimo interés de cuestionarse sus convicciones.
Señor Inostroza, su falta de formación política es lamentable. Menos mal que en el mundo de hoy usted es capaz de hacer un daño limitado a la sociedad. Pero lo que me apena es pensar cuantos resabios de tiempos de tanta intolerancia quedan dando vueltas en esta República de Chile. Se nota que usted no ha estado expuesto al mundo desarrollado de origen protestante. Por ello creo que sería prudente que usted leyera libros que en el pasado fueron prohibidos por la Iglesia Católica. Yo le recomiendo que le hinque el diente al libro—The Federalist Papers—más citado por la Corte Suprema de Estados Unidos, después de la constitución de ese país. Allí usted se dará cuenta de las lecciones que sacaron los protestantes de las guerras religiosas en la Europa de siglo XVI. Una de las lecciones que sacaron fue sobre el peligro de no respetar a las minorías religiosas. Eso de que la mayoría decide lo que se hace y los demás agachan el moño es más bien el método de la Inquisición Española. En el mundo de los protestantes europeos se tenían muy malos recuerdos de estos métodos católicos promovidos por España. No por nada Otto Von Bismark lo llamaba a eso “gobernar a la española”.
Señor Inostroza [121],
Perdone que le sea franco, pero su argumento de que los ateos eran los que le eran infieles a sus mujeres, porque los católicos tenían una prohibición de meterse con otras mujeres, es penosamente infantil. Con ese argumento usted está asegurado de hacer el ridículo en cualquiera parte. Sólo le falta decir que se lo dijo su mamá.
Estas sociedades tienen la madurez y nivel cultural para poder dejar la decisión del aborto en las manos de sus ciudadanos. Pero yo creo que les ayuda mucho mentalmente nunca haber tenido que sufrir con el temor de enfrentar la Inquisición Española; y en el país que la hubo —Holanda—, bastó que quemaran un hereje al palo en Amsterdam, para que los holandeses se rebelaran y echaran corriendo a la inquisición de vuelta a España.
¿Son ideológicamente compatibles el Opus Dei y el neoliberalismo protestante de la Universidad de Chicago?
Como abundan en este país los católicos integristas que nos quieren amarrar a una Iglesia Católica tradicional con derecho a veto sobre la sociedad. Con esta gente dedicada a sabotear todo tipo de cambio, no hay manera de llegar a tener un país libre de prejuicios donde sus ciudadanos son libres de soñar nuevos mundos, y expandir las fronteras del conocimiento. Esta gente va a estar a cada paso verificando si lo que se está haciendo está de acuerdo con la iglesia, y si no lo está, se van a tirar como talibanes al ataque. Chile, así no se puede.
[21] Bob Gibson,
El problema del subdesarrollo en Chile históricamente ha sido la culpa de esta cultura conservadora católica de una elite privilegiada. Este grupo ha establecido unos ideales sociales al país que son resabios de un Chile colonial, donde el valor del individuo es su posición social y no su contribución a la sociedad. Esta cultura fomenta la intolerancia y teme cuestionar la verdad, lo que es un veneno para el desarrollo de nuevas ideas y tecnologías. Porque téngalo claro, no se puede ser cerrado de mente y generar conocimiento; y no hay desarrollo sin generar conocimientos nuevos y originales. Nos debiera dar escalofríos el pensar en la cantidad de miembros de la elite socioeconómica de este país que aspira a pone a sus hijos en colegios católicos integristas que son realmente herederos espirituales de la inquisición española. Esto no importaría tanto si no fuera que esta elite conservadora monopoliza tantos de los recursos del país. Hay que darles más oportunidades a las mentes libres de prejuicios para pensar incluso los pensamientos que le molesten a la Iglesia Católica. No es mi intención hacer una comparación odiosa, pero dicho como metáfora, necesitamos más Grange y menos Tabancura.
Señor agustín Squella, usted es muy valiente al hacerles recordar a los conservadores chilenos su vergonzoso “track record” histórico de oponerse con prepotencia a toda iniciativa para mover a Chile por el camino del progreso social. Los conservadores en Chile han sido siempre ciegamente obedientes a la Iglesia Católica, que es una institución con un registro penoso: ha peleado contra todos los cambios sociales de importancia para después a último minuto cambiar de opinión, pero no antes de dilatar y causar el mayor daño posible a las causas en cuestión.
María Graham, que estuvo en Chile a principios del siglo XIX, decía —en la primera versión de su libro en inglés—, que los chilenos eran intolerantes y llenos de prejuicios —bigots decía—. Bueno, los grupos conservadores en Chile siguen igual, llenando a sus hijos de prejuicios y educándolos en colegios de corrientes católicas que son herederas espirituales de la inquisición española. El producto es siempre el mismo: seres intolerantes, cerrados de mente, serviles de la Iglesia Católica, e incapaces de cuestionarla. Para ser sinceros, son seres bastante privilegiados socioeconómicamente, pero “reguleques” en todo lo demás.
Privatizar empresas estatales es teóricamente bueno para el uso racional de los recursos. Sin embargo, muchas de estas empresas están en mercados con barreras de entrada importantes o son abiertamente monopolios. Por ello, cuando se privatizan, se necesita implementar un marco regulatorio inteligente —que no pueda ser manipulado por las empresas en el futuro—, para evitar que los clientes terminen subsidiando las utilidades de las empresas privatizadas. En la práctica: primero, cuando estas empresas se privatizan, se hace en condiciones muy favorables a los intereses del comprador—si no, no las comprarían—; segundo, dado el poder de negociación del comprador, generalmente las instancias políticas y reguladoras son muy renuentes a tomar medidas que son vistas como hostiles a los inversionistas —a futuro se le da el beneficio de la duda a las empresas—. En resumen, si con las empresas en manos estatales se corre el riesgo de subsidiar a los usuarios; cuando se privatizan las empresas, se corre el riesgo de que los usuarios terminen subsidiando las utilidades de las empresas, en otras palabras, pagando más por los bienes y servicios de lo que pagarían si hubiera realmente un libre mercado. En el caso de empresas que explotan recursos naturales para exportar, como Codelco, el problema parece ser el potencial clientelismo político, corrupción y el control de un porcentaje desproporcionado de la economía chilena por intereses extranjeros.
Señora Liliana [121] yo no creo que los problemas se solucionen rediseñando banderas. La motivación del rediseño es otra: la soberanía, y las señales que se dan a países vecinos que tienen aspiraciones de llegar al Pacífico. Otros países como por ejemplo el antiguo Imperio Británico, claramente les impuso una temática a sus colonias: Australia, Nueva Zelanda, Hawaii, las Malvinas, etc. Lo mismo se puede decir del Imperio Brazileño antiguo, y del Brazil hoy. De Argentina no sé, pero no me sorprendería si las provincias argentinas usaran una temática albiceleste.
Señor José Albino [123], el Congreso Nacional hay que moverlo a Punta Arenas por razones geopolíticas, y no para apuntalar la economía de Magallanes.
Por razones geopolíticas —la Antártica— es imperativo que Chile mueva su Congreso Nacional a Punta Arenas. Los políticos se van a oponer; pero se les paga para que hagan lo que le conviene a Chile y los chilenos, y no para facilitarles la vida a ellos.
Hay que rediseñar las banderas regionales para que tengan un diseño y temática unificador. No puede ser que la bandera regional de Magallanes combine con la bandera argentina y no con la chilena.
Los zelotas integristas del neoliberalismo son siempre muy agresivos al momento de aplicar sus principios de eficiencia económica. Pero olímpicamente ignoran estos principios cuando se trata de los intereses económicos de sus poderosos amigos en el mundo financiero. Es más, estos individuos suelen tener serios conflictos de interés, ya que se mueven permanentemente entre el mundo político y el mundo empresarial. Este doble estándar no parece intimidarlos al momento de predicar la abstinencia y el ayuno a los que son víctimas de sus políticas. ¿Alguien ha escuchado a estos señores neoliberales alegar por los subsidios y regalías que reciben del fisco sus amigos empresario?
Me temo que el gobierno pueda aprovechar esta crisis para hacer cambios radicales. Hay que leer el libro “La Doctrina del Shock”, de Naomi Klein.
Posteado por:�Jorge Andrés Pérez Rossel�13/01/2011 15:16�[ N° 94 ]
Estos neoliberales son peligrosos.
Aquí el integrismo y miopía neoliberal, junto al oportunismo y codicia del sector financiero de Santiago —se les hace agua la boca pensar en privatizar el gas—, son el origen de esta crisis. Pero, con su típica arrogancia y prepotencia, estos señores de cuello y corbata de Santiago calcularon mal. Imagínese, pensaron que los magallánicos se iban a dejar violar sin dar la pelea. Que falta de cálculo. Más aún, que falta de criterio.
Chilenos, les pregunto: ¿Nos conviene debilitar nuestra soberanía en Magallanes y la Antártica para facilitarles un negocio —privatizar el gas de Magallanes— a unos codiciosos en Santiago? ¿Estamos dispuestos a poner en riesgo nuestros intereses geopolíticos para hacer más ricos a un sector privilegiado?
Lo único que nos faltaba era alimentar el espíritu independentista de Magallanes, y debilitar nuestra soberanía y proyección al continente blanco, donde hay incluso petróleo; todo por un negocio de gas. Que absurdo. Pero así son de cortoplacistas estos señores de la plata neoliberal. Por un buen precio están dispuestos a vender a su mamá.
Señores neoliberales, a veces los intereses geopolíticos de los chilenos son más importantes que un buen negocio para unos pocos apitutados.
Posteado por:�Jorge Andrés Pérez Rossel�13/01/2011 14:53�[ N° 47 ]
Por razones geopolíticas —proyección chilena en la Antártica—, creo que sería útil si el Congreso de Chile sesionara al menos parte del año en Punta Arenas.
Posteado por:�Jorge Andrés Pérez Rossel�13/01/2011 14:17�[ N° 43 ]
Aquí el integrismo y miopía neoliberal, junto al oportunismo y codicia del sector financiero de Santiago —se les hace agua la boca pensar en privatizar el gas—, son el origen de esta crisis. Pero, con su típica arrogancia y prepotencia, estos señores de cuello y corbata de Santiago calcularon mal. Imagínese, pensaron que los magallánicos se iban a dejar violar sin dar la pelea. Que falta de cálculo. Más aún, que falta de criterio.
Chilenos, les pregunto: ¿Nos conviene debilitar nuestra soberanía en Magallanes y la Antártica para facilitarles un negocio —privatizar el gas de Magallanes— a unos codiciosos en Santiago? ¿Estamos dispuestos a poner en riesgo nuestros intereses geopolíticos para hacer más ricos a un sector privilegiado en Santiago?
Lo único que nos faltaba era alimentar el espíritu independentista de Magallanes, y debilitar nuestra soberanía y proyección al continente blanco, donde hay incluso petróleo; todo por un negocio de gas. Que absurdo. Pero así son de cortoplacistas estos señores de la plata neoliberal. Por un buen precio están dispuestos a vender a su mamá.
El chileno arribista es un superficial, de un nivel cultural pobre. Como la mayoría de los chilenos seguramente no lee de manera regular, y si lo hace no tiene mayor interés de explorar temas más allá de un best seller entretenido. Es decir, culturalmente es un individuo de poco peso, y con un gusto estética bastante influenciada por la moda del día. Para hacer este panorama más desolador, gran parte de la elite social de este país son producto de una cultura católica que desincentiva la curiosidad intelectual, y produce un prototipo de individuo con poder político y económico que en lo intelectual es una mezcla producto del matrimonio espúreo entre la Universidad de Chicago y el Opus Dei. Con esa mezcla se producen contradicciones vitales que tienen que vivir en una misma cabeza, y así aparecen personajes de película como la Sra. Ossandón.
Lamentablemente abundan estos trepadores criollos.
Preservar el patrimonio de una ciudad es difícil. Se requiere disciplina y trabajo para mantenerlo bien, pero por sobre todo educación y nivel cultural para valorarlo. Por ello es más fácil demolerlo. Sólo sociedades con un nivel cultural alto son capaces de valorar y pelearle al tiempo este patrimonio arquitectónico.
El problema de Chile, y siempre ha sido así, es su gente. El problema del caos y falta de lógica urbanística de Santiago es también un reflejo del nivel cultural del chileno, que nunca ha sido bueno.
Señor Cardemil, ¿a quién quiere engañar?
Usted se hizo —y por lo visto se sigue haciendo— el loco, porque no quiso ver, si es que de verdad no vio. Aquí hay todo un grupo social en Chile que no quiso ver lo que en el mundo entero se gritaba a voces. Así que no trate de insultar la inteligencia de la gente.
Ahora quiere ser parte de la nueva derecha, que surge de la necesidad de desmarcarse de la derecha que usted representa. Chile se está moviendo culturalmente, y seguramente que llegará el momento que los argumentos ideológicos y utilitarios no sean suficientes en la derecha para limpiar el estigma de haber sido parte del gobierno militar. Lamento tener que decirle esto, pero llegará el momento—tal vez después de su muerte—en que la derecha chilena va a ser lapidaria con las personas como usted. Esto simplemente porque la historia va a ser lapidaria con aquellos que fueron parte del gobierno militar. Usted aún tiene poder en la derecha chilena, pero usted no es eterno. Para la derecha del futuro será necesario relegar lo antes posible a personajes como usted a la historia. Puede ser injusto, pero la historia no siempre es justa.
En fin, aferrarse al poder, cuando están entrando nuevos competidores que a la arena política, que entienden
personajes como usted.
. La historia va a ser lapidaria con ustedes y con razón. Fueron insensibles al clamor mundial por un término de las violaciones de los derechos humanos. Pero ustedes como grupo se replegaron y endurecieron
El problema de ustedes fue esa actitud prepotente y arrogante que los puso por sobre el bien y el mal
ue de quién no se quiere bajar del poder.
[81] Santiago se está convirtiendo rápidamente en la quintaesencia de la próspera ciudad Latinoamericana. Una ciudad donde se nota la mano de los intereses inmobiliarios en su diseño oportunista, sin disciplina estética, y sin mayor participación de sus habitantes. En pocas palabras una ciudad construida exclusivamente para hacer plata. Como vamos, el Santiago que se está construyendo va a ser una mezcla de Las Vegas con Tijuana.
Es difícil resistir la tentación de imaginar lo que pudo ser si Santiago hubiera tenido habitantes de un mejor nivel cultural; y una elite económica que tuviera más espíritu cívico. Pero es lo que hay. Santiago, aunque se le vista de seda, Santiago queda. Es decir, con plata o sin plata, Santiago estaba destinado a ser lo que es. La plata solamente va a resaltar las falencias estéticas y culturales de sus habitantes.
Parece que el sistema imperante en Chile es que la responsabilidad social de los intereses inmobiliarios es hacer plata; y la del gobierno central y municipalidades es no molestar a las inmobiliarias en ese proceso.
[59] En la urbanización de una ciudad se puede fácilmente evaluar el nivel cultural de un país. En países con un buen capital humano, a los intereses inmobiliarios se les raya la cancha muy firme. Porque todo el mundo sabe que por plata estos señores son capaces de vender a su mamá. No es por nada que la mafia en países como Estados Unidos, Italia, Japón, e Inglaterra, entre otros, siempre son atraídos al negocio inmobiliario. Es que este negocio se presta para no pagar externalidades, que luego las “paga moya”. Lo que ha pasado en Las Condes es una vergüenza, y un indicador del nivel cultural de sus habitantes. Está bien que los chilenos no tengamos el buen gusto de los italianos. Pero, hay límites al mal gusto. Hay un momento en que la ciudadanía—de la derecha a la izquierda— tiene que decir no más. ¿Cómo puede ser que señores como Francisco de La Masa de Las Condes, y Raúl Torrealba de Vitacura, nunca vieran un proyecto inmobiliario rentable que no les gustara en sus comunas? ¿Cómo puede gente de un nivel cultural adecuado estar tan ideologizada o ciega para votar por alcaldes que han demostrado una y otra vez que están al servicio de los intereses inmobiliarios? Una vergüenza, y no porque estos alcaldes son de derecha, sino porque son hombres que una y otra vez se han hecho al lado para dejar a los intereses inmobiliarios hacer lo que quieran. Esto a la vista y paciencia de los habitantes de sus comunas. ¿Será esto “crony capitalism”?
[163] Que difícil dialogar con gente que usa prejuicios como premisas.
[22] Los ciudadanos siempre terminan subsidiando las utilidades de las empresas, cuando el Estado es negligente y no vela de manera pro-activa por la libre competencia en la microeconomía.
[16] En el corto plazo se pueden hacer todo tipo de piruetas; pero en el largo plazo, sin un buen capital humano poco se puede hacer.
Señor Echeverría, el prestigio no es un capital que se pueda acumular y usar a discreción. Por lo tanto, es absurdo usar la defensa del prestigio mancillado para responder a una crítica. Si alguien hace algo malo, poco debiera importar el prestigio que haya acumulado la persona. Esta mala costumbre de nuestra cultura hispana de correr a la defensa del honor, en vez de responder a las acusaciones, es parte de nuestro subdesarrollo cultural. Finalmente cuando el honor y el prestigio se usan como capital, las apariencias valen más que la verdad. Esta es una muy mala receta para desarrollar una sociedad con consciencia cívica; respetuosa de la verdad y de la propiedad privada.
Muy de acuerdo Sra. Angélica con sus comentarios. Pero quisiera hacer una crítica a la forma más que a la substancia de la carta del señor Echeverría ¿Por qué este señor en su carta cae en la defensa de su honor? Esto me parece ridículo ya que la defensa del honor es irrelevante para el tema en discusión. Pero como un moderno Don Quijote, este señor se tira a los molinos de viento en nombre de su honor. Que falta de rigor intelectual caer en esos tropicalismos.
Parece que algunos alcaldes de Santiago no distinguen bien la diferencia entre lo público y lo privado; el emprendimiento y la "viveza del chileno". Adam Smith estaría horrorizado si viera las cosas que pasan por capitalismo en Santiago. Bueno, a largo plazo la solución es educar y mejorar el nivel cultural de la ciudadanía, para que no les pasen gato por liebre.
Además del Parque Forestal, me parece muy importante lo que está pasando con los estacionamientos bajo el Parque Araucano. ¿Por qué en Chile pasa piola intervenir un parque público, bien diseñado y popular, para construir estacionamientos? ¿Por qué los habitantes de la comuna deben ceder terreno y subsuelo para pagar por las externalidades generadas por empresas inmobiliarias que no hicieron suficientes estacionamientos en sus edificios?
Es decir, aquí claramente se está subsidiando a las empresas inmobiliarias que generaron las externalidades al construir edificios sin estacionamientos suficientes. Para mí, esto huele a clientelismo. Tal vez un mejor concepto sería, como dicen los americanos, "crony capitalism".
El problema que tiene Chile es que sus líderes no diferencian entre riqueza y desarrollo. Por eso que aquí sobran los incentivos a la codicia, pero faltan aquellos para la educación y cultura. Como siempre se sigue valorando la "viveza del chileno" y no la imaginación de éste para crear soluciones nuevas y originales que se puedan exportar. En fin, el robo sobre el ahorro. Como ve, seguimos en el mismo paradigma católico español de sociedad. Pero la mona aunque se vista de seda mona queda.
La solución no es arrancar de esta cultura del "crony capitalism" que está ordeñando el desarrollo del país, o mejor dicho, exprime las utilidades morales o no del proceso de desarrollo. No se preocupe, que las inmobiliarias van a llegar, si no han llegado, a atacama y la patagonia. Estos intereses por si solos no tienen freno en su codicia. Son los ciudadanos de buen nivel cultural los que tienen que rayarles la cancha a estos señores. En esto se diferencian los paises con buen capital humano.
Mejorar la educación formal de los chilenos es una condición necesaria pero no suficiente para tener un país desarrollado. Lo mismo se puede decir de la necesidad de tener una población chilena trabajadora.
El gran desafío para el país es encontrar la manera de como inculcar en los chilenos esas habilidades blandas de que usted habla. Sin embargo yo discrepo sobre la utilidad de la familia y la religión como la solución del problema. Si lo fueran, Chile ya sería un país desarrollado.
Es cierto la familia es el mejor vehículo para transferir habilidades blandas, pero que pasa si los integrantes de la familia no las tienen. En Chile el nivel cultural y el capital humano no son a lo que aspiramos como país.
Me temo que la religión Católica en Chile nunca inculco habilidades blandas que fueran conducentes a un desarrollo económico importante para el país. Así, que tampoco creo que vaya por ahí la micro. Por ejemplo, la religión Presbiteriana en Escocia tuvo indirectamente un efecto muy positivo en el desarrollo económico del país, al impulsar la alfabetización de sus fieles para que leyeran directamente la Biblia. Eso nunca paso con la Iglesia Católica Española e Hispanoamericana. Es más, la Iglesia Católica sirvió de freno al desarrollo al aceptar de manera tardía y a veces fuera de contexto conceptos como la democracia representativa.
En conclusión, en Chile familia e iglesia pueden ser armas de doble filo si se busca que los chilenos adquieran las habilidades blandas necesarias para ser un país desarrollado. En el pasado ambas instituciones han ofrecido un producto bastante básico para el desarrollo económico en este mundo. No me atrevo a opinar del mas allá.
"Pecunia non olet" decían los Romanos. Algo así como que la plata no huele. La codicia está en todas partes. Si el Estado no es capaz de defender los intereses de los ciudadanos, tenga por seguro que alguien se va a aprovechar. Especialmente en Chile, donde "la viveza del chileno" está a flor de piel.
En Santiago peligran las áreas verdes.
Los parques son considerados reservas de terreno para proyectos varios, como para construir estacionamientos subterráneos si éstos se necesitan en el sector —proyectos inmobiliarios que no pagan por las externalidades que generan—. Así aumentan las plazas huecas, sin árboles en su interior, que más que plazas públicas se parecen a las plazas artificiales de un mall.
A esto se agrega la manía cultural del chileno de pavimentar todo y llenar las plazas con estatuas y monumentos. El objetivo de una plaza es ser un lugar de recreación y esparcimiento para los ciudadanos y no una necrópolis de estatuas para celebraciones cívicas. Además, el pavimento es una invitación para que ciclistas criollos atropellen a los transeúntes.
¿Por qué se cometen tantas brutalidades urbanísticas en Santiago? ¿El capital humano en las municipalidades es realmente tan "penca"? ¿o simplemente los chilenos como sociedad tenemos mal gusto y peor criterio?
Que curioso el argumento de aquellos que se oponen al aborto terapeutico porque es perjudicial para la mujer. Por ejemplo, alguien menciona una incidencia mayor de cáncer de mamas. Si esto es cierto, ¿se justifica penalizar en base a esto el aborto terapeutico?
Sra Alicia—
La historia de occidente nos ha mostrado lo que le pasa a los países que no son capaces de distinguir el ámbito religioso del ámbito cívico. El resultado son pueblos intolerantes a nuevas ideas —especialmente del extranjero—, que pronto caen en el retraso intelectual y económico (España e Hispanoamérica), con respecto a pueblos mas tolerantes y abiertos a nuevas ideas (Norte de Europa). La Sra. Ossandón parece no ser capaz de diferenciar ambos ámbitos.
Ella me parece ser el tipo de persona que se sienten con la total libertad de rechazar ideas que van en contra de su formación religiosa, y que no tienen problemas aplicando sus convicciones religiosas al ámbito cívico, sin importarle si las impone a judíos, protestantes o musulmanes. Eso es muy típico de la Iglesia Católica Española tradicional. Solo hay que preguntarles a los holandeses lo que piensan de eso. Pero acá esa mentalidad pasa piola. Pero está mal. Es una mentalidad que lleva a una forma de castración cultural.
Hay un problema cuando un líder político como el alcalde de Puente Alto se niega a repartir la píldora del día después porque va en contra de sus convicciones religiosas. ¿De dónde viene esta lógica? Si el señor alcalde tiene un problema moral sincero entonces tiene dos opciones en un mundo en que hay un mundo religioso separado del mundo cívico: primero, puede entregar la píldora a los ciudadanos—que no tienen por qué compartir sus valores religiosos—, o segundo, puede renunciar. Claramente ambos Ossandón encuentran difícil separar la esfera política de la esfera religiosa—son hermanos y vienen del mismo árbol—, pero eso no quiere decir que no deje de ser malo mezclar ambas cosas. Lamentablemente, en la derecha chilena hay muchos Ossandón dando vueltas.
[5] ¿Que pensarían ustedes si un profesor de enseñansa media cantara con sus alumnos canciones glorificando el aborto? Bueno, este seños no tiene problemas de intimidar a sus alumnos con su ideología. La intimidación ideológica, la intolerancia e indoctrinación religiosa a estos niveles tan descarados son propios de talibanes y otros individuos que están inmersos en una mentalidad medieval dignos de la inquisición de la iglesia católica española.
Me vuelven loco los cambios de velocidad máxima en las autopistas chilenas. En doscientos metros uno puede pasar aveces de 80 a 100 y nuevamente 80 Km/hr. Total falta de sentido común. Por ejemplo, ¿Cómo se puede justificar los cambios de velocidad máxima entre la rotonda lo curro y Américo Vespucio en la costanera norte? En un lugar es 100km/hr, y luego 80km/hr, y finalmente 100km/hr nuevamente. Pero los cambios siguen más adelante.
El poder de los intereses inmobiliarios en Chile is formidable. ¿Cómo lo hacen? Siempre logran negociar un edificio por acá un mall por aquí, etc. Siempre meten la cuña.
[44] Me equivoco o usted es un poco paranoico. Su mundo esta lleno de izquerdistas, ateos y homosexuales. Parece que usted añora la Iglesia Católica Española que condenó a España e Hispanoamérica a siglos de intolerancia y retraso material, científico y cultural con respecto al resto de Europa.
Al momento de dar soluciones reales a problemas morales y sociales que los hacen sentir incómodos, los conservadores siempre han preferido optar por la hipocresía.
Dr. Valenzuela,
Nadie quiere imponerle un aborto terapeutico a padres que no quieren tenerlo. Si una mujer y su marido quieren dar a luz un hijo arriesgando la vida de la madre, o con problemas de salud para el niño que, dada la situación económica de la familia, no van a poder financiar su cuidado y darle la oportunidad de vivir dignamente con su condición médica, bueno, para mí esa decisión tan difícil es privativa de los padres.
Lo que me saca los "choros del canasto" esa actitud arrogante disimulada con beatería y bondad de aquellos que quieren quitar de la mesa la opción de aborto terapeutico. ¿Quién les ha dado el derecho de forzar sus ideales religiosos a otras personas que tal vez ni siquiera comparten esas creencias.
El norte de europa tuvo la bendición de no tener monopolios religiosos. Eso tuvo múltiples beneficios para estas sociedades. Pareciera que nosotros todavía estamos pegados con el paradigma de la iglesia católica española, que siempre se sintió cómoda diciendole a la gente lo que podían o no hacer.
Démosles a los padres, asesorados por médicos, el derecho a usar su conciencia para tomar decisiones sin intimidación.
Si como sociedad no podemos hacer esto, entonces estamos en la edad media.
No puedo dejar de mencionar la ironía de que una académica de la Universidad de Los Andes (Opus Dei) cite una poesía de Gabriela Mistral (Lesbiana).
Esto nos dice algo de la naturaleza de la vida y sus complejidades. Pontificar reglas en temas como el aborto es complejo.
Yo no tengo un problema si alguien decide no aceptar de su médico la sugerencia de un aborto terapeutico. Lo que me complica es quitar de la mesa la posibilidad. Mejor dejemos esa decisión a los médicos y sus pacientes.
Nuestra tradición hispana nos hace demasiado fácil optar por imponer la moralidad y castigo por decreto (Iglesia Católica Española).
Mejor veamos la realida con pragmatismo. Seamos un poco más nor-europeos y menos hispanos para nuestras cosas.