Llamados a sembrar la esperanza y a construir la paz
61a jornada mundial
de oración por las vocaciones
21 de abril de 2024, iv domingo de pascua
Rosario por las Vocaciones �en todos los continentes
El precioso don de la llamada
Cada año la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones nos invita a considerar el precioso don de la llamada que el Señor nos dirige a cada uno de nosotros, su pueblo fiel en camino, para que podamos ser partícipes de su proyecto de amor y encarnar la belleza del Evangelio en los diversos estados de vida. (JM0V)
La Asamblea Capitular, cada vez más multicultural, animada por la pasión del Da mihi animas cetera tolle, con un profundo sentido de Iglesia y de pertenencia a una familia religiosa apostólica, se cuestiona sobre la calidad de la propia presencia en los contextos en los que vive y actúa, en este momento histórico. (CG XXIV n.1)
Introducción
No somos islas encerradas en sí mismas, sino que somos partes del todo. Por eso, la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones lleva impreso el sello de la sinodalidad: muchos son los carismas y estamos llamados a escucharnos mutuamente y a caminar juntos para descubrirlos y para discernir a qué nos llama el Espíritu para el bien de todos. (JMOV)
La Asamblea Capitular, dejándose iluminar por la presencia de Jesús y de María en las bodas de Caná, asume tres opciones indispensables: estar en formación continua para un nuevo impulso vocacional, caminar en sinodalidad, actuar en red en la óptica de la ecología integral. Tres acciones cuyo hilo conductor es la profecía de la presencia, o sea, nuestro “estar”, en la contemporaneidad, personal y comunitariamente. Estamos llamadas, por tanto, a vivir la vida como vocación con nuestra específica identidad mariana y a redescubrir el carisma salesiano en todo su dinamismo apostólico misionero. (CG XXIV Introduzione)
Recemos Por Asiá
Asumir la cultura de las vocaciones al estilo sinodal
«Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; el nombre de la virgen era María» (Lc 1,26-27).
Primer Misterio Gozoso: La Encarnación del Hijo de Dios
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
«Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha»
Esta Jornada está dedicada a la oración para invocar del Padre, en particular, el don de vocaciones santas para la edificación de su Reino: «Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha» (Lc 10,2). (JMOV)
La dimensión vocacional de nuestra vida y de la vida de las y los jóvenes se plenifica en la reciprocidad generada por la Palabra y la Vida de Jesús. Él es el que llama, convoca y confía una misión.
Estamos llamadas a animar y acompañar, en discernimiento continuo, el crecimiento vocacional de cada persona que nos ha sido confiada. El objetivo prioritario de la misión educativa es orientar a las y los jóvenes al encuentro con Jesús de Nazaret. Así, los mismos jóvenes se hacen protagonistas en las propuestas educativas. Ellos nos piden asumir nuevos estilos y nuevas estrategias para una pastoral más abierta y sinodal. (CG XXIV n. 22)
Recemos por Africa
«En aquellos días María se puso en camino y fue aprisa a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando a voz en grito, dijo: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno"» (Lc 1, 39-42)c 1,39-41).
Segundo Misterio Gozoso: La Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Las comunidades de nuestras primeras hermanas, en la escuela de Don Bosco y Madre Mazzarello, animadas por un amor grande y espíritu emprendedor, afrontaban las dificultades con esperanza para anunciar la alegría del Evangelio en la misión.
Tras sus huellas, renovamos la conciencia de nuestra identidad mariana: acogemos a María como madre, maestra e inspiradora de nuestra vocación. Anunciamos como Ella, con la vida, lo que hemos visto y oído; nos dejamos fascinar por la belleza de nuestra vocación, por la presencia de Jesús en lo cotidiano, para que lo encuentren también las y los jóvenes y descubran en Él el sentido de la vida, la fuente de la alegría plena y de la esperanza. Esta es la cultura vocacional que deseamos hacer crecer en nuestras comunidades educativas.
(CG XXIV n.34)
Recemos Por Europa
Peregrinos de esperanza y constructores de paz
Ser peregrinos significa volver a empezar cada día, recomenzar siempre, recuperar el entusiasmo y la fuerza para recorrer las diferentes etapas del itinerario que, a pesar del cansancio y las dificultades, abren siempre ante nosotros horizontes nuevos y panoramas desconocidos. (JMOV)
Tercer Misterio Gozoso: El Nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén
«Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo Cirino gobernador de Siria. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad.
Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento» (Lc 2,1-7).
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Peregrinos para descubrir el amor de Dios �y el autodescubrimiento
Nuestro caminar en esta tierra nunca se resuelve en un cansarse sin sentido o en un vagar sin rumbo; por el contrario, cada día, respondiendo a nuestra llamada, intentamos dar los pasos posibles hacia un mundo nuevo, donde se viva en paz, con justicia y amor. (JMOV)
La presencia de María en la fiesta interpela nuestra identidad femenina y propone una actitud de apertura y de disponibilidad. Es una llamada a expresar la profundidad de todo nuestro ser. María se implica directamente en esta fiesta que está a punto de truncarse por la falta de vino, signo de alegría. Como mujer, está atenta a los detalles y, como madre, cuida de la felicidad de los demás. Su estar suscita una escucha profunda y responsable. Esta actitud es un desafío a nuestra vida cuando entra en la espiral de la rutina, del activismo. A veces programamos, organizamos, gestionamos todo desde nuestro punto de vista y desde el cargo que ocupamos. En cambio, podríamos escuchar y discernir a partir de la docilidad al Espíritu Santo, de los signos de nuestro tiempo y de la vida de las personas. (CG XXIV n.5)
Recemos Por America
«Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, como lo había llamado el ángel antes de ser concebido en el seno. Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor» (Lc 2, 21-24).27-28; 34-35).
Cuarto Misterio Gozoso: La presentación de Jesús en el Templo
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
La exigencia es estar, también como Familia Salesiana, entre la gente, especialmente entre las y los jóvenes, con una mirada de esperanza, que es el camino para ir más allá de las previsiones provisionales y parciales con las que vivimos. Es imprescindible construir juntos el futuro de la humanidad, que solo la esperanza en Cristo Resucitado lo hace posible. La persona puede mirar con confianza su futuro y el del mundo. Aun constatando las crisis de la historia mira con ojos nuevos la realidad que nace y renace continuamente. (CG XXIV n.13)
llegar a ser hombres y mujeres de esperanza
Recemos Por Oceanía
Este es, en definitiva, el propósito de toda vocación: llegar a ser hombres y mujeres de esperanza. Como individuos y como comunidad, en la variedad de los carismas y de los ministerios, todos estamos llamados a “darle cuerpo y corazón” a la esperanza del Evangelio en un mundo marcado por desafíos epocales. (JMOV)
«Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres...
Y sucedió que al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas» (Lc 2, 41-47)
Quinto Misterio Gozoso: El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Ser peregrinos de esperanza y constructores de paz significa, entonces, fundar la propia existencia en la roca de la resurrección de Cristo, sabiendo que cada compromiso contraído, en la vocación que hemos abrazado y llevamos adelante, no cae en saco roto. (JMOV)
Fundar la propia existencia en la roca de la resurrección de Cristo
La esperanza cristiana es abierta, no anula las contradicciones, sino que las reconcilia. En este diálogo, como comunidad educativa, se nos exige mostrar la belleza de la vida como vocación y dar testimonio de las exigencias de los valores evangélicos, promoviendo así la cultura vocacional. (CG XXIV n.14)
Santa María,
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la misericordia,
Madre de la divina gracia,
Madre de la esperanza,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
La valentía de involucrarse
Apasionémonos por la vida y comprometámonos en el cuidado amoroso de aquellos que están a nuestro lado y del ambiente donde vivimos. Se los repito: ¡tengan la valentía de involucrarse!. Levantémonos, por tanto, y pongámonos en camino como peregrinos de esperanza, para que, como hizo María con santa Isabel, también nosotros llevemos anuncios de alegría, generaremos vida nueva y seamos artesanos de fraternidad y de paz. (JMOV)
Como miembros de la comunidad educativa, todos estamos invitados a asumir la cultura vocacional, que puede ayudar a cada joven a descubrir y vivir su proyecto de vida. Para ello es indispensable crear ambientes educativos donde se viva la espiritualidad salesiana en la vida diaria y se valore la vida sacramental, la escucha de la Palabra, la oración, el discernimiento, el acompañamiento personal y comunitario, el gozo de compartir y de proyectar juntos. (CG XXIV n. 12)
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los migrantes,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Alla Madre delle Vocazioni
O Vergine Maria,
a te raccomandiamo la nostra gioventù,
in particolare i giovani chiamati a seguire più da vicino il Figlio tuo.
Tu conosci quante difficoltà essi devono affrontare,
quante lotte, quanti ostacoli.
Aiutali a pronunciare anch’essi il loro “sì” alla chiamata divina,
come tu facesti all’invito dell’Angelo.
Attirali accanto al tuo cuore,
perché possano comprendere con te la bellezza e la gioia che li attende,
quando l’Onnipotente li chiama alla sua intimità,
per costituirli testimoni del Suo Amore
e renderli capaci di allietare la Chiesa con la loro consacrazione.
O Vergine Maria,
ottieni a tutti noi di poter gioire con te,
nel vedere che l’Amore portato dal Tuo Figlio
è accolto, custodito e riamato.
Ottieni che possiamo vedere anche ai nostri giorni
le meraviglie della misteriosa azione dello Spirito Santo.
Amen.
San Giovani Paolo II