24- Pero más que el gobernante quiere hablar el hombre. Para juzgar al primero hay abundancia de documentos oficiales: cada uno de sus actos ha estado expuesto a la luz del análisis del país. Sus palabras, sus actitudes, y aun su intimidad personal, son del dominio público. Los elementos de juicio que de su gobierno han emanado, son objeto de las más opuestas interpretaciones, adversas o benévolas, según el criterio que las informe. De Rafael Ángel Calderón Guardia, extraído de “El gobernante y el hombre frente al problema social costarricense” *
De acuerdo con la comunicación política y el texto anterior, todo gobernante