READ IN ENGLISH
El pasado 9 de mayo de 2023, el gobierno ecuatoriano anunció una de las operaciones más importantes de canje de deuda por conservación de la naturaleza realizadas hasta ahora, con la cual se generaría una reducción de su deuda y a la vez se liberarían recursos para la protección de las Islas Galápagos. Sin embargo, un análisis más detallado realizado por académicos de ese país y organizaciones de sociedad civil sobre el esquema y las condiciones bajo las cuales se realizó el canje revela que esta operación no sería tan beneficiosa para el país, principalmente debido a tres elementos que consideramos preocupantes:
1) El canje es el resultado de una serie de negociaciones que empezaron desde el 2021, promovidas por diversos actores del sector privado, muchos de ellos ligados al sector financiero, liderados por el Credit Suisse, a los que luego se sumaron el BID y la Corporación Financiera de Desarrollo de los EE.UU. que otorgarían las garantías para que el proceso fuera aceptado por los inversores. En el camino se fueron creando entidades y fondos que forman parte del complejo esquema y que están situados fuera del Ecuador, incluyendo reconocidos paraísos fiscales, por ejemplo, el Galapagos Life Fund fue establecido en Delaware, EE.UU.
2) La transacción involucra una serie de operaciones de emisión de bonos, recompra, garantías y seguros, bajo condiciones que no son del todo transparentes y que ponen en tela de juicio quién es el verdadero beneficiario y si realmente se cumplirán los objetivos ambientales trazados. Por ejemplo, Ecuador recibió un préstamo por el monto equivalente a la emisión de los bonos azules, USD 656 millones, pero a una tasa mayor a la de la propia emisión (11% frente al 5,4%).
3) Las decisiones sobre el uso de los recursos se darán en el ámbito de una entidad privada creada extraterritorialmente, el Galapagos Life Fund, bajo el poder de decisión de privados (de 11 miembros de la junta, 6 son del ámbito privado y 5 del gobierno ecuatoriano) afectando el ejercicio de la soberanía del país sobre esta importante reserva natural.
Preocupa que el gobierno ecuatoriano haya dejado de lado su rol de velar por el bienestar de sus ciudadanos/as, aceptando las condiciones y “condicionalidades” generadas por este acuerdo y asumiendo altos costos de transacción y asesoría bajo un esquema bastante opaco y con muchos cuestionamientos sobre su integridad.
El canje de deuda realizado en Ecuador es una muestra de la financiarización del desarrollo y la naturaleza de parte de actores privados, que, lejos de solucionar el problema de la deuda y la crisis climática, representan altos riesgos para el país y para aquellos países que quieran seguir esos mismos pasos, bajo mecanismos cada vez más promocionados.
En base a estos argumentos hacemos un llamado a las organizaciones nacionales, regionales y globales a que se sumen al pronunciamiento para llamar la atención pública y generar masa crítica sobre las preocupaciones en torno esta operación de canje realizada en un país que podría ver agravada su situación ya bastante golpeada por diversas crisis.
Lea el posicionamiento completo en este link: https://bit.ly/posiciondeudapornatura
