El objetivo del Taller es promover en niños y niñas el gozo de manchar con pigmentos de acuarela a fin de representar la fluidez del agua y su transparencia, asistidos por el blanco del papel.

Guían el taller:  

María Angélica Ruiz, artista que para la exposición disponible en el Museo trabaja con pigmentos y volumen en  seda para expresar la liviandad, fluidez transformación y gestualidad de este material, pasando de la superficie pigmentada con técnicas milenarias a la tridimensionalidad  que genera el agua, en su darse sin romperse, como nos dice Gabriela. Sus obras dejan fluir el color en abstractas manchas,  muestran síntesis en líneas y formas,  el lenguaje plástico visual es a través del agua, importante aliada que con su intervención, intencionada o no, le da carácter a la obra.

Juan Miguel Cancino, quien para esta exposición usa la acuarela como medio para el desafío autoimpuesto de atrapar la  transparencia y fluidez  del agua sobre papel o madera. Para la inmensidad de las olas, del mar y su incesante brío, recurrió a la madera, curvándola  para acentuar la tridimensionalidad del límite entre el inquieto mar y sus orillas.