1. LECTURA . SEÑALA LAS 2 CORRECTAS. Caminamos juntos hasta la cima del monte que estaba detrás de la gasolinera para soltar allí la cometa. Me costaba creer que este objeto, hecho solo con unos cuantos palitos y un trozo de camisa vieja, pudiera volar. Sostuve el cordel mientras mi padre sostenía la cometa y, en el momento en que la dejó ir, cogió viento y se elevó como un enorme pájaro azul. —¡Suelta más cordel, Danny! —gritó—. ¡Sigue! ¡Tanto como quieras! La cometa se elevaba más y más. Pronto solo fue un puntito azul que bailaba en el cielo y era emocionante sostener algo que estaba tan lejos y tan vivo. Aquella cosa lejana tiraba y se agitaba al otro lado del cordel como un pez grande. —Volvamos al carromato arrastrándola —dijo mi padre. Roald Dahl, Danny el campeón del mundo. Ed. Alfaguara. *