El pasado 10 de mayo de 2023, la Red de Estudios y Acciones contra los Discursos de Odio organizó un encuentro del cual formaron parte diversas personalidades de los medios de comunicación y la academia. Este espacio tuvo como objetivo reflexionar sobre el estado actual de la discusión pública, caracterizada por una efervescencia política común a cualquier contexto electoral, pero también por el alarmante aumento, en los últimos años, de la circulación de los enunciados conocidos como discursos de odio.
En este sentido, la discusión apuntó a la construcción de una serie de acuerdos mínimos orientados a fomentar un clima de respeto en lo político, sin que ello implique neutralizar la diferencia y la confrontación de intereses y modelos de país.
Recuperación de la memoria histórica como imperativo ético. El próximo octubre se cumplirán cuarenta años de la recuperación de la democracia argentina. Este proceso se forjó a partir de acuerdos que rechazaban el recurso a la violencia como medio político aceptable y establecían el compromiso del respeto irrestricto de los derechos humanos. A su vez, asumimos como país que las prácticas discriminatorias, el segregacionismo y el negacionismo constituyen corrimientos inaceptables dentro del juego democrático y del pluralismo político. La actual preocupación sobre los efectos erosivos de los discursos de odio se enmarca en esta tradición democrática de la Argentina.
Construcción de una mesa de trabajo interpartidaria. Es necesario retomar el camino del diálogo y la discusión plural en Argentina, aislando expresiones violentas y deshumanizantes del discurso oficial de los partidos que apuntan a representar los intereses del pueblo argentino. Podemos recuperar el antecedente de la Multipartidaria Nacional de 1981, que supo trazar consensos y acuerdos para salir de los momentos más oscuros de la historia de nuestro país y aportar a la recuperación de la democracia.
Hacia un consorcio plural de medios de comunicación libres de violencia simbólica. El rol de los medios y las redes sociales en la discusión pública resulta fundamental. Consideramos de vital importancia la construcción de espacios de articulación de consensos transversales para detener la proliferación de los discursos de odio en las coberturas y desincentivar el uso de narrativas exotistas o banalizantes de la violencia en la comunicación, sin por ello dejar de cubrir hechos relevantes para la vida social argentina desde múltiples puntos de vista.
Defensa de la libertad de expresión y respeto a la dignidad humana. Insistimos en promover las condiciones sociales y políticas necesarias para que la pluralidad de los puntos de vista que desea expresar la ciudadanía puedan desarrollarse sin temores ni amenazas en el ámbito público. Estas condiciones se vinculan a la no discriminación, deshumanización o violencia en tanto personas miembro de un colectivo, sea religioso, étnico, nacional, político, racial, de género o cualquier otra identidad social.
No a la violencia política por motivos de género. Es necesario trabajar contra la violencia de género en el espacio público. En Argentina, son las mujeres y personas LGBTTTIQ+ quienes reciben con más frecuencia este tipo de discursos. La violencia política por motivos de género es una evidente marca común en las distintas instancias de participación en el debate público y se encuentra tipificada en la Ley N° 26.485. Contrario a las estrategias que apuntan a una revictimización, poner de relieve que el 70% de los discursos de odio son pronunciados contra mujeres es fundamental para pensar políticas y consensos constructivos.
Acceso al derecho a rectificación o respuesta frente a casos de informaciones falsas, según lo contemplado en las Convenciones de Derechos Humanos.
Quienes participaron del espacio de trabajo y los organismos y espacios convocantes hacen público este documento para su difusión y discusión entre las distintas organizaciones políticas y colectivos de la sociedad civil. 