R1. Gestionar las necesidades con base en la capacidad real de producción de las personas, gestionar los recursos de modo sostenible, potenciar la producción ecológicamente viable y sustentable, promover estilos de vida, como la movilidad sostenible, que dejen una menor huella medioambiental, transformar los patrones de consumo de energía, así como fomentar patrones de consumo consciente, solidario y responsable.