Las violaciones a los derechos humanos ocurridos durante la revuelta popular en Chile el año 2019 han sido constatadas como hechos gravísimos por diversos estudios e informes de organismos internacionales. Uno de los aspectos más graves de aquellas violaciones a los DDHH fue la prisión y detenciones de manifestantes de manera arbitraria, con especial saña judicial, para generar temor en la población.

Al día de hoy, todavía hay en Chile casos de prisión de la revuelta que siguen abiertos y que deben preocupar de sobremanera a la opinión pública nacional e internacional, a los organismos de derecho humanos y a las organizaciones sociales de todo tipo.

Por esto, las y los abajo firmantes nos pronunciamos por la anulación del fallo condenatorio de primera instancia a Nicolas Piña y por su inmediata libertad. Sostenemos la inocencia de Nicolás y la ilegalidad del procedimiento. Vemos con tremenda preocupación la flagrante vulneración de los derechos constitucionales de Nicolás, en una actuación judicial con escandalosa  alevosía contra un inocente, en un procedimiento lleno de irregularidades que significan un antecedente gravísimo para la justicia en Chile.

Señalamos firmemente que la prisión política en Chile no acabó luego de los 13 indultos otorgados por el gobierno de Boric, y que casos judicialmente aberrantes como el de Nicolás Piña siguen en curso, abriendo la posibilidad de que un inocente caiga en prisión.

En este procedimiento se lo acusa de homicidio frustrado a carabineros y por lanzamiento de artefacto incendiario, molotov. La pena finalmente resuelta fué de 7 años y 3 años y un día respectivamente.Durante el proceso judicial se demostró la ilegalidad del procedimiento de un grupo del OS9 de Carabineros, denominados “Intramarchas” quienes  sin autorización ministerial, ni judicial, vistiendo de civiles y actuando violentamente, se infiltraron en las manifestaciones para obtener pruebas hacia futuros proceso judiciales, mediante las detenciones arbitrarias a los manifestantes. 

En este caso, dichas pruebas obtenidas ilegalmente al no haber orden judicial previa, tampoco demostraron la participación en los hechos por parte de Nicolás.   Especialmente en el resultado negativo en la prueba de hidrocarburo en sus manos y vestimentas. A la vez, esas imágenes tampoco demuestran una continuidad de los hechos donde se vincula a Nicolas. Es decir, la única prueba que se sostiene son los testimonios de las fuerzas de carabineros, las cuales a la vez presentaron contradicciones e inconsistencias. 

Nicolás Piña, padre de familia, trabajador ingeniero y estudiante,  fue detenido en una de las movilizaciones junto a su familia, durante el periodo de la rebelión popular del 18 de Octubre donde miles de personas salieron a las calles masivamente con el lema “Chile despertó”, tras décadas de pérdidas de derechos por las políticas privatistas y neoliberales.  Hoy en día, esas demandas no fueron satisfechas y por medio de un recrudecimiento de las leyes de criminalización y condenas ejemplificadoras, se busca afectar el derecho a la protesta social.

El fallo a Nicolas Piña, apunta entonces a condicionar las movilizaciones populares, dándole sustento a la vez a la Ley Nain Retamal, que le otorga impunidad y amnistía al gatillo fácil y violencia ejercida por las fuerzas policiales.Y van de la mano con la profundización de la militarización del Wallmapu, de la ley antiterrorista, de la ley anti tomas entre otras. 

Formando parte de la política más reaccionaria, potenciada por el actual y repudiado proceso constitucional dirigido por el partido Republicano. Por otro lado, no es menor señalar el rol del actual gobierno de Gabriel Boric, quien se había comprometido en su campaña terminar con la prisión política y al contrario de esto, está siendo parte desde el Ministerio del Interior como querellante en el caso del compañero y a la vez, reforzando la vía libre de los intramarchas y los montajes para encarcelar.

 Llamamos organizaciones sociales, políticas, de derechos humanos y familiares a apoyar la causa por la anulación del fallo y la libertad del compañero