Apelación al consumo. Parte captatoria y expresión
La percepción del anuncio, la parte captatoria y la creación de expectativas La perceptibilidad, significación y comprensión de un mensaje publicitario dependen de su configuración y / o forma de presentación. Cuando el público consumidor se encuentra ante un anuncio, la información transmitida por este anuncio frecuentemente es percibida con un grado superficial de atención, sin ser entendida y analizada de forma minuciosa. El público capta los mensajes publicitarios mayormente por el efecto de conjunto, y atendiendo a una impresión global del anuncio. Pero cuando en una publicidad-y en cualquiera de los formatos que pueda adoptar: spot, cuña radiofónica, cartel, banner, mailing ...- hay determinados mensajes de texto y / o imagen que aparecen claramente resaltados (ya sea mediante la ubicación, el estilo y el tamaño de letra, la composición general del anuncio, la duración y rapidez de emisión en el caso de una cuña o spot, etc) la atención, recuerdo e interés del público se centrará en estas informaciones -la denominada, por la doctrina jurídica, "parte captatoria" - que al ser presentadas de forma destacada, resultarán más fácilmente perceptibles. Es precisamente esta parte captatoria del anuncio donde se incluyen a menudo las informaciones creíbles y comprobables sobre características, prestaciones, atributos y / o condiciones de adquisición que se consideran más influyentes en la decisión de compra y consumo. Por tanto, la parte captatoria combina la facilidad de su percepción con el interés que provoca su contenido, y es por ello que esta parte resaltada del anuncio determinará en gran medida el significado, la idea principal o las expectativas que el público captará y entenderá respecto a características, prestaciones o condiciones de compra de productos y servicios. Para que podamos hablar de anuncios veraces - y por tanto lícitos - será necesario que en su parte captatoria incluyan todas las informaciones que se consideren necesarias para que se pueda transmitir un conocimiento correcto y cierto - que no debe ser necesariamente exhaustivo y completo, pero tampoco erróneo - sobre la oferta real que se publicita.