Los altos niveles de desigualdad e injusticia social que vive mundo interpelan a nuestras democracias. La situación no sólo es especialmente grave en la región más injusta del planeta, América Latina, sino también en Europa, donde los niveles de desafección política crecen. En el Norte y en el Sur alternativas políticas conservadoras cuestionan los derechos humanos e impugnan las políticas públicas que construyen igualdad. ¿Cómo interpela esta situación a nuestras universidades? Este diálogo pretende presentar algunas pistas que nos permitan analizarlo.