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Loshombres
son de Marte,
las mujeres
son de Venus
Una guía práctica para mejorar la comunicación y obtener lo que desea de su
pareja
John Gray
Este libro fue pasado a formato Word para facilitar la difusión, y con el
propósito de que así como usted lo recibió lo pueda hacer llegar a alguien
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más. HERNÁN
Para descargar de Internet: Biblioteca Nueva Era
Rosario – Argentina
Adherida al Directorio Promineo
FWD: www.promineo.gq.nu
Este libro esta dedicado con el amor
y el afecto más profundos a mí
Esposa, Bonnie Gray. Su amor,
vulnerabilidad, sabiduría y fortaleza
me inspiraron para ser lo mejor que
puedo ser y para compartir lo que
aprendimos juntos.
Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus, escrito por John Gray, no es un libro más de
auto superación; sencillo, ingenioso, útil, el texto del autor consigue lo que más se precia en un libro:
lograr que el lector sea y se sienta distinto después de la lectura.
ÍNDICE
Agradecimientos
Introducción
1. Los hombres son de Marte, las mujeres son de venus
2. El señor, “arréglalo-todo” y la Comisión de Mejoramiento del Hogar
3. Los hombres se meten en sus cuevas y las mujeres hablan
4. Como estimular al sexo opuesto
5. Hablar diferentes idiomas
6. Los hombres son como bandas elásticas
7. Las mujeres son como olas
8. El descubrimiento de nuestras necesidades emocionales
9. Como evitar las discusiones
10. Marcar puntos con el sexo opuesto
11. Como comunicar los sentimientos difíciles
12. Como pedir apoyo y como obtenerlo
13. Como mantener viva la magia del amor
AGRADECIMIENTOS
Agradezco a mi esposa, Bonnie, por compartir el viaje de desarrollar este libro conmigo. Le agradezco
el permitirme compartir nuestras historias y en especial el hecho de ampliar mi comprensión y
capacidad para respetar el punto de vista femenino.
Agradezco a nuestras tres hijas, Shannon, Julie y Lauren, por su continuo amor y aprecio. El desafío
de ser padre me permitió comprender las luchas de mis padres y amarlos aún más por ello. El ser padre
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me ayudó especialmente a comprender y amar a mi padre.
A él y a mi madre agradezco sus afectuosos esfuerzos para educar una familia de siete hijos.
Agradezco a mi hermano mayor, David, por comprender mis sentimientos y admirar mis palabras.
Agradezco a mi hermano William, por estimularme a alcanzar mayores logros. Agradezco a mi hermano
Robert por todas las largas e interesantes conversaciones mantenidas hasta el amanecer y por sus
brillantes ideas con las que siempre me beneficié. Agradezco a mi hermano Tom por su aliento y su
espíritu positivo. Agradezco a mi hermana Virginia por creer en mi y apreciar mis seminarios. Agradezco
a mi fallecido hermano menor Jimmy por su amor y admiración, que siguen apoyándome en mis
tiempos difíciles.
Agradezco a mi agente Patti Breitman, cuya ayuda, brillante creatividad y entusiasmo guiaron este
libro desde su concepción misma hasta su finalización. Agradezco a Carol Bidnick por su apoyo
inspirado en el comienzo de este proyecto. Agradezco a Susan Moldow y Nancy Peske por su reacción
y consejo expertos. Agradezco al personal de Harper Collins por su continua sensibilidad ante mis
necesidades.
Agradezco a miles de personas que participaron en mis seminarios sobre las relaciones, que
compartieron sus historias y me alentaron a escribir este libro. Sus respuestas positivas y afectuosas
me apoyaron en el desarrollo de esta simple presentación de un tema tan complejo.
Agradezco a mis clientes que compartieron sus luchas en forma tan íntima y confiaron en mi
asistencia para sus emprendimientos.
Agradezco a Steve Martineau por sus especializados conocimientos y su influencia, que pueden
encontrarse esparcidos a lo largo de todo el libro.
Agradezco a mis diferentes promotores, que se dedicaron en cuerpo y alma a producir los seminarios
de John Gray sobre Relaciones donde este material fue ensayado, puesto a prueba y desarrollado:
Ellen y Ian Coren en Santa Cruz; Debra Mudd, Gary y Helen Francell en Honolulu; Bill y Judy Elbring en
San Francisco; David Obstfeld y Fred Kliner en Washington, D.C.; Elizabeth Kling en Baltimore; Clark y
Dottie Bartell en Seattle; Michael Najarian en Phoenix; Gloria Manchester en L.A.; Sandee Mac en
Houston; Earlene Carrillo en Las Vegas; David Farlow en San Diego; Bart Merril Jacobs en Dallás; y
Ove Johhanson y Ewa Martensson en Estocolmo.
Agradezco a Richard Cohen y a Cindy Black, de Beyond Words Publishing, por el afectuoso y genuino
apoyo que dieron a mi último libro, Men, Women, and Relationships, que originó las ideas de este libro.
Agradezco a John Vestman de Trianon Studios, por sus expertas grabaciones de audio de todo mi
seminario, y a Dave Morton y el personal de Cassette Express por su valoración de este material y su
servicio de calidad.
Agradezco a los miembros de mi grupo de hombres por compartir sus historias, especialmente a
Lenney Eiger, Charles Wood, Jaques Early, David Placek y Chris Johns, que me brindaron un respaldo
muy valioso para la corrección del manuscrito.
Agradezco a mi secretaria, Ariana, por haber tomado a su cargo la oficina con eficiencia y
responsabilidad durante este proyecto.
Agradezco a mi abogado (adoptado como abuelo por mis hijos), Jerry Riefold, por estar siempre
presente.
Agradezco a Clifford McGuire por su permanente amistad de veinte años. No podría haber pedido un
mayor respaldo y amistad.
INTRODUCCIÓN
Una semana después del nacimiento de nuestra hija Lauren, mi esposa Bonnie y yo estábamos
completamente exhaustos. Lauren nos despertaba todas las noches. Bonnie se había desgarrado en el
parto y estaba tomando calmantes. Apenas podía caminar. Después de quedarme en casa durante
cinco días para ayudar, volví al trabajo. Ella parecía estar mejorando.
En mi ausencia se quedó sin píldoras. En lugar de llamarme a la oficina, le pidió a uno de mis
hermanos, que estaba de visita, que le comprara más. Sin embargo, mi hermano no regresó con las
píldoras. Por consiguiente, pasó todo el día con dolor, encargándose de la recién nacida.
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su amor fue el que salvo su matrimonio, se habrían divorciado si no hubieran alcanzado una
comprensión más profunda del sexo opuesto.
Susan y Jim habían estado casados durante nueve años. Como la mayoría de las parejas,
comenzaron amándose, pero después de años de frustración y desencanto crecientes, perdieron su
pasión y decidieron rendirse. Antes de conseguir el divorcio, sin embargo, asistieron a mi seminario de
fin de semana sobre relaciones. Susan afirmaba: “Lo intentamos todo para que esta relación pudiera
funcionar. Somos demasiado diferentes.”
Durante el seminario quedaron atónitos al enterarse de que sus diferencias no sólo eran normales
sino lógicas. Se sintieron reconfortados al observar que otras parejas habían experimentado las mismas
pautas de relación. En sólo dos días, Susan y Jim alcanzaron una comprensión totalmente nueva
acerca de los hombres y las mujeres.
Volvieron a enamorarse. Su relación cambió en forma milagrosa. Al dejar de lado la idea del divorcio
se propusieron compartir el resto de su vida juntos. Jim afirmó: "Esta información acerca de nuestras
diferencias me ha devuelto a mi esposa. Es el regalo más grande que pude haber recibido. Nos
amamos nuevamente.”
Seis años mas tarde, cuando me invitaron a visitar su nuevo hogar y familia, seguían amándose.
Seguían agradeciéndome por haberlos ayudado a comprenderse y a seguir casados.
Aunque todos convendrían en que hombres y mujeres son diferentes, la mayoría de la gente no sabe
hasta que punto lo son. En los últimos diez años muchos libros avanzaron con firmeza en el intento de
definir estas diferencias. Aunque se han logrado importantes progresos, muchos son parciales y
desafortunadamente refuerzan la desconfianza y el resentimiento hacia el sexo opuesto. Se considera
en general que un sexo es víctima del otro. Se necesitaba una guía definitiva para comprender la
saludable diferencia entre hombres y mujeres.
Para mejorar las relaciones entre los sexos, es necesario crear una comprensión de nuestras
diferencias que aumente nuestra autoestima y dignidad personal y que inspire al mismo tiempo la
confianza mutua, la responsabilidad personal, una mayor cooperación y más amor. Después de haber
interrogado a más de veinticinco mil participantes en mis seminarios sobre relaciones, he podido definir
en términos positivos de que manera son diferentes los hombres y las mujeres. Cuando explore dichas
diferencias sentirá que las paredes del resentimiento y desconfianza desaparecen.
La apertura del corazón lleva a una mayor indulgencia y una creciente motivación para dar y recibir
amor y apoyo. Con este nuevo conocimiento espero que usted vaya más allá de las sugerencias de
este libro y continúe desarrollando formas para poder relacionarse afectuosamente con el sexo opuesto.
Todos los principios de este libro han sido puestos a prueba y ensayados. Por lo menos noventa por
ciento de mas de veinticinco mil personas interrogadas se reconocieron en forma entusiasta en estas
descripciones. Si usted se descubre asintiendo mientras lee este libro, diciendo: “Si, si, están hablando
de mí”, entonces sin duda no esta solo. Y puede sacar provecho, como lo han hecho otros, de las ideas
contenidas en este libro.
Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus revela nuevas estrategias para reducir la
tensión en las relaciones y crear mas amor al reconocer en primer lugar con gran detalle la diferencia
ente hombres y mujeres. Ofrece luego sugerencias practicas acerca de cómo reducir la frustración y el
desencanto y crear una mayor felicidad y contacto intimo. Las relaciones no deben ser una lucha. La
tensión, el resentimiento o el conflicto solo existen cuando no existe comprensión mutua.
De manera que mucha gente se siente frustrada en sus relaciones. Aman a sus compañeros pero
cuando hay tensión no saben que hacer para mejorar las cosas. Al comprender cuan completamente
diferentes son los hombres y las mujeres, usted aprenderá nuevas formas de relacionarse, de escuchar
y de apoyar al sexo opuesto de manera satisfactoria. Aprenderá a crear el amor que merece. Cuando
lea este libro podrá preguntarse como alguien puede tener éxito en su relación prescindiendo de él.
Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus es un manual de relaciones afectuosas en los
años noventa. Revela de que manera hombres y mujeres difieren en todas las áreas de su vida. Los
hombres y las mujeres no solo se comunican en forma diferente, sino que piensan, sienten, perciben,
reaccionan, responden, aman, necesitan y valoran en forma diferente. Parecen casi como de planetas
diferentes; hablan diferentes lenguajes y necesitan diferente alimento.
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Esta comprensión ampliada de nuestras diferencias ayuda a resolver la mayor parte de la frustración
experimentada cuando uno trata con el sexo opuesto e intenta comprenderlo. Los malentendidos
pueden entonces disiparse o ser evitados rápidamente. Las expectativas incorrectas pueden corregirse
con facilidad. Cuando un recuerda que su compañero es tan distinto como alguien de otro planeta,
puede relajarse y zanjar las diferencias en lugar de resistirlas o tratar de cambiarlas.
Lo importante es que a través de todo este libro usted aprenda técnicas practicas para resolver los
problemas que surgen a partir de sus diferencias. Este libro no es solo un análisis teórico de diferencias
psicológicas sino también un manual practico para saber como lograr la creación de relaciones
afectuosas.
La verdad de estos principios es evidente por si misma y puede ser confirmada por su propia
experiencia y por el sentido común. Numerosos ejemplos expresaran en forma simple y concisa lo que
usted siempre supo de manera intuitiva. Dicha confirmación lo ayudara a ser usted mismo y a no
perderse en sus relaciones.
En respuesta a estas ideas, los hombres dicen a menudo: “Yo soy exactamente así. ¿Me ha estado
siguiendo? Ya no siento que haya algo erróneo en mi”.
Las mujeres dicen a menudo: “Por fin mi marido me escucha. No tengo que pelear para ser aprobada.
Cuando usted explica nuestras diferencias, mi marido comprende. ¡Gracias!”.
Estos son algunos de los miles de comentarios que la gente compartió después de enterarse de que
los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus. Los resultados de este nuevo programa para
comprender al sexo opuesto no solo son concluyentes e inmediatos sino también duraderos.
No hay duda de que el proceso de crear una relación afectuosa puede presentar a veces cierto
numero de obstáculos. Los problemas son inevitables. Pero estos pueden ser o bien fuentes de
resentimiento y rechazo o bien oportunidades para profundizar una relación intima e intensificar el amor,
el cuidado y la confianza. Las ideas de este libro no representan una “solución inmediata” para eliminar
todos los problemas. Por el contrario, ofrecen un nuevo enfoque a través del cual sus relaciones
pueden apoyarlo con éxito en la solución de los problemas de la vida a medida que surgen. Con este
nuevo conocimiento usted dispondrá de las herramientas necesarias para obtener el amor que merece
y para ofrecer a su compañero el amor y el apoyo que el o ella merece.
En este libro hago muchas generalizaciones acerca de los hombres y las mujeres. Es posible que
encuentre algunos comentarios más ciertos que otros... después de todo somos individuos únicos con
experiencias únicas. A veces, en mi seminario, las parejas y los individuos señalan que se relacionan
con los ejemplos de hombres y mujeres pero en forma inversa. El hombre se relaciona con mis
descripciones sobre mujeres y la mujer se relaciona con mis descripciones acerca de los hombres.
Llamo a esto inversión de papeles.
Si usted descubre que esta experimentado una inversión de papel quiero asegurarle que todo esta
bien. Le aseguro que cuando no se relacione con algo de este libro, o bien lo ignore (recurriendo a algo
con lo que sí se relaciona) o mire dentro suyo con mayor profundidad. Muchos hombres negaron
algunos de sus atributos masculinos a fin de tornarse más afectuosos. De la misma manera muchas
mujeres negaron algunos de sus atributos femeninos a fin de ganarse la vida en una fuerza laboral que
recompensa los atributos masculinos. Si este es el caso, al aplicar las sugerencias, estrategias y
técnicas de este libro, usted no solo creara mas pasión en sus relaciones sino que equilibrara cada vez
mas sus características masculinas y femeninas.
En este libro no planteo directamente el interrogante de por que los hombres y las mujeres son
diferentes. Se trata de una pregunta compleja para la que existen muchas respuestas que abarcan
desde las diferencias biológicas, la influencia de los padres, la educación y el nacimiento hasta el
condicionamiento cultural por parte de la sociedad, los medios y la historia. (Estos temas son
explotados con mucha profundidad en mi libro Women, and Relationships: Making Peace with the
Opposite Sex.
Aunque al aplicar las ideas de este libro los beneficios son inmediatos, no se reemplaza con ello la
necesidad de una terapia y un asesoramiento para relaciones problemáticas o supervivientes de una
familia conflictiva. Aun los individuos sanos pueden necesitar una terapia o un asesoramiento en
tiempos difíciles. Creo firmemente en la poderosa y gradual transformación que se produce en la
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terapia, el asesoramiento matrimonial y en los grupos de recuperación.
Sin embargo, muchas personas me dijeron que se habían beneficiado mas con esta nueva
comprensión de las relaciones que con años de terapia. Creo, sin embargo, que sus años de terapia o
de trabajo de recuperación proporcionaron la base que les permitió aplicar estas ideas con tanto éxito
en su vida y sus relaciones.
Si nuestro pasado fue conflictivo, de todos modos aun después de años de terapia o de asistencia a
grupos de recuperación seguiremos necesitando un panorama positivo de relaciones sanas. Este libro
proporciona esta visión. Por otra parte, aun cuando nuestro pasado haya sido muy afectuoso y
provechos, los tiempos han cambiado y se requiere un nuevo enfoque para las relaciones entre los
sexos. Resulta fundamental aprender formas nuevas y sanas de relacionarse y comunicarse.
Creo que todos pueden beneficiarse con estas ideas. La única respuesta negativa que escucho de los
participantes en mis seminarios y en las cartas que recibo es: “Ojala alguien me hubiera dicho esto
antes”:
Nunca es tarde para intensificar el amor en su vida. Solo necesita aprender un nuevo camino. Ya sea
que se encuentre o no sometido a una terapia, si desea relaciones más satisfactorias con el sexo
opuesto, este libro es para usted.
Es un placer compartir con usted los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus. Ojala pueda
usted crecer en sabiduría y amor. Ojalá que la frecuencia del divorcio disminuya y el numero de
matrimonios felices aumente. Nuestros hijos merecen un mundo mejor.
Mill Valley, California, 15 de Noviembre de 1991
1. LOS HOMBRES SON DE MARTE, LAS MUJERES SON DE VENUS
Imagine que los hombres sean de Marte y las mujeres son de Venus. Un día hace mucho tiempo, los
marcianos, mirando a través de sus telescopios, descubrieron a las venusinas. El solo hecho de
echarles un rápido vistazo a las venusinas les despertó sentimientos que no habían tenido nunca. Se
enamoraron e inventaron rápidamente los viajes espaciales para volar cerca de Venus.
Las venusinas recibieron a los marcianos con los brazos abiertos. Habías sabido en forma intuitiva que
ese día llegaría alguna vez. Sus corazones se abrieron de par en par para un amor que nunca antes
habían sentido.
El amor entre venusinas y marcianos fue mágico. Se maravillaron estando juntos, haciendo cosas
juntos y comunicándose entre sí. Aunque eran de mundos diferentes, se deleitaron en sus diferencias.
Pasaron meses aprendiendo uno acerca del otro, explorando y valorando sus diferentes necesidades,
preferencias y pautas de comportamiento. Durante años vivieron juntos, enamorados y en armonía.
Luego decidieron volar hacia la tierra. Al principio todo era maravilloso y hermoso. Pero se impusieron
los efectos de la atmósfera terrestre y una mañana todos se despertaron con un tipo peculiar de
amnesia: ¡la amnesia selectiva!
Tanto los marcianos como las venusinas olvidaron que eran de planetas diferentes y que se suponía
que eran diferentes. En una mañana todo lo que habían aprendido acerca de sus diferencias fue
borrado de sus memorias. Y desde ese día, hombres y mujeres han estado en conflicto.
EL RECUERDO DE NUESTRAS DIFERENCIAS
Sin el conocimiento de su diferencia, los hombres y las mujeres se enfrentan unos a otros. En general
nos sentimos frustrados o enojados con el sexo opuesto porque hemos olvidado esa verdad importante.
Esperamos que el sexo opuesto sea más como nosotros. Deseamos que “quieran lo que queremos” y “
sientan lo que sentimos”.
Suponemos erróneamente que si nuestros compañeros nos aman reaccionarán y se comportaran de
cierta forma, la forma en que nosotros reaccionamos y nos comportamos cuando amamos a alguien.
Esa actitud nos dispone a sentirnos decepcionados una y otra vez y nos impide tomar el tiempo
necesario para comunicar en forma afectuosa cuales son nuestras diferencias.
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ese caso encontrara a alguien a quien respete y luego le hablara acerca de su problema. En Marte,
hablar acerca de un problema constituye una invitación al consejo. Otro marciano se siente honrado por
la oportunidad. Automáticamente adopta el papel de “arréglalo-todo”; escucha por un momento y luego
ofrece sus valiosos consejos.
Esta costumbre es una de las razones por las que los hombres instintivamente ofrecen soluciones
cuando las mujeres hablan de conflictos. Cuando una mujer comparte inocentemente sentimientos
perturbadores o analiza en voz alta sus problemas diarios, un hombre supone erróneamente que esta
buscando algún consejo experto. Adopta su papel de “arréglalo-todo” y comienza a dar consejos; esta
es su manera de mostrar amor y de tratar de ayudar.
Quiere ayudarla a sentirse mejor resolviendo sus problemas. Quiere resultarle útil. Siente que puede
ser valorado y ser digno de su amor cuando sus capacidades son utilizadas para resolver los problemas
venusinos.
Sin embargo, una vez que ofrece una solución y ella continua perturbada, le resulta muy difícil seguir
escuchando porque su solución ha sido rechazada y se siente cada vez más inútil.
No tiene la menor idea de que puede demostrar su apoyo con el solo hecho de escuchar con empatía
e interés. No sabe el hecho de que en Venus el hecho de hablar de los problemas no constituye una
invitación para ofrecer una solución.
LA VIDA EN VENUS
Las venusinas tienen valores diferentes. Valoran el amor, la comunicación, la belleza y las relaciones.
Dedican mucho tiempo a respaldarse, ayudarse y estimularse mutuamente. Su sentido de la
personalidad se define a través de sus sentimientos y de la calidad de sus relaciones. Experimentan la
realización a través de la participación y las relaciones.
En Venus todo refleja esos valores. En lugar de construir autopistas y grandes edificios, las venusinas
se preocupan mas por vivir juntas en armonía, comunidad y cooperación afectuosa. Las relaciones son
más importantes que el trabajo y la tecnología. En la mayoría de los casos, su mundo es opuesto a
Marte.
No llevan uniformes como los marcianos (para exhibir su competencia). Por el contrario, gozan
poniéndose ropa distinta todos los días, según la manera de sentirse. La expresión personal, en
especial de sus sentimientos, resulta muy importante. Pueden incluso cambiarse de ropa varias veces
por día a medida que lo hace su humor.
La comunicación tiene una importancia fundamental. Compartir sus sentimientos personales es mucho
más importantes que alcanzar objetivos y éxito. Hablar y relacionarse entre si es una fuente de enorme
realización.
Esto no puede ser fácilmente comprendido por un hombre. Puede acercarse a la comprensión de la
experiencia de compartir y relacionarse comparándola con la satisfacción que siente cuando gana una
carrera, alcanza un objetivo o resuelve un problema.
Las mujeres, en lugar de orientarse hacia determinados objetivos, se orientan hacia las relaciones, se
muestran mas preocupadas por expresar su bondad, su amor y su cuidado. Dos marcianos van a
almorzar para analizar un proyecto o la posibilidad de alcanzar un objetivo; tienen un problema que
resolver. Además, los marcianos consideran el hecho de ir a un restaurante como una eficiente manera
de resolver el tema de la alimentación sin compras, sin cocinar y sin lavar los platos. Para las
venusinas, el hecho de ir a comer con una amiga constituye una oportunidad para alimentar una
relación a fin de brindar y recibir apoyo. La conversación de las mujeres en un restaurante puede ser
muy abierta e intima, casi como el dialogo que se produce entre el terapeuta y un paciente.
En Venus todos estudian psicología y poseen por lo menos un doctorado en asesoramiento. Todos
Cuadro de texto: El sentido de la personalidad de una mujer se define a través de sus sentimientos y de la calidad de sus relaciones.
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están muy involucrados con el crecimiento personal, la espiritualidad y todo lo que pueda estimular la
vida, la salud y el crecimiento. Venus esta cubierta de parques, jardines orgánicos, centros comerciales
y restaurantes.
Las venusinas son intuitivas. Desarrollaron esta capacidad a través de siglos de anticipar las
necesidades de los demás. Se enorgullecen de mostrarse consideradas con las necesidades y
sentimientos de otros. Un signo de gran amor es ofrecer ayuda y asistencia a otra venusina sin que se
lo pidan.
Como probar su competencia no es algo importante para una venusina, ofrecer ayuda no es tan
ofensivo y necesitarla no constituye un signo de debilidad. Un hombre, sin embargo, puede sentirse
ofendido porque cuando una mujer ofrece un consejo él siente que ella no confía en su capacidad para
lograrlo por sí mismo.
Una mujer no tiene idea de esta sensibilidad masculina, porque para ella el hecho de que alguien le
ofrezca ayuda constituye solo un hecho mas en su vida. La hace sentir amada y estimada. Pero ofrecer
ayuda a un hombre puede hacerlo sentir incompetente, débil e incluso no amado.
En Venus, dar consejos y sugerencias es un signo de solicitud. Las venusinas creen firmemente que
cuando algo funciona siempre puede funcionar mejor. Su naturaleza es querer mejorar las cosas.
Cuando se preocupan por alguien, señalan libremente que cosas pueden mejorarse y como hacerlo.
Ofrecer consejos y expresar una critica constructiva constituye un acto de amor.
Marte es muy diferente. Los marcianos se orientan mas hacia las soluciones. Si algo funciona, su lema
es “no lo cambies”. En este caso, su instinto lo impulsa a dejar todo tal como esta. “No lo arregles a
menos que este descompuesto” representa una expresión común.
Cuando una mujer trata de mejorar a un hombre, este siente que están tratando de “arreglarlo”. Recibe
el mensaje de que esta roto. Ella no se da cuenta de que sus solícitos intentos de ayudarlo pueden
llegar a humillarlo. Ella piensa en forma errónea que simplemente lo esta ayudando a crecer.
DEJE DE DAR CONSEJOS
Si la mujer no logra discernir este consejo acerca de la naturaleza del hombre, le resultara muy fácil
lastimar y ofender en forma inadvertida y no intencional al hombre que más ama.
Por ejemplo, Tom y Mary iban a una fiesta. Tom conducía. Después de unos veinte minutos de haber
dado vuelta varias veces a la misma manzana, Mary estaba segura de que Tom se había perdido.
Entonces le sugirió que pidiera ayuda. Tom se torno muy silencioso. Finalmente llegaron a la fiesta,
pero la tensión originada a partir de ese momento perduró durante toda la noche. Mary no tenia idea de
porque él estaba tan enojado.
Por su parte, ella decía: “te amo y me preocupo por ti, así que te ofrezco esta ayuda”.
El se sentía ofendido. Lo que escuchaba era: “no confío en que puedas llevarnos hasta allí. ¡Eres un
incompetente!”.
Sin saber nada de la vida en Marte, Mary no podía apreciar hasta que punto resultaba importante para
Tom alcanzar su objetivo sin ayuda. El ofrecimiento de un consejo constituía el ultimo insulto. Tal como
lo hemos señalado, los marcianos nunca ofrecen un consejo a menos que se lo pidan. Una manera de
honrar a otro marciano es suponer siempre que puede resolver su problema a menos que solicite
ayuda.
Mary no se había dado cuenta de que cuando Tom se perdió y comenzó a dar vueltas alrededor de la
manzana había surgido una oportunidad especial para amarlo y apoyarlo. En ese momento el se
mostraba particularmente vulnerable y necesitaba más amor de lo acostumbrado. Honrarlo sin ofrecerle
consejo alguno hubiera equivalido a comprarle un hermoso ramo de flores para ella o escribirle una
carta de amor.
Después de informarme acerca de marcianos y venusinas, Mary aprendió a apoyar a Tom en los
momentos difíciles. La vez siguiente en la que éste se perdió, en lugar de ofrecer “ayuda” ella se
contuvo de brindar consejo alguno, aspiró hondo y apreció profundamente lo que Tom estaba tratando
de hacer por ella. Tom apreció mucho su cálida aceptación y confianza.
Hablando en términos generales, cuando una mujer ofrece un consejo no solicitado o trata de “ayudar”
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- Deberías abandonar ese empleo. No tienes porque trabajar tanto. Encuentra algo que te
guste hacer –responde Tom.
- Pero me gusta mi trabajo. Simplemente esperan que yo cambie todo de un momento a
otro –replica Mary.
- No los escuches. Haz lo que puedas hacer –aconseja Tom.
- ¡Eso hago! –protesta Mary. No puedo creer que hoy me haya olvidado de llamar a mi tía.
- No te preocupes por eso. Ella lo entenderá –la calma Tom.
- ¡Sabes lo que esta viviendo! Me necesita –insiste Mary.
- Te preocupas demasiado, por eso te sientes tan desdichada –sentencia Tom.
- No siempre me siento desdichada. ¿Acaso no puedes escucharme? –se queja Mary.
- Estoy escuchándote –asegura Tom.
- No sé siquiera porque me preocupo –concluye Mary angustiada.
Después de esta conversación, Mary se sintió mas frustrada que cuando llego a casa buscando
intimidad y compañerismo. Tom también se sentía frustrado y no tenía idea de lo que había salido mal.
Quería ayudar pero sus tácticas de resolución de problemas no habían funcionado.
Al no saber nada acerca de la vida en Venus, Tom no había comprendido cuán importante era
simplemente escuchar sin ofrecer soluciones. Sus soluciones solo habían empeorado las cosas. Verá
usted, las venusinas nunca ofrecen soluciones cuando alguien esta hablando. Una manera de respetar
a otra venusina es escuchar pacientemente, mostrando empatía y buscando entender realmente sus
sentimientos.
Tom no sabía que con escuchar con empatía a Mary mientras esta expresaba sus sentimientos le
habría brindado un gran alivio y satisfacción. Cuando Tom supo acerca de las venusinas y hasta que
punto necesitaban hablar, aprendió gradualmente a escuchar.
Ahora, cuando Mary llega a casa, cansada y agotada, sus conversaciones son totalmente distintas, más
o menos así:
- Hay tanto por hacer. No tengo tiempo para mí.
Tom respira profundamente, se relaja al exhalar y dice:
- ¡Ah! ,Parece que tuviste un día difícil.
- Esperan que cambie todo de un momento a otro. No sé que hacer –comenta Mary.
- Hmm –farfulla Tom tras una pausa.
- Olvidé incluso llamar a mi tía. –dice Mary.
- Que pena –responde Tom con el ceño levemente fruncido.
- Me necesita tanto... Me siento tan mal –se lamenta Mary.
- Eres una persona muy afectuosa –la alienta Tom-. Ven aquí, déjame abrazarte.
Tom abraza a Mary y ella se relaja en sus brazos con un gran suspiro de alivio. Luego dice:
- Me encanta hablar contigo. Me haces realmente feliz. Gracias por escuchar. Me siento
mucho mejor.
No solo Mary se sintió mejor. Tom también. Se asombró de ver cuanto más feliz se sentía su esposa
una vez que él hubo aprendido a escuchar. Con ese nuevo conocimiento de sus diferencias, Tom
aprendió la sabiduría de escuchar sin ofrecer soluciones mientras que Mary aprendió la sabiduría de
liberarse y aceptar sin ofrecer críticas o consejos no solicitados.
Para sintetizar los dos errores más comunes que cometemos en las relaciones:
1. Un hombre trata de cambiar los sentimientos de una mujer cuando ella esta
perturbada. Aquel se convierte entonces en el “arréglalo-todo” y ofrece soluciones
que invalidan los sentimientos de esta.
2. Una mujer trata de cambiar el comportamiento de un hombre cuando este
comete errores. Aquella se convierte entonces en la Comisión de Mejoramiento del
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5. Cuando ella dice: “no tienes sentimientos. Estas encerrado en ti mismo”, él responde: “¿qué
tiene de malo? ¿Cómo pretendes que yo pueda resolver este problema?” Él piensa que ella se
ha mostrado demasiado crítica y exigente porque él esta haciendo algo que le resulta esencial
para resolver sus propios problemas. El no se siente apreciado. Además, no reconoce la
validez de los sentimientos de ella. Los hombres en general no se dan cuenta de cuán drástica
y rápidamente pueden pasar de ser cálidos a insensibles y distantes.. En su cueva, un hombre
se preocupa por resolver sus problemas y no es conciente de la manera en que su actitud de
indiferencia puede ser recibida por los demás.
Para aumentarla cooperación, tanto hombres como mujeres necesitan entenderse mejor. Cuando un
hombre comienza a ignorar a su esposa, esta a menudo lo toma como algo personal. El hecho de saber
que él esta enfrentando el estrés a su manera resulta extremadamente útil para ella, pero no siempre le
alivia el dolor.
En algunas ocasiones ella puede sentir la necesidad de hablar de esos sentimientos. Ese es el
momento en que el hombre debe reconocer los sentimientos de ella. Él necesita comprender que ella
tiene derecho a hablar de sus sentimientos de ser ignorada y no respaldada, así como él tiene derecho
a retirarse a su cueva y no hablar. Si ella no se siente comprendida le resultará difícil liberar su dolor.
ALIVIO A TRAVÉS DE LA CONVERSACIÓN
Cuando una mujer esta tensa siente instintivamente la necesidad de hablar de sus sentimientos y
todos los problemas posibles asociados a dichos sentimientos. Cuando comienza a hablar no da
prioridad a un problema en particular. Si se siente perturbada, esta perturbada por todo, lo grande y lo
pequeño. No se preocupa de inmediato por encontrar soluciones para sus problemas, sino que busca
alivio expresándose y a través de la comprensión de los demás. Al hablar en forma desordenada acerca
de sus problemas, disminuye su perturbación.
Una mujer tensa no se preocupa en forma inmediata por encontrar soluciones para sus
problemas sino que busca alivio expresándose y a través de la comprensión de los
demás.
Así como el hombre con estrés tiende a centrarse en un problema y olvidar los otros, una mujer con
estrés tiende a explayarse y sentirse abrumada por todos los problemas. Se siente mejor al hablar de
todos los problemas posibles sin centrarse en su solución. Al analizar sus sentimientos en este proceso,
recaba mayor conocimiento acerca de lo que realmente la molesta y repentinamente ya no se siente tan
agobiada.
Para sentirse mejor, las mujeres hablan de sus problemas pasados, futuros, potenciales e inclusive de
sus problemas sin solución. Cuando más hablan y analizan, mejor se sienten. Así se comportan las
mujeres. Esperar otra cosa equivale a negar el sentido de la personalidad de la mujer.
Cuando una mujer se siente abrumada encuentra alivio a través de la descripción verbal detallada de
sus diversos problemas. Gradualmente, si siente que la escuchan, su tensión desaparece. Después de
hablar de un tema, hará una pausa y pasará al siguiente. De esta manera continúa extendiéndose al
hablar de los conflictos, las preocupaciones, los desencantos y las frustraciones. Estos temas no
necesitan presentarse en orden especial y tienden a carecer de relaciones lógicas. Si siente que no es
comprendida, su percepción puede llegar a ampliarse aun más y puede sentirse perturbada por un
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mayor número de problemas.
Así como un hombre que se encuentra metido en su cueva necesita pequeños problemas para
distraerse, una mujer que no se siente escuchada necesitará, para sentir alivio, hablar acerca de otros
problemas que son menos inmediatos. Para olvidar sus propios sentimientos dolorosos puede llegar a
involucrarse emocionalmente en los problemas de los demás. Incluso, puede encontrar alivio
analizando los problemas con sus amigos, parientes y socios. Ya sea que hable de sus problemas o de
los problemas de los demás, dicha actitud constituye una reacción venusina natural y saludable frente al
estrés.
Para olvidar sus propios sentimientos dolorosos una mujer puede llegar a involucrarse
emocionalmente en los problemas de los demás.
COMO REACCIONAN LOS HOMBRES CUANDO LAS MUJERES NECESITAN HABLAR
Cuando las mujeres hablan acerca de los problemas, los hombres habitualmente sienten rechazo. Un
hombre supone que ella le esta hablando de sus problemas porque lo consideran responsable. Cuanto
más problemas haya, más censurado se siente él. No se da cuenta de que ella habla para sentirse
mejor. Un hombre no sabe que ella se sentiría satisfecha si el simplemente la escuchara.
Los marcianos hablan de los problemas solo por dos razones o bien para echarle la culpa a alguien o
bien para buscar un consejo. Si una mujer se siente realmente perturbada, un hombre supone que le
esta echando la culpa a él. Si parece menos perturbada, entonces supone que le esta pidiendo un
consejo.
Si él supone que ella le esta pidiendo un consejo, adopta entonces su papel de “arréglalo-todo” para
resolver sus problemas. Si supone que le esta echando la culpa a él, saca entonces a relucir su espada
para protegerse del ataque. En ambos casos, le resulta difícil escuchar.
Si él ofrece soluciones para los problemas de ella, ella sigue hablando acerca de más problemas.
Después de ofrecer dos o tres soluciones, él espera que ella se sienta mejor. Esto ocurre porque los
marcianos se sienten mejor con las soluciones, siempre que hayan solicitado que se les ofrezca una
solución. Cuando ella no se siente mejor, él siente que sus soluciones han sido rechazadas y no se
siente apreciado.
Por otra parte, si el se siente atacado, comienza entonces a defenderse. Piensa que si se explica, ella
dejara de echarle la culpa. Cuanto más se defiende, sin embargo, mas perturbada se siente ella. El no
se da cuenta de que ella no necesita explicaciones, sino que él comprenda sus sentimientos y la deje
hablar acerca de más problemas. Si él es razonable y escucha, unos momentos después de quejarse
de él, ella cambiara de tema y hablará también de otros problemas.
Los hombres se sienten también particularmente frustrados cuando una mujer habla de problemas
respecto de los cuales él nada puede hacer. Por ejemplo, cuando una mujer se encuentra tensa podría
quejarse de lo siguiente:
ü “No me pagan lo suficiente en el trabajo”
ü “Mi tía Louise se esta enfermando cada vez más, cada año se enferma más”
ü “Nuestra casa no es lo suficientemente grande”
ü “Esta es una estación tan seca ¿cuándo volverá a llover?”
Una mujer puede hacer cualesquiera de los comentarios arriba mencionados como una manera de
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Los marcianos se dieron cuenta de que aun cuando se sintieran atacados, culpados o criticados por
las venusinas, se trataba solo de algo temporal; pronto las venusinas se sentirían mejor, muy
agradecidas y dispuestas a aceptarlos. Al aprender a escuchar, los marcianos descubrieron hasta que
punto las venusinas se enriquecían al hablar de los problemas.
Cada marciano encontró la paz mental cuando entendió finalmente que la necesidad de una venusina
de hablar de sus problemas no era porque él le hubiese fallado de algún modo. Aprendió además
que una vez que la venusina se siente escuchada deja de extenderse sobre sus problemas y se torna
muy positiva. Con este conocimiento, un marciano era capaz de escuchar sin sentirse responsable de
resolver todos los problemas de ella.
Muchos hombres e inclusive muchas mujeres se muestran muy críticas acerca de la necesidad de
hablar sobre los problemas, porque nunca experimentaron hasta que punto resulta saludable. No vieron
como una mujer que se siente escuchada repentinamente puede cambiar, sentirse mejor y mantener
una actitud positiva. En general vieron como una mujer (probablemente su madre)que no se sentía
escuchada continuaba explayándose sobre sus problemas. Esto sucede con las mujeres cuando no se
sienten escuchadas a lo largo de un periodo prolongado. Sin embargo, el verdadero problema no es el
hecho de hablar delos problemas, sino que no se sienten amadas.
Cuando los marcianos aprendieron a escuchar, hicieron el descubrimiento más asombroso.
Comenzaron a darse cuenta de que escuchar a una venusina hablar de sus problemas podía realmente
ayudarlos a salir de sus cuevas del mismo modo en que lo hacían las noticias de la televisión o la
lectura de un diario.
Asimismo, cuando los hombres aprenden a escuchar sin sentirse culpados o responsables. El hecho
de escuchar en si se hace mucho más fácil. Cuando un hombre saca provecho de dicha actitud, se da
cuenta de que escuchar puede ser una excelente manera de olvidar los problemas del día y puede
brindar mucha satisfacción a su pareja. Pero los días en que el se siente realmente tenso, puede
necesitar estar en su cueva y salir lentamente por medio de alguno otra distracción, como las noticias o
un deporte competitivo.
LO QUE APRENDIERON LAS VENUSINAS
Las venusinas también encontraron la paz mental cuando entendieron finalmente que un marciano
en su cueva no era signo de que ya no la amaba. Aprendieron a aceptarlo mas en esos momentos
porque él estaba experimentando mucho estrés.
Las venusinas no se sentían ofendidas cuando los marcianos se distraían con facilidad. Cuando una
venusina hablaba y un marciano se distraía, ella dejaba cortésmente de hablar, permanecía allí y
esperaba que el se diera cuenta. Luego comenzaba a hablar de nuevo. Entendía que algunas veces le
resultaba difícil prestarle toda la atención. Las venusinas descubrieron que al solicitar la atención de los
marcianos en forma relajada y comprensiva estos se sentían felices de reorientar su atención.
Cuando los marcianos se mostraban totalmente preocupados en sus cuevas, las venusinas tampoco se
lo tomaban en forma personal. Aprendieron que ese no era el momento de mantener conversaciones
intimas sino de hablar sobre los problemas con sus amigas o divertirse e irse de compras. Las
venusinas descubrieron que cuando los marcianos se sentían así amados y aceptados, salían más
rápidamente de sus cuevas.
4. CÓMO ESTIMULAR AL SEXO OPUESTO
Siglos antes de que se unieran los marcianos y las venusinas, se habían sentido felices viviendo en
sus mundos separados. Luego un día, todo cambió. Los marcianos y las venusinas se sintieron
repentinamente deprimidos en sus respectivos planetas. Sin embargo, dicha depresión fue la que los
impulso finalmente a unirse.
El hecho de entender los secretos de su transformación nos ayuda hoy a reconocer de que manera se
sienten estimulados hombres y mujeres. Con este nuevo conocimiento usted estará mejor equipado
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aprender que nadie puede entrar en esa cueva, ni siquiera los mejores amigos del hombre. Así sucedía
en Marte. Las mujeres no deberían temer que haya algo realmente mal. Tienen que aprender en forma
gradual que si uno simplemente deja que los hombres se metan en sus cuevas, después de un tiempo
ellos saldrán y todo estará bien.
Esta lección es difícil para las mujeres porque en Venus una de las reglas de oro era nunca
abandonar a una amiga cuando estaba perturbada. No les parece bueno abandonar a su marciano
favorito cuando se siente perturbado. Al preocuparse por él, una mujer quiere ingresar a su cueva y
ofrecerle ayuda..
Además, ella a menudo supone de forma errónea que si pudiera hacerle muchas preguntas sobre la
manera en que se siente y ser una buena oyente, el se sentiría mejor. Esto solo perturba aun más a los
marcianos. Ella quiere apoyarlo instintivamente en la forma en que a ella le gustaría ser apoyada. Sus
intenciones son buenas, pero el resultado es contraproducente.
Tanto hombres como mujeres deben dejar de ofrecer su método preferido de demostrar preocupación
y comenzar a aprender las diferentes maneras en que piensa, siente y reacciona su pareja.
PORQUE LOS HOMBRES SE METEN EN SUS CUEVAS
Los hombres se meten en sus cuevas y se tornan silenciosos por distintas razones:
1. Necesitan pensar en un problema y encontrar una solución práctica.
2. No tienen respuesta para una pregunta o un problema. A los hombres nunca se les enseñó a
decir “Oh, no tengo una respuesta, tengo que ir a mi cueva y encontrar una”. Los hombres
suponen que cuando se tornan silenciosos están haciendo precisamente eso.
3. Están perturbados o tensos. En esos momentos necesitan estar solos para calmarse y
recobrar nuevamente el control. No quieren hacer o decir nada que puedan lamentar después.
4. Tienen que encontrarse a sí mismos. Esta cuarta razón se vuelve muy importante cuando
los hombres están enamorados. A veces comienzan a perderse y a olvidarse de sí mismos.
Pueden sentir que demasiada intimidad les quita poder. Necesitan regular sus acercamientos.
Cuando se acercan demasiado hasta el punto de perderse, suena la alarma y se ponen en
camino hacia la cueva. Como resultado se sienten rejuvenecidos y vuelven a encontrar su yo
afectuoso y poderoso.
POR QUE LAS MUJERES HABLAN
Las mujeres hablan por una variedad de motivos. A veces, por las mismas razones que los hombres
dejan de hablar. Las siguientes son cuatro de las más comunes:
1. Para transmitir o reunir información. (Esta es en general la única razón por la que un hombre
habla).
2. Para analizar y descubrir que quiere decir. (Él deja de hablar para imaginar dentro de sí que
quiere decir. Ella habla para pensar en voz alta).
3. Para sentirse mejor y más concentrada cuando esta perturbada. (Él deja de hablar cuando
se siente perturbado. En su cueva tiene oportunidad de calmarse).
4. Para crear intimidad. Al compartir sus sentimientos íntimos es capaz de conocer su
personalidad afectuosa. (Un marciano deja de hablar para volver a encontrarse. Teme que
demasiada intimidad lo aparte de sí).
Sin esta comprensión fundamental de nuestras diferencias y necesidades, resulta fácil ver por
que las parejas se pelean tanto en sus relaciones.
DEJARSE QUEMAR POR EL DRAGÓN
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momento de hablar. A veces dirá en forma casual: “Cuando desees hablar, quisiera pasar un poco de
tiempo juntos. ¿Me avisarás cuando?” De esta manera puede tantear el terreno sin ser molesta o
exigente.
COMO COMUNICAR APOYO A UN MARCIANO
Incluso cuando están fuera de sus cuevas, los marcianos quieren que los demás confíen en ellos. No
les gusta recibir un consejo o empatía no solicitados. Necesitan ponerse a prueba. Ser capaces de
realizar cosas sin ayuda de los demás constituye un motivo de orgullo. (Mientras que, para una mujer,
cuando alguien la asiste, tener una relación de comprensión resulta un motivo de orgullo para ella). Un
hombre se siente apoyado cuando una mujer se comunica de la siguiente manera: “Confío en ti para
manejar las cosas a menos que pidas ayuda directamente”.
Al principio, aprender a apoyar a los hombres de esta manera puede resultar muy difícil. Muchas
mujeres sienten que la única manera en que pueden obtener lo que quieren en una relación es criticar a
un hombre cuando este comete un error y ofrecer consejos no solicitados. Sin un modelo de madre que
sabía como recibir apoyo de un hombre, a las mujeres no se les ocurre que pueden alentar a un
hombre a dar más pidiendo apoyo directamente, sin necesidad de tener que mostrarse críticas ni de
ofrecer consejos. Además, si el se comporta desagradablemente para ella, puede decirle en forma
simple y directa que no le gusta su comportamiento sin juzgar si es equivocado o no.
COMO ACERCARSE A UN HOMBRE CON CRÍTICAS O CONSEJOS
Muchas mujeres, al no comprender hasta que punto pueden provocar el alejamiento de los hombres
mediante consejos y críticas no solicitados, se sienten impotentes para obtener lo que necesitan y
quieren de un hombre. Nancy se sentía frustrada en sus relaciones. Ella afirmaba: “Todavía no se como
acercarme a un hombre con críticas y consejos. ¿Qué pasa si sus modales en la mesa son espantosos
o si se viste realmente muy mal? ¿Qué sucede si es un buen tipo pero una ve que se comporta de tal
manera con la gente que lo hace aparecer como un idiota y eso le causa dificultades en las relaciones
con los demás? ¿Qué debería hacer yo? Cualquiera sea la manera en que se lo diga, se enoja o se
coloca a la defensiva o simplemente me ignora”.
La respuesta es que de ninguna manera tiene que ofrecer sus críticas o consejos si el no se los pide.
Por el contrario, ella debería ofrecerle una aceptación afectuosa. Eso es lo que él necesita, no
sermones. Cuando él comience apercibir su aceptación, comenzará a preguntarle que piensa. Sin
embargo, si él detecta que ella le esta exigiendo un cambio, no solicitará consejos o sugerencias. En
especial, en una relación íntima, los hombres necesitan sentirse muy seguros antes de poder abrirse y
pedir apoyo.
Además, si al confiar pacientemente ñeque su pareja crezca y cambie, una mujer no obtiene lo que
necesita y quiere, puede y debería compartir sus sentimientos y pedir (pero nuevamente sin dar
consejos ni críticas). Esto es un arte que requiere cuidado y creatividad. Los siguientes son cuatro
enfoques posibles:
1. Una mujer le puede decir a un hombre que no le gusta como se viste sin darle una
conferencia de cómo vestirse. Podría decir en forma casual mientras él se viste: “No me
gusta como te queda esa camisa. ¿Te pondrías otra esta noche?”. Si el se siente
molesto por el comentario, ella tendría que respetar entonces su sensibilidad y
disculparse. Podría decir “Lo lamento, no pretendí decirte como vestir”.
2. Si es muy quisquilloso –y algunos hombres lo son-, ella podría entonces tratar de
hablar del tema en otra ocasión. Podría decirle “¿Recuerdas esa camisa azul que te
pusiste con los pantalones verdes? No me gusto esa combinación. ¿Querrías tratar de
ponértela con los pantalones grises?”
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3. Ella podría preguntar directamente: “¿Me dejarías llevarte de compras algún día? Me
encantaría elegir para ti alguna ropa”. Si él dice que no, ella puede entonces sentirse
segura de que el ya no quiere recibir sus sugerencias. Si él dice que si, no le ofrezca
demasiados consejos. Recuerde su sensibilidad.
4. Ella podría decir: “Hay algo de lo que quisiera hablar pero no se como decirlo.
(Pausa) No quiero ofenderte, pero quiero realmente decírtelo. ¿Querrías escuchar y
luego sugerirme como decirlo mejor?”. Esto hace que el se prepare para recibir el
choque y luego descubra contento que no era tan importante.
Analicemos otro ejemplo. Si a ella no le gustan sus modales en la mesa y están solos, ella podría decir
(sin mirada de desaprobación): “¿Querrías usar tus cubiertos?” O “¿Querrías beber de tu vaso?” Sin
embargo, en caso de estar con otras personas, es mejor no decir nada y ni siquiera fijarse en ello. Otro
día podría decir: “¿Querrías usar los cubiertos cuando comes frente a los niños?” O bien: “Odio cuando
comes con los dedos. Me pongo muy quisquillosa respecto de esas pequeñas cosas. Cuando comas
conmigo ¿querrías usar los cubiertos?”
Si su comportamiento la hace sentir incómoda, espere a que no haya nadie alrededor y luego comparta
sus sentimientos. No le diga “como comportarse” o que esta equivocado; por el contrario, comparta
sentimientos francos en forma sintética y afectuosa. Podría decir: “La otra noche, en la fiesta, no me
gustó cuando hablabas tan fuerte. Cuando estoy cerca, ¿Podrías tratar de hablar más bajo?”. Si el se
enoja y el comentario no le cae bien, pida simplemente disculpas por las críticas.
Este arte de ofrecer respuestas negativas y pedir apoyo se analiza a fondo en los capítulos 9 y 12.
además, los mejores momentos para mantener este tipo de conversaciones se estudian en el capítulo
siguiente.
CUANDO UN HOMBRE NO NECESITA AYUDA
Un hombre suele sentirse agobiado cuando una mujer trata de alentarlo o ayudarlo a resolver un
problema. Se siente como si ella no lo creyera capaz de manejar sus propios problemas. Puede
sentirse controlado, como si ella lo tratara como a un niño, o sentir que ella quiere cambiarlo.
Esto no significa que un hombre no necesite un amor reconfortante. Las mujeres tienen que entender
que lo alientan cuando se abstienen de ofrecer consejos no solicitados para resolver los problemas. Él
necesita un apoyo afectuoso pero en una forma distinta de la que ella piensa. Al tratar de no corregir o
de no mejorar a un hombre, la mujer lo esta alentando. Dar consejos puede resultar estimulante solo si
él lo pide directamente.
Un hombre busca consejo o ayuda solo cuando ya ha hecho lo que puede hacer solo. Si recibe
demasiada asistencia o demasiado pronto, perderá su sentido de poder y fuerza. Se torna perezoso o
inseguro. Los hombres apoyan en forma instintiva a otro hombre ofreciendo consejos o ayuda solo si
este ultimo lo pide específicamente.
Al enfrentar los problemas, un hombre sabe que primero debe avanzar cierta distancia solo, y luego, si
necesita ayuda puede pedirla sin perder su fuerza, poder y dignidad. El hecho de ofrecer ayuda a un
hombre en el momento equivocado podría muy bien ser tomado como un insulto.
Cuando un hombre esta cortando el pavo del día de Acción de Gracias y su pareja insiste en dar
consejos sobre como y donde cortar, él siente su desconfianza. La rechaza y se decide a hacerlo a su
manera. Por otra parte, si un hombre le ofrece ayuda a ella para cortar el pavo, esta se siente amada y
cuidada.
Cuando una mujer sugiere que su marido siga el consejo de un experto, él puede sentirse ofendido.
Recuerdo el caso de una mujer que me preguntaba porque su marido se enojaba tanto con ella. Me
explicó que antes de tener relaciones sexuales le había preguntado a su marido si había revisado sus
apuntes sobre una conferencia grabada por mí acerca de los secretos de tener una buena relación
sexual. No se había dado cuenta de que era un insulto para él. Aunque él había apreciado las
grabaciones, no quería que ella le dijera que hacer recordándole seguir mi consejo. ¡Quería que ella
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Gracias a que Bonnie y yo hemos aprendido a comunicarnos de modo de respetarnos las diferencias y
comprender las necesidades de cada uno, nuestro matrimonio se hizo mucho más fácil. He sido testigo
de esta misma transformación en miles de individuos y parejas.
Las relaciones se enriquecen cuando la comunicación refleja una pronta aceptación y respeto de las
diferencias innatas de la gente.
Cuando surgen las malas interpretaciones, recuerde que hablamos idiomas diferentes; tómese el
tiempo necesario para traducir lo que su pareja realmente pretende o quiere decir. Esto sin duda exige
practica, pero vale la pena.
6. LOS HOMBRES SON COMO BANDAS ELÁSTICAS
Los hombres son como bandas elásticas. Cuando se apartan pueden estirarse hasta un punto y luego
saltar hacia atrás. Una banda elástica constituye una metáfora perfecta para comprender el ciclo de la
intimidad masculina. Dicho ciclo constituye el acercamiento, el alejamiento y luego un nuevo
acercamiento.
A la mayoría de las mujeres les sorprende darse cuenta de que, incluso cuando un hombre ama a una
mujer, periódicamente necesita retirarse antes de poder acercarse más. Los hombres sienten en forma
instintiva esa urgencia de retirarse. No es una decisión o una elección. Simplemente sucede. No es
culpa de él ni de ella. Es un ciclo natural.
Cuando un hombre ama a una mujer, periódicamente necesita retirarse antes de poder
acercarse a ella.
Las mujeres malinterpretan el alejamiento del hombre porque en general, una mujer se retira por
diferentes razones. Ella se retira cuando no confía en que él entienda sus sentimientos, cuando ha sido
lastimada y siente temor de serlo nuevamente o cuando él ha hecho algo mal y la ha decepcionado.
No hay duda de que el hombre puede retirarse por las mismas razones, pero también se retira aun
cuando ella no haya hecho nada equivocado. Puede amarla y confiar en ella y luego de repente
comienza a retirarse. Como una banda elástica estirada, se apartará y luego regresará solo.
Un hombre se retira a fin de satisfacer su necesidad de independencia y autonomía. Cuando se ha
retirado completamente, saltará entonces de inmediato hacia atrás. Cuando se apartó totalmente,
comenzará a sentir la necesidad de amor e intimidad. Automáticamente se sentirá más estimulado a dar
su amor y a recibir el amor que necesita. Cuando un hombre salta hacia atrás, retoma la relación en el
grado de intimidad en el que se encontraba antes de haberse retirado. No siente ninguna necesidad de
un período de reacomodación.
LO QUE TODA MUJER DEBERÍA SABER ACERCA DE LOS HOMBRES
Si se lo entiende, dicho ciclo masculino de intimidad enriquece una relación, pero si no se lo entiende
correctamente, crea problemas innecesarios. Analicemos un ejemplo:
Maggie estaba angustiada, ansiosa y confundida. Ella y su novio, Jeff, se habían estado viendo durante
seis meses. Todo había sido muy romántico. Luego, sin ninguna razón aparente, él comenzó a
distanciarse emocionalmente. Maggie no podía entender porque se había retirado en forma tan
repentina. Ella me dijo: “Un minuto se mostraba muy atento y al minuto siguiente ni siquiera quería
hablar conmigo. Hice todo lo posible para que regresara, pero eso empeoraba las cosas. Parecía tan
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distante. No sé en que me equivoqué. ¿Soy tan espantosa?”.
Cuando Jeff se distanció, Maggie se lo tomó en forma personal. Se trata de una reacción común. Pensó
haber hecho algo malo y se culpó a sí misma. Quería hacer las cosas bien de nuevo, pero cuanto más
trataba de acercarse a Jeff, más se alejaba este.
Después de haber asistido a mi seminario, Maggie se sintió muy aliviada. Su ansiedad y confusión
desaparecieron de inmediato. Más que nada, dejó de culparse. Tomó conciencia de que cuando Jeff se
retiraba no era culpa de ella. Además aprendió por qué él se distanciaba y cómo enfrentar la situación.
Meses más tarde, en el curso de otro seminario, Jeff me agradeció por lo que había hecho aprender a
Maggie. Me contó que ahora estaban comprometidos para casarse. Maggie había descubierto un
secreto acerca de los hombres que pocas mujeres conocían.
Maggie se había dado cuenta de que cuando trataba de acercarse cuando Jeff trataba de retirarse, ella
en realidad le impedía estirarse hasta donde podía para luego saltar hacia atrás. Al correr detrás de él,
ella no le permitía sentir que la necesitaba y que quería estar con ella. Se dio cuenta de que había
hecho lo mismo con todas sus relaciones. En forma inadvertida había obstruido un ciclo importante. Al
tratar de mantener un grado de intimidad lo había impedido.
CÓMO UN HOMBRE SE TRANSFORMA REPENTINAMENTE
Si un hombre no tiene la oportunidad de distanciarse, jamás tiene la oportunidad de sentir un fuerte
deseo de acercarse. Resulta fundamental que las mujeres entiendan que si insisten en una intimidad
continua o en correr tras su compañero masculino cuando este se retira, él tratará entonces de escapar
y tomar distancia; nunca tendrá oportunidad de sentir apasionado anhelo de amor.
En mis seminarios demuestro esto con una gran banda elástica. Imagine que esta sosteniendo una
banda elástica. Ahora comienza a estirar su banda elástica tirando hacia la derecha. Esa banda elástica
particular puede estirarse hasta doce pulgadas. Cuando la banda elástica se encuentra estirada esas
doce pulgadas solo puede volver hacia atrás. Y cuando vuelve tiene mucho poder y mucha energía.
Del mismo modo, cuando un hombre se ha apartado hasta su distancia máxima, regresaría con mucho
poder y energía. Una vez alcanzado su límite, comienza a experimentar una transformación. Toda su
actitud comienza a variar. Ese hombre a quien su pareja parecía no importarle (mientras se estaba
alejando) repentinamente siente que no puede vivir sin ella. Experimenta ahora otra vez su necesidad
de intimidad. Recobra su fuerza porque su deseo de amar y ser amado han sido despertados
nuevamente.
En general, esto confunde a las mujeres porque, según sus experiencias, cuando ellas se retiran,
recobrar la intimidad requiere un período de reacomodamiento. Si ellas no entienden que los hombres
son distintos en este sentido, pueden llegar a sentir desconfianza hacia su deseo repentino de intimidad
y rechazarlos.
Los hombres también tienen que comprender esta diferencia. Cuando un hombre salta hacia atrás,
antes de que una mujer pueda abrirse nuevamente, por lo general necesita tiempo y conversación para
reconectarse. Esta transición puede resultar muy agradable si un hombre entiende que una mujer
puede llegar a necesitar más tiempo para recobrar el mismo nivel de intimidad, en especial si ella se
sintió herida cuando él se distanció. Sin esta comprensión de las diferencias, un hombre puede tornarse
impaciente porque esta repentinamente dispuesto a retomar el nivel de intimidad en el punto de
intensidad en el que estaba cuando se retiró mientras que ella, en cambio, no lo esta.
POR QUÉ SE DISTANCIAN LOS HOMBRES
Los hombres comienzan a sentir su necesidad de autonomía e independencia después de haber
satisfecho su necesidad de intimidad. Automáticamente, cuando comienza a retirarse, ella comienza a
sentir pánico. Ella no se da cuenta de que cuando él se retira y satisface su necesidad de autonomía,
repentinamente querrá recobrar la intimidad. Un hombre alterna automáticamente entre la necesidad de
intimidad y autonomía.
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Escucho en general la queja: “Cada vez que quiero hablar, él se aleja. Siento como si yo no le
importara”. Ella concluye erróneamente que él nunca quiere hablar con ella.
Esta analogía de la banda elástica explica por qué a un hombre le puede importar mucho su pareja pero
repentinamente se aleja. Cuando se retira no es porque no quiere hablar. Por el contrario, necesita
pasar cierto tiempo a solas; tiempo para ser el mismo cuando no es responsable de ninguna otra
persona. Es tiempo de cuidarse a sí mismo. Cuando regresa, esta entonces en condiciones de hablar.
En cierta medida, un hombre se pierde a sí mismo al conectarse con su pareja. Al sentir las
necesidades, los problemas, los deseos y las emociones de ella puede llegar a perder contacto con su
propio sentido de la personalidad. El alejamiento le permite restablecer sus límites personales y
satisfacer su necesidad de sentirse autónomo.
En cierta medida un hombre se pierde a sí mismo al conectarse con su pareja.
Algunos hombres, sin embargo, pueden describir este alejamiento en forma distinta. Para ellos solo se
trata de un sentimiento de “Necesito un poco de paz” o “Necesito estar solo”. Sin considerar como se
describe dicho sentimiento, cuando un hombre se retira esta satisfaciendo una necesidad válida de
ocuparse de sí mismo por un tiempo.
Así como no decidimos tener hambre, un hombre no decide retirarse. Se trata de un impulso instintivo.
Puede acercarse hasta cierto punto y luego comienza a perderse. En ese momento comienza a sentir
su necesidad de autonomía y se distancia. Al comprender este proceso, las mujeres pueden interpretar
correctamente dicho alejamiento.
POR QUÉ LOS HOMBRES SE RETIRAN CUANDO LAS MUJERES SE ACERCAN
Para muchas mujeres, un hombre tiende a retirarse precisamente cuando ella quiere hablar o intimar.
Esto sucede por dos razones:
1. Una mujer sentirá en forma inconsciente cuando un hombre se esta retirando y justo en esos
momentos ella tratará de restablecer su conexión íntima y dirá: “Hablemos”. Cuando él sigue
alejándose, ella concluye erróneamente que no quiere hablar y que ella ya no le importa.
2. Cuando una mujer se abre y comparte los sentimientos más profundos e íntimos puede
hacer que un hombre sienta la necesidad de retirarse. Un hombre solo puede manejar tanta
intimidad antes de que suene su alarma diciendo que es tiempo de encontrar cierto equilibrio
mediante el alejamiento. En los momentos más íntimos, un hombre puede cambiar en forma
repentina y automática, sentir su necesidad de autonomía y alejarse.
Para una mujer resulta muy confuso que un hombre se aleje por algo que ella ha dicho o hecho. En
general, cuando una mujer comienza a hablar de cosas con sentimiento, un hombre comienza a sentir
el impulso de alejarse. Ello ocurre porque los sentimientos hacen que los hombres se acerquen y creen
intimidad; y cuando un hombre se acerca demasiado, automáticamente se retira.
No es que no quiera escuchar cuales son los sentimientos de ella. En otro momento de su ciclo de
intimidad, cuando siente la necesidad de acercarse, los mismos sentimientos que pudieron haber
provocado su partida lo harán acercarse. No son las cosas que ella dice lo que provoca su alejamiento
sino el momento en que las dice.
CUÁNDO HABLAR CON UN HOMBRE
Cuando un hombre se esta alejando no es el momento de hablar o de tratar de acercarse. Déjelo
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retirarse. Después de cierto tiempo, regresará. Se mostrará afectuoso y actuará como si nada hubiese
ocurrido. Ese es el momento de hablar.
En esos tiempos dorados, cuando un hombre quiere intimidad y esta realmente dispuesto a hablar, las
mujeres generalmente no inician conversaciones. Esto ocurre por las siguientes tres razones comunes:
1. Una mujer teme hablar porque la última vez que quiso hacerlo él se alejó. Ella supone
erróneamente que a él no le importa y que no quiere escuchar.
2. Una mujer teme que el hombre este enojado con ella y espera que él inicie una conversación
acerca de sus sentimientos. Sabe que si ella se aleja repentinamente de él, antes de volver a
ponerse en contacto necesitaría hablar acerca de lo ocurrido. Espera que él inicie la
conversación sobre lo que lo perturbó. Sin embargo, él no necesita hablar acerca de sus
sentimientos de perturbación porque no se siente perturbado.
3. Una mujer tiene tanto que decir, que no quiere ser grosera y hablar demasiado. Para ser
cortés, en lugar de hablar acerca de sus propios pensamientos y sentimientos comete el error
de hacerle preguntas acerca de los sentimientos y pensamientos de él. Cuando éste no tiene
nada que decir, ella concluye que él no quiere conversar con ella.
Con todas estas creencias incorrectas sobre el hecho de que un hombre no habla, no sorprende que las
mujeres se sientan frustradas con los hombres.
CÓMO HACER QUE UN HOMBRE HABLE
Cuando una mujer quiere hablar o siente la necesidad de acercarse, tendría que iniciar la conversación
sin esperar que el hombre lo haga. Para iniciar una conversación ella necesita ser la primera en
comenzar a compartir aun cuando su pareja tenga poco que decir. A medida que ella sienta aprecio
porque él la escucha, él gradualmente tendrá más cosas que decirle.
Un hombre puede mostrarse muy abierto para mantener una conversación con una mujer, pero al
principio podría no tener nada que decir. Lo que las mujeres no saben es que los marcianos necesitan
tener una razón para hablar. No hablan simplemente por el hecho de querer compartir algo. Pero
cuando una mujer habla durante un rato, un hombre comenzará a abrirse y a comentar la manera en
que se relaciona on lo que ella transmitió.
Por ejemplo, si ella habla de alguna de sus dificultades durante el día, él podría compartir alguna de las
dificultades de su propio día de manera de entenderse entre sí. Si ella habla de sus sentimientos sobre
los niños, él podría entonces hablar acerca de los suyos. A medida que ella se abre y no se siente
culpada o presionada, él gradualmente comienza a abrirse.
CÓMO LAS MUJERES PRESIONAN A LOS HOMBRES PARA QUE HABLEN
Una mujer que comparte sus pensamientos naturalmente estimula a un hombre a hablar. Pero si él
siente la exigencia de hablar, su mente se pone en blanco. No tiene nada que decir. Aun cuando ella
tenga algo para decir, se resistirá a hacerlo porque siente que ella se lo exige.
A un hombre le resulta duro que una mujer le exija hablar. En forma inadvertida, al interrogarlo ella
provoca su rechazo. En especial cuando él no siente la necesidad de hablar. Una mujer supone
erróneamente que un hombre “necesita hablar” y por lo tanto “debería” hacerlo. Ella olvida que él es de
Marte y que no siente tanto la necesidad de hablar.
Ella siente incluso que si él no habla, eso significa que no la ama. Rechazar a un hombre por no hablar
es asegurar que él no tiene nada que decir. Un hombre necesita sentirse aceptado tal como es y luego
comenzará gradualmente a abrirse. No se siente aceptado cuando ella quiere que hable más o se
siente resentida porque él se aleja.
Un hombre necesita retirarse mucho antes de aprender a compartir y abrirse necesitará primero
escuchar mucho. Necesita ser apreciado por el hecho de escuchar, y luego gradualmente comenzará a
hablar más.
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CÓMO INICIAR UNA CONVERSACIÓN CON UN HOMBRE
Cuanto más trate una mujer de hacer hablar a un hombre más se resistirá este. Tratar directamente de
hacerlo no constituye el mejor enfoque, en especial si él se esta alejando. En lugar de preguntarse
como hacer para obligarlo a hablar, podría decirse: “¿Cómo alcanzar una mayor intimidad,
conversación y comunicación con mi pareja?”
Si una mujer siente la necesidad de hablar más en la relación –y ello ocurre con la mayoría de las
mujeres-, puede iniciar entonces una conversación con mayor frecuencia pero con el conocimiento
maduro que la haga no solo aceptar sino esperar el hecho de que a veces él estará bien dispuesto y
otras se alejará en forma instintiva.
Cuando él se encuentra bien dispuesto, en lugar de hacerle veinte preguntas o de exigirle que hable,
ella podría comunicarle que lo aprecia incluso cuando él se limita a escuchar. Al principio deberá incluso
desalentarlo a hablar.
Por ejemplo, Maggie podría decir: “Jeff, ¿Me escucharías por un momento? He tenido un mal día y
quiero hablar sobre ello. Me haría sentir mucho mejor”. Después de hablar durante un par de minutos,
podría hacer una pausa y decir: “Realmente aprecio mucho cuando escuchas cuales son mis
sentimientos, significa mucho para mí”. Este comentario alienta a un hombre a escuchar más.
Sin aprecio y aliento, un hombre puede llegar a perder interés porque siente que escuchar no sirve para
nada. No se da cuenta de lo valioso que es para ella que él la escuche. Sin embargo, la mayoría de las
mujeres instintivamente saben lo importante que es escuchar. Esperar que un hombre sepa esto sin
cierto entrenamiento equivale a esperar que él sea como una mujer. Afortunadamente, después de
recibir el aprecio de una mujer por escuchar, una hombre aprende efectivamente a respetar el valor de
hablar.
CUANDO UN HOMBRE NO HABLA
Sandra y Larry estaban casados desde hacía veinte años. Sandra quería el divorcio y Larry quería que
las cosas funcionaran. Ella dijo: “¿Cómo puede decir que quiere seguir casado? No me ama. No siente
nada. Se aleja cuando necesito que hable. Es frío y no tiene corazón. Durante veinte años ha ocultado
sus sentimientos. No quiero perdonarlo. No me interesa seguir casada. Estoy demasiado cansada de
tratar de que se abra y comparta sus sentimientos y se muestre vulnerable”.
Sandra no sabía hasta que punto ella había contribuido a la creación de sus problemas. Creía que todo
era culpa de su marido. Pensó que había hecho todo para alentar la intimidad, la conversación y la
comunicación, y él se había resistido a ello durante veinte años.
Después de escuchar hablar sobre los hombres y las bandas elásticas en el seminario, estalló en
lágrimas de perdón para su marido. Se dio cuanta de que el problema de él era un problema de ellos.
Reconoció como había contribuido a la creación de su problema. Afirmo: “Recuerdo que en nuestro
primer año de matrimonio, yo me abría, hablaba de mis sentimientos y él simplemente se alejaba.
Pensé que no me amaba. Después de que esto ocurrió varias veces, desistí. No quería ser herida
nuevamente. No sabía que en otro momento él estaría en condiciones de escuchar mis sentimientos.
No le di la oportunidad. Dejé de ser vulnerable. Quería que él se abriera antes que yo”.
CONVERSACIONES UNILATERALES
Las conversaciones de Sandra eran en general unilaterales. Ella trataba de hacerlo hablar primero
haciéndole una serie de preguntas. Luego, antes de compartir lo que quería expresar, ella se enojaba
por sus respuestas breves. Cuando finalmente compartía sus sentimientos, estos eran siempre los
mismos. Ella se enojaba porque él no se mostraba abierto, afectuoso y deseoso de compartir sus
sentimientos.
El siguiente es un ejemplo de lo que podría ser una conversación unilateral:
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Sandra: ¿Cómo te fue hoy?
Larry: Bien.
Sandra: ¿Qué ocurrió?
Larry: Lo habitual.
Sandra: ¿Qué tienes ganas de hacer este fin de semana?
Larry: Me da lo mismo. ¿Qué quieres hacer?
Sandra: ¿Quieres invitar a nuestros amigos?
Larry: No lo sé... ¿Sabes donde esta el programa de la televisión?
Sandra: (enojada) ¿Por qué no me hablas?
Larry: (asombrado y en silencio)
Sandra: ¿Me amas?
Larry: Por supuesto que te amo. Me casé contigo.
Sandra: ¿Cómo que me amas? Ya no hablamos. ¿Cómo puedes quedarte sentado allí y no decir nada?
¿No te importo?
En ese momento, Larry tal vez se levante y salga a caminar un rato. A su regreso actuará como si nada
hubiese pasado. Sandra también actuará como si todo estuviera bien, pero interiormente replegará su
amor y calidez. En la superficie tratará de mostrarse afectuosa, pero en su interior crecerá el
resentimiento. De vez en cuando explotará y comenzará otro interrogatorio unilateral sobre los
sentimientos de su marido. Después de veinte años de reunir pruebas de que no la amaba, ella ya no
quería vivir privada de intimidad.
APRENDER A APOYARSE MUTUAMENTE SIN TENER QUE CAMBIAR
En el seminario Sandra afirmó: “Pasé veinte años tratando de que Larry hablara. Quería que se abriera
y fuera vulnerable. No me di cuenta de que lo que me estaba perdiendo era un hombre que me ayudara
a ser abierta y vulnerable. Eso era lo que realmente necesitaba. Compartí más sentimientos íntimos con
mi marido durante este fin de semana que en veinte años. Me sentí amada. Eso es lo que me estuve
perdiendo. Pensé que él tenía que cambiar. Ahora sé que no hay nada de malo en él o en mi.
Simplemente no sabíamos como apoyarnos mutuamente”.
Sandra se había lamentado siempre de que Larry no hablaba. Se había convencido de que su silencio
tornaba imposible toda intimidad. En el seminario aprendió a compartir sus sentimientos sin esperar o
exigir que Larry hiciera lo mismo con ella. En lugar de rechazar su silencio, aprendió a apreciarlo. Esto
convirtió a su marido en un mejor oyente.
Larry aprendió el arte de escuchar. Practicó el arte de escuchar sin tratar de arreglar nada. Es mucho
más efectivo enseñarle a un hombre a escuchar que a abrirse y ser vulnerable. Cuando aprende a
escuchar a alguien, se interesa por dicha persona y recibe aprecio como respuesta; luego, se abrirá
gradualmente y compartirá sus sentimientos en forma automática. Cuando un hombre se siente
apreciado por el hecho de escuchar y no se siente rechazado por no compartir más, comenzará
gradualmente a abrirse. Cuando siente que no tiene por que hablar más, entonces lo hará en forma
natural. Pero primero necesita sentirse aceptado. ¡Si ella se sigue sintiendo frustrada por su silencio,
esta olvidando que los hombres son de Marte!
CUANDO UN HOMBRE NO SE DISTANCIA
Lisa y Jim estuvieron casados durante dos años. Hacían todo juntos. No se separaban nunca. Después
de un tiempo, Jim se tornó cada vez más irritable, pasivo, malhumorado y temperamental. En una
sesión privada, Lisa me dijo: “Ya no es divertido estar con él. Intenté todo para levantarle el ánimo, pero
no funcionó. Yo quería que hiciéramos cosas divertidas juntos, como ir a restaurantes, de compras,
viaje, ir al teatro, a fiestas, a bailar, pero él no quería. Ya no hacemos nada. Solo miramos televisión,
comemos, dormimos y trabajamos. Trato de amarlo, pero estoy enojada. Antes era tan encantador y tan
romántico. Vivir con él ahora es vivir con un haragán. No sé que hacer. ¡Simplemente no se mueve!”.
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Después de haber tomado conocimiento del ciclo de la intimidad masculina y de la teoría de la banda
elástica, Lisa y Jim se dieron cuenta de lo que ocurría. Pasaban demasiado tiempo juntos. Jim y Lisa
necesitaban pasar más tiempo separados. Cuando un hombre se acerca demasiado y no se distancia,
los síntomas comunes son un creciente malhumor, irritabilidad, pasividad y una posición defensiva. Jim
no había aprendido a retirarse. Se sentía culpable de pasar tiempo solo. Pensaba que tenía que
compartir todo con su esposa.
Lisa también pensaba que se suponía que tenían que hacer todo juntos. Cuando Lisa solicitó mi
asesoramiento le pregunté porque pasaba tanto tiempo con Jim.
Ella respondió: “Tenía miedo de que se enojara si hacía algo divertido sin él. Una vez me fui de
compras y se enojó mucho conmigo”.
Jim afirmó: “Recuerdo mucho ese día. Pero no estaba enojado contigo. Estaba molesto por perder algo
de dinero en un negocio. En realidad, recuerdo ese día porque observé que bien me sentía al tener toda
la casa para mí. No me atreví a decirte eso porque pensé que heriría tus sentimientos”.
Lisa dijo: “Pensé que no querías que saliera sin ti. Parecías tan distante”.
HACERSE MÁS INDEPENDIENTE
Con este nuevo conocimiento, Lisa tuvo permiso para no preocuparse mucho por Jim. Éste, al retirarse,
la ayudó en realidad a que se hiciera más autónoma e independiente. Ella comenzó a cuidarse más.
Cuando comenzó a hacer las cosas que quería hacer y a recibir más apoyo de sus amigos, se sintió
mucho más feliz.
Liberó su resentimiento hacia Jim. Se dio cuenta de que había estado esperando demasiado de él. Al
escuchar la teoría de la banda elástica, ella se dio cuenta de cómo contribuía al problema de los dos.
Tomó conciencia de que él necesitaba más tiempo para estar solo. Sus sacrificios afectuosos no solo
impedían que su marido pudiera retirarse y luego regresar sino que su actitud dependiente también lo
estaba agobiando.
Lisa empezó a hacer cosas divertidas sin él, algunas que siempre había deseado hacer. Una noche
salió a comer con algunas amigas. Otra noche fue a ver una obra de teatro. Otra noche fue a una fiesta
de cumpleaños.
SIMPLES MILAGROS
Lo que más la sorprendió fue la rapidez con que cambió su relación. Jim le prestó más atención y se
interesó mucho más en ella. En un par de semanas, Jim comenzó a recobrar su antigua personalidad.
Quería hacer cosas divertidas con ella y comenzó a planear salidas. Había recuperado su impulso.
En las sesiones de asesoramiento él dijo: “Me siento tan aliviado. Me siento amado... Cuando Lisa
viene a casa se siente felíz al verme. Me siento tan bien de extrañarla cuando se va. Me siento bien de
volver a sentir. Casi me había olvidado de cómo era. Antes parecía que todo lo que yo hacía estaba
mal. Lisa estaba siempre tratando de que yo hiciera cosas, me decía que tenía que hacer y me hacía
preguntas”.
Lisa afirmó: “Me di cuenta de que le estaba echando la culpa de mi desdicha. Cuando me
responsabilicé de ella, vi que Jim mostraba más energía y más vida. Es un milagro”.
LA OBSTRUCCIÓN DEL CICLO DE INTIMIDAD
Hay dos maneras en que una mujer puede obstruir inadvertidamente el ciclo natural de la intimidad de
su pareja. En primer lugar, perseguirlo cuando él se distancia y en segundo lugar, castigarlo por el
hecho de distanciarse.
La siguiente es una lista de las maneras más comunes en que una mujer persigue a un hombre y le
impide retirarse:
COMPORTAMIENTOS DE PERSECUCIÓN
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1. Físicos
Cuando él se retira, ella lo persigue físicamente. Si él se dirige a otra habitación ella lo
sigue. O, como en el ejemplo de Lisa y Jim, no hace las cosas que quiere hacer por estar
con su pareja.
2. Emocionales
Cuando él se retira, ella lo sigue emocionalmente. Se preocupa por él. Quiere ayudarlo a
sentirse mejor. Siente pena por él. Lo agobia con atenciones y elogios. Otro medio que
puede utilizar para impedir emocionalmente que se retire es manifestar su desaprobación
respecto de la necesidad de su marido de estar solo. A través de la desaprobación de ella
también lo esta reteniendo emocionalmente.
Otro enfoque es mostrarse anhelante o herida cuando él se retira. De esta manera ella
implora por su intimidad y él se siente controlado.
3. Mentales
Ella puede retenerlo mentalmente haciéndole preguntas cargadas de reproche tales como:
“¿Cómo puedes tratarme de ese modo?” O “¿Qué te pasa?” O “¿No te das cuenta de
cuanto me lastimas cuando te alejas?”
Otra manera de retenerlo es tratar de complacerlo. Ella se convierte en una persona
excesivamente complaciente. Trata de ser perfecta para que él nunca tenga motivos para
retirarse. Ella abandona su sentido de la personalidad y trata de convertirse en lo que cree
que él quiere.
Tiene miedo de mover las aguas por temor a que él se aleje, de manera que reprime sus
verdaderos sentimientos y evita hacer algo que pudiera perturbarlo.
Otra manera importante en que la mujer inadvertidamente interrumpe el ciclo de intimidad
de un hombre es castigarlo por retirarse. La siguiente es una lista de las maneras más
comunes en que una mujer castiga a un hombre y le impide regresar y abrirse:
COMPORTAMIENTOS DE CASTIGO
1. Físicos
Cuando él comienza a desearla nuevamente, ella lo rechaza. Aparta su cariño físico.
Puede rechazarlo sexualmente. No le permitiría tocarla o estar cerca. Puede pegarle o
romper cosas para mostrarle su desagrado. Cuando un hombre es castigado por retirarse,
puede llegar a sentir miedo de hacerlo de nuevo. Este miedo puede impedirle alejarse en el
futuro. Su ciclo natural queda entonces congelado. También puede hacerlo enojar e
impedirle sentir su deseo de intimidad. Puede no regresar cuando se ha alejado.
2. Emocionales
Cuando él regresa, ella se siente desdichada y le echa la culpa a él. No le perdona haberla
descuidado. No hay nada que él pueda hacer para complacerla o hacerla felíz. Él se siente
incapaz de satisfacerla y abandona todo.
Cuando él regresa, ella expresa su desaprobación con palabras, con el tono de la voz y
mirando a su pareja con aire de sentirse herida.
3. Mentales
Cuando él regresa, ella se niega a abrirse y a compartir sus sentimientos. Se torna fría y
siente resentimiento hacia él por no abrirse y no hablar.
Ya no confía en que él realmente se preocupe y lo castiga dándole la oportunidad de
escuchar y ser el buen tipo. Cuando él regresa felizmente a ella, cae en desgracia.
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Cuando un hombre se siente castigado por haberse retirado, puede llegar a temer perder el amor de su
pareja si se aleja. Comienza a sentirse indigno de su amor si le aleja. Puede llegar a tener miedo de
volver a conquistar su amor porque se siente indigno; supone que será rechazado. Este temor al
rechazo le impide regresar de su viaje a la cueva.
COMO EL PASADO DE UN HOMBRE PUEDE AFECTAR SU CICLO DE INTIMIDAD
Este ciclo natural de un hombre puede verse obstaculizado desde su infancia misma. Puede sentir
temor a retirarse porque fue testigo de la desaprobación de su madre respecto del distanciamiento
emocional de su padre. Ese hombre puede incluso ignorar que necesita retirarse. Puede crear,
inconscientemente, argumentos para justificar el alejamiento.
Este tipo de hombres naturalmente desarrolla más su lado femenino, pero a costa de suprimir parte de
su poder masculino. Es un hombre sensible. Trata de complacer y de ser afectuoso pero pierde su
personalidad masculina en el proceso. Se siente culpable de retirarse. Sin saber lo que ha ocurrido,
pierde su deseo, su poder y su pasión; se torna pasivo y excesivamente dependiente.
Puede sentir miedo de estar solo o de meterse en su cueva. Puede pensar que no le gusta estar solo
porque en su interior teme perder amor. Ya experimentó en su niñez el rechazo de su madre hacia su
padre o directamente hacia él.
Mientras otros hombres no saben como retirarse, otros no saben como acercarse. El machista no tiene
problemas en alejarse. Simplemente no puede regresar y abrirse. En su interior puede sentir miedo de
ser indigno de amor. Teme estar cerca y mostrarse interesado. No tiene idea de lo bienvenido que sería
si se acercara un poco más. Tanto el hombre sensible como el machista no logran percibir una situación
positiva o experimentar su ciclo natural de intimidad.
El hecho de comprender este ciclo masculino de la intimidad resulta tan importante para los hombres
como para las mujeres. Algunos hombres se sienten culpables por necesitar pasar cierto tiempo en sus
cuevas o pueden sentirse confundidos cuando comienzan a retirarse y luego más tarde regresan. El
hecho de comprender estos secretos acerca de los hombres constituye un gran alivio tanto para
hombres como para mujeres.
HOMBRES Y MUJERES SENSATOS
Los hombres en general no toman conciencia de la manera en que su alejamiento repentino y su
posterior regreso afecta a las mujeres. Con este nuevo conocimiento acerca de cómo se ven afectadas
las mujeres por su ciclo de intimidad, un hombre puede reconocer la importancia de escuchar con
sinceridad a una mujer. Comprende y respeta la necesidad de su pareja de comprobar su interés por
ella. Cuando no siente la necesidad de retirarse, el hombre sensato se da tiempo para iniciar una
conversación y preguntarle a su pareja como se siente.
Crece para comprender sus propios ciclos y cuando se retira le asegura a su pareja que regresará.
Podría decir: “Necesito algo de tiempo para estar solo y luego pasaremos un tiempo especial juntos sin
distracciones”. O bien, si comienza a retirarse mientras ella esta hablando, podría decir: “Necesito un
poco de tiempo para pensar en esto. Retomemos más tarde esta conversación”.
El hombre crece para comprender sus propios ciclos y cuando se retira le asegura a su
pareja que regresará.
Cuando regresa para hablar, ella podría ponerlo aprueba para comprender porque se fue. Si él no esta
seguro, algo que sucede muchas veces, él podría decir:
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“No estoy seguro. Solo necesitaba un poco de tiempo para mí. Pero sigamos nuestra conversación”.
Él toma mayor conciencia de que ella necesita ser escuchada y de que él tiene que escuchar más
cuando se esta retirando. Además, sabe que escuchar lo ayuda a tomar conciencia de lo que quiere
compartir en una conversación.
Para iniciar una conversación, la mujer sensata aprende a no exigirle hablar al hombre pero le pide que
realmente la escuche. Dado que su énfasis se ha modificado, desaparece la presión sobre él. Ella
aprende a abrirse y a compartir sus sentimientos sin exigir que él haga lo mismo.
Ella confía en que él se abrirá más cuando se sienta aceptado y escuche sus sentimientos. Ella no lo
castiga ni lo persigue. Comprende que a veces sus sentimientos íntimos provocan la necesidad de su
pareja de retirarse mientras que otras veces (cuando él esta regresando) él si puede mostrarse capaz
de escuchar sus sentimientos íntimos. La mujer sensata no se rinde. Persiste paciente y
afectuosamente con un conocimiento que pocas mujeres poseen.
7. LAS MUJERES SON COMO OLAS
Una mujer es como una ola. Cuando se siente amada su autoestima sube y baja con un movimiento
ondulante. Cuando se siente realmente bien alcanzará un pico, pero luego su humor puede cambiar
repentinamente y su ola termina rompiéndose. Pero dicho rompimiento es temporal. Después de
alcanzar el fondo, su humor variará en forma súbita y se sentirá nuevamente bien. Automáticamente su
ola comenzara a levantarse.
Cuando la ola de una mujer sube, siente que tiene mucho amor para dar, pero cuando cae siente un
vacío interior que necesita ser llenado con amor. Salir del fondo equivale a hacer una limpieza
emocional.
Si ha suprimido algunos sentimientos negativos o se ha negado a sí misma a fin de mostrarse más
afectuosa durante el movimiento hacia arriba de su ola, luego en el movimiento hacia abajo comienza a
experimentar esos sentimientos negativos y esas necesidades insatisfechas. Durante ese periodo de
descanso necesita especialmente hablar de los problemas y ser escuchada y comprendida.
Mi esposa, Bonnie, afirma que esta experiencia de “bajar” es como descender por un pozo oscuro.
Cuando una mujer se mete en su “pozo” se hunde conscientemente en su yo inconsciente, en la
oscuridad y en los sentimientos diluidos. Puede sentir en forma repentina gran cantidad de emocione y
sentimientos imprecisos que no tienen explicación. Puede sentirse desesperanzada y pensar que esta
totalmente sola y sin apoyo. Pero poco después de haber alcanzado el fondo, si se siente amada y
apoyada, automáticamente comenzará a sentirse mejor. Con la misma rapidez con que experimentó su
descenso, se levantará automáticamente e irradiará nuevamente amor en sus relaciones.
La autoestima de una mujer sube y baja como una ola. Cuando alcanza el fondo, es
tiempo de llevar a cabo una limpieza emocional.
La capacidad de una mujer para dar y recibir amor es un reflejo de cómo se esta sintiendo con respecto
a sí misma. Cuando no se siente tan bien consigo misma, es incapaz de mostrar tanta aceptación y
aprecio hacia su pareja. En sus periodos de descenso tiende a sentirse abrumada o reaccionar en
forma más emocional. Cuando su ola alcanza el fondo, se muestra más vulnerable y necesita más
amor. Resulta fundamental que su pareja comprenda lo que ella necesita en esos periodos; de lo
contrario podría hacerle exigencias irracionales.
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COMO REACCIONAN LOS HOMBRES ANTE LA OLA
Cuando un hombre ama a una mujer esta comienza a brillar de amor y satisfacción. La mayoría de los
hombres esperan con ingenuidad que dicho brillo dure para siempre. Pero esperar que la naturaleza
afectuosa de ella sea constante equivale a esperar que el clima no cambie nunca y que el sol brille
siempre. La vida esta llena de ritmos: el día y la noche, el verano, el invierno, la primavera y el otoño,
días nublados y días despejados. Del mismo modo, en una relación, hombres y mujeres poseen sus
propios ritmos y ciclos. Los hombres se retiran y luego se acercan, mientras que las mujeres suben y
bajan en cuanto a su capacidad de amarse a sí mismas y a los demás.
En las relaciones, los hombres se retiran y luego se acercan, mientras que las mujeres
suben y bajan en cuanto a su capacidad para amarse a sí mismas y a los demás.
Un hombre supone que el súbito cambio de humor de su pareja se basa únicamente en el
comportamiento de él. Cuando ella se siente felíz su pareja se lo acredita a él, y cuando ella se muestra
desdichada él también se siente responsable. El hombre puede sentirse extremadamente frustrado
porque no sabe como mejorar las cosas. Un minuto ella parece felíz, por lo tanto, él piensa que esta
actuando bien. Y al minuto siguiente ella se siente desdichada. Él entonces se trastorna porque
pensaba que estaba actuando bien.
NO TRATE DE ARREGLARLO
Bill y Mary estuvieron casados durante seis años. Bill había observado esta pauta de comportamiento
ondulante en Mary, pero como no la comprendía había tratado de “arreglarla”, lo que empeoró las
cosas. Él pensó que algo no funcionaba bien con esa tendencia a subir y bajar. Trataba de explicarle a
su esposa que no necesitaba sentirse perturbada. Mary solo se sintió más incomprendida aun y por lo
tanto más angustiada.
Aunque él pensaba que estaba “arreglando” las cosas, en realidad no le permitía a su esposa sentirse
mejor. Cuando una mujer se mete en su pozo, él tiene que saber que ese es el momento en que ella
más le necesita y que no se trata de un problema que deba ser resuelto o arreglado, sino de una
oportunidad para apoyarla con un amor incondicional.
Bill afirmó: “No puedo entender a mi esposa. Durante semanas ella es la mujer más maravillosa. Me
ofrece su amor, a mí y a los demás, en forma totalmente incondicional. Luego, de repente, se muestra
abrumada por todo lo que esta haciendo por los demás y comienza a manifestarme su desaprobación.
No es mi culpa que ella se sienta desdichada. Se lo explico y no hacemos más que pelearnos con
mayor virulencia”:
Como muchos hombres, Bill cometió el error de tratar de impedir que su pareja “bajara” o hacer que
“saliera del fondo”. Trato de rescatarla levantándola. El no había aprendido que cuando su esposa
estaba descendiendo necesitaba tocar fondo antes de poder subir. Cuando su esposa Mary comenzó a
experimentar el rompimiento de su ola, su primer síntoma fue sentirse abrumada. En lugar de
escucharla con cuidado, calidez y empatía, él trato de levantarla con explicaciones que trataban de
hacerle ver porque no debía sentirse tan perturbada.
Lo último que una mujer necesita cuando esta descendiendo es alguien que le diga que no debería
estar abajo. Lo que necesita es alguien que este con ella mientras baja, para escucharla mientras
comparte sus sentimientos y para mostrar empatía hacia lo que ella esta atravesando. Aun cuando un
hombre no pueda comprender plenamente la razón por la que una mujer se siente apesadumbrada,
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Cuando los sentimientos no resueltos de una mujer son recurrentes, él puede responder
en forma inapropiada diciendo:
1. “¿Cuántas veces tendremos que pasar por esto?”
2. “Ya escuche todo esto antes”
3. “Pensé que ya habíamos llegado a una conclusión al respecto”
4. “¡Cuándo te libraras de todo eso!”
5. “No quiero tratar este tema de nuevo”
6. “Esto es una locura. Estamos discutiendo sobre el mismo tema”
7. “¿Por qué tienes tantos problemas?”
Cuando una mujer se mete en su pozo, sus asuntos más profundos tienden a salir a la superficie.
Dichos asuntos pueden tener que ver con la relación, pero habitualmente llevan la pesada carga de sus
relaciones pasadas y de su niñez. Aparecerá inevitablemente todo lo que no ha sido resuelto en el
pasado. Los siguientes son algunos de los sentimientos que ella suele experimentar cuando se mete en
el pozo:
SIGNOS DE ADVERTENCIA PARA QUE LOS HOMBRES SE DEN CUENTA DE QUE ELLA SE
ESTA METIENDO EN SU POZO O DE QUE NECESITA SU AMOR COMO NUNCA
Ella se siente Ella dice
Abrumada “Hay tanto para hacer”
Insegura “Necesito más”
Resentida “Yo hago todo”
Preocupada “Que sucede con...”
Confundida “No entiendo por que...”
Agotada “No puedo hacer nada más”
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Desesperanzada “No sé que hacer”
Pasiva “No me importa, haz lo que quieras”
Exigente “Deberías...”
Negativa “No, no quiero...·
Desconfiada “¿Qué quieres decir con eso?”
Dominante “Bueno, ¿Hiciste... ?”
Crítica “¿Cómo pudiste olvidar?”
Cuando se siente cada vez mas apoyada en esos momentos difíciles, comienza a confiar en la relación
y puede viajar dentro y fuera de su pozo sin conflictos en su relación o sin luchas en su vida. Esa es la
bendición de una relación afectuosa.
El hecho de apoyar a una mujer cuando esta en su pozo constituye un don que ella apreciará mucho.
Gradualmente se liberara de la absorbente influencia de su pasado. Seguirá experimentando altibajos
pero ya no serán tan extremos como para opacar su naturaleza afectuosa.
LA COMPRENSIÓN DE LAS NECESIDADES
Durante mi seminario sobre relaciones, Tom se lamentó diciendo: “Al comienzo de nuestra relación
Susan parecía muy fuerte, pero luego de repente se mostró muy necesitada. Recuerdo haberla
tranquilizado diciéndole que la amaba y que ella era importante para mí. Después de mucho hablar
superamos esa dificultad, pero un mes más tarde experimentó nuevamente la misma inseguridad. Era
como si no me hubiera escuchado la primera vez. Me sentí tan frustrado con ella que nos enredamos
en una gran discusión”.
Tom estaba sorprendido de ver que muchos otros hombres compartían su experiencia. Cuando Tom
conoció a Susan ella estaba ascendiendo la ola. A medida que su relación progresó, el amor de Susan
hacia Tom creció. Después del pico de su ola ella comenzó repentinamente a sentirse muy necesitada y
posesiva. Se tornó muy insegura y exigió más atención.
Ese era el comienzo de su descenso hacia el pozo. Tom no pudo comprender por que había cambiado,
pero después de una conversación muy intensa que duró horas, Susan se sintió mucho mejor. Tom le
había garantizado su amor y apoyo y Susan estaba ahora ascendiendo nuevamente. Él se sintió
interiormente aliviado.
Después de esta interacción. Tom pensó que había resuelto con éxito ese problema en su relación.
Pero un mes más tarde Susan comenzó a experimentar el rompimiento de su ola y sentirse otra vez del
mismo modo. Esta vez Tom se mostró mucho menos comprensivo y ya no manifestó su aceptación
como antes. Se tornó impaciente. Se sintió insultado por el hecho de que ella desconfiara nuevamente
de él después de haberle garantizado su amor un mes antes. En su actitud defensiva, él juzgó
negativamente su recurrente necesidad de ser tranquilizada. Como resultado de ello, discutieron.
IDEAS TRANQUILIZADORAS
Al comprender que las mujeres son como olas, Tom se dio cuenta de que la necesidad y la inseguridad
recurrentes de Susan eran algo natural, inevitable y temporal. Tomo conciencia de lo ingenuo que había
sido al pensar que su respuesta afectuosa a los temas centrales más profundos de Susan podría
resolverlos en forma permanente.
El hecho de que Tom hubiera aprendido a apoyar a Susan con éxito cuando ella estaba en su pozo no
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solo facilitó la resolución interior de sus dificultades sino que contribuyó también a evitar las peleas en
esos momentos. Tom se sentía alentado por la comprensión de los tres temas siguientes:
1. El amor y el apoyo de un hombre no pueden resolver instantáneamente las
dificultades experimentadas por una mujer. Su amor, sin embargo, puede hacer que
ella se interne con mayor seguridad y profundidad en su pozo. Resulta ingenuo
esperar que una mujer se muestre perfectamente afectuosa en todo momento. Él debe
esperar a que dichas dificultades surjan una y otra vez. Sin embargo, cada vez será
capaz de ayudarla mejor.
2. El hecho de que una mujer se introduzca en su pozo no significa que sea culpa del
hombre o que responda al fracaso de este. Al demostrar más apoyo él no puede
impedir que ello ocurra, pero puede ayudarla a atravesar esos momentos difíciles.
3. Una mujer tiene dentro de sí la capacidad de levantarse de forma espontánea
después de haber tocado fondo. El hombre no tiene que “arreglar” nada. Ella, no esta
quebrada, sino que necesita simplemente que él le ofrezca su amor, su paciencia y
comprensión.
CUANDO UNA MUJER NO SE SIENTE SEGURA EN SU POZO
Esta tendencia de ser como una ola aumenta cuando una mujer mantiene una relación íntima. Resulta
esencial que ella se sienta segura para atravesar ese ciclo. De lo contrario, ella se esfuerza por simular
que todo esta siempre en orden y suprime sus sentimientos negativos.
Cuando una mujer no se siente segura para entrar en su pozo, su única alternativa es evitar la intimidad
y las relaciones sexuales o suprimir y paralizar sus sentimientos a través de distintas adicciones como
la bebida, la comida, el exceso de trabajo o la sobreprotección. Sin embargo, incluso con las
adicciones, ella caerá periódicamente en su pozo y sus sentimientos pueden llegar a surgir en forma
totalmente incontrolada.
Usted probablemente conozca historias de parejas que nunca se pelean o discuten y luego, ante la
sorpresa de todos, deciden divorciarse. En mucho casos, la mujer ha reprimido sus sentimientos
negativos a fin de evitar las peleas. Como resultado, se siente paralizada e incapaz de sentir amor.
Cuando se suprimen los sentimientos negativos, también se suprimen los sentimientos positivos, y el
amor muere. El hecho de evitar las discusiones y las peleas ciertamente resulta saludable pero no es
bueno reprimir los sentimientos. En el capitulo 9, analizaremos como evitar las discusiones sin suprimir
los sentimientos.
Cuando se suprimen los sentimientos negativos también se suprimen los sentimientos
positivos, y el amor muere.
LA LIMPIEZA EMOCIONAL
Cuando la ola de la mujer rompe es un momento de limpieza emocional. Sin esa limpieza o catarsis
emocional, la mujer pierde lentamente su capacidad de amar y de crecer en el amor. A través de la
controlada represión de sus sentimientos su naturaleza ondulante se ve obstruida y gradualmente
queda desprovista de sentimientos y pasión.
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Las mujeres que evitan enfrentar sus emociones negativas y rechazan el movimiento natural ondulante
de sus sentimientos experimentan el síndrome premenstrual (SPM). Existe una breve correlación entre
el SPM y la incapacidad de enfrentar los sentimientos negativos en forma positiva. En algunos casos las
mujeres que aprendieron con éxito a enfrentar sus sentimientos advirtieron que sus síntomas
premenstruales habían desaparecido. En el capítulo 11 analizaremos otras técnicas para enfrentar las
emociones negativas.
Incluso una mujer fuerte, confiada y con éxito tendrá necesidad de visitar su pozo de vez en cuando.
Los hombres cometen el error común de pensar que si su pareja tiene éxito en el mundo laboral, no
experimentará entonces esos momentos de limpieza emocional. En realidad ocurre lo contrario.
Cuando una mujer se encuentra en el mundo laboral generalmente esta expuesta al estrés y a la
contaminación emocional. Su necesidad de limpieza emocional crece. Asimismo, la necesidad del
hombre de alejarse como una banda elástica puede aumentar cuando soporta gran cantidad de estrés
en el trabajo.
Un estudio reveló que la autoestima de una mujer generalmente aumenta y decae en un ciclo que
abarca entre 21 y 35 días. No se han hecho estudios sobre la frecuencia con que un hombre se aleja
como una banda elástica, pero mi experiencia me señala que se parece bastante a la anterior. El ciclo
de autoestima de la mujer no necesariamente debe sincronizarse con su ciclo menstrual, pero alcanza
un periodo de 28 días.
Cuando una mujer se pone su traje de negocios puede tomar distancia de esa montaña rusa
emocional, pero cuando regresa a casa necesita que su pareja le brinde un tierno apoyo afectuoso,
siempre bien recibido y necesario para las mujeres en esos momentos.
Resulta importante reconocer que esta tendencia a meterse en el pozo no afecta necesariamente la
competencia de la mujer en el trabajo, pero si ejerce una gran influencia sobre su comunicación con la
gente a la que ama íntimamente y necesita.
COMO PUEDE UN HOMBRE APOYAR A UNA MUJER EN EL POZO
Un hombre sensato aprende a salirse de su camino a fin de ayudar a una mujer a sentirse segura para
subir y bajar. Libera sus juicios y exigencias y aprende a dar el apoyo requerido. Como resultado de ello
goza de una relación que se intensifica en amor y pasión a lo largo de los años.
Él puede tener que resistir algunas tormentas o sequías emocionales pero la recompensa es mucho
mayor. El hombre no iniciado sigue soportando tormentas y sequías pero esto ocurre porque no conoce
el arte de amarla a través de su tiempo en el pozo, su amor deja de crecer y es gradualmente reprimido.
CUANDO ELLA ESTÁ EN EL POZO Y ÉL EN LA CUEVA
Harris afirmó: “Puse a prueba todo lo que aprendí en el seminario. Realmente funcionaba. Estábamos
muy cerca. Sentí como si estuviera en el Paraíso. Luego, de repente, mi esposa Cathy, comenzó a
lamentarse de que yo miraba demasiada televisión. Comenzó a tratarme como si yo fuera un niño.
Tuvimos una enorme discusión. No sé lo que ocurrió. Nos estaba yendo tan bien...”
Este es un ejemplo de lo que ocurre cuando los fenómenos de la ola y la banda elástica se producen
más o menos al mismo tiempo. Después de haber asistido al seminario, Harris había conseguido darle
mas que nunca a su esposa y a su familia. Cathy se sentía encantada. No podía creerlo. Se habían
acercado más que nunca. Su ola se encontraba en su pico. Esto duró un par de semanas y luego Harris
decidió quedarse hasta tarde una noche mirando televisión. Su banda elástica estaba comenzando a
aflojarse. Necesitaba retirarse a su cueva. Cuando así lo hizo, Cathy se sintió muy herida. Su ola
comenzó a romperse. Consideró el alejamiento como el final de su nueva experiencia de intimidad. Las
dos semanas anteriores habían sido todo lo que ella deseaba y ahora pensó que iba a perderlo. Desde
que era una niñita ese tipo de intimidad había sido su sueño. El alejamiento de su esposo representó
una enorme conmoción para ella. Para la niñita vulnerable que había dentro suyo equivalía a la
experiencia de darle caramelos a un bebe y luego quitárselos. Se enojó mucho.
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LA LÓGICA MARCIANA Y VENUSINA
La experiencia de abandono de Cathy resulta muy difícil de entender para un marciano. La lógica
marciana afirma: “Me sentí maravillosamente bien durante las dos últimas semanas. ¿No me da eso
derecho a un poco de tiempo libre? Te he dado todo este tiempo, ahora me toca a mí. Deberías sentirte
más segura y tranquila que nunca acerca de mi amor”.
La lógica venusina enfoca la experiencia en forma distinta: “Estas dos últimas semanas han sido
maravillosas. Me abrí más que nunca. El hecho de perder su atención afectuosa resulta más doloroso
que nunca. Yo empecé realmente a abrirme y luego tu te retiras”.
CÓMO APARECEN LOS SENTIMIENTOS DEL PASADO
Al no confiar y abrirse plenamente, Cathy había pasado años protegiéndose para no ser herida. Pero
durante sus dos semanas de vivir enamorada ella comenzó a abrirse más que nunca en su vida adulta.
El apoyo de Harris le había permitido ponerse en contacto con tranquilidad con sus viejos sentimientos.
De repente comenzó a sentir como se sentía de niña cuando su padre estaba demasiado ocupado
como para prestarle atención. Sus sentimientos no resueltos de ira y de impotencia fueron proyectados
sobre la actitud de Harris mirando televisión. Si dichos sentimientos no hubiesen aparecido, Cathy
hubiera sido capaz de aceptar con buena disposición el deseo de Harris de mirar televisión.
Debido a la aparición de sus sentimientos del pasado, ella se sintió herida cuando él comenzó a mirar
televisión. Si hubiese tenido la oportunidad de compartir y explorar su dolor, hubiesen emergido
sentimientos profundos y dolorosos. Cathy hubiera tocado fondo y luego se hubiera sentido mucho
mejor. Una vez más, se hubiese mostrado deseosa de confiar en la intimidad aun sabiendo que el
momento en que él se retirara en forma temporal podría resultar doloroso.
CUANDO SE HIEREN LOS SENTIMIENTOS
Pero Harris no entendió porque ella se sentía herida. Le dijo que no debía sentirse así. Y comenzó la
discusión. Decirle a una mujer que no debería sentirse lastimada es la peor cosa que puede decir un
hombre. Esto hiere aun más, como si uno escarbara con un palo en una herida abierta.
Cuando una mujer se siente herida, puede sonar como si le echara la culpa a él. Pero si ella recibe
cuidados y comprensión, la culpa desaparecerá. Tratar de explicarle porque ella no debería sentirse
herida empeorará radicalmente las cosas.
A veces, cuando una mujer se siente ofendida, puede llegar incluso a estar de acuerdo intelectualmente
en que no debería sentirse ofendida. Pero emocionalmente sigue estando ofendida y no quiere
escuchar que él le diga que no debería estarlo. Lo que necesita de su pareja masculina es que
comprenda la razón por la que ella se siente ofendida.
CUANDO HOMBRES Y MUJERES SE PELEAN
Harris malinterpretó completamente la reacción ofendida de Cathy. Pensó que ella estaba exigiendo
que él abandonara la televisión para siempre. Cathy no estaba exigiendo que Harris dejara de ver
televisión. Solo quería que él supiese cuan penoso le resultaba a ella.
Las mujeres saben en forma instintiva que, si su pena puede ser escuchada, ellas pueden entonces
confiar en su pareja para efectuar cualquier cambio que él pueda hacer. Cuando Cathy compartió su
dolor, solo necesitaba ser escuchada y recibir tranquilidad en el sentido de que no estaba volviendo a
ser el viejo Harris, adicto a la televisión y emocionalmente no disponible.
Ciertamente Harris merecía mirar televisión, pero Cathy tenía derecho a estar perturbada. Ella merecía
ser escuchada, comprendida y tranquilizada. Harris no estaba equivocado por el hecho de mirar
televisión y Cathy no estaba equivocada por el hecho de sentirse fastidiada.
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Los hombres discuten por el derecho a ser libres mientras que las mujeres lo hacer por el
derecho a sentirse fastidiadas. Los hombres quieren espacio mientras que las mujeres
quieren comprensión.
Debido al hecho de que Harris no comprendía el fenómeno de la ola que afectaba a Cathy, pensó que
su reacción era injusta. Pensó que tenía que invalidar sus sentimientos si quería tomarse tiempo para
mirar televisión. Se tornó irritable y pensó: “¡No puedo ser afectuoso y defender mi intimidad al mismo
tiempo!”.
Harris sintió que tenía que desvirtuar los sentimientos de su mujer para obtener derecho a mirar
televisión, vivir su vida y ser él mismo. Discutió por su derecho a mirar televisión en el momento en que
Cathy solo necesitaba ser escuchada. Esta discutió por el derecho a sentirse herida y perturbada.
LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS A TRAVÉS DE LA COMPRENSIÓN
Harris se mostró ingenuo al pensar que la ira, el resentimiento y los sentimientos de impotencia de ser
descuidada durante doce años iban a desaparecer después de dos semanas de estar enamorada.
Cathy se mostró igualmente ingenua al pensar que Harris podía mantener su atención enfocada en ella
y la familia sin tomarse un tiempo para retirarse y centrarse en sí mismo.
Cuando Harris comenzó a retirarse esto puso en marcha el descenso dela ola de Cathy. Sus
sentimientos no resueltos comenzaron a aparecer. No solo estaba reaccionando ante la actitud de
Harris de mirar televisión esa noche sino ante los años que se había sentido desatendida. Su discusión
terminó en un griterío. Después de dos horas de gritar, ya no se hablaban.
Al comprender el panorama más amplio de lo que había ocurrido, estaban en condiciones de resolver
su conflicto y de hacer las paces. Harris comprendió que cuando comenzó a retirarse había puesto en
marcha el periodo de limpieza emocional de Cathy. Ella necesitaba hablar sobre sus sentimientos, y no
que le hicieran sentir que estaba equivocada. Harris se sintió alentado al darse cuenta de que ella
luchaba por ser escuchada así como él luchaba por ser libre. Aprendió que al apoyar su necesidad de
ser escuchada ella podría apoyar su necesidad de ser libre.
Al apoyar él su necesidad de ser escuchada, ella podría apoyar su necesidad de ser libre.
Cathy comprendió que Harris no tenía la intención de invalidar sus sentimientos heridos. Además
entendió que, aunque él se estuviera retirando, regresaría y podrían experimentar nuevamente algo de
intimidad.
Ella se dio cuenta de que su creciente intimidad había puesto en marcha su necesidad de retirarse.
Aprendió que sus sentimientos heridos lo hacían sentirse controlado y él tenía que experimentar que
ella no estaba tratando de decirle lo que él podía hacer.
QUE PUEDE HACER UN HOMBRE CUANDO NO PUEDE ESCUCHAR
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Harris preguntó: “¿Qué ocurre si yo no puedo escuchar y necesito estar en mi cueva? A veces
comienzo a escuchar y me pongo furioso”.
Le aseguré que era normal. Cuando rompe la ola de su esposa esta necesita ser escuchada con más
atención, a veces la banda elástica comienza a estirarse y él necesita retirarse. No puede darle a su
esposa lo que necesita. Se mostró de acuerdo en forma enfática y afirmó: “Sí, es verdad. Cuando
quiero retirarme, ella quiere hablar”:
Cuando un hombre necesita retirarse y una mujer necesita hablar, si él trata de escuchar igual no hace
más que empeorar las cosas. Después de un rato o bien comenzará a juzgarla y posiblemente explote
de ira, se cansará; o se distraerá de un modo increíble y ella se enojará aun más. Cuando él no es
capaz de escuchar con atención, esmero, comprensión y respeto, las tres acciones siguientes pueden
resultar de cierta utilidad:
TRES PASOS PARA APOYARLA CUANDO ÉL NECESITA RETIRARSE
1. acepte sus limitaciones
Lo primero que tiene que hacer es aceptar que necesita distanciarse y que no tiene nada
para dar. No importa lo afectuoso que quiera ser, usted no puede escuchar atentamente.
No trate de escuchar cuando no puede hacerlo.
2. comprenda el dolor de ella
Luego, tiene que comprender que ella necesita más de lo que usted puede dar en ese
momento. Su dolor el válido. No la haga sentir mal por necesitar más o estar dolida. Duele
ser abandonada cuando se necesita amor. Usted no esta equivocado por necesitar espacio
y ella no esta equivocada por querer estar cerca. Usted puede temer que ella no lo
perdone o que deje de confiar. Ella puede demostrar más confianza y perdón si usted se
interesa y entiende su dolor.
3. evite discutir y dé tranquilidad
El comprender su dolor no la hará sentir equivocada por estar perturbada y resentida.
Aunque no pueda dar el apoyo que ella quiere y necesita, puede evitar empeorar las cosas
a través de la discusión. Asegúrele que regresará y luego podrá darle el apoyo que
merece.
QUÉ PUEDE DECIR ÉL EN LUGAR DE DISCUTIR
No había nada de malo en la necesidad de Harris de estar solo o de mirar televisión, y tampoco había
nada de malo en los sentimientos de dolor de Cathy. En lugar de discutir a favor de su derecho a mirar
televisión, podría haber dicho lo siguiente: “Entiendo que estés perturbada y en este momento necesito
realmente mirar televisión y relajarme. Cuando me sienta mejor hablaremos”. Esto le daría tiempo para
mirar TV y una oportunidad de para calmarse y prepararse a escuchar el dolor de su pareja sin hacerla
sentir mal.
Esa respuesta puede llegar a caerle mal a ella, pero la respetará. No hay duda de que quiere que él sea
la persona afectuosa habitual, pero si aquel necesita retirarse, entonces esa necesidad es válida. No
puede dar lo que no tiene. Lo que él puede hacer es evitar que las cosas empeoren. La solución reside
en respetar las necesidades de ambos. Él se tomará el tiempo necesario y luego regresará y le dará a
su pareja lo que necesita.
Cuando un hombre no puede escuchar los sentimientos de dolor de una mujer porque necesita
retirarse, puede decir lo siguiente: “Entiendo que te sientas herida y necesito un poco de tiempo para
pensar en ello. Tomémonos nuestro tiempo”. Es mucho mejor para un hombre disculparse de esa
manera y dejar de escuchar que tratar de explicar el dolor de su pareja”.
QUE PUEDE HACER ELLA EN LUGAR DE DISCUTIR
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Al escuchar esta sugerencia, Cathy dijo: “Si él puede meterse en su cueva, ¿qué pasa entonces
conmigo? Le doy espacio, ¿pero, que gano yo?”
Lo que Cathy obtiene es lo mejor que puede darle su pareja en ese momento. Al no exigir que él la
escuche cuando ella quiere hablar, puede evitar empeorar el problema dejando de lado una enorme
discusión. En segundo lugar, ella obtiene su apoyo cuando su pareja regresa, es decir cuando
realmente esta en condiciones de apoyarla.
Recuerde si un hombre necesita retirarse como una banda elástica cuando regrese tendrá mucho más
amor para dar. Entonces podrá escuchar. Es el mejor momento para iniciar una conversación.
El hecho de aceptar la necesidad de un hombre de meterse en la cueva no significa abandonar la
necesidad de hablar. Significa dejar de lado la exigencia de que escuche en el momento en el que ella
quiere hablar. Cathy aprendió a aceptar que a veces un hombre no puede escuchar o hablar y aprendió
que en otros momentos si podía. La oportunidad era muy importante. Ella se vio alentada a no
abandonar la iniciativa de conversar sino a encontrar el momento en el que él podía escuchar.
Cuando un hombre se retira es el momento de obtener más apoyo de los amigos. Si Cathy siente la
necesidad de hablar pero Harris no puede escuchar, Cathy podría entonces hablar más con sus
amigos. El hecho de convertir a un hombre en la única forma de amor y apoyo lo hace sentirse
demasiado presionado. Cuando la ola de una mujer y su pareja esta en la cueva, resulta fundamental
que ella disponga de otras fuentes de apoyo. De lo contrario solo podrá sentirse impotente y manifestar
resentimiento hacia su pareja.
El hecho de convertir a un hombre en la única fuente de amor y apoyo lo hace sentirse
demasiado presionado.
DE QUE MANERA EL DINERO PUEDE CREAR PROBLEMAS
Chris afirmó: “Me siento completamente confundido. Cuando nos casamos éramos pobres. Los dos
trabajábamos mucho y apenas teníamos dinero para pagar el alquiler. A veces mi esposa, Pam, se
lamentaba de lo dura que era su vida. Yo podía entenderlo. Pero ahora somos ricos. Los dos tenemos
una carrera de éxito. ¿Cómo puede seguir desdichada y lamentándose? Otras mujeres darían cualquier
cosa por estar en su lugar. Lo único que hacemos es pelear. Nos sentíamos más felices cuando éramos
pobres; ahora queremos el divorcio”.
Chris no comprendió que las mujeres son como olas. Cuando se casó con Pam, de vez en cuando
rompía su ola. En esos momentos, él escuchaba y comprendía su desdicha. Le resultaba fácil entender
sus sentimientos negativos porque él los compartía. Desde su perspectiva ella tenía buenas razones
para sentirse perturbada: no tenían mucho dinero”.
EL DINERO NO SATISFACE LAS NECESIDADES EMOCIONALES
Los marcianos tienden a pensar que el dinero es la solución a todos sus problemas. Cuando Chris y
Pam eran pobres y luchaban para vivir de sus ingresos, él escuchaba y mostraba empatía hacia el dolor
de su pareja y decidía hacer más dinero para que ella no se sintiera desdichada. Pam sentía que él se
preocupaba realmente.
Pero cuando su vida mejoró desde el punto de vista financiero, ella siguió sintiéndose perturbada de
vez en cuando. Él no podía comprender por que no era feliz. Pensó que ella se sentiría feliz todo el
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tiempo porque eran ricos. Pam sintió que el no se preocupaba por ella.
Chris no se dio cuenta de que el dinero no podía impedir que Pam se sintiera perturbada. Cuando su
ola rompía, ellos peleaban porque él invalidaba su necesidad de sentirse perturbada. Irónicamente,
cuanto más ricos eran, más peleaban.
Cuando eran pobres, el dinero era el factor fundamental del dolor de Pam, pero cuando alcanzaron
mayor seguridad financiera, ella tomó más conciencia de lo que le faltaba emocionalmente. Esta
progresión resulta natural, normal y previsible.
Cuando las necesidades financieras de una mujer son satisfechas, toma mayor conciencia de sus
necesidades emocionales.
UNA MUJER RICA NECESITA MÁS PERMISO PARA SENTIRSE PERTURBADA
Recuerdo haber leído la siguiente cita en un artículo: “Una mujer rica solo puede recibir la empatía de
un psiquiatra rico”. Cuando una mujer tiene mucho dinero, la gente (y en especial su marido) no le dan
el derecho a sentirse perturbada. No tiene permiso de ser como una ola y romper de vez en cuando. No
tiene permiso de explorar sus sentimientos o de necesitar más en cualquier área de su vida.
Se supone que una mujer con dinero debe estar satisfecha todo el tiempo porque su vida podría ser
mucho peor sin esa abundancia financiera. Dicha disposición no solo no es práctica sino que es
irreverente. Mas allá de la riqueza, la condición social, los privilegios o las circunstancias, una mujer
necesita el permiso de sentirse perturbada y de que su ola pueda romper.
Chris se sintió alentado cuando percibió que podía hacer feliz a su esposa. Recordó que había
comprendido los sentimientos de su esposa cuando eran pobres y podía hacerlo nuevamente aun
cuando fueran ricos. En lugar de sentirse desesperanzado, se dio cuanta de que sabía como apoyarla.
Se había desviado del camino correcto al pensar que su dinero la haría feliz cuando en realidad la
fuente de satisfacción de su esposa había sido su preocupación y su comprensión.
LOS SENTIMIENTOS SON IMPORTANTES
Si al sentirse desdichada una mujer no recibe apoyo entonces nunca podrá sentirse verdaderamente
feliz. Para ser auténticamente feliz la mujer debe hundirse profundamente en el pozo a fin de liberar,
resolver y purificar las emociones. Se trata de un proceso natural y saludable.
Si experimentamos los sentimientos positivos del amor, la felicidad, la confianza y la gratitud, también
tenemos que sentir periódicamente la ira, la tristeza, el temor y la pena. Una mujer puede atender esas
emociones negativas cuando baja profundamente en su pozo.
Los hombres también necesitan procesar sus sentimientos negativos para poder experimentar luego
sus sentimientos positivos. Cuando un hombre se mete en su cueva estará en condiciones de sentir y
procesar el silencio sus sentimientos negativos. En el capítulo 11 analizaremos una técnica para liberar
los sentimientos negativos que funciona tanto para las mujeres como para los hombres.
Cuando una mujer experimenta su movimiento ascendente puede sentirse satisfecha con lo que tiene.
Pero en el movimiento descendente, ella tomará conciencia de lo que le falta. Cuando se siente bien
esta en condiciones de ver y responder a las cosas buenas de su vida. Pero cuando toca fondo, su
visión se nubla y reacciona más ante lo que le falta en su vida.
Así como un vaso de agua puede considerarse medio lleno o medio vacío, cuando la mujer esta en su
ciclo ascendente se encuentra en condiciones de ver la plenitud de su vida. En su ciclo descendente
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3. Respeto 3. Aprecio
4. Devoción 4. Admiración
5. Reafirmación 5. Aprobación
6. Tranquilidad 6. Aliento
La comprensión de sus necesidades primarias
No hay duda de que en última instancia tanto hombres como mujeres necesitan los doce tipos de amor.
El hecho de reconocer los seis tipos de amor fundamentalmente necesitados por las mujeres no implica
que los hombres no necesiten esos mismos tipos de amor. Los hombres también necesitan el cuidado,
la comprensión, el respeto, la devoción, la reafirmación y la tranquilidad. Lo que se entiende por
“necesidad” primaria es que se requiere satisfacer esa necesidad antes de que uno sea capaz de recibir
y apreciar con plenitud los otros tipos de amor.
Se requiere satisfacer una necesidad primaria antes de que uno sea capaz de recibir y
apreciar con plenitud los otros tipos de amor.
Un hombre recibe y aprecia plenamente los seis tipos de amor necesitados fundamentalmente por las
mujeres (el cuidado, la comprensión, el respeto, la devoción, la reafirmación y la tranquilidad), cuando
esas propias necesidades primarias han sido previamente satisfechas. Asimismo, una mujer necesita la
confianza, la aceptación, el aprecio, la admiración, la aprobación y el aliento. Pero antes de poder
realmente valorar y aprecias esos tipos de amor, sus necesidades primarias deben ser previamente
satisfechas.
La comprensión de los tipos de amor fundamentales que su pareja necesita constituye un secreto
poderoso para mejorar las relaciones en la Tierra. Recordar que los hombres son de Marte la ayudará a
recordar y aceptar que los hombres tienen distintas necesidades primarias de amor.
A una mujer le resulta fácil decir lo que necesita y olvidar que su marciano favorito puede necesitar otra
cosa. Del mismo modo, los hombres tienden a centrarse en sus necesidades, olvidando el hecho de
que el tipo de amor que necesitan no siempre resulta apropiado o de utilidad para su venusina favorita.
El aspecto más poderoso y práctico de esta nueva comprensión del amor es que esos diferentes tipos
de amor son recíprocos. Por ejemplo, cuando un marciano expresa su interés y comprensión, una
venusina automáticamente comienza a corresponder y a devolverle la confianza y la aceptación que él
fundamentalmente necesita. Lo mismo ocurre cuando una venusina expresa su confianza; un marciano
comenzará automáticamente a responder con el interés que ella necesita.
En las seis secciones siguientes definiremos los doce tipos de amor en términos prácticos y
revelaremos su naturaleza recíproca.
1. Ella necesita cuidado y él necesita confianza
Cuando un hombre muestra interés en los sentimientos de una mujer y una sincera preocupación por su
bienestar, ella se siente amada y cuidada. Cuando él la hace sentir especial a través de su interés,
logra satisfacer la primera necesidad primaria de su pareja. Naturalmente, esta comienza a confiar más
en él. Cuando ella confía, se torna más abierta y receptiva.
Cuando la actitud de una mujer es abierta y receptiva hacia un hombre, este siente que le tienen
confianza. Confiar en un hombre es creer que esta haciendo lo mejor que puede y que quiere lo mejor
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para su pareja. Cuando las relaciones de una mujer revelan una creencia positiva en las capacidades e
intenciones de su hombre, la primera necesidad primaria de amor de este ultimo se ve satisfecha.
Automáticamente el se muestra más cuidadoso y atento respecto de los sentimientos y las necesidades
de su pareja.
2. Ella necesita comprensión y él necesita aceptación
Cuando un hombre escucha sin juzgar –con empatía y en armonía- a la mujer que expresa sus
sentimientos, esta se siente escuchada y comprendida. Una actitud comprensiva no supone el
conocimiento de los pensamientos o sentimientos de una persona; por el contrario, adquiere significado
a partir de lo que se escucha y se orienta a reafirmar lo que se comunica. Cuanto más satisfecha sea la
necesidad de una mujer de ser escuchada y comprendida, tanto más fácil le resultará al hombre la
aceptación que este necesita.
Cuando una mujer recibe con afecto a un hombre sin tratar de cambiarlo, él se siente aceptado. Una
actitud de aceptación no rechaza sino confirma el hecho de que él es favorablemente recibido. Esto no
significa que la mujer crea que él es perfecto, sino que indica que ella no esta tratando de mejorarlo,
que confía en él para que este lleve a cabo sus propios mejoramientos. Cuando un hombre se siente
aceptado, le resulta mucho más fácil escuchar y brindarle a su mujer la comprensión que necesita y
merece.
3. Ella necesita respeto y él necesita aprecio
Cuando un hombre responde a una mujer de tal modo que reconoce y le da prioridad a sus derechos,
deseos y necesidades, ella se siente respetada. Cuando el comportamiento del hombre toma en
consideración los pensamientos y sentimientos de la mujer, ella esta segura de sentirse respetada. Las
expresiones concretas y físicas de respeto, como regalarle flores o acordarse de los aniversarios,
resultan esenciales para satisfacer la tercera necesidad primaria de amor de una mujer. Cuando ella se
siente respetada, le resulta mucho más fácil brindarle al hombre el aprecio que merece.
Cuando una mujer reconoce haber recibido un beneficio y un valor personal de los esfuerzos y del
comportamiento del hombre, este se siente apreciado. El aprecio es la reacción natural frente al hecho
de sentirse apoyado. Cuando un hombre recibe aprecio sabe que su esfuerzo no fue en vano y se ve
entonces alentado a dar más. Cuando un hombre recibe aprecio esta automáticamente en condiciones
de respetar y motivar mayormente a su pareja.
4. Ella necesita devoción y él necesita admiración
Cuando un hombre le da prioridad a las necesidades de una mujer y se compromete orgullosamente a
apoyarla y satisfacerla, la cuarta necesidad primaria de amor de una mujer se ve satisfecha. Una mujer
se enriquece cuando se siente adorada y especial. Un hombre satisface la necesidad de su pareja de
ser amada de esa manera, cuando hace que los sentimientos y las necesidades de esta sean más
importantes que sus otros interese tales como el trabajo, el estudio y el esparcimiento. Cuando una
mujer siente que es el numero uno en la vida de su pareja, entonces, con toda facilidad ella lo admira.
Así como una mujer necesita sentir la devoción de un hombre, un hombre siente la necesidad primaria
de ser admirado por la mujer. Admirar a un hombre es tomarlo en consideración con deslumbramiento,
deleite y una aprobación complaciente. Un hombre se siente admirado cuando ella se siente felizmente
asombrada por sus características o talentos únicos que pueden incluir el humor, la fuerza, la
persistencia, la integridad, la honradez, el romanticismo, la bondad, el amor, la comprensión y otras
virtudes llamadas “anticuadas”. Cuando un hombre se siente admirado, se siente lo suficientemente
seguro como para dedicarse a su mujer y adorarla.
5. Ella necesita reafirmación y él necesita aprobación
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Cuando un hombre no objeta o discute los sentimientos y los deseos de una mujer, por el contrario,
acepta y confirma su validez, una mujer se siente verdaderamente amada porque su quinta necesidad
primaria se encuentra satisfecha. La actitud de reafirmación por parte de un hombre confirma el
derecho de una mujer a sentir en la forma en que lo hace. (Es importante recordar que uno puede
reafirmar el punto de vista de su mujer aun teniendo un punto de vista diferente).
Cuando un hombre aprende como hacerle saber a una mujer que tiene esa actitud de reafirmación, se
asegura de obtener la aprobación que fundamentalmente necesita.
Muy dentro suyo, todo hombre quiere ser el héroe o el caballero de armadura brillante de su mujer. El
signo que indica que él paso la prueba es el beneplácito de la mujer. La actitud aprobatoria de una
mujer reconoce la bondad en un hombre y expresa una satisfacción global con respecto a él.
(Recuerde: el hecho de expresarle aprobación a un hombre no siempre significa estar de acuerdo con
él). Una actitud de aprobación reconoce o busca las buenas razones que sustentan la acción del
hombre. Cuando este recibe la aprobación que necesita, le resulta mucho más fácil reafirmar los
sentimientos de su mujer.
6. Ella necesita tranquilidad y él necesita aliento
Cuando un hombre muestra repetidas veces que se interesa, comprende, respeta, convalida y se
dedica a su pareja, la necesidad primaria de esta ultima de ser tranquilizada se ve satisfecha. Una
actitud tranquilizadora le transmite a una mujer el mensaje de que es constantemente amada.
Un hombre comete habitualmente el error de pensar que una vez satisfechas todas las necesidades
primarias de amor de la mujer y al sentirse feliz y segura, ella debería saber que de allí en adelante será
amada. Esto no es así. Para satisfacer la sexta necesidad primaria de amor de la mujer, el debe
recordar que será necesario tranquilizarla una y otra vez.
Un hombre comete habitualmente el error de pensar que una vez satisfechas todas las
necesidades primarias de la mujer y al sentirse feliz y segura, ella debería saber de allí en
adelante que será amada.
Del mismo modo, un hombre necesita fundamentalmente ser alentado por una mujer. La actitud
alentadora de una mujer le da esperanza y coraje al confiar en sus capacidades y en su carácter.
Cuando la actitud de la mujer expresa confianza, aceptación, aprecio, admiración y aprobación, ello
alienta al hombre a ser todo lo que pueda ser. El sentirse alentado lo motiva a brindarle a su mujer la
tranquilidad que necesita.
Lo mejor del hombre sale a relucir cuando se encuentran satisfechas sus seis necesidades primarias de
amor. Pero cuando una mujer no sabe que es lo que necesita fundamentalmente y le brinda un amor
protector en lugar de un amor confiado, puede estar saboteando su relación en forma inadvertida. La
siguiente historia ejemplifica este punto.
EL CABALLERO DE LA BRILLANTE ARMADURA
En todo hombre existe un héroe o un caballero de brillante armadura. Mas que nada él quiere tener
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éxito en su iniciativa de servir y proteger a la mujer que ama. Cuando él siente que confían en él, se
encuentra en condiciones de aprovechar ese noble aspecto de sí mismo. Se torna más atento. Cuando
siente que no confían en él pierde algo de su actividad y energía y después de un tiempo puede dejar
de interesarse por el otro.
Imagínese a un caballero de brillante armadura que viaja por la campiña. De repente escucha a una
mujer llorar de angustia. En un instante cobra vigor. Apura su caballo y corre hasta el castillo de la
dama, donde cae en la trampa de un dragón. El noble caballero saca su espada y mata al dragón.
Como resultado de ello, es recibido afectuosamente por la princesa.
Cuando se abren las puertas es bien recibido y festejado por la familia de la princesa y la gente del
pueblo. Es invitado a vivir en el pueblo y se lo reconoce como un héroe. Él y la princesa se enamoran
Un mes después, el noble caballero emprende otro viaje. A su regreso, escucha a su amada princesa
que grita pidiendo ayuda. Otro dragón ha atacado el castillo. Cuando llega el caballero, saca su espada
para matar al dragón.
Antes de blandirla, la princesa le grita desde la torre: “No uses tu espada, usa este lazo corredizo.
Funcionara mejor”.
Ella le arroja el lazo y le hace señas para darle instrucciones sobre la manera de utilizarlo. Él la sigue en
forma vacilante en sus instrucciones. Lo lanza alrededor del cuello del dragón y luego tira con fuerza. El
dragón muere y todo el mundo se regocija.
Durante la cena de celebración el caballero siente que en realidad no ha hecho nada. De alguna
manera, por el hecho de haber usado el lazo y no su espada, no se siente muy digno de la confianza y
la admiración de la ciudad. Después del acontecimiento se siente levemente deprimido y olvida pulir su
armadura.
Un mes mas tarde emprende otro viaje, en el momento de irse con su espada, la princesa le recuerda
que tenga cuidado le pide que lleve el lazo. De regreso a casa observa que otro dragón esta atacando
el castillo. Esta vez se precipita hacia delante con su espada pero vacila, pensando que quizás tendría
que usar el lazo. En ese momento de vacilación, el dragón le echa fuego y le quema el brazo derecho.
Confundido, mira hacia arriba y ve a la princesa que le hace señas desde la ventana del castillo: “Usa el
veneno. El lazo no funcionará”:
Le arroja el veneno, que él vierte en la boca del dragón y este muere. Todos se alegran y celebran, pero
el caballero se siente avergonzado.
Un mes después emprende otro viaje. En el momento de irse con su espada, la princesa le recuerda
que tenga cuidado y que lleve el veneno y el lazo. Él se siente molesto por la sugerencia pero se lo
lleva por las dudas.
Esta vez en su viaje escucha a una mujer angustiada. En el momento de precipitarse en su ayuda, su
depresión desaparece y se siente confiado y vivo. Pero cuando saca la espada para matar al dragón,
vacila nuevamente. Se pregunta: “¿Debería usar mi espada, el lazo o el veneno? ¿Qué diría la
princesa?”
Por un momento se siente confundido. Pero entonces recuerda como se había sentido antes de
conocer a la princesa, en aquellos días en que solo llevaba espada. Con un estallido de confianza
renovada, se desprende del lazo y el veneno y ataca al dragón con su confiable espada. Mata al dragón
y el pueblo de la ciudad se alegra.
El caballero de armadura brillante nunca regresó a su princesa. Se quedó en esa nueva aldea y vivió
feliz por es resto de sus días. Finalmente se casó, pero solo después de haberse asegurado de que su
nueva pareja no sabía nada sobre lazos y venenos.
El hecho de recordar que en cada hombre hay un caballero de brillante armadura representa una
poderosa metáfora que sirve para recordar las necesidades fundamentales de un hombre. Aunque este
puede llegar a apreciar a veces el cuidado y la asistencia, ofrecidos en exceso disminuirán su confianza
o lo harán alejarse.
COMO PUEDE UNO INADVERTIDAMENTE HACER QUE SU PAREJA SE ALEJE
Sin el conocimiento de lo que resulta importante para el sexo opuesto, hombres y mujeres no se dan
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cuenta de hasta que punto pueden llegar a lastimar a su pareja. Podemos ver que tanto los hombres
como las mujeres se comunican inadvertidamente en formas que no solo son contraproducentes sino
que pueden significar un cambio de rumbo.
Hombres y mujeres hieren mutuamente sus sentimientos cuando no entienden el tipo fundamental de
amor que necesitan. Las mujeres no se dan cuenta en general de las formas de comunicación que no
sirven de apoyo y que son perjudiciales para el ego masculino. Una mujer puede intentar mostrarse
sensible frente a los sentimientos de un hombre, pero debido a que sus necesidades de amor primarias
son diferentes alas de ella, no logra anticipar instintivamente las necesidades del hombre.
A través de la comprensión de las necesidades primarias de amor de un hombre, una mujer puede
tener mayor conciencia y sensibilidad respecto de las fuentes de descontento masculino. La siguiente
es una lista de errores comunes de comunicación que cometen las mujeres con respecto a las
necesidades fundamentales de amor del hombre.
Errores de las mujeres Por que el no se siente amado
1. Ella trata de mejorar el comportamiento
de él o de ayudarlo, ofreciéndole consejos
no solicitados.
1. No se siente amado porque ella ya no confía en
él.
2. Trata de cambiar o controlar el comportamiento
de su pareja compartiendo sus sentimientos
negativos (Es bueno compartir sentimientos pero
no cuando se intenta manipular o castigar).
2. No se siente amado por ella no lo acepta tal
como es.
3. No reconoce lo que él hace por ella pero se
queja de lo que no ha hecho.
3. Siente que ella lo da todo por sentado y no se
siente amado porque ella no aprecia lo que él
hace.
4. Corrige su comportamiento y le dice
que hacer como si él fuera un niño.
4. No se siente amado porque no se siente
admirado.
5. Expresa sus sentimientos de perturbación
directamente con preguntas retóricas: “¿Cómo
pudiste hacer eso?”
5. No se siente amado porque piensa que le ha
retirado su aprobación. Ya no se siente como el
buen muchacho.
6. Cuando él toma decisiones o iniciativas, ella lo
corrige o lo critica.
6. No se siente amado porque ella no lo alienta a
hacer cosas por sí solo.
Así como las mujeres cometen errores con facilidad cuando no entienden lo que los hombres necesitan
fundamentalmente, los hombres también cometen errores. Los hombres en general no reconocen las
formas de comunicarse que muestran una falta de respeto y de apoyo hacia las mujeres. Un hombre
puede incluso saber que ella se siente desdichada con él, pero salvo que entienda por que ella no se
siente amada y que es lo que ella necesita, no podrá cambiar su enfoque.
Mediante la comprensión de las necesidades primarias de la mujer, un hombre puede mostrase más
sensible y respetuoso de las necesidades de su mujer. La siguiente es una lista de errores de
comunicación cometidos por los hombres con respecto a las necesidades emocionales primarias de la
mujer.
Los errores cometidos por los hombres Por que ella no se siente amada
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Cuando un hombre puede escuchar los sentimientos de una mujer sin enojarse y sin sentirse frustrado,
le esta ofreciendo a su mujer un maravilloso regalo. Hace que ella se sienta segura al expresarse.
Cuanto más pueda ella expresarse, mas escuchada y comprendida se sentirá y tanto más estará en
condiciones de brindarle al hombre la confianza. La aceptación, el aprecio, la admiración, la aprobación
y el aliento que necesita.
COMO TRANSMITIRLE CONFIANZA A UN HOMBRE
Así como los hombres tienen que aprender el arte de escuchar para satisfacer las necesidades de amor
fundamentales de las mujeres, las mujeres tienen que aprender el arte de transmitir confianza. Cuando
una mujer se asegura el apoyo de un hombre, le brinda a este la posibilidad de ser todo lo que puede
ser. Un hombre siente que posee esas facultades cuando alguien confía en él, cuando es apreciado,
aceptado, admirado, aprobado y alentado.
Como en el caso de nuestra historia del caballero de brillante armadura, muchas mujeres tratar de
ayudar a su hombre mejorándolo, pero en realidad lo debilitan o lo lastiman en forma inadvertida.
Cualquier intento de cambiarlo hace que desaparezcan la confianza, la aceptación, el aprecio, la
admiración, la aprobación y el aliento afectuosos que constituyen sus necesidades fundamentales.
El secreto de darle plenas facultades al hombre nunca se relaciona con el intento de cambiarlo o
perfeccionarlo. Ciertamente uno puede querer que cambie; pero no actúe guiada por ese deseo. Solo si
él solicita directa y específicamente algún consejo se encuentra abierto a recibir asistencia para
cambiar.
El secreto de darle plenas facultades al hombre nunca se relaciona con el intento de
cambiarlo o perfeccionarlo.
OFREZCA CONFIANZA NO CONSEJOS
En Venus, el hecho de ofrecer un consejo es considerado como un gesto afectuoso. Pero no en Marte.
Las mujeres tienen que recordar que los marcianos solo ofrecen consejos si se los solicitan en forma
directa. Una forma de mostrar amor es confiar en que el otro marciano resuelva sus problemas por su
propia cuenta.
Esto no significa que una mujer deba reprimir sus sentimientos. Es lógico que ella se sienta frustrada o
incluso enojada siempre que no intente cambiarlo. Cualquier intento de cambiarlo resulta negativo y
contraproducente.
Cuando una mujer ama a un hombre, a menudo comienza a tramar perfeccionar su relación. En su
exuberancia convierte a su pareja en el blanco de sus perfeccionamientos. Comienza un proceso
gradual que apunta a rehabilitarlo lentamente.
POR QUE LOS HOMBRES SE RESISTEN A CAMBIAR
La mujer trata de cambiar o de perfeccionar al hombre de muchas maneras. Piensa que sus intentos de
cambiarlo son afectuosos, pero él se siente controlado, manipulado, rechazado y no amado. Él la
rechazará obstinadamente porque siente que ella lo rechaza a él. Cuando una mujer trata de cambiar a
un hombre, este no recibe la confianza y la aceptación que realmente necesita para cambiar y crecer.
Cuando hago la pregunta en una sala llena de cientos de hombres y mujeres, todos afirman haber
tenido la misma experiencia cuanto más trata una mujer de cambiar a un hombre, mas resistencia