Corazón fuerte
En una tarde soleada los padres de Clara notaron que su hija estaba muy deprimida, el doctor le había diagnosticado una enfermedad crónica cardíaca, que probablemente acabaría con su vida en unos meses.
Los padres y el hermano menor de Clara decidieron organizar un viaje a Alaska para que la niña cumpliera su sueño… conocer la nieve ya que no sabían cuando ella abandonaría este mundo.
-Clara, hija, tenemos una sorpresa para ti.
-¿Qué pasa papá? Respondió Clara.
-Sacamos boletos de avión para que toda la familia vaya a Alaska.
-No lo puedo creer, ¿en serio?
-Sí, nos quedaremos unas semanas en una cabaña que alquilamos.
...
-Estamos a punto de aterrizar, por favor, colóquense los cinturones.
-¡Qué emoción! Dijo Luis, el hermano de Clara.
Cuando descendieron del avión, Candela, su madre, dijo:
-Tomaremos un taxi hacia la cabaña.
- Te vendaremos los ojos para que sea una sorpresa. Dijo Manuel, el padre.
Al llegar al lugar, le sacaron la venda para que observara la hermosa cabaña construida en un bosque nevado, donde las cordilleras estaban cubiertas de nieve espesa.
Entraron a la cabaña y se sorprendieron del cálido y acogedor ambiente que había.
-Veremos una película. Dijeron los padres.
-¿Nosotros podemos ir a jugar en la nieve? Dijo Luis.
-Por favor, siempre hemos querido hacer un muñeco de nieve gigante.
-Está bien, los miraremos desde la ventana.
Luis y Clara salieron a jugar al parque, corrieron, hicieron el muñeco tan anhelado y luego se detuvieron a mirar unas huellas impregnadas en la nieve.
-Clara, hermana.
--¿Sí?
- Esas huellas, ¿serán de un animal?
-Debemos averiguarlo.
Empezaron a seguir la huella con mucho asombro, acelerando el paso.
-No vayas tan rápido, puede hacerle mal a tu corazón. Dijo Luis.
-Estoy bien, no te preocupes.
De pronto, escucharon un aullido detrás de unos grandes arbustos, se detuvieron y avanzaron a paso lento.
Al acercarse, Clara pudo ver una manada de lobos hambrientos liderados por un gran lobo gris.
Clara empujó fuertemente a Luis y comenzó a gritar:
-¡Lobos!
-¡Corre a casa!
Los lobos se alteraron debido al ruido provocado por los jóvenes y corrieron en dirección a Clara. Ella se adentró en el bosque.
Su corazón latía muy fuerte, estaba muy acelerado. Clara se detuvo un instante muy agitada, miró a su alrededor, dejó de respirar y su cuerpo cayó bruscamente al suelo helado.
Luis se acercó al cuerpo inmóvil y salió corriendo a decirles a sus padres lo sucedido.
Los padres de Clara estaban tomando un té y al ver a Luis solo y llorando, salieron de la cabaña exaltados.
-¿Qué pasó? Preguntaron nerviosos.
¡Lobos! Dijo Luis.
FIN
Lengua y literatura- Profesora Adriana Rojas. Estudiantes: Ramiro Santucho- Alexia Pomponio Rodriguez- Camila Ochoa- Candela Heller. Curso: 2° año B. |