HISTORIA DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO – EXAMEN TEMA 9
Esquema del contenido.
1.1 Las consecuencias de la IGM
1.2 Las democracias ante la crisis.
1.3 La aparición de los regímenes autoritarios.
2.1 Crisis de posguerra.
2.2 La formación del PNF
2.3 La marcha sobre Roma y la llegada al poder.
2.4 La dictadura fascista.
2.5 Un fuerte dirigismo económico.
2.6 Un estricto control social.
3.1 La debilidad de la República de Weimar.
3.2 La formación del partido nazi.
4.1 La llegada al poder del nazismo.
4.2 El camino hacia la dictadura.
4.3 La construcción de un régimen totalitario.
4.4 Autarquía económica y rearme.
4.5 El control ideológico y social.
4.6 La pureza racial.
4.7 La expansión territorial.
LA CRISIS DE LAS DEMOCRACIAS LIBERALES.
Las consecuencias de la IGM
La victoria de las democracias supone la desmembración de los imperios autoritarios y la creación de nuevos países, de corte democrático, como Alemania, Austria, Hungría, Polonia, y Checoslovaquia.
En el plano económico, como vimos en el tema anterior, se produjo una alta inflación y los precios aumentaron. La industria bélica tuvo que reinventarse. Cuando se recuperaron, se produjo una sobreproducción y eso unido a la especulación en la bolsa produjo el crack de 1929.
También hubo una crisis social, continuas huelgas, que acabaron en unas ocasiones con la consecución de mejoras para el obrero (en pocas ocasiones, ya que la situación era complicada) y la mayoría de veces sofocadas por las fuerzas del orden. Estos movimientos y reivindicaciones muchas veces estaban inspirados en la Revolución Soviética o promovidos por distintos partidos comunistas.
Las democracias ante la crisis.
Las democracias fuertes y consolidadas lograron frenar de alguna manera el auge de los partidos radicales integrándolos en la vía democrática y formando alianzas (democráticas) contra ellos.
Gran Bretaña.
Además de la situación económica que empeoró ya que la industria empezaba a quedarse anticuada y competían contra un país que claramente le había superado (EEUU), se produjo un hecho importante que fue el alzamiento en armas en Irlanda, 1921. Este alzamiento concluye con el reconocimiento de la independencia de Irlanda, aunque no de los condados del norte, Ulster, donde existía una mayor identificación de la población con la corona. También se produjeron numerosas huelgas, especialmente fuerte la de 1926, pero el partido Laborista supo reconducir la crisis de gobierno.
Francia.
La crisis fue algo más tardía, durante la década de los años 30. Los sectores de derecha amenazaban con ganar en importancia, y eso obligó a las fuerzas de izquierda a formar el Frente Popular en 1936.
LA ITALIA FASCISTA
La crisis de posguerra.
Después de la Primera Guerra Mundial, se produce la crisis económica con subida de precios, reducción de salarios y demás, como en el resto de países. Este es el origen del movimiento huelguístico que caracterizó los años posteriores al conflico en Italia. En las ciudades los obreros ocuparon fábricas y en el campo los campesinos trataron de ocupar tierras. En ambas situaciones las fuerzas del orden reprimieron los desórdenes. Como en otros países, estos movimientos se vinculaban al partido comunista.
En el plano político, igual que en la mayoría de países, también se vivía una etapa de inestabilidad. Se gobernaba en coalición, y había una especie de lucha entre los partidos de centro y los socialistas. El movimiento nacionalista fue en aumento y fue radicalizándose. Una de sus peticiones era la reivindicación de lo que ellos consideraban que debía pertenecer a Italia, principalmente tierras en Yugoslavia.
La formación del Partido Nacional Fascista.
En 1919 Mussolini crea los Fasci di Combatimento, que posteriormente transforma en Fasci, dentro del Partido Nacional Fascista.
El propio Mussolini dota al partido de un programa nuevo basado en un fuerte nacionalismo, un carácter populista socialmente y un proyecto expansionista y militarizado en cuanto a política exterior se refiere.
Nutrieron al partido la clase social obrera y la pequeña burguesía, fundamentalmente.
Cabe destacar que recibió ayuda de la mayor organización patronal italiana.
Las escuadras fascistas eran los encargados de reprimir toda oposición al movimiento. Lo hacían violentamente y contaban con la complicidad de la policía, que apenas les frenaba y cuando lo hacía con una evidente complicidad, imponiendo penas irrisorias.
La marcha sobre Roma.
En 1922 las fuerzas de izquierda declaran una huelga general y el Partido Nacional Fascista retó al gobierno diciendo que si ellos no eran capaces de detener la huelga tomarían el poder. Gracias al Partido Nacional Fascista la huelga no detiene completamente al país, y los servicios mínimos no se detienen.
Unos meses después la situación se repite. Los fascistas acusan al gobierno de no ser capaz de mantener el orden y amenazan con sustituirles en el poder. El gobierno legítimo intenta proclamar el estado de excepción, pero el Rey no lo autoriza, por lo que se ven abandonados y dimiten. Es entonces cuando el monarca pide a Mussolini que forme equipo de gobierno.
Desde ese momento y hasta el asesinato del socialista Matteoti, se produce un proceso de restricción de libertades que llevó al país de un gobierno de coalición de corte democrático hasta la consolidación de un régimen totalitario en 1925, con Mussolini asumiendo plenos poderes y la dictadura de partido único al año siguiente.
La dictadura fascista.
Mussolini asume plenos poderes y se establece una dictadura de partido único al año siguiente, pero eso es sólo el principio.
Durante los siguientes años el parlamento pasa a depender directamente del Partido Fascista (esto sólo durante un año, al año siguiente el parlamento es sustituido por la cámara de los Fascis directamente).
Para mantener ese orden se crea una policía política, que perseguía a los disidentes.
Se produjo un entendimiento y posterior acercamiento entre estado e Iglesia.
El movimiento nacionalista que en un principio pedía recuperar territorios que ellos creían que debían pertenecer a Italia, desembocó en una política militarista y expansionista. (Albania, territorios de África...)
Un fuerte dirigismo económico.
El terreno económico se caracterizó por la intervención del estado, por medidas proteccionistas y por la tendencia a la autarquía económica. La forma de controlar las empresas, la industria mayoritaria, fue mediante participaciones estatales.
Se desarrollan cantidad de obras públicas, se fomenta el empleo y la mejora de las infraestructuras, y se establece un nuevo programa agrario.
Un estricto control social.
Igual que en el plano económico, el plano social también se caracterizó por un estricto control por parte del gobierno. Todo el mundo debía afiliarse al partido o a los sindicatos oficiales.
En el ámbito educativo también se hizo patente este control. También cabe destacar la importancia de la religión.
Por último, citar que en el régimen fue consciente de la importancia del cine y la radio y ayudó a su desarrollo, a cambio claro de fidelidad al régimen.
LA REPÚBLICA DE WEIMAR
La debilidad de la República de Weimar.
El Kaiser Guillermo abdica y se proclama la República de Weimar.
Esta respública fue incapaz de mantener un gobierno estable. Tanto partidos de izquierda como de derecha querían acabar con el régimen.
En 1919 se produce el levantamiento de la Liga Espartaquista, que pretendía aplicar el modelo soviético, pero éstos son derrotados.
En 1920 nacionalistas pretenden dar un golpe de estado ocupando Berlín, pero también fracasan.
En 1923 se produce otro golpe de estado nacionalista y antidemocrático protagonizado por Hitler.
En el plano económico la situación era límite. No podían pagar las reparaciones de guerra y además su moneda se iba devaluando. Ese mismo año (1923) la inflación se dispara, al mismo tiempo que Francia ocupa la cuenca del Ruhr como garantía de cobro.
En 1929 la situación vuelve a empeorar con la crisis de la bolsa, y el paro se dispara. Ante esta situación, los partidos gubernamentales pierden el apoyo de la población y se disuelven gobiernos fácilmente (inestabilidad política).
La formación del partido nazi.
En 1920 Hitler inicia su carrera política en un pequeño partido nacionalista de carácter violento, que se denominó Partido Nacionalsocialista de los trabajadores alemanes.
Hitler lo lideró, lo reorganizó y creó un aparato de combate con la SA (sección de asalto), además de dotarlo de una simbología y carácter antijudío.
En 1923, tras el golpe de estado fallido, es detenido y pasa seis meses en prisión, dónde escribe su programa político, “Mi lucha”, basado en los siguientes puntos:
1-Odio o rechazo a la democracia parlamentaria.
2-Odio al comunismo.
3-Liderazgo indiscutible, incuestionable.
4-Antisemitismo.
5-Creencia en la superioridad de la raza aria.
6-Creencia en el gran Reich.
LA ALEMANIA NAZI
La llegada al poder del nazismo.
La crisis del 29 tuvo como consecuencia el auge del movimiento nacionalsocialista, y esto provocó una polarización política.
En las elecciones de 1932 las dos fuerzas más votadas fueron las nazis y comunistas, y el mayor temor al comunismo hizo que las fuerzas conservadoras prefirieran apoyar a Hitler, por lo que éste fue nombrado canciller en un gobierno de coalición.
El éxito del partido nazi se achaca al apoyo que recibió de las clases medias (por temor a la crisis), de los obreros.
El camino hacia la dictadura.
A las pocas semanas de ser nombrado canciller del gobierno de coalición, Hitler solicita permiso al presidente para disolver el parlamento, éste se lo concede y se convocan elecciones para marzo. En esas elecciones, en un clima tenso, represivo y con cada vez menos libertades, obtiene la victoria el partido nazi, aunque no la mayoría absoluta. Ésta mayoría llega con el apoyo del centro católico, entonces sí, Hitler adquiere plenos poderes, que se ven aumentadas al año siguiente con la muerte del presidente. Hitler se proclama Fuhrer y canciller del Reich.
La construcción de un régimen totalitario.
En apenas unos meses los nazis hicieron de lo que quedaba de la Alemania democrática en un régimen totalitario. El partido controlaba todos los órganos de poder, todas las instituciones. Por lo tanto, se produjo una identificación entre partido y estado. El resto de partidos y sindicatos fueron ilegalizados y duramente reprimidos.
La policía fue sustituida por las SS, se crea la Gestapo (servicios secretos), y se encargan de neutralizar toda forma de disidencia y de impedir la libre opinión pública. También se abren los primeros campos de concentración.
La Sección de Asalto, tropas de choque del partido, estaban resultando de algún modo incómodas desde el punto de vista de Hitler, ya que estaban ganando en influencia y empezaban a tener diferencias con el propio Fuhrer. Esto lo soluciona reuniéndolos y asesinando a su cúpula en la Noche de los cuchillos largos, en 1934.
Autarquía económica y rearme.
Convertirse en una potencia económica fue la principal preocupación de los dirigentes nazis, y trabajaron fuertemente para lograrlo.
Las bases fueron un fuerte dirigismo estatal, que tenía como objetivo lograr la autarquía económica. Se elabora un plan cuadrienal y el estado ejerce un férreo control de producción, de precios y de salarios. Aumentan los proyectos de obras públicas, y se da prioridad a la industria pesada.
Los resultados fueron desiguales, pero en mayor medida se cumple el objetivo fundamental: Alemania pasa a ser la segunda potencia mundial.
Se desarrolla un capitalismo a la Alemana.
El control ideológico y social.
Para controlar la unidad ideológica se crea el Ministerio de Cultura y propaganda, basado como es lógico en la doctrina nazi.
Se dedica especial atención a la educación de la juventud: Se politizó el sistema educativo y se crean las Juventudes Hitlerianas, organización juvenil equivalente a los Pioneros o los Scouts.
La nazificación (proceso por el cual se adquieren los principios del nazismo) fue un éxito, y la población se identificó con el nuevo régimen, con un masivo apoyo. El que no lo apoyaba era marginado, perseguido, encarcelado o asesinado. En los primeros años del nazismo fue numerosa la emigración.
La pureza racial.
Un principio fundamental era asegurar la pureza racial. La raza aria era superior y debía ser protegida a toda costa.
Los judíos sufrieron una continua persecución y fueron culpados de la mayoría de males de la sociedad alemana. Este antisemitismo se formó en diferentes fases:
La expansión territorial.
Hitler vinculó estrechamente el tema de la superioridad racial con la expansión territorial y el dominio germánico.
En primer lugar, rechazó las condiciones del tratado de Versalles y la humillación que supuso.
Pero no pretendían que las fronteras volvieran a ser como al acabar la guerra, sino que apuntaban más lejos, primero con la unión de todos los territorios con población de habla alemana, y luego con el sometimiento de pueblos inferiores, como los eslavos. Esto se denominó la conquista del espacio vital, y lo consideraron necesario para el desarrollo del pueblo, como derecho. (que también tenían Italia en el mediterráneo y Gran Bretaña en ultramar)