LAS
INFALIBLES
AMANDA
HERNÁNDEZ
LÓPEZ
2ºESO C
Capítulo 1
Era una tarde lluviosa, rara para ser una tarde de verano. Estaba aburrida en mi casa cuando, de repente, se oyó un chillido y seguidamente, un disparo.
Me asomé a la ventana y como no vi nada, pensé que me lo había imaginado todo. Al cabo de media hora mi madre me llamó:
-¡Amy! ¡Baja a cenar!
- Ya voy…
Ya estaba todo colocado, así que decidí hacerle la pregunta a mi madre:
- Mamá, ¿lo oíste?
- ¿El qué?
- El disparo
- No sé de que me hablas
-¿No lo oíste?
- Amy, eso son alucinaciones tuyas, que eso también me pasaba a mí
- Será… Pero juraría que lo oí
Terminé de cenar y subí a mi habitación a escuchar música. Puse Man in the Mirror, me encantaba esa canción de Michael Jackson, igual que muchas otras.
Me acosté pensando el disparo y el chillido, ¿habrían sido alucinaciones mías, como decía mi madre, o lo había oído pero mi madre, liada en la cocina, no?
No me acuerdo a qué conclusión llegué, pues me dejé dormir
Capítulo 2
-¡Te lo dije!
-¡Anda! ¡Pues ni me enteré!
La noticia salió en el periódico. Mi vecina había sido asesinada anoche, ¡no habían sido alucinaciones mías! Menos mal que no se había metido en mi casa, quien sabe, a lo mejor nos habría matado a mi madre y a mí.
Me da pena por la familia de la vecina, la querían mucho, y ahora, mi madre no tendría con quien hablar.
-¿Y a quién han asesinado?
- A la vecina…a Carmelia
-¿A…Carmelia…?- se notó en seguida que no se esperaba esa repuesta, ya que se puso a llorar a llanto vivo
- Lo siento…
El funeral se celebró al día siguiente, pero yo no quise ir, nunca me han gustado los funerales.
- Cuida de la casa mientras yo no esté, ¿vale? Voy a cerrar la puerta con llave, no quiero que te pase lo mismo que a Carmelia. No habrás a desconocidos…
- Mamá, que ya no soy tan pequeña… que ya tengo 18 años
- Vale, vale, me voy. Adiós
- Adiós, mamá. Saluda a la familia de mi parte
- Sí
Según se fue sonó el teléfono
-¿Sí?
-¡Amy! ¿Te has enterado de lo de Carmelia?
- Nicky, ¿eres tú? Sí, mi madre se acaba de ir al funeral
-¡Ah! Pues ven a mi casa
- No puedo, estoy a cargo de la mía
- Bueno, pues voy yo
- Pero…
Ya había colgado. ¡Esta Nicky, nunca pregunta! Pues nada, a recoger un poco la casa.
Capítulo 3
-¿Y por qué no intentamos resolver el misterio del asesinato?
- Tú estás loca, Nick. Eso es trabajo de la policía
- Da igual. Juntas, lograremos resolver el misterio
- Paso
- Te daré un premio
-¿El qué?
-¡Un chupete!
- Ni que tuviese 3 años
- Pues a mí me siguen gustando las golosinas…
- Mira, yo no quiero meterme en líos
-¡No lo haremos! Si se pone mal la cosa lo dejamos. ¡Venga!
-¿Y cómo lo resolverías?
- Ya sabes que quiero ser policía y que he practicado esto muchas veces
- Nick, que la vida real no es un videojuego
-¡QUERER ES PODER!
-¡Mira que eres pesada! Venga, vale, aunque no vamos a sacar nada
-¡Bien! Lo primero que haremos es interrogar a los testigos. Yo interrogo a su marido y tú a su hijo
-¿Te refieres a Jack?
- Sí
- Pero hoy no, MAÑANA
- Ja, ja. Vaale…
Esto era una tontería, qué íbamos a averiguar 2 chicas como nosotras que no averiguara antes la policía.
Bueno al menos iba a hablar con Jack, ¡eso es lo mejor de todo! A ver… ¿y qué le decía? ¿Que yo y Nicky íbamos a averiguar quien había sido el asesino de su madre y que para ello necesitábamos hacerles unas preguntas?
Pensaría que estamos locas, aunque muy desencaminado no iría.
Capítulo 4
Ya llegaba tarde,¿qué estaría haciendo para tardar tanto?
Cuando la vi, lo entendí todo
-¡Hola!
-¿Qué haces con esas pintas? Que yo sepa, no hay ninguna fiesta de disfraces
-¿Te gusta? ¡Oye, no te metas con mi ropa!
Parecía salida de una feria, ¡cómo se le ocurría vestirse de Sherlock Holmes!
Menos mal que solo íbamos a interrogar a la familia, porque a saber cómo se vestiría si fuese a ver el cuerpo.
-¿A dónde van, chicas?
- Vamos a…
- Son asuntos secretos- ¡para qué me tapaba la boca!
-¡Vale! ¡Adiós Sherlock y Watson!
- Ja, ja. No tiene gracia, madre
-¡Adiós!- y ésta ni se inmuta
Cada vez pienso más que esta tía está más chiflada.
Genial, ahora me empezaba a poner nerviosa. << Tranquila, solo vas a interrogar a Jack >>. Este pensamiento no funcionaba, ahora estaba más nerviosa que antes.
Tocamos al timbre y nadie nos abrió, así que volvimos a llamar.
-¿Sí?- se oyó al otro lado de la puerta.
- Soy la hija de la vecina, Amy
Nos abrió la puerta el Señor McQueen. Había cambiado mucho desde la última vez que lo vi. Había adelgazado mucho, tenía ojeras y tenía los ojos rojos de tanto llorar.
-¿Qué os trae por aquí, chicas?
- Le queríamos hacer unas preguntas a usted y a su hijo, si no les importa
- Claro, pasad dentro
La casa era bastante grande y acogedora y, a lo lejos, vi a Jack, que nos miraba como si fuéramos raras, cosa que no se podía negar, ya que saltaba a la vista.
- Bueno, si no le importa, preferiría hacer el interrogatorio en privado. ¡Jack! ¡No te cortes, ven y siéntete como en tu propia casa!
- Es que lo es- me estaba dejando en ridículo, ¿por qué habría aceptado?
- Hola…
-¡Hola! ¿Qué tal estás, Jack?- no era la pregunta más apropiada pero no sabía qué decir.
- Bueno… ¿Qué le va a preguntar a mi padre?
- Más o menos, lo mismo que te voy a preguntar a ti
- ¿El qué?
- Quiero que sepas que no ha sido idea mía, sino de Nicky
- Si me dices el qué tal vez puedo ayudar
-¿Estabas en la casa cuando ocurrió el asesinato?
- Sí
- Descríbemelo
- En realidad, no sé nada. Yo estaba en mi cuarto escuchando música cuando oí un chillido. No me di prisa en bajar, pensé que mi madre había visto un ratón o una cucaracha, pero entonces oí un disparo y ya me preocupé y, cuando bajé, la vi…
- Te entiendo, desahógate- y después dicen que los hombres no lloran, ¡chiquita estupidez!- ¿Y puedo sabes donde encontraron el cuerpo?
- La policía lo tiene marcado en la cocina
- Voy a la cocina
Parecía una de esas películas de policías en las que estaba marcada la figura del cuerpo de la víctima con tiza en el suelo y todas las cintas de la policía alrededor. ¡Cuándo lo viera Nicky…!
- Muchas gracias por sus confesiones, volveremos otro día. ¿¡Esa es vuestra cocina!? ¡Cómo mola! Digo…
- Discúlpenla, es fanática de los policías. Sentimos mucho lo ocurrido. ¡Hasta pronto!
- Adiós
Capítulo 5
-¿Qué tal vuestra investigación?
- Bueno… No averiguamos nada importante
- Si es que ya te lo había dicho, Nick. ¡Tú eres una ilusa!
-¡Pero no nos rendiremos!
-¿Por qué lo pones en plural?
- Somos un equipo ¿no? ¿Qué nombre nos ponemos?
-¡¿Por qué a mí?!
- No, no me gusta. ¿Qué tal ‘Las Infalibles’?
- Sí, sí, lo que digas
- Juntas, resolveremos cualquier caso
-…
¡Pero qué pesada! ¿Por qué tenía que involucrarme? ¡A mí! No era justo… ¿¡Pero qué es justo en este mundo!?
-¿Nos hacemos una página Web? Podríamos poner lo que sabemos y que los visitantes digan lo que creen
- Haz lo que quieras
-¡Sonríe!
-¿Qué haces?
- Es una foto para el tablón
-¿Y qué vas a poner de título?
- ‘Elemental, querido Watson’
- Te van a reclamar los derechos de autor-parecía que no se daba cuenta de que la estaba fulminando con la mirada
- Vas a ver, va a recibir muchas visitas
-¡Venga! ¡Allá vamos!- no sé por qué, pero ahora quería llegar al final de este caso. ¿Serían los primeros síntomas de la locura? Da igual, me iba a esforzar
-¡Por fin! ¡Te has puesto de mi parte!
Tenía una idea, pero aunque fuera un poco loca, la iba a hacer.
Capítulo 6
-¿Estás segura de esto? Me gusta investigar, pero esto es demasiado
- Sí, estoy segura. Además, fuiste tú quien empezó con todo esto
- Vale, vale
No me podía parar a pensarlo dos veces, porque si lo hacía, estaba segura de que me echaría atrás. Robar la cinta de la cámara de seguridad que había en mi calle. Lo sé, una locura.
- Según mi tío me dijo una vez, dentro de 5 minutos se van a tomar un descanso y 3 minutos después entran otros para ocupar sus puestos
-¿Quieres dedique solo tenemos 3 minutos para robar la cinta?
- Si solo fuera eso…
-¡Oh, no! ¿Qué más hay?
- A ti se te daba muy bien la informática, ¿verdad, Nicky?
- Sí, ¿por qué?
- Tu misión es desconectar la cámara de seguridad que está en la comisaría; y la mía, coger la cinta
- Está bien, aunque es de locos, lo conseguiré, ¡somos Las Infalibles!
-¡Sí!
-¡Mira! ¡Ya empiezan a salir los polis!
- Prepárate
Ya habían salido todos. Era el momento de entrar en acción.
-¡Ahora! ¡Corre y desactiva la cámara!
-¡A sus órdenes!
Parecía que ya lo había hecho, ¿cuánto habría tardado? ¿Un minuto o menos? Mejor, no teníamos mucho tiempo.
Todo estaba desordenado. Con una poco de suerte no se darían cuenta de la ausencia de la cinta.
- Hay que encontrarla. ¡Ya!
- Busca por allí
-¿No sería más fácil mirar allí?
- N…Ups- no me había dado cuenta, pero era lo único que estaba ordenado en todo aquello- ¡Busca el 15 de julio!
-¡Aquí está!
- Tengo hambre, ¿nos habrán dejado algo?- ¡Oh, no! ¡Eran los polis!
-¡Vámonos!
- Mmm.....¡Donuts! ¡Y del día!
-¡Nick, deja eso!- si no tiro de ella y salimos corriendo nos habrían pillado.
-¡Sí, lo conseguimos! ¡Somos infalibles!
- Si al final te ha acabado gustando el nombre, ¿eh?
- Sí, je, je. ¿Vamos a tu casa a verla?
-¡Claro! Vámonos antes de que nos descubran
-¡Vale!
Capítulo 7
-¡Páralo! ¡Mira! ¡Hay alguien!
- Una mujer, para precisar
- Pon el play. ¡Páralo!
- Se acaba de meter por la puerta del jardín
- Pon el play
-¿Te das cuenta de que a ti te pega más ser Sherlock que a mí? ¡No es justo! ¡A ti ni siquiera te gusta!
-¿A ti quién te ha dicho que no me gusta? ¡Mira! ¡Ya vuelve a salir!
-¡Y se le ha caído algo!
-¿En serio? ¡No lo vi! ¡Dale hacia atrás!
-¡Aquí, mira!
-¿No se puede aumentar la imagen?
- Sí. Espera un momento…¡Ya!
- Es una cartera… me suena de haberla visto antes pero no sé de qué
-¡Mi hija! ¿¡Tú qué tienes, vista de águila!?
- Ya ves… Oye, creo que deberíamos enseñárselo a los McQueen…
-¡Tú lo que quieres es ir a ver a Jack!
-¡Noo…! ¿Por qué dices eso?- aunque no era esta mi intención, me salió con tono irónico
-¡Uuuuu!
-¡Cállate!
-¡Oh! ¡Que la niña se pone colorada!
-¿Sabes que decir eso solo sonroja más?
- Sí, lo sé
- Serás…
- Venga, vamos a su casa y le decimos lo que sabemos
¿Se alegrarían al vernos de nuevo o pensarían ‘ Por qué a mí, Dios’?
Cuando llegamos tocamos al timbre y esta vez no hizo falta hacerlo de nuevo.
-¡Anda, chicas! ¿Qué os trae por aquí?
- Tenemos nueva información, señor McQueen
-¿De qué se trata, pues?
- Si no le importa, nos gustaría empezar esta conversación en un lugar más… apropiado
-¡Oh! No me había dado cuenta, lo siento. ¿Os apetece entrar?
-¡Claro, gracias!- intentaba ser lo más educada posible, pero me estaba poniendo nerviosa
- Hola, ¿alguna novedad?- ¡Jack nos hablaba como a personas normales! ¡No pensaba que estuviéramos locas! O si lo pensaba, lo disimulaba bastante bien…
- Sí. Tomen asiento, la historia es interesante. ¿Quién la cuenta tú o yo?
- Tú misma, Amy
-¿Están listos?
- Sí.
- Pues allá voy…
Lo conté todo lo más resumido posible y, cuando terminé, nos contaron algo bastante… interesante.
- Respecto a la cartera… la tengo yo. Cuando salí a ver si estaba por la calle el asesino, encontré la cartera
- Bueno… en este caso es asesina
-¿Por qué no me dijiste nada, hijo?
- Pensé que no era importante…
-¿Puedes traerla? ¡Cógela con un guante, para no marcar más huellas dactilares!
-¡Claro!
Al cabo de unos 5 minutos aproximadamente bajó con la cartera.
-¡Dios, pero de qué me suena! ¿Me la puedo llevar?
-¿Y para qué la quieres?- Nicky ya estaba intrigada
- Tengo mis…contactos
-¡Al final, a ti te pega más ser policía que a mí!
- Ya ves
- Amy, ¿estás libre mañana a las 16:30?
-¡Eh! Eh… Sí, claro, como no
-¿Te parece si quedamos en el parque?
-¿El que está en la plaza de la Iglesia?
- Sí
-¡Vale!
Capítulo 8
-¿A dónde vas, Amy?
- He quedado con Jack
- No me gusta ese chico para ti
- Quien elije soy yo, madre. Lo siento mucho si no te gusta, pero es mi elección
- Está bien, tú lo has decidido. Ya te acordarás de mí
-¡Me tengo que ir! ¡Se me hace tarde!
Jack ya estaba en el parque. Estaba más guapo que nunca, o a mí me lo pareció. Era una bonita tarde, el sol brillaba y los pájaros cantaban. ¡Me estaba poniendo poética! Ya me podría venir la inspiración en clase de lengua…
-¡Hola!
-¡Buenas! ¡Siento la tardanza!
- No te disculpes, yo he venido muy temprano
- Vale
¡Dios, qué nervios!
- De… ¿De qué querías hablar?- genial, ahora me temblaba la voz.
- Quería agradecerte lo mucho que te preocupas por mi madre
- De nada. Nada de esto habría ocurrido si no hubiera sido por Nicky
- Ja, ja. Me acuerdo que cuando la vi entrar pensé que se había confundido de casa. ¿A quién se le ocurre entrar vestida de Sherlock Holmes?
- A ella. Es que está muy loca. Pero yo no me quejo, que yo soy otra
- Y…bueno…también me gustabas desde hace tiempo pero ahora, lo que siento es algo más…profundo, por así decirlo
-…
- Y mi pregunta es… ¿quieres…salir conmigo?
-…
-¿Hola? ¿Hay alguien en casa?
-¡Eh! ¡Oh! Eh… eh…s…sí
Y entonces ocurrió lo que quería que sucediera desde hace tiempo. Me agarró por la cintura, me acercó a él y ¡me besó! Fue muy dulce.
-Ya es oficial- me susurró al oído.
Capítulo 9
-¡Tengo los resultados de las pruebas!
-¿Puedo saber quién te la ha hecho?
- Un tío mío
-¡Yo también quiero tener tíos como los tuyos! ¡Uno policía, el otro…eso!
- Da igual. Aquí está quién es la asesina, además de Jack, que también tocó la cartera.
-¡Ábrela!
- No, todavía no. Quiero darle misterio al asunto. Si quieres saberlo, ven esta tarde. Yo aviso a Jack
- Por cierto, ¿qué paso con Jack?
- Eh…nada
- Cuando tú dices nada, tela marinera
¿Por qué no le afectaban nunca mis miradas fulminantes?
-Vaaale… estoy saliendo con él
-¡Lo sabía!
-¿Entonces para qué preguntas?
- Para asegurarme
- Pues eso. Después, aquí, a las 18:00
- Ok. ¡Hasta después!
-¡Adiós!
Ahora me entraban ganas de abrir el sobre
- No, Amy, aguántate y ve a avisar a Jack- una señora mayor pasó y me miró raro. Murmuró algo como ‘la juventud de hoy en día no es como la de antes’.
¡Qué pasa! ¿No se puede pensar en voz alta?
Toqué al timbre.
-¿Sí?
- Jack, soy yo
-¿Quién es yo?
- Ya lo sabes
- No conozco a nadie llamado Ya lo sabes
-¡Mentiroso! ¡Me conoces a mí!
-¡Ah, es verdad!-me abrió la puerta con una sonrisa de oreja a oreja- ¡Hola, Ya lo sabes!
-¡Hola! ¡Tengo noticias nuevas!
-¿El qué?
- Ya puedo saber quien es la asesina
-…¿en serio?
- Sí. Lo tengo en un sobre y lo abro en mi casa a las 18:00. No llegues tarde. ¡Ah! Nicky también viene.
- Ok. Nos vemos después
-¡Hasta luego!
Capítulo 10
-¡Ya están aquí!
-¿Quiénes!
- Jack y Nicky
-¿Y por qué han venido?
-Tenemos la prueba de quién asesinó a Carmelia
-¿Qué?
- Ya dijimos que éramos Las Infalibles
- Pero pensé que solo era un juego
- Ya ves que no- volvieron a tocar al timbre-¡Ya voy!
-Tú no vas a ninguna parte
-¿Qué? ¿De qué estás hablando, madre?
-¡He dicho que tú no vas a ninguna parte!-esa no era mi madre de siempre. Parecía que iba a reventar. Me dio miedo.
-¿Qué te ocurre?
Entonces ocurrió lo que menos me esperaba. ¡Mi madre, mi propia madre, se lanzó contra mí y me tapo la boca! Seguro que me dio un somnífero o algo, porque cerré los ojos y cuando los abrí estaba atada a una silla y con la boca vendada.
- Veo que te has despertado-¡qué le había pasado! ¡No era la misma! Se acercó y me quitó la venda que me tapaba la boca-Yo no quería hacer esto, tú me has obligado
-¿Dónde están Jack y Nicky?
- Espera un momento
Al cabo de un rato, apareció con Jack y Nicky con la boca tapada y las manos atadas
-¡¿Qué les has hecho?!
- Ustedes no teníais que saber nada
-¡Déjalos!
- No te muevas o disparo- dijo señalando a Jack con una pistola, de cuya existencia no conocía.
-¿Por qué has hecho esto?
-¡No es asunto tuyo!
-¡Sí que lo es! ¡Soy tu hija!
-…Le presté dinero a Carmelia, pero esta no me lo devolvía, y ya tardaba demasiado en dármelo, así que me dejé llevar
-¿Y ya está? ¿La mataste porque no te devolvió el dinero? ¡Por dinero! No sabía que fueras así… ¡Y por eso me sonaba la cartera!
- Sabéis demasiado. Siento mucho esto, pero no me queda otro remedio-apuntó con la pistola a Nicky y… ¡le disparó! Pero por suerte, no tenía balas y Jack aprovechó el momento de distracción para meterle una patada y tirarla al suelo, ya que no tenía las piernas atadas.
-¡Jack! ¡Ayúdame!- enseguida se acercó y con lo poco que tenía libre de las manos me desató y acto seguido les desaté a ellos.
- Yo llamo a la policía. ¡Vigilad que no se mueva!-Nicky fue corriendo a buscar el teléfono.
-Traicionas a tu propia madre… ¡eres una verdadera desagradecida!
-¡Tú me traicionaste primero!
- Ya vienen para acá
- Ok. Lo siento mucho, madre, pero escogiste el camino incorrecto
Epílogo
Se llevaron a mi madre a comisaría, la policía nos agradeció nuestra colaboración y se marcharon.
-¿Y ahora qué?
- Lo elemental, querido Watson. A vivir la vida.
Nos fundimos en un abrazo colectivo. Habíamos sido infalibles.