3 de agosto de 2010
QUERIDO DIARIO:
No es fácil saber cuánto tiempo voy a estar aquí atrapada, no tengo ni comida, ni agua, ni ropa, ni un lugar donde estar… y lo peor, yo sola. Cuando me desperté en la orilla de la playa, me quede allí tirada esperado despertar de una simple pesadilla, hasta que asumí el hecho de haber naufragado en una isla desierta .Di varias vueltas por la isla, tenía miedo, intentando encontrar a alguien que me ayudara pero como me esperaba, ni rastro de vida humana. Ahora anochece, pero mañana intentaré buscar provisiones e inspeccionar más detenidamente este lugar.
4 de agosto de 2010
QUERIDO DIARIO:
Mi segundo día en la isla, la cual bauticé como “Isla solitaria” porque por más vueltas que di no encontré prácticamente ni rastro de vida, solo pequeños insectos y, de vez en cuando algunos pájaros volando que no suelen aterrizar aquí. Por suerte encontré bastantes árboles y arbustos con frutos que me sirven de alimento, y después de una tarde entera buscándolo, un manantial de agua. La ropa en el único problema que me queda por resolver, pese a estar en pleno verano, por las noches hace muchísimo frío, y en cuanto al refugio estoy acabando de construir un pequeño techo y tres paredes que me aíslan del viento.
5 de agosto de 2010
QUERIDO DIARIO:
Tercer día en la isla. Ya me voy acostumbrando un poco estar aquí, las cosas vas mucho mejor de lo que me imaginé el primer día, tengo agua, comida, un pequeño refugio y construí una pequeña caña de pescar que da buen resultado. En los tres días que llevo aquí, aún no vi, ni siquiera a lo lejos, ni un barco, avión o helicóptero con el que poder comunicarme. La “isla solitaria” es muy tranquila, relajante y silenciosa, al menos he tenido la suerte de llegar aquí y no a una isla llena de animales salvajes y cosas por el estilo. Sólo llevo aquí tres días, y espero no perder la cuenta con el paso del tiempo, pero no voy a perder la esperanza, de alguna manera saldré de aquí y volveré a casa.
Lucía Rivera Gutiérrez 1º A 18