En una fría mañana de invierno, en la que la nieve caía del cielo. Alma decidió salir a jugar a la calle, iba contenta, saltando por un callejón, cuando de repente  se paró delante de una pizarra en la que había muchos nombres escritos, y se le ocurrió escribir su nombre.

En el momento en que Alma acabó de escribir, oyó un ruido detrás de ella y sentía como si alguien estuviera mirándola. Al darse la vuelta observó en el escaparate de una tienda con forma de boca, una muñeca igual a ella, hasta con la misma ropa. Alma, muy extrañada pero intrigada se acercó al escaparate y se dio cuenta de que quería esa muñeca. Pero en ese mismo momento, la muñeca desapareció, y ahora, más intrigada que antes, se dirigió a la puerta, pero esta estaba cerrada. Así que enfadada, lanzó una bola de nieve contra la puerta y se fue, pero cuando apenas dio un par de pasos….¡se abrió la puerta! Y Alma emocionadísima, entró corriendo y vio que la muñeca estaba encima de una mesa en el centro de la sala. Fue corriendo a por ella pero cuando estaba a punto de cogerla, tropezó con un muñeco de cuerda montado en una bicicleta tirado en el suelo, Alma lo levantó y este salió corriendo hacia la puerta que seguía abierta, pero cuando el muñeco estaba a unos milímetros de salir, la puerta se cerró, y este quedó dándose golpes contra ella.

Alma se levantó a por la muñeca pero... ¡había vuelto a desaparecer! Alma se asustó y empezó a buscarla con la vista, pero enseguida la encontró, estaba subida a una estantería. Alma trepó  para cogerla, pero no se daba cuenta de que mientras iba subiendo, las muñecas que quedaban atrás movían los ojos y la seguían con la mirada. Alma estiró el brazo para tocarla pero paso algo muy extraño, alma se quedó atrapada dentro de la muñeca, y todas las que estaban a su alrededor empezaron a mover los ojos de una lado a otro.

En el escaparate apareció otra muñeca, y a Alma le dio la impresión que aquello no sería la última vez que ocurriera.

FIN