Mis pareados...
Si fuera un ladrón
me comería un turrón.
Si fuera un largo ciempiés
me pondría los zapatos
para correr
por la mies.
Si yo fuera un grillo cantor,
después de comer lechuga
retumbaría
el tambor.
Si yo fuera un señor canguro,
saltaría cinco leguas
si me viera
en un apuro.