Mitos sobre la sexualidad de las personas con discapacidad
Muchos son los mitos sexuales que rodean a las personas que padecen algún tipo de discapacidad física y/o mental. Conocer cuáles son y entender que son falsos rumores es el inicio para que este grupo de gente pueda también disfrutar libre y satisfactoriamente de su sexualidad. Éstos son algunos de ellos:
- Las personas con discapacidad no tienen deseos ni necesidades sexuales. Son personas asexuadas: Tienen impulsos sexuales como todos, aunque este mito puede llevar a una profecía autocumplida, provocando que interioricen esta creencia y actúen como tal.
- Este grupo de personas tiene una sexualidad descontrolada, exagerada, y por eso hay que ponerles límites: Como lo que ocurre con otros mitos, el comportamiento descontrolado de unos pocos individuos se ha generalizado a todos los demás.
- No pueden funcionar sexualmente de forma adecuada: Este mito está más relacionado con las discapacidades físicas.
- No tienen capacidad para actuar de forma responsable en la sexualidad: Es debido a la infantilización de los discapacitados; se asume que son “niños grandes”. Esto lleva a la sobreprotección, que es uno de los grandes errores porque no ayuda a la integración de estas personas. Este mito ha provocado medidas extremas para prevenir posibles riesgos sexuales, como la esterilización.
- No se puede hacer educación sexual con ellos porque les incita a la conducta sexual: La falta de educación sexual conlleva muchos riesgos, además de que ésta es un derecho universal de todas las personas.
- Todas las personas con discapacidad son iguales: Hay que aprender a valorar al individuo por su identidad propia, no debemos generalizar.
- La discapacidad mental es hereditaria. Hay que impedir que tengan descendencia: La mayor parte de las discapacidades no están causadas por orígenes genéticos, por lo que pueden tener hijos normales.