Published using Google Docs
BLANCANIEVES
Updated automatically every 5 minutes

BLANCANIEVES Y LOS CINCO ENANITOS

 TEATRO  Y  PROYECCIÓN  EN  FLASH

Personajes:

Blancanieves           (Fani)

Cazador                  (Darío)

Madrastra               (Jorge)

Príncipe                  (Bryan)

Enanito Sabio         (Dayana)

Enanito Gruñón       (Diego)

Enanito Miedoso     (Donovan)

Enanito Tímido       ( Nerea)

Enanito Dormilón    ( Naiara)

Música:         Fantasía sobre Greensleeves.

                    Marcha fúnebre de “El sueño de una noche de verano”, Mendelssohn.

                         Marcha nupcial de                             “                                         “

                         Marcha en si-b, Prokofiev.

                         Urano (Los planetas), Holst.

                         La guardia montada (Carmen), Bizet.

 

PROYECCIÓN  –  1ª PARTE

Música de fondo:  Fantasía sobre Greensleeves.

Castillo desde fuera nevando.

Era un día frío de invierno. Los copos de nieve caían sobre el castillo.

La reina cosiendo junto a la ventana.

Al lado de la ventana, la reina de aquel país estaba sentada cosiendo.  Mientras tanto, pensaba.

Primer plano de la reina pinchándose y salpicando una gota de sangre.

De repente… ¡se pinchó con la aguja! Y una gota de sangre cayó sobre la nieve.

La reina pensó entonces:

- ¡Quién pudiera tener una niña tan blanca como la nieve, tan roja como la sangre y tan negra como esta madera!

Castillo pasando las estaciones.

Pasó el tiempo. Y la reina dio a luz a una niña…  tan blanca como la nieve, con las mejillas tan rojas como la sangre y con el pelo tan negro como la madera de la ventana. De nombre le pusieron… Blancanieves.

Bebé sonriendo.

 

Rey llorando con el  bebé en brazos. Se ve a la reina muerta.

Pero al nacer la niña, la reina murió. Y la pequeña Blancanieves quedó huérfana.

 

Castillo de fondo con algo que indique que pasa el tiempo.

Un año más tarde, el rey se volvió a casar.

Boda.

Madrastra con cara de orgullosa.

La nueva reina era muy bella, pero también muy orgullosa. No podía soportar que nadie la ganase en hermosura.

Espejo vacío.

Tenía un espejo que era mágico. Cada día le preguntaba:

     -Espejito en la pared, dime una cosa:

   ¿Quién es de este país la más hermosa?

Entonces el espejo contestaba:

Espejo hablando.

             Vos sois la más bella,

           tanto como una estrella.

Espejo vacío.

Y la reina se quedaba satisfecha, pues sabía que el espejo decía siempre la verdad.

 

 Blancanieves en su habitación con velas.

Blancanieves fue creciendo. Desde pequeña era una niña muy guapa. Pero, según se iba haciendo mayor, su belleza iba aumentando. Y un día, cuando la reina preguntó al espejo...

Música de fondo: Urano.

Espejo vacío.

               -Espejito en la pared, dime una cosa:

               ¿Quién es de este país la más hermosa?

Espejo hablando.

                -Vos, señora, sois como una estrella,

                pero Blancanieves es aún más bella.

Reina saltando furiosa.

- ¡Aaaaagh!

La reina se puso enferma de envidia.

- ¡Cómo es posible! ¡Esa mocosa!

Y desde entonces empezó a odiar a Blancanieves.

La envidia siguió creciendo dentro de ella, hasta que ya no pudo soportarla. Y un día tomó una decisión.

- Voy a llamar a un cazador para que mate a Blancanieves. ¡Así volveré a ser yo la más bella!

 

Cazador quieto.

- Me han dicho que eres muy hábil con el arco y con el cuchillo.

Cazador hablando.

- Así es, mi reina; no se me escapa ningún animal.

Cazador poniéndose triste.

- Bien. Pero esta vez tu caza va a ser fácil. Coge a Blancanieves, que está en su habitación; llévatela al bosque y mátala. Ah, y como prueba de su muerte, me traerás su corazón. ¿Lo has entendido?

Cazador hablando.

- Sí, mi reina, pero...

Reina hablando.

- ¿Qué “pero”?  ¡Obedece ahora mismo, o serás tú el muerto!  ¡Vete ya!

Cazador hablando.

- Sí, mi reina.

 

 PRIMER ACTO

Entra el cazador sujetando a  Blancanieves. Saca el cuchillo. Blancanieves le suplica.

 

B – Por favor... No me mates.

CAZADOR – No quiero matarte. Pero me lo mandó la reina. Si no, mandará que me maten a mí.

B - ¡Pero si me dejas libre, la reina no tiene por qué enterarse! Mira, me quedaré en el bosque y nunca jamás volveré al palacio.

CAZADOR – Pero la reina dice que la lleve tu corazón. Quiere comprobar que te he matado.

B - ¡Seguro que se te ocurrirá algo que hacer!

CAZADOR – (Pensando) Mmmm... Me parece que tengo una idea. ¡Vale, vete! (La suelta) Pero quédate en el bosque y no vuelvas al palacio nunca más. ¡Me estoy jugando la vida por ti!

B - ¡Gracias! Eres un buen hombre. ¡Te lo juro, nunca volveré! ¡Gracias!

 

Blancanieves echa a correr y sale. El cazador habla solo.

 

CAZADOR – Bueno, de todos modos, seguro que sola en el bosque morirá. ¡Pobre niña! En fin, yo voy a matar un jabalí y le llevaré el corazón a la reina. Pensará que es el corazón de Blancanieves.

El cazador empieza a buscar un jabalí y va saliendo.

 

PROYECCIÓN  –  2ª PARTE

Música de fondo: Urano.

Cazador hablando.

- Aquí tenéis, mi reina. El corazón de Blancanieves.

Reina hablando.

- ¡Bien! Toma estas monedas como recompensa.

Reina saltando.

- ¡Ja!  ¡Adiós, Blancanieves!  ¡Ahora soy la más hermosa!

Castillo.          

 Y la perversa reina mandó al cocinero que le guisara el corazón, y se lo comió pensando que era el corazón de Blancanieves.

 

SEGUNDO ACTO

LUZ .  Entra Blancanieves jadeando y se sienta.

 

B – No puedo más. Llevo todo el día andando por el bosque. Estoy completamente perdida.

Mira a su alrededor. Sigue hablando, extrañada.

Esto me suena. Pero, ¡si es donde me dejó el cazador!  Me dejó delante de esta casa. ¿De quién será? ¿Quién puede vivir aquí, en medio del bosque?

Se acerca y mira por la ventana.

Parece que no hay nadie. ¡Anda, está puesta la mesa! Hay seis platos, seis vasos, cubiertos... Y todo es pequeñito. Parece para niños. Allá al fondo están las camas, y también son pequeñas. Está todo muy limpio y ordenado. Y la comida está ya puesta en los platos. ¡Con el hambre que tengo!

Prueba la puerta.

¡Está abierto! ¿Qué hago? ¿Entro?

Bueno, entraré. Seguro que a los dueños de la casa no les importa que coma un poquito.

Entra y deja abierto. Se la ve por la ventana.

¡Mmm, qué pan más bueno!  Esta manzana también está muy rica. ¡Mmmmm, leche! ¡Y castañas!

Sigue comiendo un rato.

Me está entrando un sueño.... Voy a probar esta cama un momento...

Va probando camas y levantándose.

 ¡Huy, qué  dura es!  ¿A ver esta? No, tampoco es cómoda. Demasiado blanda, te hundes. ¿Y ésta? No, me queda corta. ¿Y esta otra? Vaya, demasiado estrecha. ¿Ésta otra? El colchón tiene bultos. ¡Solo me queda una por probar! ¡Uf, por fin! Me queda exactamente a la medida, y es bien cómoda!

 

Música para los enanitos.

Llegan en fila los enanitos. Se paran de golpe.

 SABIO - ¡Eh! ¡La puerta está abierta!    (Retroceden y se esconden. Se asoman un poco. )

 

SABIO - ¡Alguien nos ha entrado en casa!

GRUÑÓN - Seguro que nos han robado.

TÍMIDO- Vamos a mirar.

MIEDOSO - ¡Cuidado, que pueden estar dentro todavía!

 

Se acercan sin hacer ruido. Se colocan mirando por las ventanas.

 

SABIO - ¡Alguien se ha comido la mitad de mi pan!

GRUÑÓN - ¡Y ha mordido mi manzana! ¡Vaya faena!

TÍMIDO - ¡Y se ha bebido la mitad de mi leche!

MIEDOSO - ¡Y a mí casi me ha dejado sin castañas! ¡Será un ogro feroz!

 

Se acercan a la puerta y miran a través de ella.

 

SABIO - ¡Eh, y alguien se ha echado en mi cama!

LOS DEMÁS (menos Gruñón) - ¡Y en la mía!

GRUÑÓN – Y en la mía... ¡hay alguien todavía!                   (Entran un poco.)

 

SABIO - ¡Es una niña!

TÍNMIDO - ¡Qué guapa es!

MIEDOSO - Está muy dormida.

SABIO - Dejadla, no la despertéis.

GRUÑÓN - ¿Y yo dónde duermo esta noche?

SABIO - Pues un ratito con cada uno.

GRUÑÓN - Vaaale.

SABIO - Vamos a cenar sin hacer ruido y luego nos acostamos.

   

PROYECCIÓN  –  3ª PARTE

Música de fondo: Urano.

Espejo vacío.

Mientras tanto, en el castillo, la reina volvió a preguntar al espejo:

           -Espejito en la pared, dime una cosa:

           ¿Quién es de este país la más hermosa?

Espejo hablando.

           -Vos, señora, sois como una estrella,

           pero Blancanieves, que vive en el bosque con los enanos, es aún más bella.

Reina saltando.

 - ¡Ahhh! Pero entonces… el corazón… ¡Maldito cazador, me ha engañado! ¡Me las pagará! Mandaré a los soldados que lo detengan y lo metan en la mazmorra más profunda del castillo. ¡Ya veré lo que hago con él!  Pero bueno, lo primero es acabar con Blancanieves.

Reina quieta (ante la pared)

La reina se puso a pensar cómo lo haría.

Reina hablando.

- Está visto que no puedes fiarte de nadie. ¡Iré yo misma a matarla! Voy a disfrazarme para que no me reconozca. Me disfrazaré de vendedora ambulante.

 

TERCER ACTO

Música para los enanitos.

Salen los enanitos de la casa.

 GRUÑÓN – ¡Vaya nochecita que he pasado!

SABIO - ¡Hay que ver cómo duerme la niña!  Con el ruido que hemos hecho al desayunar, y no se ha despertado.

TÍMIDO - Oye, habrá que irse a trabajar, ¿no?

 MIEDOSO - Pero no podemos dejar a la niña dormida.                  (Aparece Blancanieves.)

 

B - Hola. Perdonadme por haberme metido en vuestra casa. ¿Quiénes sois?

SABIO - Somos los enanitos de este bosque. ¿Y tú quién eres y qué haces aquí?

B - Me llamo Blancanieves. Mi madrastra, que es la reina, me quiere matar. No puedo volver al castillo.

SABIO - Pues quédate aquí con nosotros. Aquí estarás bien.

B - ¿De verdad puedo quedarme?

SABIO - Espera un momento.

Se ponen a cuchichear entre ellos.

SABIO - Mira: vamos a hacer un trato. Nosotros te dejamos que vivas aquí, y a cambio tú haces los trabajos de la casa. ¿De acuerdo?

B - ¡Sí, encantada!

SABIO - Pues venga. Hoy mismo empiezas. Nosotros tenemos que irnos a trabajar.

MIEDOSO - Somos mineros, ¿sabes?

GRUÑÓN – ¡No sabes lo cansado que es eso!

SABIO - Hoy vamos a la mina de carbón, que luego lo vendemos para las cocinas.

GRUÑÓN - ¡Venga, vamos!

B - ¡Adiós! Os tendré la casa bien limpia y ordenada.

 

Salen los enanos. Blancanieves se queda sola y entra en la casa.

Entra la reina disfrazada de vendedora.

 

REINA - Lazos, lazos bonitos y baratos. (Lo repite varias veces)

Blancanieves sale por la puerta.

REINA – Hola, niña, ¿quieres un lazo?

BLANCANIEVES - Bueno... ¿Cuánto cuesta?

REINA – Para ti es gratis. Venga, niña, no tengas vergüenza. Mira este que bonito, deja que te lo ponga.

Blancanieves se acerca y la reina le ata el lazo al cuello y aprieta un rato.

Blancanieves cae al suelo.

REINA – ¡Ja, ja! ¡Por fin me he librado de ella!

Sale corriendo.

Llegan los enanitos. Ven a Blancanieves y se acercan corriendo.

SABIO - ¡Blancanieves! ¿Qué te pasa?

GRUÑÓN - ¡Tiene una cinta en el cuello!  (Se la quitan)

Blancanieves aspira muy fuerte y se levanta.

BLANCANIEVES - ¡Ha sido una vendedora!  ( Entre jadeos)   

SABIO –  ¡Seguro que era la reina disfrazada!

GRUÑÓN – ¡No abras más la puerta a nadie!

MIEDOSO – Y no confíes en nadie.

BLANCANIEVES – Sí, sí, no volveré a abrir a nadie.             (Entran en casa.)

Los enanitos salen de la casa por detrás sin que se les vea.

 

PROYECCIÓN  –  4ª PARTE

Música de fondo: Urano.

Espejo vacío.

En cuanto llegó al castillo, la reina corrió a preguntar al espejo:

           -Espejito en la pared, dime una cosa:

           ¿Quién es de este país la más hermosa?

Espejo hablando.

           -Vos, señora, sois como una estrella,

           pero Blancanieves, que vive en el bosque con los enanos, es aún más bella.

Reina saltando.

-¡Aaaaa! ¿Cómo puede ser esto? ¡No es posible! No se lo habré apretado suficiente. A ver qué puedo hacer ahora… ¡Ya lo tengo! Esta vez no fallaré, le daré un peine envenenado que no podrá rechazar.

 

CUARTO ACTO

Llega otra vez la madrastra disfrazada de otra manera.

REINA- ¡Peines, peines, vendo peines, muy baratos! (B. se asoma a la ventana) ¡Hola, niña! ¿Quieres un peine?

BLANCANIEVES – No, no, gracias.

REINA -  Pero, mira este qué bonito. ¿No te gusta? Y mira, es de oro puro.

BLANCANIEVES – No, no. No puedo abrir a nadie.

REINA -  Pues no hace falta que me abras, te lo doy por la ventana.

BLANCANIEVES – Vale, muchas gracias. Pero ¿cuánto cuesta?

REINA – Nada, para ti es gratis.

BLANCANIEVES – Muchas gracias.

REINA – Déjame que te peine.

La reina se acerca. La peina un ratito y le clava el peine. B. se cae con el peine clavado.

REINA –  ¡Ja, ja! ¡Ahora sí que sí! ¡Esta vez estás muerta!               (Sale corriendo.)

Llegan los enanitos. Se acercan asustados y la miran.

 

SABIO - ¡Blancanieves! ¿Pero otra vez? Mirad a ver qué le pasa.

MIEDOSO - ¡Tiene un peine clavado! ¡Hay que quitárselo!

 

Se lo quitan. Blancanieves se despierta mareada.

B - ¿Qué ha pasado?

SABIO – La reina, seguramente.

B – Entonces… ¡la vendedora era la reina, otra vez!

SABIO – Blancanieves, que es la segunda vez que te pasa… A ver si tienes más cuidado.

B – Desde ahora ya no me fiaré de nadie. ¡Uf, mi cabeza! Yo me voy a tumbar.

SABIO – Vamos todos para dentro.

Todos entran.

Los enanitos salen de la casa por detrás sin que se les vea.

 

PROYECCIÓN  –  5ª PARTE

Música de fondo: Urano.

Espejo vacío.

Otra vez la reina preguntó al espejo:

           -Espejito en la pared, dime una cosa:

           ¿Quién es de este país la más hermosa?

Espejo hablando.

           -Vos, señora, sois como una estrella,

           pero Blancanieves, que vive en el bosque con los enanos, es aún más bella.

Reina saltando.

-¡Aaaaa! ¡Pero cómo puede ser esto! ¡El peine también falló! ¿Y ahora qué hago? Bajaré a mi cámara secreta y a ver lo que hago.

Castillo y luego habitación.

La reina, en aquella habitación de lo más profundo del castillo, se puso a fabricar un veneno letal.

- Le inyectaré el veneno a una manzana.

Escogió la manzana más apetitosa del jardín de palacio. Por un lado era roja y por el otro verde.

- Le inyectaré el veneno sólo por la parte roja. ¡Je, je! Este truco no fallará. En cuanto Blancanieves muerda la parte envenenada, morirá.

Y la malvada reina se disfrazó esta vez de campesina y salió para el bosque.

 

QUINTO ACTO

Llega otra vez la madrastra al bosque disfrazada de campesina.

 

REINA - ¡Manzanas! ¡Manzanas muy ricas! ¡Vendo manzanas!        (B. se asoma un poco.)

 

REINA – Jo, nadie me compra mis manzanas. ¡Con lo que me pesa el cesto! Soy capaz de regalarlas con tal de llegar sin ellas a casa.                  (B. se asoma un poco más. )

 

REINA – Hola, jovencita. Tú no querrás comprar manzanas, ¿verdad?

B – No, no, no.

REINA – Pues mira, te las regalo. Es que me pesan mucho.

B – Que no, que no, que no.

REINA – Por favor, es que si no las voy a tener que tirar.

B – No, que ya me han engañado. No quiero nada.

REINA – ¿No quieres ni siquiera probar una? Mira esta qué buena pinta tiene.

B – Que no, señora, que no, que no puedo fiarme de nadie.

REINA - ¿Así que no te fías de mí? Mira, para que veas que no te quiero engañar, yo me comeré la mitad y tú la otra mitad. Y para que te fíes aún más, yo daré el primer mordisco.

 

La reina corta la manzana y muerde un trozo.

 

REINA - ¿Ves, niña? No pasa nada. ¡Está muy buena!

B – Vale, bien, dame el otro trozo.

 

Blancanieves muerde la manzana y cae inmediatamente.

 

REINA – ¡Ja, ja! ¡Ahora sí que estás muerta! ¡Y ahora sí que soy yo la más bella!

 

Se marcha contentísima.

 

Música fúnebre.

 

Después de un rato, llegan los enanitos.

 

SABIO - ¡No! ¡Blancanieves! ¡Otra vez!           (Se ponen todos alrededor. )

SABIO – Mirad a ver qué tiene.            (La miran por todas partes.)

SABIO – No veo nada.           (Le mueven la cabeza y le escuchan el corazón.)

SABIO – Parece que no late el corazón. Y no respira.

OTROS - ¡Está muerta!

 

Se quedan en el escenario llorando.

Marcha fúnebre.

 

PROYECCIÓN  –  6ª PARTE

Música de fondo: Marcha fúnebre.

Castillo.

La reina llegó al castillo corriendo ansiosa y le preguntó al espejo:

            -Espejito en la pared, dime una cosa:

          ¿Quién es de este país la más hermosa?

Y por fin el espejo contestó:

Espejo hablando.

           Vos sois la más bella,

           tanto como una estrella.

Reina saltando.

- ¡Ahora sí! ¡Lo conseguí! ¡Ja, ja, ja!

Y la reina se quedó satisfecha.

 

SEXTO ACTO

Música para el príncipe.

Los enanitos siguen llorando. Entra el príncipe a caballo.  Se baja del caballo.

 

PRÍNCIPE - ¿Quién es esa joven tan guapa?

SABIO - Era la princesa Blancanieves. Pero está muerta. La malvada reina la mató.

PRÍNCIPE - ¡Qué guapa es! ¡Qué pena que se haya muerto! Llevadla para dentro.

 

La cogen entre todos y se les cae. Expulsa el trozo de manzana. Abre los ojos.

 

PRÍNCIPE – ¡No estaba muerta! ¡La culpa la tenía ese trozo de manzana!

SABIO – ¡Se la dio la reina!

B - ¿Qué me ha pasado?

PRÍNCIPE – Tenías un trozo de manzana en la boca que te estaba envenenando.

B – No recuerdo casi nada. Solo recuerdo que una campesina me dio una manzana… y no me acuerdo de más.

PRÍNCIPE – Bueno, da igual que no te acuerdes. Ahora, piensa solo en mí.

B – Ah, me olvidé de decir gracias por haberme salvado la vida.

PRÍNCIPE – Da igual eso. Vente conmigo a mi palacio.

B – No sé qué decirte. Es que… nos acabamos de conocer.

PRÍNCIPE – Eso da igual. Tú vente conmigo a mi país y yo te protegeré de tu madrastra.

B – Bueno, pero cuéntame más de ti.

P – Mi reino está muy lejos. Yo he salido a buscar aventuras y te he encontrado a ti. ¡Eres tan guapa!

B – Tú tampoco estás mal.

P - ¿Quieres casarte conmigo?

B- Bueno, no sé que decirte. Estoy muy impresionada.

P – Yo te amaré para siempre. Te lo juro.

B – Tú me gustas muchísimo.

P – Entonces, ¿te casarás conmigo?

B- ¡Sí!

 

Se dan un abrazo.

 

PROYECCIÓN  –  7ª PARTE

Castillo

El príncipe y Blancanieves se casaron. Fue una gran ceremonia con muchísimos invitados. Los invitados de honor fueron los enanitos que habían protegido a Blancanieves.

Y fueron felices y comieron perdices.

Y colorín colorado, esta obra se ha acabado.

 

Marcha nupcial.