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Mi diario de viaje a Río 2010.doc (1)
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Diario de viaje por Río de Janeiro, por Osvaldo Zvirblis

Publicado 20/8/2010

PRE EMBARQUE

Cuando decidimos hacer el viaje no teníamos mucha idea de cómo es Río de Janeiro. Obviamente tenès que estar ahí, como la mayoría de las experiencias y/o vivencias a nivel de las sensaciones y sentimientos personales. En este mínimo relato trataré de describir situaciones que se me presentaron, con la esperanza que puedan ser usados por otros. Mi idea es que un viaje no debe ser  pasivo y totalmente dependiente de los operadores turísticos (que los hay muy buenos y concientes) sino que también tenga una cuota de creatividad personal, que le permita al viajero con ciertas inquietudes, encarar el viaje sintiendo que el resultado final también depende de su inteligencia y voluntad.

Uno no sabe, cuando emprende un viaje a un lugar que no visitó nunca, con que se va a encontrar en la realidad por mucho que teóricamente crea tener todas las variantes bajo control, actualmente Internet es el puente que lleva hacia la mejora de la informaciòn.

Lo que sí realmente sabíamos era el presupuesto- nos fijamos 1500 R para 8 días- (R =Reales, el dinero brasileño).1R= 2,5 Pesos aprox. (cambiado todo en casa de cambio Argentina por comodidad).

Comenzamos con el viaje aéreo y el hotel ya pagos como base . Siempre cuando te venden un paquete en una agencia, sobre todo si no conoces el lugar, es difícil optar por tal o cual hotel; el nuestro resultó un 4 estrellas muy bueno en cuanto a servicios. Lo que podés ver en Internet sobre el mismo, generalmente es publicidad y por eso tiene un valor relativo ya que todos te dicen que son lo mas.

Su ubicación esta en la avenida Atlántica –tipo nuestra Costanera - frente al mar, en una playa que se llama Copacabana.

Las playas son parecidas a las de Gesell o Pinamar pero sin carpas (seguramente porque no hay tanto viento y el clima es mas benigno ya que en invierno hubo días de 28 grados). La arena es amarillo muy clarito y un poco mas fina. Para orientación se debe saber que esas son “playas de la zona sur”.

 

De norte a sur las 5 principales a mi entender son: Leme-chica-.Copacabana-grande como de 30 cuadras-.Ipanema-mediana-.Leblon-chica-.Tijuca-gigante pero ya muy alejada-( entre ellas hay otras).

En esa costanera llama la atención los puestitos que venden bebidas, fruta, y comidas rápidas, generalmente en base a frituras. Están cada 50 metros unos de otros, abiertos las 24 horas y si te querés comprar uno tenés que pagar 500000 dólares mínimo (dependiendo de la ubicación). Alquilan sillas tipo reposera a 3 R c/u, la sombrilla generalmente, si la pedís, te la dá el hotel (también la podes alquilar). Continuamente pasan vendedores de todo, como en nuestras playas.

Los precios de las excursiones son altos y muchos en dólares. La opción subte, ómnibus y micro, además de mucho caminar, fue la decidida.

Somos un matrimonio de 35 años de casados y entre 50 y 60 de edad, recorrimos bastante de la Argentina, sur del Brasil, Paraguay y Uruguay, pero siempre en auto.

Durante un mes, en todos mis ratos libres me informé por Internet ( recomiendo los blogs de viajes) e incluso fui a la embajada. Mi experiencia en este particular no fue la mejor. Te dan muy poca información, (probablemente no la tengan), para todo te aconsejan tomar excursiones y taxi- ni siquiera me dieron un plano detallado de las calles de Río- (su consejo fue:”cómprelo en cualquier kiosco cuando llegue”).

En un blog estaba posteada la guía Michelín del año pasado-¡ esa si que me sirvió!. Lamentablemente en baires no pude encontrar mapas para comprar, pero escaneé los de la guía.

Aclaro que Río no es como Buenos Aires que tiene 3 dimensiones, Río tiene 4 dimensiones a saber: largo, ancho, alto y morro.

La mayoría de las calles aquí en Baires se cruzan en ángulo recto, en Río casi ninguna. La sensación, cuando uno no está acostumbrado, es que todas las noches alguien se dedica a cambiar los nombres (de por sí complicados) mezclarlos y redistribuirlos;  además cambiar los ángulos de las calles, de manera que si ayer para llegar a un lado doblabas a la derecha, hoy llegás pero si doblás a la izquierda. Con empeño, después de varios días, con mi esposa desentrañamos el misterio (¡y hasta 2 veces orientamos a gente perdida!)

Domingo (el principio)

Cuando llegamos al lobby del hotel en el mostrador nos dieron un mapa de la ciudad, una guía completísima que se llama “Guía Oficial de Río”(130 páginas) y un plano con las 2 únicas líneas de subte que tienen. Yo venía con 14 planos escaneados barrio por barrio con sus calles (aunque faltaban algunos nombres).

Llegamos casi  al mediodía. Después de terminar los “trámites”, caminamos unas 5 cuadras por la avenida Atlántica hasta su final (hay un fuerte y un mercado de pescado) terminamos almorzando en un barcito. Mi esposa comió una ensalada y yo sopa de sirí (cangrejo) salió 41 R (la propina del mozo la colocan en lapicera debajo de la cuenta automáticamente, y es el 10% , pero si uno pide la factura ( la llaman “boleta fiscal” ) no aparece la propina.

Almuerzan casi siempre entre las 12 y las 13 y la cena comienza a las 17. Río está repleto de lugares para comer al paso. Pude observar que en general la comida del pueblo es frango (pollo frito o asado, pero muy quemado para nuestro paladar).También hay muchas comidas en base a pescado, verduras y carnes rojas, pero el pollo es lo que mas he visto comer- casi siempre está incluida en la porción, una fuente de arroz, farofa (una especie de sémola frita- un poco seca ) y muchas veces “batata”-papas fritas-.Cualquier combinación, mas una latita, un jugo o una cerveza de 350 ml (lo que mas toman) sale entre 20 y 30 R. Si uno pide una cerveza viene sola, sin ingredientes, pelada.

El domingo de tarde decidimos usar el “Metro” (subte: 2,60 R c/u) porque veníamos con el dato de un shoping muy bueno para conocer : el Rio Sul.

Aquí me detengo un poco para aclarar como es la mano del subte. Tienen 2 líneas que son la 1 y la 2.La 1 comienza en una estación llamada Ipanema/ General Osorio (no entendí bien porque los dos nombres) quedaba a 4 cuadras del hotel y termina en una estación llamada Saenz Peña (18 estaciones después ). La linea 2 comienza 4 estaciones después de Osorio ( Botafogo)  y corre por la misma via que la 1, durante 10 estaciones. Uno se debe fijar básicamente en el color de los letreros luminosos por fuera de los vagones (supongo que mandarán uno y uno) para la línea 1 son con lámparas rojas, para la 2 es con lámparas verdes y se separan en una estación que se llama Central en la que la línea 2 sigue para el norte y termina, después de 16 estaciones, en una que se llama Pavuna.

Con el metro se puede llegar a cualquier lugar de Rio y alrededores, porque tiene posibilidades de combinar con líneas de colectivos (llamadas integración), hay otra posibilidad que no exploré llamada “metro de superficie”. Tienen abonos, expresos, etc.

Ese domingo bajamos en Botafogo y cuando preguntamos por el shoping no interpreté bien las directivas y terminamos en otro llamado : “ Botafogo playa shoping” . Sin desanimarnos y después de visitarlo poco, porque los domingos están repletos, repreguntamos y caminando despacito por el barrio de Botafogo llegamos al Rio Sul. Mas grande y lujoso que el anterior ( en particular me gusta mas Unicenter de Martinez ). Colmado y con muchos chicos por sus vacaciones de invierno. Los precios resultaban mucho mas caros que en Bs. As., por el mismo producto y calidad.

A la salida había un ejercito de taxis (son todos amarillos con una raya azul a los cotados). Preguntamos para llegar a Copacabana.

Con una simple indicación, cruzamos un túnel para llegar al otro lado de la avenida y tomamos el 175 que nos dejó en la puerta del hotel.

Para los colectivos se sube por delante, tienen un vendedor de boletos que maneja un molinete como en los subtes, si pagás apreta un botón y se destraba ( los boletos salen entre 2,30 y 2,80, aparentemente porque ofrecen servicio con aire acondicionado).

El primer día terminamos cenando a una cuadra del hotel una especie de pizza grande hecha con un queso llamado “catupirí”. Para beber:2 Caipiriñas, como aperitivo al principio y cerveza “maltzbier” para la pizza ( 45R). Nos acostamos a las 1030.

Lunes (imperial)

Nos levantamos a las 630 y bajamos a desayunar al “buffet” a las 730 . El desayunador es algo para ver (por curiosidad conté 80 comidas distintas) . No es por mandarme la parte pero estuve en muchos hoteles, incluso mejores, pero lo que no deja nunca de llamarme la atención es como la gente se carga los platos de comida 2 y 3 veces, con comidas exóticas, gente que se ve que pesa mas de 100 kilos (con riesgo real de problemas cardiacos, de circulación y de presión -hombres y mujeres -). Parecería que al tener la libertad de elegir sin medida, brotan todas las  angustias y represiones contenidas (supongo que hasta de la infancia).  Devoran 3 a 4 veces lo que en la vida diaria a esa hora. Reconozco que puede haber alguno/a despistado/a pero  la mayoría no dan la impresión de ser desinformados ni famélicos. Mi teoría es que al que de chiquito la mamá no le daba dulce se llena los platos de factura, panes, mermeladas ( de todo y mucho ). Al que no le daban fiambres se llena el plato de jamón, salame, salchichón y mortadela. Al que no le daban fruta carga sandía, melón, mango y ananá. Así siguiendo.

 

Hablando con los que atienden en el mostrador (después de vernos 8 días  nos entendíamos) me enteré de lo siguiente : El sueldo mínimo en brasil es de 600 R (me aclararon que en el hotel ganaban 2 y hasta 3 sueldos mínimos ) la mayoría son de la zona norte y deben viajar entre 1 y 3 horas para llegar al trabajo (y se nota que lo cuidan mucho) . Están acostumbrados, pero ¿que idea se formaran de los devoradores? ¿que contarán de gente como nosotros en la charla libre con amigos? ¡Los hijos pequeños escuchan y se van formando una imagen!.

Todos coinciden que para vivir bien en Río  tenés que ganar a partir de los 4000 R.

 

Ese día teníamos decidido ir a Petrópolis (ciudad donde vivió el emperador). Yo sabía que hay una empresa que te lleva llamada “Unica”,pero sale de la terminal de micros de Río ( Rodoviaria Novo Río ). En realidad desde esa terminal podés viajar a cualquier parte de Brasil, es grandísima, pero tan bien señalizada que todo se te hace muy fácil, aún  mejor si te presentás como turista y no tenés miedo de preguntar.

Para llegar consultamos la última hoja de la guia oficial. Figuraban muchos colectivos, nos decidimos por el 125 que pasaba por la parte de atrás del hotel(Av. N Señora de Copacabana). Todos tienen en el frente un cartel que te anuncia con letras luminosas el destino final ( Rodoviaria ) en nuestro caso. Tardamos como 1 hora porque se forman unos embotellamientos impresionantes (hora de ingreso a los trabajos), pero pudimos observar montones de barrios en el trayecto (las zonas viejas están muy abandonadas y me impresionaron por la extrema pobreza y aparente miseria e indigencia  ). Durante este trayecto de  Río nos pareció estar viendo por la ventanilla  un laberinto diabólico.

 

La cuestion que en una hora y media,con Unica y por un camino de cornisa espectacular, llegamos a la “rodoviaria” chiquita de Petrópolis. Con buen criterio esta ubicada a 2,5 Km del centro, pero el colectivo 100 que sale cada 15minutos de lleva rapidísimo.

El día que pasamos fue aprovechado al máximo, porque los lugares de interés no están muy lejos unos de otros (se pueden averiguar en la dirección de turismo de allá - en la plaza Libertad -) o como hice yo desde baires por Internet. Es muy lindo subir hasta el santuario de la Virgen de Fátima, que además ofrece una vista panorámica de la ciudad. La Catedral, los cientos de mansiones que seguro pertenecieron a los integrantes de la corte, el Palacio de Cristal, el Museo Imperial ( dos lugares lindos que solo vimos desde afuera porque los lunes los museos están cerrados) pero para compensar, frente al museo alquilamos un “mateo”, en Brasil los llaman “victorias”, que por 30 R nos paseó ½ hora por la ciudad. No me quiero extender en muchos detalles, pero por la forma de viajar que elegimos, siempre en el medio te quedan muchas mas cosas para contar.

Para la vuelta es fácil, porque cualquiera te informa donde para el 100 para la rodoviaria. El regreso con la puesta de sol detrás de los cerros, y el marco de la selva por todos lados, es digna de un cuadro.

Cuando llegamos a la terminal quisimos aprovechar el servicio de “integraçao” que ofrece el subte, para nuestra sorpresa, todos sabían que el colectivo que te acerca a la primera estación del subte para en la plataforma 57 o 58. El boleto cuesta 370 ( colectivo y subte por separado saldrían alrededor de 5 R).Te dan un cartoncito magnetizado, que lo tenés que pasar por el molinete que tiene un cartelito que dice que lo acepta (sobre una linea de 10 hay 2 o 3 por el medio) y si no te das cuenta, preguntas al empleado que vigila; siempre hay uno o dos super amables, sobre todo si das a entender que sos turista.

A nosotros nos bajó en la estación “plaza 11” y de allí directo hasta Osorio en menos de 30 minutos (a esa hora en taxi 1 hora mínimo). Pensando que es como acá, que salis en una esquina u otra, pero no lejos, quisimos ver como es la salida de la otra punta, pero como los túneles los hicieron perforando el granito de los morros, obviamente trataron de ahorrar túnel y cruzaron en diagonal, la cuestión que salimos a 10 cuadras del hotel en lugar de las 4  de la otra salida ( aprendimos y no lo volvimos a caminar otra vez).

Llegamos alrededor de las 21, aprovechamos los 20 minutos gratis de wi-fi que regala el hotel (mas que suficiente para los mensajes que queríamos mandar). De necesitar mas cobraban 2 R la hora ( nos pareció muy barato). Lo que cobraban muy caro era el servicio de lavandería, por ejemplo lavar y planchar una camisa: 15 R = 35 $ aprox. A una cuadra encontramos una lavandería que por 15 R lavó y planchó 2,5 Kg de ropa.

Cenamos en un pequeño restaurante a 2 cuadras del hotel, 2 enormes tazones (calculo 1 litro) de sopa de gallina una y sopa de verduras otra (nos los intercambiamos en la mitad y no los pudimos terminar). Nos dormimos a las 11.

Martes ( majestuoso)

Nos levantamos tempranito, ducha, desayuno y a la 850 estábamos esperando el colectivo al Cristo,-en la Av. Copacabana- (La guía de Río  marcaba el 584 o 583 pero una señora  nos indicó que cualquiera sea el nº mientras diga Cosme – Velho nos dejaba bien).

Con el 584 llegamos en 30 minutos. Al bajar tenés una multitud de personas que tratan de convencerte que subas en otro medio que no sea en tren (por el mismo precio y si negocias puede ser mucho menos) . A la distancia razono que 36 R por persona es una barbaridad para una familia de 5 personas (serían como 450 $). Aclaro que hay multitudes queriendo subir en el tren y nosotros también lo hicimos. Llegar arriba, ver Río desde todos lados y sacar fotos panorámicas no tiene precio, pero los 20 minutos de tren para subir y 20 para bajar, mas los 30 minutos en ambas colas no justifica ese precio ( El tren va a 20 Km/h entre cañas y una especie de túnel formado por árboles de varios tamaños – subiendo si te sentaste a la izquierda ves casi siempre pared de piedra, solo del lado derecho hay plantas tipo ornamentales y un pequeño barranco ).

La cuestión que a las 12 estábamos nuevamente libres.

Nuestro proyecto era ir al barrio de Lapa y desde allí tomar un tranvía(el único que  queda en Río) que nos llevara al barrio de Santa Teresa, ya que por Internet había averiguado que la mejor Feijoada se hacia en el “Bar do Mineiro”.

En este punto quiero ampliar una situación que vivimos a la salida del Corcovado. Le pregunté a un remisero ¿donde para el colectivo para llegar a Lapa?. Respuesta: ¡no busque porque no hay, no pierda el tiempo, lo único es tomar un taxi o un remís!.

Como no le creímos  desandamos el camino que hizo el colectivo que nos trajo, paramos en un barcito para tomar una cervecita y le preguntamos al mozo: Respuesta ¡ para Lapa hay varios ( en nuestra guía figuraban el 180 y 184) el mas rápido es el 587 cruzando la calle!. En 20 minutos llegamos.

Tuvimos que preguntar 3 veces para la estación del “Bonde” (tranvia), realmente está oculta.  Pagamos los 0,60 R del pasaje y comenzó la travesía. La primera cosa interesante fue ir 200m aprox. por encima de unos gigantescos arcos que son ex acueductos del año 1750 y después meternos dentro de un barrio que seguro hace 100 años tuvo su apogeo, decayó, y ahora nuevamente está repuntando ( tipo San Telmo). Nos bajamos en la estación “Largo do Machado” y llegamos al Bar do Mineiro a una cuadra. Lleno completo,  1430 de la tarde, justo se va una pareja y logramos sentarnos. Detrás vino mucha gente que tuvo que esperar bastante. Lugar muy interesante, digno de conocer. Yo pedí Feijoada para uno y me trajeron súper abundante, al final dejé la mitad del arroz, la farofa y parte de las verduras porque no podía mas. Mi esposa, que no come porotos, pidió pollo con ensalada. Le trajeron 5 pollos, creemos que enteros, deshuesados y sin piel aplastados tipo bife (averigüé que en Brasil los restaurantes compran pollos de menos de 900 g, que limpios dan 450 o algo menos) solo logró terminar 2.( 65 R por las 2 comidas con bebidas )

Llenitos, no nos quedaron ganas de seguir explorando, a pesar que quedó mucho por ver (para bajar el sentimiento de culpa compramos artesanías, pero mi esposa se olvidó sus anteojos negros). Bajamos unas 8 o 9 cuadras, siguiendo las vías del tranvía y cuando llegamos a los Arcos de Lapa: “prohibido circular por las vías” (tuvimos que hacer un desvío, porque está prohibido caminar por arriba). Fue en esa vuelta que  nos encontramos con la Catedral de Río d Janeiro. Tuvimos que dar algunos rodeos y al final entramos. Según averigüé estaba oficiando misa un conocido sacerdote de San Pablo que tenía un programa en la televisión (eran las 430 y estaba repleta). Es lindísima, tiene forma de cono y calculo que mide como 50 metros desde la base al vértice , todo alrededor con vitreaux gigantes y una acústica sensacional. A la salida (ya estábamos cansados) pregunté a 2 policías que estaban en la puerta, donde estaba la estación de subte mas cercana. Uno de ellos me acompañó como 200 m y me dejó en una de las entradas de la estación Carioca (no lo podíamos creer). En 30 minutos llegamos a Osorio.

La comida nos dio una sed bárbara. Aprovechamos eso para llegar hasta la orilla del mar y tomar unas copas de refrescos varios. Después de ducharnos salimos a buscar lugares para “llantar”; pero realmente después de comer a las 3, no nos quedaron ganas de seguir buscando. Entonces: Hotel, Internet, TV y camita a las 10 30.

 

Miércoles ( aventuras)

Este fue un día donde pedimos que nos levantaran temprano ( a las 430 ) porque queríamos conocer Buzios. Es necesario aclarar que el día anterior a la mañana arreglamos con un taxista, que siempre para en la cuadra del hotel,  para que nos pasara a buscar a las 530 (hasta nos dio su tarjeta, ya que todo taxista en Río las tiene). A esa hora hay poco tráfico, y en 15 minutos llegamos a la Rodoviaria, tal ves porque tomó por un túnel de cómo 2 Km que corta muchísimo camino. Los horarios de la empresa “ 1001 “ los tenía desde Baires .

En la guía de Río figura una tabla con las tarifas y tiempos que debería cobrar y tardar el taxista desde un lugar a otro ( Copacabana –Rodoviaria, marca 19 minutos y 30 R ); el reloj del nuestro marcaba 25 R y eso fue lo que nos cobró.

A las 604 salió el micro ( 31,60 R c/u ) . Cruzamos el puente a Niteroi (larguísimo, atraviesa toda la bahía de Guanabara y se ve Río amaneciendo). Como a la hora y media se detuvo 20 min. en un parador para desayunar.  Por distintos viajes conocí otros paradores en Brasil y todos súper completos, con servicios de comida excelente y variada, como este .

A las 930 bajamos en la “terminal” ( una parada de colectivos techada ). En el mapa el centro figuraba como a 15 cuadras, por lo que tomamos el único colectivo que llega ( y para a 10 metros de la “terminal”).

El “cole” te deja en una calle empedrada, donde al caminar 50 m nos encontramos con un argentino que nos ofreció alquilarnos un buggy. Seguimos 100 m y salimos a una bahía lindísima llena de barquitos y playa ( la calle empedrada la bordea y hay también una amplia vereda arbolada que termina en la arena). Nos chocamos con otro argentino que nos convenció de las bondades de contratar una “hermosa excursión en escuna” por 30R ( le dicen así a barcos de madera de unos 30 m de largo que son parecidos a las goletas y tienen 2 mástiles) 2,5 horas con bebida libre y la posibilidad de conocer y tirarse a nadar frente a 3 playas, además el pincho de 4 camarones fritos a 3 R. Contratamos.

Valió la pena. La animadora y fotógrafa era argentina, muy simpática, buena vendedora, siempre con buen modo. Durante todo ese tiempo se podía tomar la caipiriña que quisieras, bebidas sin alcohol y agua; pero la cerveza con los pinchos te los cobraban (muy baratos).

Bajamos a las 1330 y en realidad después de los pinchos muchas ganas de almorzar no nos quedaban. Nos pusimos a caminar por la “Rua das Pedras” (calle empedrada muy bonita y una de las mas importantes, que se encuentra a la salida del muelle) a los 150 m

pasamos por un lugar bastante grande, donde fabricaban “crepes” (panqueques como de 30 cm, rellenos con lo que quieras y doblados en 4 como un sobre). A mi esposa le vino el antojo y pedimos uno de jamón, queso brie, pollo y catupirí, con una maltzbier; obviamente lo compartimos, pero estaba súper rico, que lástima no haber tenido mas apetito ( tienen 6 equipos para hacer las crepes, de los cuales solo funcionaba uno ). El dueño nos regaló unas calcomanías y charlando contó que en verano hay días en que la gente espera hasta 1 hora para acercarse y hacer su pedido “ocupando parte de la calle y dificultando el trafico”. Una característica de muchos negocios ( seguramente legal) es que el mostrador está en la línea municipal y no tienen vidriera, por lo que el cliente debe esperar y comprar sobre y desde la vereda.

Caminamos las calles comerciales, donde tienen negocios muy lindos, y terminamos rumbeando a la terminal ( en el camino compramos “açaí”- pasta de una fruta del Amazonas que viene congelada y la transforman en un helado licuándola- ) así pura me pareció deliciosa, pero en el desayuno del hotel había una jarra diluida con agua que para mi gusto era intomable.

Embarcamos y en 3 horas llegamos a la Rodoviaria, hicimos integración y a eso de las 8 bajamos en Osorio.

Aprovecho para una pequeña disgresión. Copacabana es una zona carísima, poblada de hoteles de 4 o 5 estrellas y departamentos de super lujo. Va desde la orilla del mar(el este) y para el lado contrario (el oeste) solo tiene 4 cuadras, porque choca contra las paredes de un morro.

Sobre el morro (no se como) hay otra ciudad de casitas de material muy chiquitas, donde de noche se ven miles de lucecitas ( “la favela”). Nosotros nos movimos por casi todas las calles que nos llevaban hasta la estación Ozorio y muchas veces pasábamos por una especie de callejón entre 2 hermosos edificios por donde bajaba y subia mucha  gente (y donde siempre había estacionados 2 o 3 autos policiales) esa es una de las salidas de la favela. Atención: nunca nos dijeron nada ni nos molestaron.

En la esquina de Ferreyra y Copacabana ( 50 m de la salida) unos 4 o 5 muchachos siempre se establecen con una especie de venta de verdura y fruta ( después de las 18, que en esta época es plena noche). Cuando volvíamos al hotel vi que también tenían cajas de higos renegros y gigantescos que estaban justos para comer:

 -¿Cuánto?: 5 R c/u -¡ no!-

-Bueno 3 R -¡no!- te doy 2 R

-OK pero me tenés que llevar 2 cajas.

- hecho. Me los puso en una bolsita y me fuí.

Obviamente no te podés comer 16 higos juntos, sobre todo después de comer los crepes de Buzios (y a mi esposa no le gustan). Los puse en el congelador del frigobar (se conservaron intactos) y todas las noches me comía 2 o 3.

Llegados al hotel decidimos visitar las instalaciones del sauna (aguantamos 5 minutos ) gimnacio (otros 5 minutos ) y terraza con vista al mar (20 minutos). Bajamos y fuimos hasta un negocio que se dedica a hacer licuados (abundan en todo Río) nos despachamos 2 petiscos (bocaditos) y dos vasos de licuado (todo 12,50  R). A las 10 30 dormidos.

Jueves (La Naturaleza)

Nos despertamos tarde. A las 9 cuando bajamos el comedor estaba repleto. Analizamos las alternativas y nos decidimos visitar el jardín botánico, previo pase por una tienda que nos recomendaron desde baires, famosa por vender telas de puro algodón .Como será de intrincado el trazado de las calles, que si tuviera que darte las coordenadas tendría que decir “está en la la Rua Vizconde de Pirajá esquina Carneiro y esquina Caning” porque está en la convergencia de 3 manzanas triangulares.

 

A mi me gusta llevar una mochilita que muchas veces cargo con agua y/o fruta, un abrigo, una gorra etc. esta ves fue con tela de algodón.

Cerquita, en la plaza general Osorio tomamos el colectivo 583 que, bordeando una gran laguna que se llama Rodrigo de Freitas, después de 15 minutos nos dejó en la puerta del jardín. A los dos nos gusta la naturaleza y para ver plantas de todo tipo aconsejo visitarlo. Hay un bromeliario con una colección muy importante, un orquidiario con cientos de orquídeas (la mayoría estaban florecidas). No quiero extenderme en detalles, pero en el camino, en medio de un conjunto de cañas (sin protección ni alambre ni nada ) nos encontramos con una numerosa familia de monitos, no mas grandes que un gato de un mes, tan mansos que la gente hasta los podía acariciar. Había tantas cosas para ver ( y fotografiar )que nos quedamos hasta las 13.

Ya con un poco de apetito decidimos buscar 2 lugares que en Internet son muy nombrados: el”Bar Lagoa” y el bar “Garota de Ipanema”.Ambos ya estaban identificados de antemano en nuestros planos. Tomamos el 583 y nos bajamos cerca de la “zona” del primero, caminamos 4 cuadras y llegamos. Como su nombre lo indica esta frente a la laguna, pero ese mediodía estaba cerrado. Sin deprimirnos caminamos 4 cuadras y encontramos el Garota ¡abierto!.No se si decir, por suerte o no. Ocupamos una mesa al lado de la ventana y mientras comíamos pasaron ( y nos encararon ) 4 vendedores. Lo realmente simpático es que cuando estábamos al final y por levantarnos, apareció un conjunto de música tropical cantó varias marchas populares y cuando mi esposa pidió “garota de Ipanema” la cantaron completa.

La verdad que comimos muy bién por 85 R los dos. Usando nuestro instinto (mas todo lo aprendido observando) pudimos volver caminando sin preguntar. Calculo que atravesamos un laberinto de 12 cuadras aprox.

Para bajar el almuerzo nos pasamos un par de horas sentados en reposeras sobre la playa (nos relajaron bastante). Lástima que el sol a las 1630 se oculta tras los edificios y el morro; uno ve que toda la gente guarda lo suyo, paga las reposeras y cruza a sus respectivos hoteles.

A eso de las 18 salimos a caminar por la Av. Copacabana. Llegamos hasta el 500 ( unas 10 cuadras ). Muchas zapaterías, ropa para dama, drogarias (farmacia y perfumeria), lugares para comer al paso ( en uno vendían mate ), varios supermercados chicos

 ( generalmente de la cadena “Zona Sul”). Entramos solo para ver y terminamos comprando una palta gigantesca, un salero, 200 g de jamón, 100g de musarella, pan (9 R el Kg), 2 latas y una botellita de vino chileno (argentino no había). La cena íntima en el cuarto no tuvo precio.

 

Viernes (urbano)

A pesar de habernos levantado temprano, nos entretuvimos en el desayuno. Hay muchos argentinos con quienes conversar y las anécdotas son lo mas sabroso. El programa del día es: Estadio Maracaná, barrio de Saara, iglesia de la Candelaria, confitería Colombo y después vemos.

Todo comienza en el subte (Est. Osorio). La que llega al “estadio” es la línea verde, por lo tanto bajamos en Botafogo y esperamos no mas de 3 minutos. Después de 11 estaciones llegamos con muy poca gente en los 4 vagones. El barrio me hizo recordar a Avellaneda, con los habituales habitantes de los alrededores de todas las canchas. Se entra por la puerta 15 y tienen visitas guiadas por todo el estadio. Un grupo había salido recién y el próximo en 1 hora, por lo que nos fotografiamos con los pies de muchos jugadores, vimos el “salón de la fama”( fotos y trofeos etc.,) y emprendimos la retirada.

El subte de vuelta (repleto) nos llevó hasta la estación Uruguayana, donde está el barrio de Saara (sociedad de amigos de la Rua Alfandega). Es una versión de lugares como “ la Salada” con toques locales. Son como 16 manzanas aprox. ( calculé 4 calles atravesadas por otras 4). Hay tiendas de todo tipo con mucha mercadería china ( por poco ocupando toda la calle) . Imposible de asimilar todo y menos si uno no tiene necesidad de comprar. Caminamos 1 hora, compramos chucherías y terminamos en la otra punta tomando ½ litro de agua de coco. Mi esposa me aclaró que las cosas buenas costaban igual que en todos lados (y si la experta lo dice, así debe ser).

Fuimos en busca de la iglesia de “La Candelaria”.  Todo está muy cerca, pero a pesar de tener planos, igual tuvimos que preguntar. Llegamos a las 12 y justo comenzaron a oficiar la Liturgia de las horas, con una misa después. La iglesia es muy grande, visualmente es muy linda y representa una constante como en todas las iglesias que visitamos (sobrecargada de imágenes, mucho bronce, madera y mármol, iluminación tipo velas etc.).

La excepción fue la Catedral. En el frente, en una plazoleta cruzando la calle, hay una cruz con los nombres de unos chicos aparentemente muertos por los famosos “escuadrones de la muerte”.

Teníamos que almorzar y ya eran como las 1330. Salimos a buscar la “confeitaria”. Por foros y páginas de Internet sabíamos que está en la Rua Gonçalves Diaz 32. Está a 7 cuadras de la iglesia, tiene un aire a nuestras confiterías tradicionales (Las Violetas – Richmond etc ). Es muy grande, aparte del salón principal, tiene un segundo piso, un salón para convenciones, un apartado para los que toman solo cafecitos, una barra etc. En el salón principal, donde nos ubicamos, debe haber mas de 100 mesas (todas ocupadas). Sirven mas parecido a nuestros gustos y realmente comimos mucho  ( lo que mas me gustó fue el mil hojas de queso y uno de chocolate; también son muy ricos los “pasteles” que son como nuestras empanadas fritas ). No es más cara que cualquier buen lugar en Río ya que gastamos alrededor de 80 R por los dos.

Cerquita está la estación Carioca, por lo que en media hora volvimos a Osorio. Pero es muy temprano, recién son las  1600 hs.

Mi esposa recibió (cuando estabamos en la Colombo) un mensaje de texto de la cuñada pidiendo mas tela de algodón .

Buena oportunidad para comentar que no tuvimos que modificar ningún número de los que uno tiene guardados en el celular para enviar mensajitos, pero si son con tarjeta como los nuestros, es recomendable llevarlo bien cargado desde baires  – según averiguamos son 0,29 centavos de dólar cada mensaje y si uno quiere hablar de un locutorio – que los hay abundantes- a un tel. fijo: primero marcas 005411 y el número (probamos y anduvo perfecto) y si es a un celular marcas 0054911 y el numero ( no lo probamos). Datos de un Locutorio.

Mientras esperaba pacientemente la finalización de la compra de telas, entré a un súper chiquito pero muy bien aprovechado. Aclaro que tengo un grupo grande de amigos y parientes (hombres) que un poco en broma y otro poco en serio me aconsejaron que no volviera sin una buena provisión de “cachaça”. Así se llama un aguardiente de caña de 39 º aprox. que forma parte de la “caipiriña” ( cóctel que se hace en un vaso de whisky con limoncitos verdes cortados chiquitos, espolvoreados con bastante azúcar común, machacados y terminado de llenar el vaso con hielo picado y cachaça; se toma con pajita. La que usan mucho es una llamada “Pirassununga 51” pero por las dudas compré también una que promocionan mucho en los free shops marca “Sagatiba” . Ahora que las regalé espero las invitaciones.

Volvimos a caminar por la Copacabana, compramos regalitos ( la ropa buena, al cambio es muy cara para nosotros) y visitamos un restaurante de comida por kilo que tiene una página de Internet: Aipin y Aipon. El lugar es muy lindo, limpio y luminoso. Tiene para que uno elija como una especie de  buffet en que hay como 10 ensaladas, 10 sopas y guisos, y como 15 platos calientes, con carnes y acompañamientos muy variados, además  hay otro sector para los postres. La bebida te la cobran aparte. Uno se sirve, pasa por una caja donde lo pesan y te pegan un sticker, tipo verdulería de super, en un papel rectangular que llaman “boleta” que te dieron a la entrada. Para dar una idea, en varios viajes nos servimos: sushi- ensalada mixta- filet apanado- filete frito solo- pollo asado- ensalada del Cesar- bacalao con salsa blanca- ensalada con manzanas y 2 cervezas. Todo salió 40 R ( cobraban 27 R el kilo).

Volvimos por la avenida que bordea el mar (atlántica). Nosotros no nos habíamos dado cuenta, pero en el bulevar del medio, tres cuadras antes del hotel y todos los días (menos los domingos) de 18 a 23 hs. se establece una feria artesanal muy buena. Compra de  mas regalitos. Esa noche estaba caluroso, un termómetro digital grandote marcaba 24 º, en un puesto sobre la playa llamado Henry pedimos bebidas. Yo pedí una lata de schweppes, no tenían y me trajeron “tónica Antártica” ( me pareció mas rica ). Mi esposa pidió agua mineral, no tenían y le trajeron “hidrotónica” sabor limón ( le pareció muy rica ). Cama a las 23.

Sábado (navegación)

Hoy vamos a Niteroi.

Tomamos el subte hasta Carioca y caminando 5 cuadras llegamos hasta “porto das barcas” ( en el camino entramos algo parecido a un convento – parroquia de Nuestra Señora del Carmen- además  nos fotografiamos con “Tiradentes”  ).Este es un lugar  donde cada 20 minutos aprox. salen ferrys hacia la otra orilla de la bahía de Guanabara. Tienen como tres puertos distintos de llegada y varios barcos, nosotros tomamos el que va al centro de Niteroi (ciudad bastante grande, está ubicada geográficamente frente a Río). Nuestro principal interés es visitar el MAC (Museo de Arte Contemporáneo).

A la salida del puerto, no me puse a contar cuantos pasajeros, pero en cada viaje los barcos fueron repletos a 2,30 R c/u, se produce una marea humana que se desparrama hacia los transportes públicos. Un quiosquero  me mostró que a 50 m de la salida está la dirección de turismo ( creo que la llamó “banca do informaçao”). Super amables, nos dieron folletos y mapas, además un empleado nos llevó prácticamente frente a la parada del colectivo 47 B (directo al MAC). El cole bordea la orilla del mar y en 15 minutos llegamos. Realmente vale la pena. Estuvimos como dos horas ( para visitarlo tenés que pagar 5 R ). No quiero extenderme en información que se puede bajar de Internet (grande Arquitecto  Niemeyer). Por la altura de su ubicación  sacamos muchas fotos panorámicas de toda la ciudad. Estuvimos mirando como un pescador tiraba una enorme red circular en una playita bajo un puente llamada “da Boa Viagem”, a 200 m del museo (hay muchísima gente pescando). Volvimos caminando por la costanera. Comimos 2 empanadas de queso y 2 de carne, con cerveza, en el camino (los llaman pastel). Llegamos de vuelta al puerto ( da la impresión que es el centro de la actividad de la ciudad). El barco salía a las 14 por lo que fuimos a recorrer una feria que está a 100 m (las mismas cosas estaban mas baratas que en Río). A las 1530 estábamos en el hotel.

Aprovechamos para preparar las valijas y juntar todo lo que teníamos desparramado. Después fuimos al piso12, usamos el sauna y las reposeras. Terminamos cenando en la barra de un barcito muy lindo, conversando en “portuñol” con los muchachos que lo atienden y varios parroquianos “pitucos” del barrio.

Volvimos a la feria de artesanos ( algunos no tanto). En el camino entramos a un negocio de piedras semipreciosas trabajadas, que también son fabricantes de mesas de jardín en dichas piedras (tienen una de 40000 dólares). Que cosas tan originales, bellas y tanta cantidad.

Terminamos viendo televisión hasta las 23 ( no tienen tantos noticieros con noticias catastróficas como aquí).

Domingo (playa y retorno)

Nos levantamos temprano y a eso de las 9 nos fuimos a caminar por la playa en dirección al norte. Terminamos en la playa de Leme.

La mañana estaba fantástica con 27º de temperatura. Nos tiramos al mar ( el agua no estaba fría, una ves que te acostumbrás) pero salimos a los 10 minutos porque yo soy bastante friolento. Nos secamos las mallas en el trayecto de vuelta, que es de por lo menos 15 cuadras. Sin animo de criticar, vi pocas garotas como las de la canción, en general se ven mujeres bastante rellenitas que se atreven a usar mallas de dos piezas y hombres con pancita que calzan una especie de zunga.

Almorzamos en un barcito, este hacía todo a la brasa de carbón, el pollito para que no esté quemado lo tenés que pedir “jugoso”.Con una sopa de gallina y ensalada de frutas gastamos 55R. Para bajar, caminamos hasta la plaza Osorio en Ipanema y nos pasamos casi dos horas en la feria artesanal que solo se establece en domingo (superior a la de todos los días en la Av. Atlántica). Son como 200 puestos.

 

De vuelta al hotel nos fuimos al gimnasio, para esperar que lleguen las 18 y nos vengan a buscar para ir al aeropuerto. Las valijas las dejamos en custodia porque tuvimos que entregar la habitación a las 12 (en realidad la entregamos a las 13, porque nos dijeron que no había apuro-). El “paquete” era con traslado ida y vuelta al aeropuerto, pero teníamos miedo que no se acordaran, 1800 el mismo chofer, firme como rulo de estatua. Cuando le contamos todo lo que recorrimos por nuestra cuente no lo podía creer, la pregunta espontánea fue: “ ¿alguna vez durmieron?”.

En el aeropuerto el patio de comida está antes de pasar por migraciones (tenerlo en cuenta antes de quedar “internados” a merced del free shop y de un quiosquito que no tiene nada, por varias horas). Otra cosa que me quedó en la nebulosa es que por “razones de seguridad” y sobre todo por el alcohol, que es combustible en caso de accidente, etc. las bebidas van en la bodega (una botella que puse en mi mochila llegó rota a pesar que tenía un cartel de “frágil”) pero si uno compra bebidas y perfume (ambos con alcohol) en el shop las llevás tranquilamente en la cabina.

Unas palabras finales para la línea aérea que cumplió casi en horario y la atención a bordo muy buena ( no quiero decir TAM porque sería publicidad).

“Saludos cordiales” de Lucy y Osvaldo.