ENTREVISTA a Paulina Díaz Giadrosich
Para el Artículo “La menstruación, ¿regalo o castigo?” de Carla Gonzáles del Diario Digital Pto.Vital
http://www.puntovital.cl/sexo/sano/menstruacion.htm
- ¿De qué depende el tipo de relación que una mujer tiene con su ciclo menstrual?
Depende principalmente de cómo la mujer ve y siente su ciclo menstrual. Si lo vemos como un estorbo o como una bendición será un indicativo para saber cómo será cada sangrado. Comprender las características físicas, psíquicas y emocionales del momento en que menstruamos, nos ayuda a aceptarlo, observarlo y verlo como una oportunidad de aprendizaje en todas sus modalidades.
Por lo mismo también depende de cómo nos hayan planteado el tema (o jamás hecho) por parte de nuestro propio linaje femenino, principalmente nuestra madre.
Lo que las mujeres de nuestra familia crean acerca de la menstruación es una información que nos llega aún si no se nos enseñe directamente, y durante mucho tiempo la sangre menstrual ha sido considerada un tema tabú, algo de lo cual no se habla pues es mal visto hablar de algo así. La gente se siente incómoda con la sola palabra menstruación o sangre menstrual.
Quizás nuestras madres o abuelas nunca se preguntaron si acaso estaba bien o mal que un hecho tan natural y que se relaciona directamente con el ciclo de la Vida, fuese catalogado como algo inapropiado, feo, sucio o peligroso, hasta el punto de hacer como si no estuviese sucediendo. Pero esa información traspasa a la hija ya la nieta como parte de un legado que aparece manifestándose luego, los días de nuestras propias menstruaciones.
Pero hay hermanas que teniendo la misma madre y las mismas abuelas se relacionan diferente ante su propio ciclo menstrual.
En relación a esto me he dado cuenta de que la situación emocional de la madre vive en el período de gestación también influye en el cómo luego esa hija se relacione con su menstruación. Como si el hecho de ser mujer habitando en el útero de una mujer que está sufriendo emociones fuertes que la llevan constantemente a sentir que ser mujer es una tarea demasiado difícil o injusta, se empapara de esta afirmación, que luego la llevará a mantener una relación con su ser femenino desde el dolor. A través de menstruaciones por lo general abundantes y dolorosas.
- ¿Por qué para muchas mujeres, la “regla” es sinónimo de incomodidad, dolor y hasta de malas experiencias? En ese sentido, ¿qué relación tienen ellas con su “ser/mujer” o con su espiritualidad?
Hay mujeres que nunca han tenido problemas con su sangre menstrual, ni dolores ni complicaciones para hablar de ella frente a terceros, sin embargo hay otras mujeres para las que siempre ha sido un tema de horror, desde su menarquia (primera menstruación) hasta adulta, con dolores intensos que le han hecho sentir inválida para actuar en su vida cotidiana, sintiéndose verdaderamente “enfermas” cuando menstrúan.
Ciertamente vivir una menstruación dolorosa nos está alertando de que algo no está fluyendo como corresponde, algo no está funcionando bien, puesto que la menstruación es un proceso completamente natural de la mujer que no debiera alterar su salud. Pero si no amamos nuestro cuerpo de mujer y recibimos con rabia nuestro período de sangrado como si una maldición nos hubiese tocado “sufrir” injustamente por el sólo hecho de ser mujer, sin lugar a dudas su llegada siempre nos reafirmará esta creencia y nos enfermaremos al negar nuestra esencia femenina. Nuestro “Ser Mujer” se manifiesta en esencia a través de la menstruación, la sangre que da Vida.
- ¿Qué factores inciden en que la menstruación en muchas mujeres sea dolorosa? ¿tiene que ver con su calidad de vida, por ejemplo?
Diversos factores inciden. Pero sin dudas una buena calidad de vida ayuda a llevar una buena relación con nosotras mismas y eso se refleja directamente en un saludable ciclo menstrual.
La alimentación influye directamente en nuestra menstruación, así como lo hace con todo el equilibrio de nuestro cuerpo. Es importante que observemos lo que comemos cuando estamos menstruando, para que a través de nuestra alimentación, ayudar a que nuestro cuerpo esté en equilibrio. Por ejemplo es recomendable evitar durante esos días los alimentos crudos, fríos o colgelados, como las bebidas heladas porque el frío podría provocar espasmos, dolorosos cólicos o contracciones. En cambio las bebidas calientes, como el té y las sopas ayudan a evitar estos dolores menstruales. La medicina china recomienda no consumir café ni bebidas ni lácteos, ni comer carnes, pero sí comer mucha verdura de hoja verde oscura, frutos secos y alimentos ricos en minerales, como también frutos rojos o pigmentados como las betarragas, zanahorias y zapallos que contienen antioxidantes y revitalizan la sangre.
Debido a esta “pérdida” o “liberación” de sangre que experimentamos durante la menstruación, es que durante esos días baja nuestro biorritmo, físicamente nos sentimos agotadas, pero si ponemos atención a nuestra psique, a nuestros sueños e intuiciones nos daremos cuenta que estamos muy asertivas en lo que intuimos. Es completamente natural que optemos si nos dieran a decidir, quedarnos en casa, no hacer actividades físicas pesadas o quizás no tener que relacionarnos con mucha gente, quizás dedicarnos sólo a nosotras.
Alimentarnos bien y respetar este tiempo de pausa bajando las exigencias que la velocidad del mundo exterior nos impone, permite a nuestro cuerpo físico estar en mejores condiciones para recibir este momento que para muchas culturas se considera sagrado, y definitivamente no sentirse enfermo.
- ¿A qué se le llama “conciencia menstrual” y “espiritualidad menstrual?
La Mujer está ligada a la Creación y a la Vida a través de su Menstruación, ligada al Gran Ciclo de la Vida-Muerte-Vida (como lo nombra Clarissa Pinkola Estés en su libro Mujeres que corren con los lobos) a través de su Ciclo Femenino que cada aproximadamente 28 días nos recuerda que somos portadoras de un útero que puede crear, albergar y nutrir una nueva vida. Una nueva vida física a través de un hijo biológico o bien psíquica a través de nuestras ideas y creaciones en tan diversas formas de manifestación.
Igualmente lo hace la Tierra, que como una Gran Madre crea, cuida, alimenta y enseña con firmeza y amor a cada una de sus creaciones/hijaos.
Nuestro ciclo femenino no es sólo nuestra fase menstrual. Este se compone de cuatro fases por las que transitamos todas las mujeres cada aprox. 28 días y la fase menstrual es sólo una de ellas. Las fases del Ciclo Femenino son la fase pre-ovulatoria, la fase ovulatoria, la fase pre-menstrual y la fase menstrual.
Así mismo la Luna tiene sus cuatro fases: fase de luna nueva, fase de luna creciente, fase de luna llena y fase de luna menguante. Así entonces es como entonces nos conectamos a ella. Dentro de nosotras opera el mismo principio cíclico que el de la Luna, el de las Estaciones… el de la misma Vida.
Estamos conectadas a la Tierra y a la Luna desde la esencia femenina de la Madre, desde nuestro útero, nuestro cuerpo físico, desde nuestras emociones y nuestra sangre menstrual.
La Luna mueve nuestras aguas como lo hace con todas las aguas del Planeta, y nuestras aguas simbólicamente son nuestras emociones.
Nuestra sangre menstrual manifiesta todo lo que sucede en nuestro mundo emocional.
Tomar conciencia de este hecho nos hace cambiar el enfoque hacia nuestra Sangre y también el de nuestra vida, y nos recuerda que tenemos la oportunidad de morir y renacer cada 28 días. Que sintonizadas a las energías de la Luna y la Tierra podemos empoderar nuestras intenciones para crearnos y sanarnos a nosotras mismas como así mismo a nuestro entorno.
A esta toma de conciencia se le llama Conciencia Menstrual o Espiritualidad Menstrual, porque el darnos cuenta de esto nos conecta energéticamente a una verdad universal: el sólo hecho de ser mujer, tener útero y menstruar me hace ser, de forma directa, parte de lo divino, de la magia de la Vida y la Muerte.
- ¿Cómo incide en las mujeres la experiencia de la primera regla?
Si la experiencia de su menarquia para la niña-mujer resulta incómoda o vergonzosa, seguro que no depende totalmente de la experiencia misma, sino más bien con lo que esa niña-mujer piensa acerca de este momento y lo que significa para ella el hecho de menstruar. Según esto es cómo tomará cualquier experiencia que le toque vivir en su primera menstruación, pues por más que una madre o una niña esté atenta a la llegada de la primera menstruación, la menarquia suele llegar de sorpresa.
Por eso es importante mostrarle a las niñas pre menstruantes una “nueva” visión sobre el hecho de menstruar, enseñarles cuales son los dones y las responsabilidades que se adquieren al menstruar, y amorosamente mostrarles la bendición que significa sangrar una vez con cada luna y la conexión de esta con la Tierra y el Universo, y no como la maldición con la que se suele relacionar por no permitirnos seguir con nuestra vida tranquilamente sin tener que estar aborreciendo dolores e incomodidades.
Indudablemente la mejor manera de enseñarles a nuestras niñas a respetar su propio ciclo es que nosotras, principalmente sus madres, lo hagamos también.
- Hoy existen técnicas que permiten regular, modifica e incluso acortar por un periodo de tiempo la menstruación y muchas mujeres acceden a ellos porque les resultan más cómodos. En ese sentido, ¿qué puede provocar en el cuerpo, mente y espíritu de la mujer este cambio en su naturaleza?
El querer regular el propio ciclo menstrual a disposición de las exigencias de un sistema que está completamente desconectado del lenguaje y los tiempos de la Naturaleza y del Universo lo único que provoca es profundizar en esta desconexión.
Cada mujer tiene su propio ritmo, su propio ciclo. El aprender a reconocerlo implica el reconocerse a si misma, y es en este acto de reconocerse que comienza a activarse la conexión con el poder de la mujer y todo su linaje, con la Madre Tierra, con la Luna y con la Vida.
Si intervenimos nuestro sistema endocrino con químicos que anulen nuestro natural ciclo menstrual, engañando a nuestro cuerpo (a nosotras mismas) para que ojalá no se note, no se sienta, ni se vea, entonces concientes o inconscientemente provocamos nuestra propia desconexión. Es la perfecta separación de nuestro principal poder como mujeres: el don de Crear Vida (hijo biológico / idea hija)
Porque ese ciclo de exactos 28 días o de sólo dos veces en el año, perfectos para que no intervengan en mis quehaceres, no es nuestro propio ciclo, es uno falso, ideado para estar constante, continua, sin altos ni bajos, “parejita”, ideal para que no nos preguntemos muchas cosas, sobre todo acerca de nuestro ciclo menstrual, y logremos seguir con nuestras vidas como si nada pasara.
Algunas mujeres utilizan el tratamiento de hormonas para sanar dolencias, prefieren cortar por lo cómodo y rápido que solucione el síntoma de lo que verdaderamente sucede. No saben que si se acercaran a su menstruación para oír lo que les está diciendo y luego tuviesen la voluntad de trabajar en ello para sanarlo, sus síntomas seguramente disminuirían hasta desaparecer. Sin necesidad de fármacos, de hormonas ni de cortar con nuestro propio ciclo sagrado.
Otras mujeres lo hacen porque no quieren embarazarse, pero tampoco saben que la mujeres sólo somos fértiles un día dentro de nuestro ciclo y que reconocer cómo se comporta nos permite saber cual es exactamente ese día. Nuevamente sin la necesidad de fármacos, de hormonas ni de cortar con nuestro propio ciclo sagrado, claro que sí se hace necesaria la voluntad y la disposición de poner atención en nosotras mismas, aun si esto signifique vernos y trabajar muchas cosas que puedan “doler”.
Cuando las mujeres nos desconectamos de nuestra esencia, tanto la mente, el cuerpo como también el espíritu dejan de trabajar en conjunto, nos dispersamos, nos postergamos, perdemos la fluidez con nuestra intuición, la olvidamos, a veces por generaciones y generaciones.
- ¿Qué importancia tienen aquellos productos que solemos utilizar para nuestra menstruación (toallas higiénicas, tampones, etc.) desde el punto de vista de la espiritualidad menstrual?
Las toallitas y tampones desechables no sólo contaminan a nuestra Tierra (en conexión directa con nosotras mismas como mujeres) con un número aproximadamente de 13.700 de desechos de este tipo de productos POR SEGUNDO en el mundo (http://www.tvecuador.com/index.php?option=com_reportajes&id=816&view=showcanal).
También les hacen daño a nuestra salud y a nuestros cuerpos, habiendo sido fabricadas con elementos tóxicos que están en contacto con la zona más absorbente de nuestro cuerpo, llegando a estar relacionadas a enfermedades como la endometriosis y el mismo cáncer cervical y de ovarios, entre otros (https://docs.google.com/document/d/1p9-xQYEi_bq2sTawga8uuMK4hByuG9YmmwYt3VnMs70/edit?hl=en&pli=1#)
Pero principalmente son una forma más de desconectarnos de nuestro poder, nuestra esencia femenina, al botar nuestra sangre en la basura envuelta en un plástico que demorará miles de años en degradarse, entregamos un claro mensaje (aún si inconciente) de lo que para nosotras significa nuestra Sangre Menstrual, Sangre que en la antigüedad comunidades llamaban Sagrada porque simbolizaba la conexión con la Vida y les permitía comunicarse con los tiempos del Universo y que hoy muchas aún tiran a la basura.
Pero y si no se van a la basura ¿dónde?
Hay muchas maneras hoy en día de llevar ecológica y concientemente nuestro período menstrual. Toallitas femeninas de tela y la Copa Menstrual son maneras de recibir nuestra sangre de forma que la podamos luego devolver a la Tierra. Este simple, pero poderoso acto, de sembrar nuestra sangre menstrual, activa la memoria de la Tierra para que recuerde que no sólo existe la “sangre de muerte” que el hombre ha esparcido por su inmenso y contenedor cuerpo, a través de las guerras. Sino que también está la sangre que genera Vida y que hay mujeres que la recuerdan y se la entregan como ofrenda una vez cada luna. La sangre que se ofrenda a “los dioses” no proviene de un acto de violencia, proviene de un acto natural y sagrado.
- ¿Sientes que la contemporaneidad efectivamente perjudicó a las mujeres en el sentido de desconectarnos con nosotras mismas?
No creo que sea la contemporaneidad lo que nos ha desconectado. Esto lleva mucho más tiempo que nuestros actuales tiempos… creo que lo que nos ha mantenido a las mujeres en esta especie de hibernación durante tantos años es un sistema que por temor e ignorancia a preferido ignorar, anular o simplemente prohibir las condiciones naturales de la mujer y todo aquello que pueda recordárselas. Al sistema del capital no le convienen mujeres que conozcan y sepan manejar su poder, porque el sistema del capital es parte del patriarcado, está hecho por varones y para varones, no tomando en cuenta la naturaleza de la mujer que también convive junto a ellos y que además es la que tiene el don de engendrar y dar vida a la descendencia de la especie humana en el planeta. Y el miedo que se le ha tenido al poder de la mujer es principalmente porque desde el lado masculino se comprende el poder como dominio, como mando desde la ley y el cumplimiento de esa ley, rígida e inamovible. Se aplasta las posibilidades de reconexión que tiene la mujer consigo misma y con el universo a través de su sangre menstrual, porque se suele creer que si el poder de la mujer es muy grande, la mujer querrá mandar, estructurar y dominar. Lo que no se tiene en consideración es que el poder femenino no es igual al poder masculino. El poder femenino es el poder de albergar, nutrir, amar, contener, el poder que nos entrega el oír, el acompañar, es el poder del calor, la caricia, el poder de sanar, de criar… el poder de crear, de imaginar, de soñar y de concretar… Justamente lo que le está haciendo falta a nuestro Mundo…
Se necesita del equilibrio entre ambas energías, la masculina y la femenina, comprender que cada uno tiene un rol propio y necesario y que no es necesario competir entre si, porque se complementan, es lo que nos toca hoy recordar. Para ello debemos recordar nuestro rol y todo su poder para volverlo a su lugar, por el bien de las mujeres mismas y por el bien de toda la humanidad.
La principal manera de hacerlo es reconectarse a través de nuestra menstruación, de nuestro Sagrado Ciclo Femenino.
Mujer, Hija, Nieta, Mamá
Diseñadora Gráfica . Ilustradora Infantil
Creadora de la Libreta de Mi Luna, bitácora de registro menstrual
Co creadora del espacio Mamaluna, ecología y conciencia femenina
Facilitadora de Círculos de Mujeres en la V región.
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