El príncipe y la vampiro.
Había una vez un rey que tenía un hijo al que le gustaba cazar con perros; éste siempre se encontraba acompañado de un ayudante encomendado por el rey para que lo protegiera.
Un día, el hijo del rey salió a cazar con su ayudante, y descubrieron un terrible animal monstruoso al que su consejero sugirió que siguieran hasta que le perdieron el rastro en pleno desierto.
El príncipe, perdido en su camino, se encontró con una joven esclava que lloraba y le preguntó:
-¿Quién eres?
Y ella respondió:
-Soy la hija de un rey de reyes de la India. Iba con la caravana por el desierto, pero el sueño me venció, y debí caerme del caballo sin darme cuenta. Entonces, ahora estoy sola y abandonada.
El príncipe sintió pena por ella y emprendió la marcha con la joven, llevándola en su caballo.
El sol se escondía y las sombras se adueñaban del lugar. Al pasar frente a un bosque, la esclava le dijo:
-¡Oh, señor!, ¿podemos parar?, ¡desearía comer algunas frutas!
Entonces el príncipe se bajo y la ayudo a desmontarse. Ella ágilmente se internó entre la lúgubre vegetación. ¡Todo allí era tan tenebroso!
Como tardaba mucho, marchó detrás de ella sin que pudiera enterarse. Así descubrió, con horror, que la imagen de la esclava fue transformándose hasta convertirse en una terrible mujer vampiro. Así estaba agazapada frente a lo que serían sus retoños, mientras hablaba con voz muy ronca:
-Hijos míos, les traje a un joven muy robusto y sano!
Y ellos, levantando sus alas oscuras, repetían:
-¡Tráelo, madre para que lo devoremos! ¡Le chuparemos la sangre hasta dejarlo seco!
La malvada criatura exhibía su tez muy blanca, grandes ojeras, pelos enmarañados, uñas peligrosamente largas y dientes filosos que hacía rechinar como signo de victoria.
Cuando el príncipe vio y oyó lo que allí sucedía, se dio cuenta de que su muerte estaba próxima, y su cuerpo empezó a temblar de terror mientras retrocedía sigilosamente. Y, de repente, salió la mujer vampiro de su cubil convertida otra vez en mujer y, al ver al príncipe temblar como una rama al viento, le preguntó:
-¿Por qué tienes miedo?
Y él dijo:
-Hay un enemigo que me inspira temor.
Y prosiguió la mujer:
-Me has dicho que eres un príncipe…
Y respondió él:
-Sí, eso es verdad.
Y ella le dijo:
-Si te persiguen como afirmas, pide contra tu enemigo la ayuda de tu dios, y él te librará del maleficio de aquellos a los que les tienes miedo.
Entonces el príncipe levantó la cabeza e imploró a los cielos.
La mujer vampiro, al oír las interminables plegarias, desapareció y, entonces, el príncipe pudo regresar al lado de su padre y le contó lo sucedido. El rey mandó a matar al ayudante del monarca debido al mal consejo que le había dado el príncipe.
Cuento de las Mil y una noches (Adaptación de Olga Pereyra)
LE AGREGAMOS UN NUEVO FINAL AL CUENTO.
La mujer vampiro mató al hijo del rey porque los reyes de ella la manipulaban y si no lo mataban la mataban a ella. Por eso lo mató.
Autor: Jesús Benitez.
LE AGREGAMOS UN NUEVO FINAL AL CUENTO
La mujer vampiro quería comer al hijo del rey. Al final resultó que el resultó y le dio un beso al vampiro, entonces la mujer vampiro también e despertó y se casó con el príncipe y vivieron felices para siempre.
Fin.
Autora: Antonela Vita.
LE AGREGAMOS UN NUEVO FINAL AL CUENTO.
Pero el príncipe le pidió a Dios que la vampiro sea una chica y no una vampiro. Derrepente apareció una luz que hizo que la vampiro sea una chica. El príncipe quería casarse con la chica.
Fin.
Autor: William Saravia.
LE AGREGAMOS UN NUEVO FINAL AL CUENTO.
El príncipe estaba desmayado y la mujer vampiro le iba a sacar la sangre y escuchó un ruido y se fue. Y nunca más vio al príncipe.
Fin.
Autor: Nahuel Escalante.
LE AGREGAMOS UN NUEVO FINAL AL CUENTO.
La vampiro desmayó al muchacho y lo quiso comer pero dijo la vampiro:-¡No lo puedo despertar! Y entonces dice la mujer vampiro:-¡Lo voy a comer! Aquí voy ¡¡UUU!! Que rico.
Autor: Arnaldo Barrientos.