Trabajo Práctico.

Grado: 5 ° “B”.

Nombre y apellido:

Prácticas del Lenguaje.

  1. Releo el cuento: “Amigos por el viento”, de Liliana Bodoc.

A veces, la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. Algo susurra, pero no se le entiende. A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces. Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas.

Cuando la vida se comporta de ese modo, se nos ensucian los ojos con los que vemos. Es decir, los verdaderos ojos. A nuestro lado, pasan papeles escritos con una letra que creemos reconocer. El cielo se mueve más rápido que las horas. Y lo peor es que nadie sabe si, alguna vez, regresará la calma.

Así ocurrió el día que papá se fue de casa. La vida se nos transformó en viento casi sin dar aviso. Yo recuerdo la puerta que se cerró detrás de su sombra y sus valijas. También puedo recordar la ropa reseca sacudiéndose al sol mientras mamá cerraba las ventanas para que, adentro y adentro, algo quedara en su sitio.

Mamá dejó de pulir la bandeja, y me miró:

Me vi obligada a levantar los ojos del libro:

               La gata salió de su canasto, y fue a enredarse entre las piernas de mamá.

              Que mamá tuviera novio era casi insoportable. Pero que ese novio tuviera un hijo era        una verdadera amenaza. Otra vez, un peligro rondaba mi vida.  Otra vez había un viento en el horizonte.

                La gata, único ser que entendía mi desolación, saltó sobre mis rodillas. Gracias, gatita buena.

               Había pasado varios años desde aquel viento que se llevó a papá. En casa ya estaban reparados los daños. Los huecos de la biblioteca fueron ocupados con nuevos libros. Y hacía mucho que yo no encontraba gotas de llanto escondidas en los jarrones, disimuladas como estalactitas en el congelador; disfrazadas de pedacitos de cristal. “Se me acaba de romper una copa”, inventaba mamá, que, con tal de ocultarme su tristeza, era capaz de esas y otras asombrosas hechicerías.

Ya no había huellas de viento ni de llantos. Y justo cuando empezábamos a reírnos con ganas y a pasear juntas en bicicleta, aparecía un tal Ricardo y todo volvía a peligrar.

Mamá sacó las cocadas del horno. Antes del viento, ella las hacía cada domingo. Después pareció tomarle rencor a la receta, porque se molestaba con la sola mención del asunto. Ahora, el tal Ricardo y sus Juanjo habían conseguido que volviera a hacerlas. Algo que yo no pude conseguir.

Mamá salió de la cocina, la gata regresó a su canasto. Y yo me quedé sola para imaginar lo que me esperaba.

Seguramente, ese horrible Juanjo iba a devorar las cocadas. Y los pedacitos de merengue se quedarían pegados en los costados de su boca. También era seguro que iba a dejar sucio el jabón cuando se lavará las manos. Iba a hablar de su perro con el único propósito de desmerecer a mi gata.

Pude verlo transitando mi casa con los cordones de las zapatillas desatados, tratando de anticipar la manera de quedarse con mi habitación. Pero, más que ninguna otra cosa, me aterró la certeza de que sería uno de esos chicos que, en vez de hablar, hacen ruidos: frenadas de autos, golpes en el estómago…

El agua caía tibia, mamá intentaba comprender mi pregunta, la gata dormía y yo esperaba.

No tuve más remedio que abrir la puerta.

Yo miré a su hijo sin piedad. Como lo había imaginado, traía puesta una remera ridícula y un pantalón que le quedaba corto.

Enseguida, apareció mamá. Estaba tan linda como si se hubiese arreglado. Así le pasaba a ella. El vestido azul le quedaba muy bien a sus cejas espesas.

Cumplí sin quejarme. El horrible chico me siguió en silencio. Me senté en una cama. Él se sentó en la otra.  Sin dudas, ya estaría diciendo que el dormitorio pronto sería de su propiedad. Y que yo dormiría en el canasto, junto a la gata.

No puse música porque no tenía nada que festejar. Aquel era un día triste para mí. No me pareció justo, y decidí que también debía sufrir. Entonces, busqué una espina y la puse entre signos de preguntas:

Juanjo abrió grandes los ojos para disimular algo.

Pero mi rabia no se conformó con eso:

Esta vez entrecerró los ojos.

Yo esperaba oír cualquier respuesta, menos la que llegó desde su voz cortada.

Agaché la cabeza, y dejé salir el aire que tenía guardado. Juanjo estaba hablando del viento, ¿sería el mismo que pasó por mi vida?

Los dos vientos se mezclaron en mi cabeza. Pasó un silencio.

Pasó una respiración.

Pasaron dos.

A veces, la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. Algo susurra, pero no se le entiende. A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces. Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas.

Porque Juanjo y yo teníamos un viento en común. Y quizás ya era tiempo de abrir las ventanas.

Respondo:

  1. Completo las frases:

A veces, la vida se comporta como el viento: ____________________________ y _____________________.

Cuando la vida se comporta de ese modo, se nos ______________________________ los ojos con los que vemos.

  1. ¿Quién cuenta la historia?

_______________________________________________________________________

  1. ¿Qué suceso triste le ocurrió a la protagonista del cuento?

______________________________________________________________________  

______________________________________________________________________  

  1. ¿Con qué asocia ese momento de su vida?

_______________________________________________________________________  

  1. ¿Qué opinión tenía ella de que su madre tuviera un novio?

_______________________________________________________________________

                           

              ______________________________________________________________________

  1. ¿Por qué le molestaba que su mamá haya preparado unas cocadas para recibir a Ricardo y Juanjo?

_____________________________________________________________________  

  1. Explico a qué se refiere con esta frase: “busqué una espina y la puse entre signos de preguntas…

_____________________________________________________________________  

______________________________________________________________________

  1. Al principio no quería conocer a Juanjo, pero en un momento cambia de parecer, ¿qué provoca ese cambio? ¿Por qué?

______________________________________________________________________  

_______________________________________________________________________  

  1. Explico la siguiente frase: “Porque Juanjo y yo teníamos un viento en común. Y quizás ya era tiempo de abrir las ventanas.”

_______________________________________________________________________  

  1. Describo contando cómo es la protagonista de la historia.

Matemática.

  1. Este cuadro indica las cantidades de libros vendidos por tres librerías en el primer trimestre.

Librería

Enero

Febrero

Marzo

Total

Artística

2500

2943

3297

Juvenil

2654

9760

17460

Libris

8998

3340

21870

 

  1. Completo los datos que faltan.
  2. ¿Cuántos libros más que Juvenil vendió en enero la librería Libris?
  3. ¿Qué librería vendió más libros?
  4. Para abril, la librería Artística esperar duplicar las ventas de enero. ¿Cuántos libros espera vender?

  1. Para decorar un salón de fiestas, quieren hacer 10 ramilletes de 12 globos negros y 15 ramilletes de 6 globos rojos. ¿Es cierto que alcanza con un paquete de 250 globos en el que vienen mitad negros y mitad rojos? ¿Sobran? ¿Faltan?

  1. En un negocio tienen esta lista de precios.

LICUADRA                         $654

MULTIPROCESADORA    $1190

TV LED                               $3599

TELÉFONO                        $ 998

CÁMARA DE FOTOS        $ 6715

FILMADORA                     $ 13.500

LAVARROPAS                   $ 4380

COCINA                             $5750

   

 

  1. Soledad quiere comprar un lavarropas y una cocina. ¿Cuánto dinero necesita?

  1. Joaquín va a regalarle una cámara de fotos a cada uno de sus dos hijos. Si tiene 10000. ¿Cuánto dinero le falta?

  1. Juana tiene ahorrados $6000 y necesita comprar un a multiprocesadora, una licuadora y un televisor led, le alcanza ese dinero para realizar la compra? ¿Le sobra le falta? ¿Cuánto?

  1. La filmadora se puede pagar en dos cuotas de $7425 cada una o en 6 cuotas de $2700 cada una. ¿Cuánto dinero más que el precio de lista se paga en dos cuotas? ¿Y en 6 cuotas?


  1. Resuelvo mentalmente los siguientes cálculos.

460 + 140=

257 + 3000 =

5700 + 200=

2205 + 300 =

4587 – 87=

420 – 120=

9155 – 155=

8655 – 605=

12400 – 2000=

15000 – 10000=

  1. Dante necesita una impresora que cuesta $2210. En el negocio le recargan $250 al total por comprarla en 6 cuotas iguales. ¿Cuánto tendrá que pagar cada cuota?

  1. En un campo se plantaron 120 árboles frutales en filas. Si hay 12 árboles en cada fila. ¿Cuántas filas hay?

  1. En este cuadro se informa la cantidad de habitantes de algunas ciudades de la provincia de Buenos Aires. Complétalo.

Cuidad

Cantidad de habitantes

Cantidad de habitantes en letras

Berisso

88.470

Junín

Noventa mil trescientos cinco

Maipú

Diez mil ciento ochenta y ocho

San Pedro

59.036

  1. La cooperadora va a comprar un aire acondicionado para el salón de actos de la escuela. En una fiesta se recaudaron $3500 y en otra se juntaron $4700. Si el aire acondicionado cuesta $ 8000, ¿les alcanza o les falta dinero?

 

  1. Encuentro dos maneras diferentes de pagar $ 1450 con billetes de $100, de $5 y de $ 10.

  1. El piso de una cocina está cubierto con cerámicos cuadrados colocados en 18 filas de 10 cerámicos cada una. ¿Cuántos cerámicos tiene en total el piso?

Ciencias Naturales.

Investigo y escribo una lista de prevenciones para evitar el contagio del CORANAVIRUS.

Ciencias Sociales.

  1. Investigo que significa la palabra: identidad. Luego, escribo lo que averigüé.
  2. Leo el texto “El golpe y los chicos”, de Graciela Montes.

El golpe y los chicos. Graciela Montes

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Algunas personas piensan que de las cosas malas y tristes es mejor olvidarse. Otras personas creemos que recordar es bueno; que hay cosas malas y tristes que no van a volver a suceder precisamente por eso, porque nos acordamos de ellas, porque no las echamos fuera de nuestra memoria.

Es el caso de la historia que vamos a contar aquí, algo que pasó en nuestro país hace ya veinticinco años, cuando todos éramos más jóvenes y muchos de los que están leyendo estas páginas ni siquiera habían nacido.


No es una historia fácil de contar justamente por eso, porque nosotros mismos fuimos protagonistas, porque lo que pasó nos pasó a nosotros y no a otras personas, porque son cosas que vimos con nuestros ojos, que vivimos en nuestro cuerpo.

El 24 de marzo de 1976 hubo un golpe de Estado.

Un golpe de Estado es eso: una trompada a la democracia. Un grupo de personas, que tienen el poder de las armas, ocupan por la fuerza el gobierno de un país.

Toman presos a todos: al Presidente, a los diputados, a los senadores, a los gobernadores, a los representantes que el pueblo había elegido con su voto, y ocupan su lugar. Se convierten en dictadores. A los amigos los nombran intendentes, jueces, ministros, secretarios... así todo queda en familia. Se sienten poderosos y gobiernan sin rendirle cuenta a nadie.

Aunque, por supuesto, como no les gusta que los vean como a ogros, siempre explican por qué dieron el golpe. Por lo general dicen que es para "poner orden" en un "país desordenado". Sólo que ponen las cosas donde a ellos les conviene. Como no creen en la democracia, tampoco creen en la opinión de las personas. Son tan soberbios que consideran que los únicos que saben lo que le hace falta al país son ellos y nadie más que ellos. Pero como en realidad no saben, y tampoco tienen costumbre de pensar ni de reflexionar demasiado, terminan haciendo estropicios y siempre pero siempre dejan al país un poco o mucho peor de cómo estaba.

En esos casos, las Fuerzas Armadas, que recibieron las armas para defender a los ciudadanos en caso de ataques extranjeros, las usan para golpear la democracia.

Y ciertos grupos de civiles -los que no tienen ningún interés en los gobiernos democráticos- los incitan, los apoyan y los aplauden.

En la Argentina hubo varios golpes de Estado antes del que vamos a contar aquí. (...) No fueron todos iguales, ni se produjeron en iguales circunstancias, pero todos desconocieron la Constitución, todos fueron un mazazo a la democracia. Y los argentinos, atontados con tanto golpe, terminamos pensando que era más o menos normal que cada tanto llegaran unos tipos con tanques y ametralladoras y se instalaran en la Casa Rosada.

Pero ninguno de esos golpes puede compararse con el que recordamos hoy, (...) Lo de 1976 y lo que sucedió después fue lo peor que nos haya pasado jamás en toda nuestra historia. (...).

Esta vez las Fuerzas Armadas en su conjunto se habían puesto de acuerdo para cortar de un hachazo el sistema constitucional. El "Órgano Supremo" que se hizo cargo del gobierno -a los golpistas les encantan las palabras altisonantes- era una Junta: estaba integrada por un general -Jorge Rafael Videla-, un almirante -Eduardo Emilio Massera y un brigadier -Orlando Ramón Agosti-.

Los tres de perfecto acuerdo, los tres detrás de un único objetivo -o al menos era eso lo que decían en los discursos-: derrotar a la subversión, aniquilar la guerrilla.

  1. ¿Cuándo comienza el Golpe militar?

  1. ¿Cómo define Graciela Montes al Golpe militar?

  1. ¿Qué argumentos fueron usados para justificar el golpe militar?

  1. ¿Quiénes gobernaron a partir de la “irrupción” de la democracia? Nómbralos.