Escuela Secundaria Técnica No. 10

“Marco Antonio Barberena Cruz”

Jesús María Ags.

Ciclo Escolar 2019-2020

Asignatura: DE AQUÍ LEO   3er. Grado     Trimestre: Tercero

Profesor: César Martínez Peres

Propósito: Identificar los elementos fundamentales, el simbolismo y los personajes de la tradición de los Chicahuales en Jesús María, Ags

Aprendizaje Esperado: Comprenden y utilizan la información obtenida con relación a  los elementos fundamentales, el simbolismo y los personajes de la tradición de los Chicahuales

Tema: Antecedentes Históricos

Subtema: La transfiguración de Santiago

Semana: 4 al 8 de mayo de 2020

Sesión Única

Actividades:

- Realiza la lectura del texto “La transfiguración de Santiago”

- Elige cinco ideas principales del texto leído y realiza una descripción personal de  cada una de ellas en una tabla de dos columnas..

- Diseña una historieta partir de las cinco ideas de la actividad anterior, considerando imágenes y diálogos.

LA TRANSFIGURACIÓN DE SANTIAGO

Por Enrique R. Lamadrid

Esta morisma es profundamente mesoamericana en carácter, con sus máscaras y personajes indígenas. Los moros con caretas grises y turbantes están montados en caballos y gozan de una ventaja sobre los cristianos de careta blanca que visten sombreros extravagantes de paja decorados con borlas de colores.

El Rey de los Cristianos viste una máscara grande elaborada con una barba larga entallada. Sus soldados se llaman Chicahuales, un término de origen náhuatl que significa fuerte y determinado. Ellos visten huaraches y pijamas blancas, emblemático de sus origines indígenas, a pesar de su enmascarada transformación a cristianos blancos o mestizos.

En un contraste claro a los casi interminables parlamentos de Zacatecas, no hay nada de diálogo, solo una larga serie de escaramuzas, resonando con el sonido de los machetes de acero de los Moros chocando con las espadas de madera de los Chicahuales.  Ninguna palabra se pronuncia por los personajes, porque todo el mundo, incluyendo a los niños, ya se sabe el relato, el cual comparten con gusto con los visitantes: “-Sentado en su trono en el cielo, Dios observa las guerras y las batallas campales que están ocurriendo abajo en la tierra. El Rey Cristiano ha sido herido gravemente y está cerca de la muerte en estado de coma.

Perturbado por la violencia, Dios llama a Santiago a su lado y le ordena que descienda a la tierra para hacer las paces. Santiago se le aparece al Rey Cristiano en un sueño y le dice el plan. El vendrá a la tierra para sanarlo y ayudarlo a prevalecer en la batalla. El santo guerrero baja a la tierra en su caballo blanco y vence a los moros, uno por uno.

Están echados en el piso muertos o agonizando. Santiago regresa al cielo y es reñido por Dios, quien le dice: -Yo quería paz sobre la tierra, no muerte y destrucción. Necesito a los moros vivos.

Entonces le anuncia a Santiago:  -Ahora te estoy dando el poder que sólo yo y mi hijo Jesús tenemos: el poder de resucitar a los muertos. Ahora ve y tráelos a la vida.

 Santiago desciende a la tierra otra vez y cabalga en su caballo blanco tres veces sobre los cuerpos de los moros. A la cuarta vez, toca a cada uno, y regresan a la vida uno por uno.”

El resto de la celebración es un alegre y cabal juego de moros y cristianos. Los moros galopan calle arriba y calle abajo por otra hora más por la fila de Chicahuales, entrechocando espadas, no en combate, sino en júbilo.

Es espectáculo se repite el día siguiente, pero aparece un personaje nuevo, la mujer llamada Toci, la esposa de Huitzilopochtli, conocida como la vieja de los Chicahuales, quien cabalga entre los Chicahuales, repartiendo comida de su canasto para mantenerlos fuertes. Toci es la versión indígena de Santa Ana, la madre de la virgen María. Ellas dos poseen la misma conotación de madres proveedoras.

El aspecto más significativo de esta fiesta es la transformación del mismo santo, de Santiago Matamoros, el despiadado asesino de moros, a Santiago Redentor. En ninguna otra parte de Latino América, se encuentra una transformación tan explícita, ni dramatizada tan acentuadamente. En una tarde, Santiago es transformado del enemigo más formidable de los indígenas, a su redentor y protector.