TRABAJO ANUAL 2022

TABLA Nº 77

 CABALLEROS Y DAMAS de SOLITARIOS de CÓRDOBA

San Benito Abad

DESCUBRIENDO LA MÍSTICA DEL CORAZÓN EN NUESTRO LABORATORIO INTERIOR

OBJETIVO: El objetivo de este trabajo fue profundizar en la Misión Anual: desarrollar la Mística del Corazón haciendo silencio interior.

RECURSOS: Para ello, utilizamos dos herramientas de detención:

-Detenernos en lo cotidiano, y preguntarnos: ¿Dónde estoy? ¿Qué estoy pensando, sintiendo, haciendo? ¿Con quién estoy? ¿Qué me trae la vida en este instante? ¿Qué me pide? ¿Qué estoy dispuesto/a a dar?

-Ejercitamos la detención y aporte a la naturaleza y a la humanidad, plantando cada uno una semilla de lo que pueda y quiera.

TIEMPO: Acordamos reunirnos una vez por mes, a través de medios virtuales (horario a convenir antes del encuentro).

Finalización del trabajo: noviembre de 2022

ESTRATEGIA PARA LOGRAR EL OBJETIVO: En cada reunión, compartir lo vivido y reflexionar entre todos.

Me propuse para este trabajo dos cosas:

-En un calendario, en un horario de la mañana y uno por la tarde, un minuto de silencio, y luego leer mi Voto y la Misión Anual. Establecí un tiempo de 30 días.

-Planté rúcula, tomates y pimientos al comienzo del Trabajo Anual.

La idea fue realizar deliberadamente ejercicios de detención, y ver qué descubro.

Caso 1

Qué difícil, es estar en una situación triste y poder ver una salida. Salir del pozo…de ese estado de ánimo tan abrumador.

Cuántas veces decimos: ¡Esto no me puede estar pasando a mí! …o… ¡Ya sabía que esto iba a pasar! ¡Soy tan tonta, por eso me pasa esto!!¡Debo haber hecho algo mal en otra vida, o en ésta, y ahora lo estoy pagando!!!

Mientras escribo esto, veo qué patéticas suenan mis palabras.

Entonces reflexiono: ¿Tendré que aceptar esta tristeza? ¿Qué me quiere decir esta experiencia? ¿Busco ayudo en la oración? ¿Oro por mí? ¿Busco consejo en mi Conferencia Particular, o busco un Psicólogo, porque por más que ore, no encuentro salida? ¿Ofrendo mi tristeza? pero eso qué significa????

Tantas preguntas sin respuesta….

El hecho es que ésto se encuentra en el plano más superficial de mis sentidos, de mis gustos respecto de mi visión de la realidad y las circunstancias del ahora. Tan superficial es como me siento, que mi estado de ánimo cambia según agregue o no, algún elemento externo.

 Ejemplo: puedo comerme un chocolate, y enseguida me cambia el humor…otros prefieren fumar un cigarro, o una variedad de cosas que hagan desaparecer temporariamente la tristeza…

Creo que en ese nivel vivimos todos habitualmente siempre.

Puedo hacer al revés: me junto a meditar, o a orar con otros; me voy a vivir al campo buscando paz, etc. Aún haciendo ésto, seguimos en lo superficial. Pero he dado un gran paso: darme cuenta que mis estados de ánimo son cambiantes, y que son tan inconscientes, que no los puedo controlar. De hecho, es imposible controlar “algo que no estoy viendo”.

Caso 2

Tuve una semana muy difícil en lo laboral. Tanto fue así, que me costaba conciliar el sueño. Todo el tiempo pensando en ese problema, y emocionalmente destruída. Olvidé “atender”, y estar en el presente, porque mi tiempo, mi corazón y mi mente estaban permanentemente en eso. Fue un esfuerzo hacer el acto contrario. Lo más curioso, es que el acto contrario, primero suponía silencio…y no lo logré. Lo que sí logré, es hacer esta reflexión, al menos. Darme cuenta, que todo lo malo que ocurrió, ya no se podía deshacer, y yo lo revivía instante tras instante.

Fue descubrir que soy vulnerable, pero mi trabajo está bien al fondo, de donde nacen mis pensamientos, sentimientos, fracasos, alegrías, etc.

¿Qué me tenía atrapada que no podía ver con serenidad? ¿Qué quise que no pude tener? ¿Le temo al fracaso?? ¿Al qué dirán?

Sigo trabajando en eso….

Caso 3

Me he observado, también, qué comprensiva soy con personas a las que le tengo estima, o están bajo mi protección, y con aquellas que no, y en la misma situación, actúo y pienso diferente. Mi trato cambia…si tengo que marcar un error, aunque sea el mismo, lo remarco en forma diferente con unos que con otros.

Conclusión:

Una de las cosas que pude lograr con los ejercicios que me propuse, es darme cuenta de que no siempre pude cumplir, no siempre me acordé, a veces encontré excusa para no hacerlo, y gran parte de las veces fue un ejercicio de voluntad y dominio personal…tratando de recordar que lo que hacía era una manera de ir en busca del conocimiento de mí misma.

Comprendí, en todos los casos, que el “silencio”, pone en “PAUSA” el movimiento habitual tanto de la mente, como de lo que siento, y directamente relacionado con lo que luego hago.

Observé que no he observado muchas cosas, a pesar de que me lo he propuesto. Confieso que a muchas las he descartado para “no ver”. Esas cosas forman parte de mi lado oscuro supongo, donde las iré sacando poco a poco a la luz.

También descubrí que mis decisiones son influenciadas por mis afectos. No soy lo debidamente objetiva en cosas que debo serlo.

Con el transcurso del tiempo, veo como he plantado semillas, y ya tengo algunas plantitas. Veo como soportan el sol, el viento y la lluvia. Las he cuidado, y ellas a mí, ya que me recuerdan todos los días, que vivir es un desafío, y que vale la pena.

Alejandra Vaccaro

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A lo largo de este proceso de querer encaminar mi vida para encontrarle sentido más profundo encontré, que utilizando pequeñas herramientas podía de algún modo estar más atento o comprometido con lo que yo esperaba para mí. Comencé por determinar qué movimientos hacía mi mente cuando el resultado no era lo esperado; quería yo estar más atento, más comprometido con mi vocación, con mis votos, y encontraba que se presentaban dificultades a la hora de hacerlo efectivo. Descubrí que los estados de ánimo por un lado, y mis distracciones por otro, son lo que dificultan ejecutar ó llevar a cabo lo esperado: sentir que avanzo en mi desenvolvimiento.

Mis estados de ánimo mi primer inconveniente. Mientras busco llevar una conducta favorable para mi propósito, se presentan situaciones que me desestabilizan emocionalmente y por consecuencia, los resultados no son lo que esperaba. Pero ésto pasa después de lo acontecido, es darme cuenta cuando ya es tarde, ó ya está hecho. Tal vez lo bueno sea darme cuenta.

La otra situación no es menor: darme cuenta que los resultados de mis actos no son lo suficientemente aceptables para decir que yo busco un desenvolvimiento espiritual, propio de mi falta de atención.  Las meditaciones, el acto contrario, los ejercicios ascéticos, en general dan buenos resultados, pero descubro que, o no los hago bien, o no los hago. Ésto hace ruido o violencia en mí, esto me lleva a buscar medios para alcanzar cumplir con los propósitos. Este proceso está en marcha es parte del trabajo que se está realizando, aunque no siempre es el mejor es lo que tengo. Perfeccionarlo es la tarea propuesta.

La vida para mí es una sola, ésta; comprendo perfectamente que vivir en el pasado o en el futuro es parte de las distracciones de la mente. Cuando esto sucede, la mente es la que domina la situación, cuando medito la cosa cambia, siento que estoy verdaderamente cumpliendo mi propósito, pero también sé que no puedo estar permanentemente en oración o meditación. Hay tiempo para todo, dormir, comer, asearme…en fin, un sinfín de situaciones en las que no puedo estar consciente de mi propósito.

¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer mejor? ¿Cuáles son las mejores cosas que puedo hacer? Mejor, mejor, mejor… ¿Hasta cuándo buscar la perfección? Sólo puedo pedir a la Divina Madre que me auxilie… me entrego a su voluntad y confío que mis actos estén en la dirección correcta con el Plan Divino. La vida es simple, es correcta.

Cristian Arnulphi

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Tenemos actitud de servicio en todo lo que realizamos, asistimos a los demás, a los que lo necesitan, realizamos nuestras tareas diarias con amor y afecto.

Ponemos todas las herramientas y conocimientos que nos brindan las Enseñanzas de Cafh, ponemos todo lo que podemos de nuestra parte, pero a veces nos damos cuenta que la ayuda que brindamos, nos supera en nuestras posibilidades.

No podemos entregar todo el tiempo que quisiéramos, no podemos "donar" esa ayuda o asistencia, en un tiempo efectivo, en una entrega absoluta sin necesitar de alguien más, de un número mayor de personas dedicadas a esa tarea de asistencia.

Debemos distribuir tareas y tiempo entre varios, y conseguir más gente con la misma disposición.

En una enfermedad de alguien, se contrata gente capacitada.

La entrega no puede ser total, a veces se complica el caso y nuestras fuerzas físicas no alcanzan, se necesitan más personas para asistir.

Por todo esto, nos damos cuenta que se puede asistir hasta donde pueden nuestras posibilidades. Siempre dependemos de alguien más.

En estas experiencias entregamos todo nuestro amor y nuestro afecto.

Estamos presentes donde nos encontremos, y dispuestos a brindarnos y trabajar la "mística del corazón', despertando nuestro ser, aceptando con amor nuestras vivencias diarias, para conectarnos con otras almas que trabajan en su interior igual que nosotros.

Me pregunto cada día si mis actitudes me ayudan a expandir mí conciencia.

Trabajo la " mística del corazón" descubriendo la divinidad que está en mi interior, y acepto con amor mis vivencias diarias, para así conectarme con otras almas.

Agradezco a lo divino cada día, recito el Om del día, pido por los seres que necesitan oración, pido que el mundo esté en paz.

Estoy atenta a lo que me sucede y encuentro ahí una enseñanza, amplío mi conocimiento.

Durante el día me pregunto si mi corazón está presente, observo cada reacción y si cambia mi percepción.

Lo que puedo lograr o cambiar yo, lo pueden lograr o cambiar todos los seres humanos, toda la humanidad.

La mística en mi corazón es: servicio, asistencia, es renuncia, es dejar todo en manos de lo Divino.

Estela Ragone.

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Considero que cada uno de nosotros es Cafh, y según sea el comportamiento y el estado de conciencia del momento presente, será el resultado que obtendremos. Para lograrlo, es menester la práctica de la Ascética de la Renuncia y la Mística del Corazón. Todo ésto requiere una labor continua y de mucho esfuerzo.

La ofrenda es lo más importante en este camino.

Todos hemos vivido instantes de mucho dolor en nuestra vida. La entrega de ello a la Divina Madre nos libera, nos hace libres. Aunque al duelo hay que transitarlo; esto es normal y evidente. De la mano de Ella, y la Renuncia, se hace posible llevarlo con entrega.

Creo que, en la ofrenda, ahí, está el secreto.

Según las palabras de nuestro Maestro Santiago Bovisio.

 “El excesivo dolor y excesivo amor hacen estallar el corazón. Te daré de a poco tanto sentir hasta que seas capaz de contener en ti la potencia del sentir del Universo y la eternidad”.

        

                                                           Lidia Perrachione

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 A veces me cuesta detenerme y mirame a mí misma, en algún momento del día.

Ver qué pienso, cómo pienso, qué hago, cómo lo hago, observarme detenidamente.

Pero al hacer el exámen retrospectivo, veo que dedico la mayor parte del día a los que conviven conmigo, en estar atenta a sus necesidades.

Esto me hace ver, reflexionar en el uso de mi tiempo y mi energía.

No dejar de hacer lo que hago por los otros, pero sí administrar mejor mi tiempo, para que la balanza no se incline hacia un solo lado.

Cristina León.

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Me propongo hacer silencio, trato de disminuir el ruido exterior e interior.

Fracaso...vuelvo a intentar...fracaso.

Pero en los intentos tomo conciencia de que tropiezo siempre en el mismo lugar.

Comienzo a conectarme con esa parte de mí misma que he estado negando.

Marcela Aramburu

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Con esta pregunta inicio un diálogo interior y me apoyo como punto de partida para transitar la mística del corazón.

En la búsqueda de ampliar el contexto que le da sentido a mi vida, me encuentro con obstáculos diarios, en los cuales se plantean diferentes propuestas, desafíos y siempre más dudas que certezas.

Estar atento para expandir amor, es una tarea diaria y que demanda mucha preparación y en esto, incluyo lo físico (salud) y lo espiritual (conciencia).

Unos de los escenarios donde pongo en práctica la detención, mi estado de conciencia, es cuando voy al mercado para abastecerme de alimentos, donde me encuentro con muchos seres que tienen la misma necesidad, pero diferentes posibilidades económicas y diferentes gustos a la hora de obtener un producto ú otro. Observo discretamente los productos que llevan en sus carros (como ejercicio), y también observo el mío, para darme cuenta si estoy haciendo economía providencial, y como resultado, quito algunos productos de mi carro que no necesito, y agrego otros que aportan calidad y sustentabilidad a mi vida, y a aquellos con quienes la comparto. Digo: hoy estuve atento ¿mañana lo estaré también? ú otra cuestión ocupará mi atención y dejaré algo tan simple y cotidiano como hacer las compras, librado a vaya saber… qué estado de conciencia?

Tomo las riendas y dirijo mi atención deliberadamente.

Buscando silencio

Propósitos: dialogo con el silencio.

Consecuencias: no obtengo ninguna respuesta.

¿Cómo llevar semejante energía a lo cotidiano de manera estable, asidua y consiente?

¿Experimento silencio?

Con estas preguntas, abordé el trabajo con el silencio desde la mística del corazón llevándolo al  gran laboratorio de la vida diaria.

En las experiencias que transité me dí cuenta, y no siempre en el momento, que me cuesta mucho hacer silencio. Necesito estar más atento para detenerme, y de esa manera permitir la invasión de silencio, experimentar el silencio sin miedo. Renuncia.

Jorge D’Angelo

CONCLUSIONES

Llegamos a la conclusión, luego de este trabajo, que funcionamos como los engranajes de un reloj. Por un tiempo nos parece que funciona bien, pero si los engranajes no están bien colocados, o no son los adecuados, se va produciendo cierta fricción, que lo desgasta, pierde energía, y finalmente se detiene.

En lo cotidiano, nos estresamos y perdemos gran cantidad de energía, cuando usamos mal nuestros recursos.

Por eso, deliberadamente vamos aceitando nuestros engranajes, ó los cambiamos por otros más adecuados a nuestro anhelo de desenvolvimiento.

Fijar nuestra mirada en lo más íntimo del corazón, y trabajando en el aquí y ahora, vamos ampliando nuestra conciencia, y trascendiendo nuestras limitaciones.

EVALUACIÓN DEL TRABAJO EN EQUIPO

Integrantes del Grupo

Dama Secretaria: Alejandra Vaccaro

Caballero Secretario: Cristian Arnulphi

Dama Limosnera: Marcela Aramburu

Dama Lectora: Lidia Perrachione

Caballero Archivero: Jorge D’Angelo

Dama Asistente: Estela Ragone

Dama Llavera: Cristina Leon

Trabajo anual 2022