SESIÓN DE APRENDIZAJE
TÍTULO: | El Lenguaje de Nuestro Cuerpo | |
UNIDAD: IV | SA N° | FECHA: |
CICLO: V | GRADO: 5to | SECCIÓNES: A – B – C – D - E |
DOCENTE | ||
PROPOSITO DE LA SESIÓN | Reconoce el lenguaje corporal a través de la danza | |
COMPETENCIA | CAPACIDAD | DESEMPEÑO |
SE DESENVUELVE DE MANERA AUTÓNOMA A TRAVÉS DE SU MOTRICIDAD | Se expresa corporalmente | Crea movimientos y desplazamientos rítmicos e incorpora las particularidades de su lenguaje corporal teniendo como base la música de su región; al asumir diferentes roles en la práctica de actividad física. |
ENFOQUE TRANSVERSAL | ACCIONES OBSERVABLES | |
INCLUSIVO O DE ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD | Respeto por las diferencias Docentes y estudiantes demuestran tolerancia, apertura y respeto a todos y cada uno, evitando cualquier forma de discriminación basada en el prejuicio a cualquier diferencia. | |
INTERCULTURAL | Respeto a la identidad cultural Los docentes y estudiantes acogen con respeto a todos, sin menospreciar ni excluir a nadie en razón de su lengua, su manera de hablar, su forma de vestir, sus costumbres o sus creencias. | |
GÉNERO | Igualdad y Dignidad Docentes y estudiantes no hacen distinciones discriminatorias entre varones y mujeres. | |
Antes de la sesión: | |
¿Qué necesitamos hacer antes de la sesión? | ¿Qué recursos o materiales se utilizarán en esta sesión? |
Revisa bibliografía actualizada referente a lenguaje corporal y las danzas y estampas típicas de la región. Repasa, antes de iniciar la clase, las actividades que planificaste para evitar retrasos e imprevistos. |
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INICIO | 20 MINUTOS |
En grupo clase
Actividad de inicio: Visita por el Perú
de Personal Social. Recuerda a los estudiantes lo bien que la pasaron y cómo a través de actividades divertidas han podido conocerse un poco más. Incide en lo importante que es encontrar en el aula buenas amigas y amigos, que se cuiden entre sí y colaboren unos con otros. | |
DESARROLLO | 50 MINUTOS |
En grupo clase
Actividad básica: Buscando mi región
Actividad avanzada: Sigue mi ritmo
¿Sabías que, cuando realizas estos movimientos se expresa tu lenguaje corporal a través del cuerpo? ¿Qué es lenguaje corporal?
respuestas erradas, promoviendo la compresión de las razones por las que la información no corresponde a lo preguntado.
utilizando un organizador gráfico. Actividad de aplicación: El dado folklórico
sus aprendizajes, posibilitando la reflexión y revisando lo ejecutado, junto con ellos. | |
Cierre | Tiempo aproximado 10 minutos |
Actividad: El pañuelito bailarín
En grupo clase
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EVALUACIÓN | ||
DESEMPEÑOS PRECISADOS | EVIDENCIAS | INSTRUMENTO DE EVALUACIÓN |
todo tipo de discriminación social. | Intangible: Trasmite nuevas formas de movimientos a través de la música folclórica. |
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Tangible: Elabora un organizador visual del lenguaje corporal | ||
REFLEXIONES SOBRE EL APRENDIZAJE | |
¿Qué lograron los estudiantes en esta sesión? | ¿Qué dificultades se observaron durante el aprendizaje y la enseñanza? |
¿Cómo planificar, según la Orientaciones Pedagógicas para el Logro de Competencias?
Sin importar los esquemas o estructura que la planificación tenga, es importante concebir una lógica al planificar, la cual se describe en las Orientaciones para el proceso de enseñanza y aprendizaje en el desarrollo de competencias:
El Ministerio de Educación ha propuesto orientaciones pedagógicas que los docentes debemos tomar en cuenta en los momentos de la planificación, ejecución y evaluación durante los procesos de enseñanza y aprendizaje de todas las áreas curriculares; contribuyendo con la aplicación del enfoque pedagógico del Currículo Nacional, y con el acompañamiento y monitoreo de los docentes a cargo de sus directivos. Es importante señalar que las orientaciones pedagógicas, son situaciones y condiciones para el aprendizaje, se caracterizan por presentarse de manera recurrente, simultánea, permanente y se complementan entre sí. En ese sentido, debemos señalar que el orden en que se han presentado en este documento obedece solo a un criterio didáctico.
Implica diseñar o seleccionar situaciones que respondan a los intereses de los estudiantes y que ofrezcan posibilidades de aprender de ellas. Cuando esto ocurre, los estudiantes pueden establecer relaciones entre sus saberes previos y la nueva situación. Por este motivo se dice que cuando una situación le resulta significativa al estudiante, puede constituir un desafío para él. Estas situaciones cumplen el rol de retar las competencias del estudiante para que progresen a un nivel de desarrollo mayor al que tenían. Para que este desarrollo ocurra, los estudiantes necesitan afrontar reiteradamente situaciones retadoras, que les exijan seleccionar, movilizar y combinar estratégicamente las capacidades o recursos de las competencias que consideren más necesarios para poder resolverlas. Las situaciones pueden ser experiencias reales o simuladas pero factibles, seleccionadas de prácticas sociales, es decir, acontecimientos a los cuales los estudiantes se enfrentan en su vida diaria. Aunque estas situaciones no serán exactamente las mismas que los estudiantes enfrentarán en el futuro, sí los proveerán de esquemas de actuación, selección y puesta en práctica de competencias en contextos y condiciones que pueden ser generalizables.
Es más fácil que los estudiantes se involucren en las situaciones significativas al tener claro qué se pretende de ellas y al sentir que se cubre una necesidad o un propósito de su interés (ampliar información, preparar algo, entre otros). Así, se favorece la autonomía de los estudiantes y su motivación para el aprendizaje a medida de que puedan participar plenamente de la planificación de lo que se hará en la situación significativa. Se responsabilizarán mejor de ella si conocen los criterios a través de los cuales se evaluarán sus respuestas y más aún si les es posible mejorarlas en el proceso.
Hay que tener en cuenta que una situación se considera significativa, no cuando el docente la considera importante en sí misma, sino cuando los estudiantes perciben que tiene sentido para ellos. Solo en ese caso puede brotar el interés.
El desarrollo de las competencias se coloca en la perspectiva de la denominada «enseñanza situada», para la cual aprender y hacer son procesos indesligables, es decir, la actividad y el contexto son claves para el aprendizaje. Construir el conocimiento en contextos reales o simulados implica que los estudiantes pongan en juego sus capacidades reflexivas y críticas, aprendan a partir de su experiencia, identificando el problema, investigando sobre él, formulando alguna hipótesis viable de solución, comprobándola en la acción, entre otras acciones.
Consiste en recuperar y activar, a través de preguntas o tareas, los conocimientos, concepciones, representaciones, vivencias, creencias, emociones y habilidades adquiridos previamente por el estudiante, con respecto a lo que se propone aprender, al enfrentar la situación significativa. Estos saberes previos no solo permiten poner al estudiante en contacto con el nuevo conocimiento, sino que además son determinantes y se constituyen en la base del aprendizaje, pues el docente puede hacerse una idea sobre cuánto ya sabe o domina de lo que él quiere enseñarle. El aprendizaje será más significativo, en cuanto más relaciones con sentido sea capaz de establecer el estudiante entre sus saberes previos y el nuevo aprendizaje.
Se requiere que el estudiante maneje, además de las habilidades cognitivas y de interacción necesaria, la información, los principios, las leyes, los conceptos o teorías que le ayudarán a entender y afrontar los retos planteados dentro de un determinado campo de acción, sea la comunicación, la convivencia, el cuidado del ambiente, la tecnología o el mundo virtual, entre otros. Importa que logre un dominio aceptable de estos conocimientos, así como que sepa transferirlos y aplicarlos de manera pertinente en situaciones concretas.
La diversidad de conocimientos necesita aprenderse de manera crítica: indagando, produciendo y analizando información, siempre de cara a un desafío y en relación al desarrollo de una o más competencias implicadas.
El error suele ser considerado solo como síntoma de que el proceso de aprendizaje no va bien y que el estudiante presenta deficiencias. Desde la didáctica, en cambio, el error puede ser empleado más bien de forma constructiva, como una oportunidad de aprendizaje, propiciando la reflexión y revisión de los diversos productos o tareas, tanto del docente como del estudiante. El error requiere diálogo, análisis, una revisión cuidadosa de los factores y decisiones que llevaron a él. Esta forma de abordarlo debe ser considerada tanto en la metodología como en la interacción continua docente-estudiante.
Requiere plantear un reto cognitivo que resulte significativo al estudiante, promoviendo poner en juego sus diversas capacidades en la solución. Puede tratarse de una idea, información o comportamiento que contradice y discute sus creencias. Se produce, entonces, una desarmonía en el sistema de ideas, creencias y emociones de la persona. En la medida que involucra su interés, el desequilibrio generado puede motivar la búsqueda de una respuesta, lo que abre paso a un nuevo aprendizaje.
La mediación del docente durante el proceso de aprendizaje supone acompañar al estudiante hacia un nivel inmediatamente superior de posibilidades (zona de desarrollo próximo) con respecto a su nivel actual (zona real de aprendizaje), por lo menos hasta que el estudiante pueda desempeñarse bien de manera independiente. De este modo, es necesaria una conducción cuidadosa del proceso de aprendizaje, en donde la atenta observación del docente permita al estudiante realizar tareas con distintos niveles de dificultad.
Esto significa ayudar a los estudiantes a pasar del trabajo grupal espontáneo a un trabajo en equipo, caracterizado por la cooperación, la complementariedad y la autorregulación. Se trata de un aprendizaje vital hoy en día para el desarrollo de competencias. Desde este enfoque, se busca que los estudiantes hagan frente a una situación retadora en la que complementen sus diversos conocimientos, habilidades, destrezas, etc. Así, el trabajo cooperativo y colaborativo les permite realizar ciertas tareas a través de la interacción social, aprendiendo unos de otros.
La educación necesita promover el desarrollo de un pensamiento complejo para que los estudiantes vean el mundo de una manera integrada y no fragmentada, como sistema interrelacionado y no como partes aisladas, sin conexión. Desde el enfoque por competencias, se busca que los estudiantes aprendan a analizar la situación que los desafía, relacionando sus distintas características a fin de poder explicarla. El ser humano al que la escuela forma es un ser físico, biológico, psíquico, cultural, histórico y social a la vez; por lo tanto, la educación debe ir más allá de la enseñanza de las disciplinas y contribuir a que tome conocimiento y conciencia de su identidad compleja y de su identidad común con los demás seres humanos. Reconocer, además, la complejidad de la realidad requiere ir más allá de la enseñanza de las disciplinas, pues actualmente las distintas disciplinas colaboran entre sí y complementan sus enfoques para poder comprender cabalmente los problemas y desafíos de la realidad en sus múltiples dimensiones.
Finalmente, es importante señalar que las orientaciones pedagógicas, son situaciones y condiciones para el aprendizaje, se caracterizan por presentarse de manera recurrente, simultánea, permanente y se complementan entre sí. En ese sentido, debemos señalar que el orden en que se han presentado en este documento obedece solo a un criterio didáctico y se desarrolla en mayor o menor medida según el tipo de planificación que se realice.