ADOLFO VAN GELDEREN: MAESTRO DE MAESTROS

Su figura irrumpió en la historia de la educación argentina, en una época en que era imprescindible educar. Sí, educar al pueblo y para educarlo, eran necesarios maestros con vocación, con una buena formación que les marcaran el camino.

Adolfo Van Gelderen nació en Holanda en  1835, y allí se graduó como Profesor en Letras. Muy joven, vino a ejercer en distintos países de América del Sur. Ya establecido en Buenos Aires, tuvo un impacto relevante en los orígenes del sistema educativo nacional. Con vastos conocimientos pedagógicos y de distintos idiomas, no vaciló en rendir exámenes para revalidar sus títulos, como maestro, traductor y profesor universitario.

Ocupó diversos cargos docentes, hasta que en 1874 fue nombrado director, fundador y organizador de la Escuela Normal de Maestros de la ciudad de Buenos Aires. En esta función desarrolló y aplicó sus dotes pedagógicas de conducción  y fijó las bases de una institución de formación docente de gran prestigio. Su influencia fue decisiva en los alumnos, de tal modo que es posible hablar de una formación de maestros “tipo Van Gelderen”.

Cabe destacar que en 1877, se aprobó el Reglamento para la Escuela Normal propuesto por Van Gelderen a Sarmiento. Leer ese documento nos permite deducir que era intransigente con las faltas de aplicación  y conducta, sobre todo con la pereza y la mentira, porque no olvidaba un momento que estaba formando educadores.

La Escuela Normal se constituyó en modelo de otras instituciones similares; su director con otros profesores le dieron una impronta y cosmopolita que combina una identidad humanitaria, con valores sociales y un aprecio por la Ecología.

Podemos afirmar que Van Gelderen se adscribe orgullosamente al normalismo argentino; pese a su origen holandés, su preocupación fue el carácter nacional de la formación de los maestros.

Si bien poseía una vasta cultura era notoria su humildad y prudencia; también en eso fue consecuente, enseñando con el ejemplo la modestia que predicaba. Alumnos, profesores y padres, siempre dieron testimonio de su afecto y admiración.

Nuestra escuela y otra en la provincia de Córdoba, llevan el nombre de ADOLFO VAN GELDEREN, justo reconocimiento a un gran educador y pedagogo que profesionalizó la carrera docente.

Hoy, en pleno siglo XXI, con la mirada puesta en el tiempo inmediato, que nos obliga a transitar una situación excepcional -como lo es esta pandemia- nos encuentra FAMILIA Y ESCUELA, trabajando juntos…ALUMNOS Y ALUMNAS haciendo un gran esfuerzo para aprender  en casa. Pero, a su vez, sorprendiéndonos con su fortaleza y enorme potencial como “niños digitales”, para hacerle frente a este nuevo desafío. PAPÁS y MAMÁS, que están en la difícil tarea, de llevar la escuela al hogar, y NUESTROS  MAESTROS, a través de los distintos sistemas tecnológicos mantienen el dictado de clases; poniendo al alcance de todos los niños, propuestas innovadoras, recursos de aula virtual, su tiempo, paciencia y buena voluntad. Comprometidos en una tarea que se ejerce con profesionalismo y que demuestra que somos “profesionales de la educación”.

Así, honramos a nuestro Patrono con la calidad, humanidad y excelencia de la Escuela Pública. Sólo resta decir:

QUERIDO VAN GELDEREN seguimos sus pasos:

LA ESCUELA 26 SIGUE EN PIE… EL MAESTRO ES IRrEMPLAZABLE.

Mayo 18, 2020

María Lucía Altilio

M.B.

Escuela N° 26