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Una mañana que no concierne a nadie

Mohamed Hajji Mohamed

Nostalgia

Y finalmente

ya estás cansado

de los aspectos beduinos de esta ciudad:

Oh jeque de la sabiduría

en una aldea no griega.

Te basta

su invierno medieval

sus noches

más asaltantes

que los espacios de tortura

en las épocas remotas.

Te basta

los hielos de este exilio

y el frío que devora las costillas.

con la habilidad de un calumniador.

Hoy _ en esta aldea _ hay un desierto

Oh semejante mío

Y la hora es más extendida que un boletín de noticias

de la tarde.

Todo ahí es arqueológico:

El sol

La pared

y los caminantes.

Solo el aburrimiento

Se quedó nuevo

y reluciente?

como si dejara inmediatamente la lámina de aluminio.

o

el escaparate de una tienda

en la capital.

Una mañana que no concierne a nadie

Como en cualquier mañana

el despertador me expulsa temprano.

de paraísos de la pasión.

abandono la casa forzosamente

cual

un huésped

arruinado

en algún albergue penoso

Como en cualquier mañana

la plata de la desgana brilla en mi cara

y veo un lobo

saliendo

fuera de su letargo

caminando con pereza

al lado del baño.

Cual una aldea mareada por miles de soles.

Bosteza algunas veces

y en otras

se quita de las costillas

las pesadillas de los fantasmas.

¿Y si yo tirara la basura de su desesperación

en el rio

y me refugio en la cafetería más cercana de mis venas

como un viajero

frustrado por un autobús

en alguna estación de autobuses?

Como en cualquier mañana

me despierto con las calaveras de mis enemigos.

Me limpio bien los dientes con los restos de sus fiambres.

y arrojo los huesos

a los aves de presa.

No soy verdugo

de siglos remotos,

ni cuervo que apuesta

por una caza provechosa

Sin embargo, preparo las carroñas de mis fantasmas.

con el cuidado que merecen  los cadáveres

y vuelvo a los cuarteles del sueño

como un soldado

que regresa del frente de combate.

Como en cualquier mañana

libero mi barbilla

de los batallones de sus hierbas

le riño al grifo de agua

por su ruido que corrompe el sueño del universo.

Así

cuanto más se despierta de su sueño mi aullido

abro la ventana

quizá el aire limpio

barre el patio del alma

a quien

lo dejó detrás de sí los rayos de este asco.

Desastres recién surgidos

Con una cabeza llena de tormentas.

te levantas de tu letargo

como siempre

Tus costillas completamente rotas.

como si recién surgidas de incursiones pérfidas.

Y antes de recibir los residuos de tu sueño.

en el regazo

del lavabo

Antes de refutar tu decepción

con la tinta de una falsa victoria

Juntos hendiremos un continente

hecho de turbantes de nubes

guiaremos los tribus de su propia tiranía

hasta los remotos mares.

Mi destino, Sócrates

es conducir los campos de tu insomnio.

hacia una manada de dedos

corruptos

Mi destino: enseñar a los Aous y al Khazraj

los principios del sol

la retórica

de la calavera

griega.

Y porque mi madriguera está llena

de pesadillas

que no se detienen

me refugiaré en tu recóndita cafetería

y con un sorbo

de un café falso de la mañana

expulsaré de tu estado de ánimo

todas las nubes

A donde ir

me arrojarán tus desastres

Oh

Mañana

hacia los recortes

Espero que sean exterminadas sus rarezas

O hacia unas palabras

Huelen a los hábitos de tierras baldía

Escenas incompletas

Ya no hay

más que este barrio

donde los niños corren como ríos de cerezas,

y donde pronto

los perseguirá

el ladrido de la vecina

como balas perdidas

desde la ventana.

Ya no hay en el balcón.

sino una mujer

que le grita a su niña una orden

con la elocuencia del lirio

y una muñeca que salta sobre la cuerda

a veces

y a veces juega allí a la rayuela

junto

al umbral de la casa.

El mismo umbral de la casa

que devora tu carne

cada fin

de mes.

Ya no hay en los cafés

que albergaban

nuestros encuentros

íntimos

nada más que las molesta algas

y ruidos que asoman sus asombrosas cabezas

como ovejas

desde camiones antiguos.

Ya no hay en aquella ciudad

sino sus plazas de barro

y el polvo

que probablemente coqueteará con los ojos de los transeúntes,

o tirará con las piedras

sobre nuestros sueños baratos.

Esta ciudad

no se ríe

y si alguna de sus calles lo hace

se girarán hacia ella las casas

asustadas

y regresan

a sus barrios

con la rapidez de una niña enojada.

Tú, el vacío y los rifles del aburrimiento

otra vez

me cerca tu verano

con sus incendios

y con la pereza del mediodía.

otra vez

te cercan las casas

con el vacío

y los rifles del aburrimiento.

El tiempo afuera

es un insoportable infierno

El aire

es asfixiante

sin límites,

y el polvo

con que tus calles nos colman de forma gratuita.

como los cascos azules

Lo veo desenfrenado

en las fosas nasales de los transeúntes.

otra vez

Tu día

abrasador

Oh ciudad

y los muertos en las cafeterías como de costumbre

maldicen al mundo

con palabras

que no son nobles

con sus enormes números

Vivirán

allí

largamente

aunque se vayan

dejarán para la tribu

banquetes

que espían bien,

y sillas que a veces cazan los errores de los vivos,

y a veces les tiran con piedras

de rencor.

y porque eres cruel

con los ruiseñores,

alineada como siempre

en las filas de los muertos,

te suplico dar alguna cosa de los ángeles

oh ciudad

justa

en repartir la desesperación

en los poetas.

Porqué entonces

no disparas

la bala de la piedad

sobre el último canturreo

antes de irte

sin ningún lamento.

Aquellas criaturas cuyo versículo es el descenso

Hay

siempre

quien te atrae

a unas batallas que no son limpias.

Le pega al mundo

descripciones

no dignos de sus seres

apostando como jugador desafortunado

por un billete perdedor.

Hay

siempre

quien sin pedir permiso

se complace de enredar el jazmín

en noches sin soles

se refugia de su herrumbre

en un traje

fiestas

y echa los nombres de las estrellas

en las aguas turbias.

Hay

siempre

criaturas fantásticas que estropean tu aire

tu día

irrumpiéndolo sin ninguna cita

atraviesan tu vida

malgastando las nubes

Ahora ya se van

con nuestros sueños

hacia el crepúsculo

Oh sombras mías

que hacia ellas no des la vuelta

aquellas son criaturas

cuyo versículo es el descenso

bienaventurados sean los que adoran

las pezuñas.

Una secretaria y un puñado de dólares de sobra

Las paredes vuelan en el aire

Es suficiente

con que la tierra sacude su barriga.

como una bailarina oriental

para que caigan

miles de casas

de un tirón.

 ¿Y qué pasará si se sacude su cintura?

La caída del yanqui

La guerra es limpia

y las bombas

son muy inteligentes

y si el yanqui tropieza o caiga

se dirá: fue asesinado por error

Se dirá que lo mataron

fuegos amigos

El placer de las armas de destrucción masiva

Un tiburón

en un pueblo pequeño

Su ignorancia

Es un continente sin igual.

En las cafeterías

Lleva el mando de victorias

hechas de sus fantasías

devorando la carne de sus compañeros

con el placer de las armas de destrucción masiva.

Lo que se parece a metales

Un convoy

de los que parecen metales

ocupan

tu aire

Sin piedad

señor

Y tienes que aplastar sus huesos

como los insectos

debajo

de este zapato

El internauta

Sentado

frente a una computadora

como si fuera un cajero

digno

o un gerente de una empresa

en Japón

No era de la estirpe de los gatos

Y sin embargo

su mano no se separaba de la planta del ratón,

El ratón que por supuesto

no era de los mamíferos.

Una secretaria

Una secretaria

muy feliz con su pecho indómito.

Su provocativa

belleza

nunca será resistible.

Con sus zapatos de tacón

aplastó nuestros corazones

muchas veces

y se fue

indiferente a los lobos.

Un puñado de dólares de sobra

Era hostil

y salvaje

totalmente

como una desgraciada araña

Disparaba a las violetas

sin ninguna razón

y se va

orgulloso de sí mismo

como si fuera Clint Eastwood

en el final de su película:

Por un puñado dólares.

Traducción de Khalid Raissouni

Mohamed Hajji Mohamed (Tánger, Marruecos 1958) es uno de los poetas esenciales de la generación de los ochenta en el panorama de la poesía contemporánea en Marruecos, también ejerce un papel muy importante en la prensa cultural en Marruecos con sus crónicas en el periódico Akhbar Al-Yaoum, anteriormente escribió reseñas y crítica literaria, ha traducido varios libros del francés, y publicó sus poemas en casi todos los suplementos culturales de Marruecos. Dirigía un site web de Literatura que se llama Acropole que él mismo ha fundado en 2006. Es miembro de la Unión de los Escritores de Marruecos desde hace décadas. Ha participado en varios festivales nacionales e internacionales de poesía y ha publicado en muchas revistas literarias árabes. Autor de varios libros.