Si la evolución es una mentira, entonces, ¿cómo explican los creacionistas el proceso por el cual diferentes tipos de organismos vivos se desarrollaron y diversificaron a partir de formas anteriores durante la historia de la Tierra?
En inglés hace 4 años subida a Quora por Koen van Hess
En español hace 3 años subida a Quora por Juan López:
Mi respuesta:
EW: La pregunta me parece inteligente, y considero que muchos no logran detectar la razón porque la ven desde una perspectiva diferente y no desde la perspectiva religiosa, especialmente de algunas religiones protestantes. Es que vista desde esa otra perspectiva, la pregunta surge de una contradicción propia de tales creyentes a partir de su intención por convencer a todos que el diluvio bíblico fue un suceso histórico ocurrido hace unos 4.200 años al mismo tiempo de negar la evolución de las especies.
Así, los creyentes protestantes defensores del diluvio histórico, básicamente lo explican como el resultado de un proceso de diversificación producto de un misterio biológico desconocido por el cual a partir de cada grupo de especies clasificadas, ubicados en la tabla con el nombre científico de Familia, existió un ancestro creado por Dios para cada una de tales “familias”, una especie de “género o tipo básico”, a partir del cual se formaron rápidamente toda una serie de las diferentes especies existentes que han sido agrupadas por los biólogos a partir de Linneo en la tabla de clasificación, extrapolado con el impropio ejemplo biológico del surgimiento de variedades, al afirmar que la diversidad de especies es lo mismo que la diversidad de perros o de gatos.
Es impropio porque ese ejemplo apunta a explicar la diversidad de variedades de una especie y no a la diversidad de especies de una familia, cuyas especies, a diferencia de las variedades de una especie, su reproducción se encuentra cada una limitada naturalmente a la especie a la que pertenece. La otra impropiedad está en el tiempo en el cual un suceso de especiación tarda en producirse en comparación con lo que tarda la formación de una variedad de una misma especie.
Esta explicación híper-evolutiva, la de la formación rápida de especies a partir de un ancestro común por cada familia de la clasificación, no existió en los tiempos de los apóstoles ni durante los siglos siguientes, sencillamente porque en su aceptación del diluvio de Noé, ocurrido según la Biblia hace unos 4.200 años, nadie conocía más de unas centenares de especies como máximo. Esta explicación surge cuando la ciencia a partir del siglo XVIII y durante el XIX comenzó a descubrir muchas más especies vivas, así como especies endémicas propias de ciertas islas y continentes, creando un impedimento numérico lógico a la aceptación de una preservación de todas las especies animales y de aves existentes para que el pobre de Noé las preservara a todas en el arca, por más grande que fuera.
Y así fue como se les ocurrió incorporar el mismo concepto usado por Darwin y Wallace inspirados en Linneo para pretender sustentar la interpretación literal del diluvio bíblico al mismo tiempo de negar rotundamente la formación de especies, al continuar sosteniendo que todas fueron creadas desde un principio y nunca cambiaron a otra especie, en fin, un dislate total, típica de cualquier ideología protestante que considera literal el diluvio y necesita justificarlo de esa manera tan contradictoria, sin importar si son YEC, OEC o cualquier otra ideología.
El otro gran avance paralelo de la ciencia fue sobre el tema de la edad de la tierra y la vida en ella, en especial a partir de los fósiles que se iban descubriendo con el descubrimiento de especies extintas, condicionando a algunos cristianos, como al difusor de la teoría teológica del creacionismo de la brecha, quien fue fundador de la Iglesia Libre de Escocia y un popular predicador evangélico llamado Thomas Chalmers (1780–1847), quien la predica partiendo de una interpretación forzada del pasaje de Gén.1:1 y 1:2 que lo atribuyó a Episcopius.[2]
No todos los cristianos reaccionaron del mismo modo a cada nuevo descubrimiento, interpretando cada facción de forma diferente el Génesis para poder acoplarlo a los distintos avances en el conocimiento, con lo cual también tenemos a los cristianos que promueven también el creacionismo diurno y otros el progresivo a partir de la misma nueva interpretación de ese pasaje inicial de Génesis.
En la medida que de manera científica se elaboraban teorías explicativas, una de ellas, sobre el origen de las especies que elimina la idea ancestral religiosa del fijismo, en la que cada especie era única creada directamente por Dios, contribuyó para que algunos creyentes influenciados por el naturalismo y en contra de la magia sobrenatural, copiaran esos avances para poder adaptarlos a sus creencias bíblicas, y de ese modo diferenciarse de otros creyentes, más ortodoxos, para aparentar y convencerse ellos mismos que la Biblia es “científica”, aceptando ahora la ductilidad de las especies, pero con la connotación de evitar hablar de especie en su sentido biológico real, sino únicamente como meras variedades, es decir, engañandose a sí mismos y engañando a los demás que decidían creer en ello sin tomarse el trabajo de analizarlo concienzudamente.
La discusión y exposición presentada en el sitio en inglés para esta misma pregunta lamentablemente se aleja de ella y se concentra en aspectos no fundamentales, en donde tanto los creacionistas como los evolucionistas tienen razón en sus argumentaciones. Sin embargo, tales razones no resuelven el conflicto, porque se pasan por alto dos aspectos fundamentales de la discusión.
En primer lugar, este tema debe ser enfocado a partir de los fechados absolutos y de los fechados aproximados de los estratos dónde existen los fósiles en la columna geológica. En consecuencia, la geocronología es clave aquí, porque si se prueba que tales fechados son dignos de confianza, automáticamente se cae la teología cristiana (o paulina), sin importar que se trate de católicos, evangélicos, YEC o de OEC, etc. etc.
¿Elimina por completo el creacionismo?
Desgraciadamente, para los ateos y los evolucionistas clásicos, no, porque la evolución solo se fundamenta en vida existente y en los cambios que la misma ha demostrado tener a los largo de eones.
Sin embargo, que tales cambios responden a una fuerza natural ciega es una explicación, pero bien puede responder en ciertas áreas a una fuerza natural inteligente. El comentario de José María Gallardo en español, con su ejemplo de la personalización o despersonalización de lo existente es excelente. Nadie, ni la ciencia, como se jactan muchos, la pueden rebatir, porque ese tipo de ciencia despersonalizada de cualquier tipo de inteligencia se fundamenta en conjeturas a partir de principios preestablecidos por creencia y no por evidencia. El ejemplo del Celacanto que brinda el creacionista Michael Pfister es excelente para demostrar cómo los evolucionistas se fundamentan en meras conjeturas imaginarias y no en evidencias. Lo que hoy afirman como “evidencia indiscutible”, mañana puede ser totalmente falso.
En otras palabras, el mecanismo que causa la especiación es desconocido.
No es suficiente con decir que nadie ha visto el ente poseedor de esa inteligencia que interactúa en las especies para aceptar tal posibilidad, y mucho menos, al eliminar por completo esa posibilidad, incorporar cualquier imaginaria explicación que se les ocurra acorde a su lógica preestablecida para “demostrar” nada.
Lo mismo sucede con la personalización de lo existente, no hay manera de demostrarlo mediante pruebas científicas que un, o unos entes invisibles sean los responsables de la aparición de las miles de formas de vida, precisamente por ser invisibles, pero tal explicación es mucho más lógica que la atea.
¿Por qué motivo es más lógica?
Hay diversas razones externas que permiten aceptar con más facilidad tal posibilidad, pero la razón fundamental es porque existen evidencias de actividades de entidades invisibles en el mundo visible. Y este es el segundo aspecto clave que se pasa por alto.
El problema es que muchos descreen de las mismas pensando que son meras alucinaciones o engaños deliberados de parte de magos astutos. Esto lleva a que nadie realmente se dedique a una investigación científica seria sobre los mismos, porque desde el ámbito científico actual, cualquiera que a ello se dedicare es considerado un pseudocientífico y un charlatán, cercenando de esta manera cualquier posibilidad de salir del estancamiento de las discusiones inacabables entre creyentes y ateos.
Pero no, las manifestaciones paranormales, o por fuera de la ciencia conocida, son reales. Los escépticos solamente cambian sus convicciones cuando le suceden hechos paranormales que les resulta imposible explicarlos racionalmente, a pesar que muchos, los más recalcitrantes, insisten en explicaciones de racionalidad pendiente: ‘ya se descubrirá lo que pasó allí, pero seguro no es producto de ninguna entidad inteligente invisible.’
Cualquiera puede ver la manera en que es “demostrada” la “falsedad” de tales sucesos con solo ver algunas páginas en Wikipedia, una enciclopedia defensora del paradigma científico ateo actual. Por ejemplo en casos como el de la Virgen de Zeitun; o el caso de Franek Kluski [3]; o en el de Mirabelli; en ellos, como en todos los casos bien evidentes (como en el actual reconocimiento de los UAP o ex OVNIs) se basan en meras conjeturas y ausencia de evidencias para negar esos hechos. Quienes se ufanan de ser sabios, adoradores de la ciencia, cometen la peor inconducta a sus propias convicciones al solamente convencerse de algo fundamentado en meras conjeturas y simples afirmaciones en vez de, no solo aceptar a priori las evidencias empíricas, sino, que si son falsas, en demostrarlas con evidencias equivalentes. Pero no están dispuestos, prefiriendo suponer que los hechos son, a lo sumo, engaños astutamente pergeñados o una interpretación incorrecta de un fenómeno visto cómo paranormal. Es claro que el punto es que NO quieren creer eso, porque ya creen otra cosa distinta.
Lamentablemente, hoy día tal idea sobre el poder del cosmos invisible se encuentra completamente desacreditada, y cualquiera que creyera en esa posibilidad es considerada una persona ignorante y acientífica. Sin embargo, hasta personas educadas, como lo reconoce Bruce Hood, quien manifiesta: “Muchas personas con un elevado grado de educación experimentan la sensación de que hay patrones, fuerzas, energías y entidades controlando el mundo”, demuestra que es algo innato en el ser humano pensar de esa manera. Los científicos lo atribuyen a los genes ancestrales, lo que es un absurdo, convirtiéndose en ‘biología de las creencias’. El pensamiento inconsciente y las creencias y habilidades innatas no se heredan genéticamente, no existe ninguna evidencia de eso, al contrario, no existen genes que guardan pensamientos o formas de pensar y sentir, determinando de ese modo una predisposición indefectible en nuestra vida. Si algún científico lo ha descubierto, que lo publique. Tampoco se transmite por el ambiente (educación, sociedad, etc.). Todo lo que tenemos son un montón de argumentos conjeturales fundamentados en complejas estadísticas que no llevan a ninguna parte, salvo el enorme interés por seguir sosteniendo la ausencia de entidades inteligentes invisibles.[4]
De modo que la inteligencia, la mente invisible existe y actúa.
Esto hace que todos nos encontremos privados de conocer una realidad cósmica sobre la que nos gustaría saber, en donde cada grupo desarrolla sus ideas según su mejor entender partiendo de lo que de manera preestablecida siente o cree es, cuyo origen es básicamente innato. Las creencias personales con la que venimos al mundo en gran medida determinan nuestros pensamientos y comportamiento, y éstos a lo que llamamos “realidad”, y no los genotipos hereditarios o los llamados genes ancestrales, introduciendo el concepto evolutivo, siquiera la educación en sí misma, porque idénticas personas reaccionan de modos opuestos a las mismas enseñanzas. Algo internamente les dice que eso no es verdad, o cuando escuchan algo que internamente les dice que eso debe creer, eso lo aceptan.
Mal que les pese a los biólogos, existe una realidad que se les escapa de la materialidad visible a partir de la sola observación de sus células, ADN, ARN y virus. Atribuir que el comportamiento es algo “…que la evolución ha sellado en nuestros genes porque son básicos para la propia supervivencia” resulta una construcción demasiado imaginativa a partir de solamente ver qué áreas del cerebro actúan.[5]
Lo cierto es que estamos muy lejos para creernos que lo sabemos todo, en realidad, sin importar el avance científico, no sabemos prácticamente nada.
[1] Imagen tomada del sitio: https://sm-argentina.com/wp-content/uploads/2018/unidadesmodelo/NODOS_BIO_2_EVOLUCION_CABA.pdf donde es posible visualizar el errado concepto religioso de distintas religiones protestantes al considerar, por ejemplo, que el zorro es, según ellos enseñan, una “variedad” de la “especie” de un tipo representativo de los cánidos, cuando correctamente el zorro es una especie de los cánidos, compuesta de distintas especies y no de variedades.
[3] Su nombre real es Teofil Modrzejewski (1873-1943), quien fuera criticado por Houdini alegando cometía fraude y replicando el caso de los moldes de manos en cera, pero claro, no tenemos las imágenes de esas replicaciones en Wikipedia, ni tampoco las de Kluski, curioso para quienes se precian de “científicos” y neutrales. Ver docs.google-PM. Es posible ver más acerca de Kluski y Mirabelli en el tomo II del libro de J. Greber. Ver también paranormal.ar.
[4] Ver, por ejemplo https://www.ugr.es/~pwlac/G11_06Miguel_Moreno_Munoz.html; también