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Los beneficios de crear propósitos de año nuevo
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Los beneficios de crear

propósitos de año nuevo en familia

Muchas cosas han pasado en 2020. La mayoría fueron inesperadas y cambiaron nuestras vidas por completo, incluida la vida de nuestros hijos. Tuvimos que adaptarnos rápidamente a los cambios y encontrar la manera de lograr nuestros objetivos, pese a todo. Fue un desafío, pero salimos adelante. Y ahora, en estas primeras semanas del 2021, no cabe duda de que tendremos que seguir manteniendo nuestro entusiasmo y nuestro optimismo bien alto. Por eso hoy os envío esta newsletter, que espero se convierta en tradición y rutina en nuestros fines de semana.

Hoy os propongo un plan de domingo: sentarnos en familia y recordar lo importante que es mirar hacia el futuro con esperanza. Pensar juntos en los propósitos que nos gustaría alcanzar este año, reflexionar sobre el año que ya ha pasado y crear juntos nuevas metas que nos mantengan motivados para continuar creciendo y mejorando en este 2021. ¿Os animáis?

Los beneficios de establecer propósitos de año nuevo para los niños

Lo primero es lo primero. ¿Por qué es importante hacer resoluciones de año nuevo? Si dedicamos un ratito a hablar de ellas y las vemos como herramientas poderosas para modelar el comportamiento y adquirir nuevas habilidades, si las tomamos en serio, estaremos desarrollando en nuestros hijos habilidades tan importantes como:

Y más allá de estas habilidades, los más pequeños de la casa también mejorarán sus habilidades para resolver problemas, desarrollarán una mentalidad positiva hacia sus habilidades y tendrán más control sobre el mundo que les rodea.

El proceso: cómo crear con nuestros hijos una lista adecuada de propósitos

Estoy segura de que cada uno de nosotros puede pensar en al menos cinco resoluciones diferentes de año nuevo que creemos que van a ser beneficiosas para nuestros hijos. Sin embargo, el objetivo que debemos perseguir no es establecer con nuestros hijos propósitos que sean buenos (lavarse los dientes más a menudo, comer verduras, irnos a dormir antes…), sino que sean ellos los que piensen en resoluciones que tengan un valor interno para ellos mismos (me gustaría ir a ver delfines, quiero aprender a patinar, me encantaría saber cocinar como mamá/papá, quiero aprender a escribir palabras…). Las resoluciones sólo funcionan si para uno mismo son valiosas, si sentimos que nos hacen felices.

¿Qué pasos podemos seguir para crear una lista adecuada de propósitos?:

  1. Reflexionad juntos sobre el año pasado. Podéis comenzar viendo fotos, hablando de lo que estábais haciendo ese día, de lo que más nos gustó y lo que menos. Además, podemos hacer algunas preguntas que promuevan la reflexión como: ¿qué te gustaría que pasara este año?, ¿dónde te gustaría ir?, ¿a qué te gustaría hacerle una foto?, ¿te gustaría aprender algo nuevo? Pensad que estas preguntas siempre deben adaptarse al nivel de desarrollo de nuestros hijos. Aunque con tres añitos serán preguntas muy sencillas, con cuatro, cinco y seis ya irán aumentando en complejidad y profundidad. Cualquier objetivo que establezcamos y consigamos juntos, por simple que parezca, estará desarrollando en ellos la conciencia sobre sí mismos, sobre sus propios deseos y necesidades.

  1. Escribid juntos esos propósitos de año nuevo. ¡Cuidado! Aunque este puede parecer el paso más fácil, es uno de los más complicados, tanto para nuestros hijos como para nosotros mismos. La forma en la que formulamos nuestros objetivos influirá mucho en su finalmente los lograremos o no. Debemos evitar frases del tipo “dejaré de...” y cambiarlas por “comenzaré a…”. A estos últimos se les llama “objetivos de aproximación” y son los que más éxito tenemos a la hora de cumplirlos. Lo ideal es centrarnos en aquellos objetivos en los que nos proponemos adoptar un nuevo hábito o introducir algo nuevo en nuestras vidas. Por ejemplo, es más fácil cumplir el objetivo de “voy a probar más frutas y comeré al menos una al día”, que el objetivo de “dejaré de comer chuches por las tardes”.

  1. El resultado final. ¿Qué aspecto tiene una buena lista de propósitos de año nuevo? El resultado final debe ser una lista de objetivos bien definidos que elaboremos en familia. El número mágico de objetivos que podemos establecer dependerá de cada niño. Es mejor establecer 1 o 2 y cumplirlos, que pensar en 5 o 10 que puedan terminar frustrando a los más pequeños porque completar la lista resulte inalcanzable, incluso si cada resolución en sí misma es realista. Una buena forma de evitar la trampa de establecer demasiados objetivos es pensar uno por cada aspecto de nuestro día a día: el cole, la vida personal y las relaciones sociales son los tres aspectos más básicos que forman parte de todos nosotros. De esta manera, con los más mayores podemos crear una resolución académica, una resolución familiar y una resolución de desarrollo personal.

Y para terminar…

Una vez definidos los propósitos de año nuevo, la siguiente fase del proceso es pensar juntos en cuál es el camino para lograrlos y cómo podemos ayudarles nosotros como familia.

Y recordad: todos estamos emocionados cuando hablamos de las oportunidades que nos ofrece un nuevo año. Animaos a compartir vuestra experiencia con otras familias (¡y también conmigo!), escribid esos propósitos, dadle poco a poco responsabilidad a vuestros hijos y haced juntos de este año una historia muy bonita que contar.

Marina Labrador Bados

Psicóloga Educativa | Colegio Madrigal

marinalabrador@colegiomadrigal.com