EDITA, la edición independiente, 1994 - 2019

Uberto Stabile

Nessum dorma

        

En los veinticinco años de existencia de Edita hemos visto nacer, crecer y morir muchas editoriales, revistas y publicaciones, hemos aprendido a convivir, a conocer, a compartir espacios y sueños, trincheras e ilusiones, pero sobre todo hemos aprendido que ninguna renuncia es gratuita. Conozco pocos ejemplos en el mundo de la cultura con tanta generosidad, imaginación, osadía y dignidad como la que derrochan los editores independientes en cada uno de sus proyectos y visitas.Del arte-correo a la performance, de la poesía visual a las revistas ensambladas, de los fanzines a las revistas de arte-objeto, de Medellín a Badajoz, de Albacete a Tijuana, allí donde existe y florece su trabajo, son un ejemplo que nos ayuda a construir la realidad con otros materiales no perecederos, esos mismos que han alimentado durante años la voluntad de construir un mundo más justo y solidario.

Edita nace en abril de 1994 como un encuentro de editores independientes en Huelva, pero la verdadera historia de la edición independiente se remonta muchos años atrás, en los duros y convulsos años de la transición, recogiendo el testigo y las formas de edición y difusión empleadas por la prensa clandestina bajo la dictadura. En 1975 ya fallecido el dictador Francisco Franco, la ley de de Prensa e Imprenta 14/1966 que había instaurado el Ministro de Información y Turismo Manuel Fraga continuó vigente y aplicable en su integridad, lo cual generó no pocos conflictos para los diversos rotativos que pretendían recoger la nueva información generada por la mayor presencia pública de fuerzas políticas, al estar sometidos aún a una legislación autoritaria. En este contexto surgió, al abrigo de la Ley para la Reforma Política, el Real Decreto 24/1977 de 1 de abril que suprimía parcialmente el “secuestro administrativo” de publicaciones (se mantenía en casos de informaciones contrarias a la unidad de España, la Monarquía o las Fuerzas Armadas) y derogaba el polémico artículo 2 por el cual se sometía la libertad de expresión a los Principios del Movimiento Nacional. Otro real decreto, el 23/1977 se encargaba de desmantelar formalmente la estructura de medios de comunicación al servicio del Movimiento y adscribirlos a un organismo autónomo dependiente del Ministerio de Información y Turismo.

        Con esta nueva situación política, proliferan en todo el país publicaciones de carácter cultural y reivindicativo, muchas nacidas y procedentes de la prensa clandestina donde se verán reflejadas las inquietudes de toda una generación, de una sociedad ávida de libertades y conocimiento. El ecologismo, la liberación sexual, las nuevas músicas, la legalización de las drogas, el cómic, la poesía, el arte emergente, la moda o el diseño, son algunos de los contenidos de la llamada prensa marginal o alternativa que se despliega por los kioskos y librerías de todo el país entre 1975 y los primeros años ´80. Revistas como Ajoblanco, Bicicleta, Sal Común, Alfalfa, El Viejo Topo, Totem, El Víbora, Madriz me mata, La Luna de Madrid y muchas más de ámbito regional y local vertebran una red de contactos y afinidades que cambiarán en pocos años la forma y el fondo de la cultura, tal y como había sido heredada del antiguo régimen,  equiparándonos a modelos del entorno europeo y dando lugar a lo que comúnmente conocemos como “contracultura”.

        Al calor de estas publicaciones y de los festivales y encuentros que proliferan por toda la geografía española, se crea un movimiento de prensa cultural independiente que aborda los nuevos lenguajes del arte: fanzines musicales y literarios, poesía visual, performances o arte de acción, cómics, revistas ensambladas, libros de artista, arte correo o mailart, y en general revistas de cualquier temática cultural, desde el teatro a la filosofía, del diseño a la canción popular o al nuevo arte urbano. Todo tiene cabida en este cóctel heterogéneo e iconoclasta que supera con creces la estereotipada y maniquea imagen que se ha pretendido formalizar y comercializar con el termino de “la movida”.

        La prensa alternativa a mediados de los años setenta, al igual que sucediera durante la dictadura, empezó utilizando el ciclostil y la vietnamita, una especie de multicopista algo más elaborada que la que utilizaron los "vietcong",  con un proceso de impresión muy similar a la serigrafía aunque bastante más rudimentaria. No fueron sólo grupos "clandestinos" quienes la utilizaron para imprimir sus folletos de difusión y propaganda, también lo hicieron otros grupos completamente legales pero con pocos medios económicos. En años sucesivos las incipientes publicaciones contraculturales se verán amparadas y estimuladas por el nuevo marco legal y por la irrupción de las fotocopiadoras y las imprentas offset que abaratan el coste de edición y mejoran notablemente la calidad de las publicaciones. Esta nueva “edad de oro” de la contracultura que va mucho más allá de los límites de la modernidad, aireada en televisión por la popular periodista y presentadora Paloma Chamorro, se extiende hasta las periferias marginales de las grandes urbes, donde florecen con entusiasmo graffiteros, grupos de rock y de teatro o revistas literarias y fanzines que pugnan por emanciparse de la nada glamurosa parcela de transición que les ha tocado vivir. A principios de los años ´80 se da la primera gran oleada de estas publicaciones independientes en España, revistas de humilde factura, pequeña tirada y escaso diseño, muy en la línea del punk que disuelve en aquellos años cualquier forma de canon hegemónico. Madrid y Barcelona concentran la gran mayoría de estas publicaciones, pero el fenómeno no es exclusivo de las grandes capitales y se extiende por todas las comunidades, especialmente en el País Vasco, Valencia, Andalucía y Galicia.

        A principio de los ´90 la práctica totalidad de las revistas alternativas de referencia y ámbito nacional que sirven de red a los pequeños editores independientes han desaparecido y todavía la red de redes, internet, no está ampliamente extendida. Es justo en estos años, en septiembre de 1991, cuando procedente de Valencia llego a Huelva donde me instalo y, junto a un grupo de jóvenes artistas y escritores locales, fundo la Asociación Cultural 1900 con sede en un bar del mismo nombre y donde reproducimos la actividad cultural que ya desarrollaba en el café-librería Cavallers de Neu, en  el casco antiguo de Valencia: exposiciones, conciertos, presentaciones de libros y tertulias.

        En 1994, quizá por la distancia y el tiempo transcurrido o por la ausencia de noticias sobre el fenómeno editorial que había vivido en primera persona diez años antes, propongo a la asociación convocar un Encuentro de Editores Independientes con el fin de sondear el estado y vigencia de las publicaciones de corte alternativo, entendiendo además, que el marco periférico que ocupa la provincia de Huelva respecto a las capitales donde se concentran las grandes industrias culturales es el marco idóneo para recibir y reunir a las editoriales y revistas que mantienen igualmente un perfil periférico respecto al mercado convencional del libro y la edición.  

        El 19 de abril de 1994 se inaugura oficialmente en la Biblioteca Pública Provincial de Huelva el I Encuentro Internacional de Editores Independientes que celebrará también al año siguiente en la misma ciudad. Tras celebrar su tercera edición en la Universidad Internacional de Andalucía ( La Rábida ) , fija su sede definitiva en la localidad de Punta Umbría en el año 1997.

        En estos veinticinco años la edición independiente, sin alterar su carácter vanguardista y periférico, ha experimentado profundas y notables transformaciones tanto en el diseño como en el modo de producción y difusión de las publicaciones, siendo aún hoy su asignatura pendiente la distribución, factor que sin embargo la caracteriza y distingue de otros productos y estrategias del mercado convencional. La irrupción y el uso masivo de internet en el recién estrenado siglo XXI, así como las nuevas formas de edición digital y edición bajo demanda en el caso de las publicaciones impresas, son los cambios más significativos que experimenta la edición independiente en el último cuarto de siglo. A lo largo de la vida de Edita hemos insistido, sin mucho éxito, en crear plataformas de distribución, difusión y coordinación, como Editalter.com y Riepa.org (Red Internacional de Editores y Proyectos Alternativos), intentos ambos que no llegaron a consolidarse al exigir una dedicación y recursos fuera de nuestro alcance.

        Cuando en 1994 se celebra el I Encuentro Nacional de Editores Independientes y Ediciones Alternativas apenas asisten una treintena de participantes, cifra que va creciendo progresivamente en las siguientes ediciones hasta alcanzar una asistencia media de cien a doscientos participantes que han representado a casi un centenar de publicaciones en cada cita. También la denominación del encuentro va cambiando, en 1996 pasa a denominarse Encuentro de Editores Independientes, excluyendo el epígrafe de Ediciones Alternativas que había suscitado diversas controversias en las dos primeras ediciones del encuentro. En 1997, con la participación de algunos editores procedentes de Francia y Portugal, se le añade el término Internacional, y es en 1999 cuando adquiere el nombre de Edita Encuentro Internacional de Editores Independientes, tomado de la exposición del mismo nombre con la que el diseñador valenciano Francisco Bascuñán y la Galería La Esfera Azul de Valencia (Lupe Frigols y Marisa Giménez), participaron el año anterior. En 2015, debido a la creciente afluencia de artistas, músicos y poetas que acompañan a los editores asistentes y a la procedencia de ultramar de muchos de ellos, Edita se reconvierte en el Festival Iberoamericano de la Edición, la Poesía y las Artes. En sus veinticinco años de existencia el encuentro también ha cohabitado con la celebración de otros festivales que por motivos estratégicos se hacen coincidir con Edita. En 2009 comparte tiempo y escenario con el Encuentro hispano-luso de escritores “ Palabra Ibérica” y en 2017, con la primera parte del Festival iberoamericano de poesía “Pachamama”, cuyo segundo tiempo se celebra en julio del mismo año en el marco del Encuentro de Poetas en Moguer “Voces del Extremo”, encuentro dirigido por el poeta Antonio Orihuela, con el que Edita comparte voz y alma, así como responsabilidades y programa en la transformación del espacio literario de Huelva.

        Desde el año 2005 la presencia cada vez más frecuente de editores procedentes de latinoamérica nos lleva a contemplar la posibilidad de organizar el encuentro al otro lado del Atlántico, y es así como nace Edita México, que se celebra por primera vez en el Museo Casa León Trotsky de Coyoacán, en Ciudad de México, en noviembre de 2010, con el apoyo y coordinación de los editores mexicanos Merari Fierro (Endora Ediciones) y Alejandro Zenker (Ediciones El Ermitaño). En México el encuentro tiene carácter anual pero varía su sede en 2012 cuando se desplaza al estado de Morelos, a la localidad de Cuernavaca, regresando al año siguiente a su sede en Coyoacán. Los dos últimos encuentros celebrados en México fueron en 2014 y 2015 en la ciudad de Puebla, con la colaboración y coordinación de Endora Ediciones y Ediciones Ají.

        En el año 2011 tras la buena acogida que recibe Edita en México decidimos abrir Edita Colombia, encuentro que se celebra en septiembre de ese mismo año en la localidad de Sabaneta, bajo la dirección y coordinación de Silvana Tobón, directora de Geocultura, cambiando su sede en 2012 a Itagüí y en 2013 a Envigado, todos ellos municipios del área metropolitana de Medellín en el departamento de Antioquía. El último encuentro celebrado en Colombia, ya con la denominación de festival, fue de nuevo en la localidad de Sabaneta en junio de 2017.

        Edita Brasil tuvo una sola edición, en mayo de 2013, con sede en el Teatro Municipal de Cerquilho, en el estado de Sao Paulo, bajo la dirección de la poeta y gestora cultural Cristiane Grando. Fue precisamente en Brasil, en la ciudad de Fortaleza, en el año 2008, en el marco de la VIII Bienal del Libro de Ceará, dirigido por el poeta Floriano Martins, cuando escuché hablar de la necesidad de crear un foro sobre bibliodiversidad, término que guarda un claro y estrecho referente con el concepto de biodiversidad, acuñado y utilizado desde finales de los años ´90 en Chile, en el proceso de creación de la Asociación de Editores Independientes. Son precisamente estas redes, ligas y asociaciones de editores independientes, que se propagan con rapidez por todos los países del área latinoamericana, de manera especial en México, Colombia, Argentina, Uruguay, Chile y Brasil, las que van a marcar la vanguardia en la ardua lucha en defensa de la bibliodiversidad frente a la deforestación editorial que representan las grandes transnacionales del libro en español. De conformidad con los principios sobre sostenibilidad reconocidos por la UNESCO, donde se declara que la diversidad cultural es  “ la realidad de un bien precioso que conviene preservar para hacer posible el desarrollo intelectual de las futuras generaciones “, se propaga en todos los encuentros y foros de editores independientes la necesidad de difundir los valores de la biblodiversidad que  promueven la existencia del pequeño y rico tejido editorial  latinoamericano. Entre 2009 y 2012 se celebra el Foro Iberoamericano sobre Bibiodiversidad en el marco del Salón del Libro Iberoamericano de Huelva (2009 y 2010), en Edita Colombia (2011) y en Edita México (2012), donde finalmente se firma la “Declaración de Guadalajara”, texto que recoge las propuestas de los editores independientes participantes en estos foros, que nada tienen que ver con el manifiesto de las pequeñas editoriales independientes de perfil profesional y comerciales, que mantienen su propia asociación.

        Para rentabilizar el gravoso coste de los viajes que realizan cada año los editores procedentes de lationamérica y en consonancia con la importante presencia de editores y artistas portugueses en los encuentros, el año 2014 decidimos abrir Edita Portugal. La primera edición se celebró en Lisboa, coordinada por la escritora y editora portuguesa Inés Ramos, con la colaboración de la Sociedade de Instruçâo Guilheme Cossul de Lisboa, que es también la sede del encuentro. En el año 2015 el encuentro se traslada a Oporto, a la Librería Gato Vadío. Ya en 2016 y 2017, bajo la coordinación del escritor, historiador y músico Fernando Penssanha y la colaboración de la Casa Alvaro de Campos, Edita Portugal establece su sede en la localidad algarvía de Tavira.

        En el año 2013 con motivo del 20 aniversario del encuentro se organiza una exposición itinerante con el nombre de Edita Nómada, que junto al documental “Una mirada a Edita”, de la joven realizadora Ybare Seco, y un programa de actividades con presencia de editores y artistas locales, recorrerá las doce ciudades de la península ibérica de donde proceden la mayor parte de los editores que asisten habitualmente al encuentro. La gira tiene lugar durante el año 2013 y los primeros meses de 2014. Se celebra en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, Granada, Córdoba, Cáceres, Lisboa, Loulé, Moguer y Monachil. En algunas de estas ciudades la buena acogida del evento convierte Edita Nómada en una cita periódica, en Cáceres bajo la dirección de la escritora extremeña María Carvajal se celebra el encuentro ininterrumpidamente desde 2013, también se celebra en Sevilla en 2016. La más ha sido celebrada en 2018 en Valencia bajo la coordinación y sede del Sporting Club Russafa. Estas pequeñas réplicas de Edita sirven para difundir el encuentro y al mismo tiempo, para contactar con los editores locales que siguen surgiendo en el entorno de las ciudades donde se celebra.

        El cuarto de siglo en la vida de este pequeño y humilde encuentro de editores independientes habla por sí mismo. La proeza para sobrevivir y resistir durante veinticinco años, frente al lujoso cartel y los presupuestos de los grandes festivales del entorno, dice mucho del carácter de los editores y otros actores participantes en Edita. Sinceramente creo que están forjados de un alma especial, irreductible al desaliento, llena de magia y con una resilencia difícil de encontrar. La generosidad y entusiasmo de sus propuestas son el verdadero mérito y el motor que explican la existencia de Edita, incluso la elaboración de los carteles que anuncian los encuentros fueron realizados y cedidos desinteresadamente por artistas como Nacho Lacasta, Antonio Gómez, Nuria Obispo, Joan Casellas, Antonio Orihuela, Daniel Melero, Gonzalo Suárez, Violeta Jiménez, Juanma Vidal, Diego Ortiz & Pepe Murciego (La Más Bella), Manuela Martínez & Carmina Palacios (LaLata), Rodolfo Franco, Javier Seco o Ángel Sanz, entre otros. A su entusiasmo y constancia respondimos durante algunas ediciones del encuentro creando los Premios Edita a la innovación, la promoción y la trayectoria editorial, reconocimiento que recogieron en años sucesivos Antonio Gómez (Píntalo de Verde, Mérida), Francisco Cumpián (Árbol de Poe, Málaga), Antonio Orihuela (Voces del Extremo, Moguer), Pere Sousa (P.O.Box, Barcelona), Luis Felipe Comendador (LF Ediciones, Béjar), Manuel Almeida e Sousa (Madrágora Ediçoes, Portugal), Diego Ortiz y Pepe Murciego (Revista La Más Bella, Madrid), Manuela Martínez y Carmina Palacios (Revista Lalata. Albecete) y Ángeles Alonso y Tito Expósito (Editorial Baile del Sol, Tenerife). Pero también Edita ha sido reconocida por su labor con algunos galardones como el Premio Progreso de la Junta de Andalucía en 2012, el Premio de la I Feria del Libro de Artista de Sevilla en 2013 y recientemente, el Premio Iberoamericano de Literatura 2018 concedido por la FAI (Federación de Asociaciones Iberoamericanas)

        El fondo bibliográfico configurado a lo largo de estos veinticinco años de encuentros gracias a la generosidad de los participantes, sumado a mi archivo personal sobre prensa y ediciones alternativas, que se remonta a mediados de los años ´70, conforma una biblioteca con más de once mil publicaciones. Donado a la Universidad de Huelva en la primavera de 2018, tiene su ubicación en la Facultad de Humanidades de dicha universidad. La adscripción a su biblioteca garantiza su custodia, catalogación, gestión, preservación y buen uso pues representa uno de los mayores archivos de estas características existentes en España. En él podemos encontrar tanto revistas independientes y prensa que abarcan cuatro décadas, como piezas de arte conceptual, libros-objetos, poesía visual, elementos pertenecientes a performances, vídeo-poesía, etc. Algunas de las publicaciones de este fondo han sido cedidas puntualmente para exposiciones celebradas en el MACBA (Museu d´Art Contemporani de Barcelona), La Casa Encendida (Madrid), el Centro José Guerrero (Granada) o el Centro de Arte Moderno de La Cartuja (Sevilla), además de generar seminarios, ciclos de conferencias y estudios filológicos y de gestión cultural conducentes a la adquisición de la titulación de grados, másteres y doctorados[1].

        El presente libro recoge colaboraciones de veinticinco autores, editores y artistas, participantes en algunas de las diferentes ediciones de Edita, a quienes se les propuso escribir un texto con absoluta libertad de fondo y forma sobre su experiencia en los encuentros. Solo existía un libro similar que hablase de los Encuentros Internacionales de Editores Independientes, “La escena alternativa 1994.1999”, publicado en el año 1999 por el Ayuntamiento de Punta Umbría, donde se recogen algunas de las ponencias de los seis primeros años del encuentro. En esta ocasión son veinticinco pero representan a las tres mil personas y casi millar de publicaciones que han participado a lo largo de las cuarenta ediciones de Edita, celebradas durante los últimos veinticinco años, en diez ciudades y cinco países a uno y otro lado del Atlántico.

        Nessun dorma, que nadie se sienta extraño aquí, en este espacio compartido, Edita es tan sólo el nombre de un lugar común, donde siempre nos hemos tratado como iguales. En la convicción de que el arte no es ajeno a la vida, a los hombres y mujeres que somos, es donde seguiremos trabajando para que el mundo y la cultura no sean de un solo color, de una sola forma o un mismo tamaño.

        


[1]         https://www.ciphcn.com/fondo-uberto-stabile