Memorias del V Encuentro Internacional del Pensamiento Crítico “Volver a Marx”

Cd. de México, 2 y 3 de mayo, 2015

9:00 HORAS.PALABRAS DE INAUGURACION Y BIENVENIDA A LOS ASISTENTES A CARGO DE SERGIO QUIROZ MIRANDA A NOMBRE DEL COMITÉ NACIONAL ORGANIZADOR.

9:30 a 10 horas. INFORME DE LOS COMITES REGIONALES: EZEQUIEL FLORES (VERACRUZ), FRANCISCO MONTERO (JALISCO), JORGE CAZARES (MICHOACAN), CARLOS FAVA (BAJA CALIFORNIA), ARMANDO AVILES (EDOMEX), CAMILO VALQUI (GUERERO).

10:00-11:0 CONFERENCIA MAGISTRAL DE DRA. ELVIRA CONCHEIRO (UAM)

11:00 A 12:00 HORAS SEGUNDA CONFERENCIA MAGISTRAL DR. ENRIQUE DUSSEL (UNAM)

12: 00 A 13:00 TERCERA CONFERENCIA MAGISTRAL DR.PETER HUDIS (OAKTON Universiy.)

13:00 – 14:00 CUARTA CONFERENCIA MAGISTRAL DR. JOSE CARLOS GARCIA (U. Estatal de Toluca) 14 A 15:30 HORAS RECESO PARA COMIDA

15:30 A 19 HORAS PANEL: REFLEXIONES Y PROPUESTAS PARA LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA MEXICANA Participantes: Armando Ibarra Garza (PCM), Omar Garibay (pcm-ml), José Luis Alonso Vargas(MC), Cuauhtémoc Amezcua (PPSM), Jesús Antonio Carlos (PPS), Camilo Valenzuela Armando Avilés Martínez (PCM), Ezequiel Flores ( Organizaciones sociales de Veracruz).

COORDINA EL PANEL: DR. ARMANDO DUARTE MOLLER

PROGRAMA

Sábado 2 de de mayo Domingo 3 de de mayo

V VOLVER

Encuentro Internacional del Pensamiento Crítico

A MARX

9:00 A 11: HORAS PANEL: EXPERIENCIAS DE UNIDAD DE LA IZQUIERDA EN AMERICA LATINA EN LA ACTUALIDAD. PARTICIPAN: CARLOS FAZIO, ORLANDO PEREZ, JORGE MANCILLA, EULOGIO RODRIGUEZ.

11: A 15 HORAS trabajo en las mesas Mesa 1: El marxismo y su lectura desde las diversas organizaciones socialistas y los problemas del debate Teórico y Estratégico entre la Izquierda Socialista de México. Coordinan la mesa1: Armando Ibarra, Enrique Ochoa, Humberto Cambrón, Carlos Quiroz Miranda, Miguel Castillo, Rosa María Romero.

Mesa 2. Historia de los Procesos Unitarios de la Izquierda socialista de México: Coordinan la mesa 2: Jorge Cázares, Armando Duarte, Armando Avilés, Carlos Fava, Ignacio Montes.

Mesa 3. Posibilidades y Potencialidades de Unidad de la Izquierda Socialista de México. Coordinan esta mesa: Sergio Quiroz Miranda, Omar Garibay, Ezequiel Flores, Jesús Antonio Carlos Hernández, José Luis Alonso Vargas, Cuauhtémoc Amezcua Dromundo, Carlos Razo Horta, Héctor Ortiz, Lev Velázquez.

15 a 16 horas RECESO PARA COMIDA

16 A 17:30 HORAS: Presentación. Discusión y aprobación de relatorías, recomendaciones y acuerdos de las mesas de trabajo. 17:30. A 18 HORAS Presentación, discusión y aprobación de la DECLARACION DEL V ENCUENTRO INTERNACIONAL DEL PENSAMIENTO CRITICO VOLVER A MARX. 18.00 HORAS: CLAUSURA DEL EVENTO A CARGO DEL COMPAÑERO ARMANDO IBARRA GARZA

Discurso Inaugural a cargo del Dr. Sergio Quiroz Miranda a nombre del Comité Organizador del V Encuentro Internacional del Pensamiento Crítico. México, D.F. mayo 2, 2015

RESPETABLE MAESTRO, FILOSOFO, DR. ENRIQUE DUSSEL. APRECIABLE INVESTIGADOR, ACADEMICO Y SOCIOLOGO DR. PETER HUDIS. DILECTO Y APRECIABLE AMIGO INVESTIGADOR Y FILÓSOFO DR. JOSE CARLOS GARCIA. ESTIMADO COMPAÑERO REPRESENTANTE DEL SINDICATO DE TELEFONISTAS DE LA REPUBLICA MEXICANA QUERIDAS Y QUERIDOS CAMARADAS QUE NOS ACOMPAÑAN EN ESTE V ENCUENTRO INTERNACIONAL DEL PENSAMIENTO CRITICO VOLVER A MARX.

El próximo 5 de mayo se cumplirá el 197 aniversario del nacimiento de Carlos Marx quien nació el 5 de mayo de 1818 y murió el 14 de marzo de 1883 antes de cumplir los 65 años de edad.

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Poseedor de un saber enciclopédico y de una inteligencia superior, Marx tenía además un rasgo que lo distinguía de los grandes pensadores de su época: La profundidad de su mirada la cual se sustentaba en la sabia visión conocedora del presente para apuntar siempre al futuro.

El mundo que rodeo la vida de Marx fue el del surgimiento del capital monopólico, el mundo de los violentos procesos de acumulación originaria del capital, el mundo de la depredación, del saqueo y de la bárbara explotación de unos hombres por otros. Curiosamente el mundo de hoy, el mundo del capitalismo desarrollado, el mundo del siglo XXI es muy parecido al mundo que pronosticaron en el Manifiesto Comunista Carlos Marx y su camarada Federico Engels.

Durante varias décadas después de la caída del campo socialista el capitalismo y los intelectuales a su servicio aprovecharon tal acontecimiento para sustentar la invalidez y la obsolescencia de las tesis y el pensamiento de Marx. Pero apenas iniciada la crisis generalizada y civilizatoria del 2008 la que aún no concluye, seguramente esos teóricos e intelectuales que fueron incapaces de prevenir las dimensiones de tal crisis, tiraron a la basura los textos de Von Hayek, de Milton Friedman y de Fukuyama y corrieron a consultar los textos de Marx para encontrar la única explicación racional y científica de las crisis del capital.

Por su parte los capitalistas banqueros, financieros, grandes empresarios dueños de monopolios, tuvieron que tragarse sin hacer gesto alguno sus diatribas contra la intervención del estado en la economía, sus peroratas sobre la poderosa mano invisible del mercado que supuestamente todo lo regula, para acudir sin pudor alguno y con las manos extendidas a pedir el subsidio millonario del Estado para rescatar sus empresas en quiebra.

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Todas las teorías que les merecieron honores, incluso premios nobel a los teóricos burgueses, cayeron de manera brutal ante las evidencias de la crisis y se convirtieron en simples boberias, a la vez que las ideas de Marx se elevaron como certeras, claras y notoriamente convincentes. Por eso sostenemos que a los 197 años de su nacimiento Marx sigue explicándonos como meridiana claridad las causas del carácter depredador en extremo del capitalismo que hoy padecemos. Pero como el mismo lo sostuvo, no se trata solo de explicar y comprender el mundo, de lo que se trata es de transformarlo revolucionariamente.

Los marxistas y los aprendices del marxismo como el que esto habla, que nos hemos reunido ya en cinco ocasiones en los Encuentros Volver a Marx no venimos a rendir culto a un ídolo ni a recitar recetas dogmáticas o cosa parecida, nada más alejado de eso. Venimos a examinar con espíritu crítico, a analizar con mirada acuciosa la validez de las teorías de Marx y su potencialidad para explicar el mundo de nuestros días. Pero también a utilizar las herramientas teóricas que nos heredó para identificar las nuevas contradicciones que hoy adquieren una significación que en su época no tenían, como lo es la contradicción capital – medio ambiente la cual modifica el concepto del sujeto de la revolución.

Cuando hablamos de la vigencia del marxismo no solo hacemos referencia a los postulados creados solo por Marx sino a las grandes contribuciones que han hecho otros teóricos como Lenin, Georg Lucaks, Antonio Gramsci, Luis Althusser, Castoriadis o los integrantes de ese grupo selecto de académicos y teóricos denominado Escuela de Frankfurt, a las contribuciones de Peter McLaren y desde luego a marxistas latinoamericanos como Lombardo Toledano, José Carlos Mariátegui, Enrique Dussel y Anibal Quijano, quienes han hecho contribuciones singulares que rompen el paradigma eurocentrista y abren las posibilidades de creación de categorías originales para la revolución.

Pero no es solo el interés teórico el que nos ocupa, es la vinculación teoría práctica, es el tema de la praxis revolucionaria el que hoy está motivando este V Encuentro. Es por eso que este V Encuentro tiene además un objetivo central que parte de una premisa básica: la izquierda marxista de México hoy fragmentada tiene que encontrar puntos de apoyo teórico y práctico para avanzar hacia la niveles superiores y consolidados de unidad. Esta es una necesidad ante el avance y aplicación de las obsoletas tesis de la derecha y de grupos fascistas que tienen cada vez más influencia en la dirección del estado mexicano.

La izquierda marxista debe responder mostrando una gran capacidad de organización, una gran capacidad de difusión de las ideas de Marx, una gran capacidad de estructura y dinamismo para consolidar una poderosa fuerza política que influya positivamente en la conducción y cambios en la vida nacional.

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La tarea central es la lucha de las ideas, la lucha contra las doctrinas fatalistas y las teorías posmodernas que postulan el agotamiento de los proyectos sociales de progreso y superación a la vez que condenan a los pueblos a vivir en la incertidumbre y sin esperanza alguna de superar la crisis sistémica que amenaza cada vez más con repetir sus etapas agresivas contra los trabajadores.

Hoy más que nunca está vigente el lema con el cual concluye el Manifiesto Comunista: “Proletarios de todo el Mundo, Uníos”. Hagamos de este V encuentro un parteaguas en la historia de la lucha de los marxistas mexicanos. Aprovechemos la sabiduría del Dr. Enrique Dussel para construir las estrategias originales alejadas de la concepción eurocéntrica para que nuestra lucha sea exitosa, aprovechemos la experiencia y la sabiduría de la Dra. Elvira Concheiro para tomar ejemplos que nos permitan evitar los errores del pasado; construyamos la unidad aprovechando el rico legado histórico de Rosa Luxemburgo expresado por un experto como lo es el Dr. Peter Hudis; fortalezcamos la lucha de las ideas con el acucioso estudio sobre el tema de Marx y los Derechos Humanos que propone el Dr. José Carlos Garcia.

Que este V Encuentro Internacional del Pensamiento Crítico Volver a Marx cumpa a cabalidad estos propósitos para que la izquierda marxista de México ocupe el lugar preponderante en la lucha contra el capital y por un nuevo socialismo humanista y democrático. Muchas gracias

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Conferencia Magistral del Dr. Enrique Dussel (UNAM)

“MARX Y LOS DESAFÍOS POLÍTICOS PARA AMÉRICA LATINA” Enrique Dussel Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa, México

Para los que hemos sido congruentes, Karl Marx nunca se ha ido de nosotros. Valdría la pena decir: “Marx sigue estando con nosotros” pues hoy más que nunca, los países dependientes y expoliados del Sur e incluso, los marginales producidos en los países del Norte hegemónico, requieren echar mano de él en cuanto que sigue siendo el principal crítico mundial que ha tenido el sistema capitalista. Ir al pensamiento de Marx, significa asumir radicalmente la crítica en toda la expresión de la palabra. La metodología crítica que ensaya el filósofo de Tréveris para develar la irracionalidad e inhumanidad con la que actúa la lógica del capital, nos puede también servir para denunciar los abusos que cometió y podría cometer todo tipo de socialismo que, divorciado del pueblo, se fetichiza, se corrompe y finalmente sirve para justificar dictaduras que, en el nombre del proletariado, atentan contra el pueblo mismo. Debe quedar claro que Lenin no es Marx, ni mucho menos Stalin lo es. Lenin tuvo su importancia histórica en cuanto a la organización de las fuerzas del proletariado para desencadenar el surgimiento del partido como vanguardia. Sin embargo, la discusión estriba en señalar que dicho partido también se fetichizó y se convirtió en una clase política cerrada al no aceptar la crítica como atributo esencial de la historia y como posibilidad de renovación y fortalecimiento. Con Stalin el ideal socialista de la revolución bolchevique se desvió de su programática original (la construcción de un Estado socialista y la internacionalización de las luchas obreras), convirtiéndose en un “catecismo” dogmático, acrítico y agresivo. Lenin se asumió marxista. Stalin imaginó también ser marxista. Sin embargo, Marx nunca aceptó ser marxista.

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Ahora bien, en cuanto a mis estudios sistemáticos sobre la obra de Marx, éstos comienzan partir del año 1977, consultando directamente sus archivos en Berlín, Ámsterdam y Londres. Más de dos mil hojas de apuntes escritos por él revisé de manera acuciosa. Posteriormente a mi regreso a México, organicé y coordiné una serie de veinte seminarios, divididos en semestres cada uno, mediante los cuales realicé con mis alumnos una lectura arqueológica y cronológica de toda la obra teórica de Marx producida entre los años 1857 y 1882. Los objetivos fundamentales de dicha lectura eran: a) descubrir diacrónicamente la constitución de todas las categorías de su pensamiento teórico y b) precisar la parte económica de la filosofía de la liberación. La intención explícita era realizar una lectura de Marx mismo. El corpus de dicha lectura se conformaba del siguiente modo: a) los exámenes de bachillerato de 1835; b) la tesis doctoral de 1841; c) los artículos de 1842 a 1843; d) los trabajos de París y Bruselas cuando empezó sus estudios de economía entre los años 1843 y 1849; e) los siete primeros tomos de los cuarenta que constituyen la sección IV del MEGA 1 , y que corresponden a los más de cien cuadernos de notas localizados en la Biblioteca del Museo Británico de Londres y redactados entre los años 1851 y 1856; f) los Grundrisse o Elementos fundamentales para la crítica de la economía política de 1857; g) los Manuscritos del 61-63, de los cuales las traducciones al castellano son: Contribución a la crítica de la economía política (1980), Teorías sobre la plusvalía (1980) y Progreso técnico y desarrollo capitalista (1982); h) los Manuscritos del 63-65; y finalmente, i) el primer tomo de El Capital y los manuscritos que conforman los tomos segundo y tercero, editados póstumamente por Friedrich Engels y Karl Kautsky. El 25 de febrero de 1862 escribía a Engels que si “se consideran bien las cosas, una vida tan miserable no vale la pena ser vivida”. Y el 18 de junio todavía le comunicaba a su amigo: “Mi mujer me ha dicho que desearía estar en la tumba con los niños; y yo no puedo criticarla, porque las humillaciones, los sufrimientos y los horrores de nuestra situación son verdaderamente indescriptibles”. Fue en septiembre de ese año cuando Marx, desesperado, pensó abandonar sus estudios y dedicarse a alimentar a su familia. Para ello, intentó trabajar como empleado en el ferrocarril de Londres, pero fue rechazado en el examen de admisión por tener “mala letra”.

1 Para todo lo que sigue en esta ponencia consúltese mi página donde aparecen algunas de mis obras publicadas y en particular mis libros y artículos sobre la producción científica de Marx. Véase http://enriquedussel.com/

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En efecto, largos años de estrictos trabajos teóricos habían llenado la vida cotidiana de Marx. Su “técnica” de trabajo era pausada, limitada por la pobreza (que le exigía escribir en el Museo Británico sus Cuadernos de extractos) pero afirmada por una tenacidad inquebrantable fundada en una pasión ética que partía de la conmiseración por el dolor de los pobres, oprimidos, explotados. El Marx más antropológico, ético y antimaterialista no era el de la juventud (1835-1848), sino el Marx definitivo, el de las cuatro redacciones de El capital (1857-1882). En esas redacciones se puede encontrar a un gran filósofo-economista. Se trata entonces de una relectura completa de su sistema filosófico-económico con nuevos ojos: como latinoamericano, desde la miseria creciente del mundo periférico, subdesarrollado y explotado del capitalismo a fines del siglo XX. Marx es en la periferia, hoy en día, más pertinente que en la Inglaterra de mediados del siglo XIX. Sólo así podríamos tener una visión completa y una interpretación propia (que no dependiera necesariamente de las otras interpretaciones europeas existentes) que respondiera a los “intereses” concretos, históricos de la miseria latinoamericana y a la necesidad de un proceso revolucionario de la periferia del mundo capitalista a fines del siglo XX y comienzo del XXI. Además, emprender las relecturas crítica sobre las obras de Marx, permitía desplegar argumentos que contribuyeran a superar el “dogmatismo” (marxista- leninista) en los países socialistas y así poder afianzar una izquierda latinoamericana congruente, responsable, honesta y combativa. Ahora bien, ubicar históricamente a América Latina y en particular a México, dentro de la estrategia argumentativa de Marx, significa entender nuestra realidad geopolítica en cuanto a un espacio excluido, dependiente y explotado por las fuerzas destructivas de los capitales financieros e industriales de los países del Norte desarrollado. Pero también significa comprender las alianzas que establecen las oligarquías nacionales las cuales pueden ser igual o más depredadoras que las trasnacionales con las riquezas naturales y más agresivas o represoras con los ciudadanos. Marx desarrolla, no sólo en los Grundrisse, sino también hasta el final de El Capital, una ontología del capitalismo desde una metafísica de la vida, desde la sensibilidad humana como necesidad, de la persona del trabajador como exterioridad. Mi pretensión consiste, contra toda la tradición de los intérpretes de Marx, en afirmar que la categoría por excelencia de Marx no es la de “totalidad” sino la de “exterioridad”. Dicha pretensión indica que el análisis ontológico del capital que es el “valor” que se “valoriza”, sólo es posible a partir de una posición crítica. Marx utiliza el término “Äusser” (fuera de). La exterioridad es la condición práctica de la crítica a la “totalidad” del capital, ya que ella es el horizonte donde se ubican los pobres, el pueblo expoliado, el desempleado, los militantes críticos perseguidos, el intelectual orgánico, los pueblos indígenas mancillados, las mujeres segregadas, los ancianos vituperados y en general los movimientos sociales antisistémicos.

2 En la obra de Karl Marx se reconoce como MEGA a las iniciales del título de la edición crítica que el Instituto Marxista-Leninista de Berlín y Moscú prepara y edita: Marx-Engels-Gesamtausgabe.

El movimiento lógico dialéctico de El Capital comienza en la contradicción radical entre el “trabajo vivo” y el “trabajo objetivado” en cuanto capital: y no en la distinción entre “trabajo concreto” y “trabajo abstracto”, ni en la diferencia entre “valor de uso” y “valor de cambio”. En efecto, “trabajo vivo” para Marx, es el punto de partida absoluto del discurso dialéctico, anterior a la existencia de capital y fuente creadora de valor desde la nada del capital. El “trabajo vivo” es la persona, la subjetividad y corporalidad inmediata, que al mismo tiempo es pobreza absoluta y fuente creadora de valor que el capital subsume y pone como mediación para valorizarse a sí mismo. El “trabajo vivo” como fuente creadora de valor, más allá del capital, no se debe confundir con la “plusvalía”, el fundamento productor de valor dentro del capital. Ninguna otra cosa excepto la persona humana puede producir valor y valor de cambio. El “trabajo vivo”, la persona, no puede tener valor de cambio porque ella es la sustancia o la causa efectora de todo valor. Otra cosa distinta es la “capacidad” o “fuerza de trabajo” que se consume durante el trabajo, y se puede reproducir por el salario o “capital variable” que, a su vez, se reproduce durante el “tiempo necesario”. El capitalista paga la “fuerza de trabajo” pero usa el “trabajo vivo”, el cual da más de lo que recibe. Marx, por otra parte, ubica al “trabajo vivo” (lebendige Arbeit) como el “no-capital”, como la nada (Nichts) fuera del capital, anterior al contrato. Lo “Otro” radical con respecto al capital es el “trabajo vivo” como “pobreza absoluta” (absolute Armut): la corporalidad del trabajador. El capital “subsume” formal o realmente al “trabajo vivo” como “fuente (Quelle) creadora de su propio valor desde la nada” del propio capital. Marx realizó una crítica de la “moral” burguesa en su “esencia”, al juzgar como injusta la relación social que constituye ese orden “moral”: la relación de dominación “capital-trabajo”. Ahora bien, Marx formula esta injusticia “ética” desde la exterioridad del orden “moral” burgués. El “trabajo vivo” es exterioridad trascendental. Es desde aquí que Marx realiza la crítica ética a la “moral” vigente del capital en cuanto totalidad. En función de recapitular lo dicho, pude precisar en mi relectura de las obras del filósofo de Tréveris lo siguiente: a) el descubrimiento por parte de Marx del “trabajo vivo” como la categoría fundamental y generadora de todas las demás categorías de la economía política; b) la identificación de que el lugar histórico, lógico y “natural” del “trabajo vivo”, no está en la ontología de la totalidad del capital, sino más allá, en lo antropológico meta-físico, en la exterioridad y alteridad, en el no-ser del capital y c) la comprensión de que la crítica de Marx a la economía política burguesa y al fetichismo del capital, no es sólo científica, sino también ética. Marx publicó en vida sólo la primera de las tres partes (el proceso de la producción del capital), ya que no llegó a publicar el libro II y tampoco el III; es decir, publicó el tratado sobre el capital en su concepto, que sólo era la primera de cuatro secciones (faltaban las correspondientes a la competencia, el capital crediticio, y el accionario), y que hubiera sido sólo la primera de las seis partes del plan (faltaban la renta, el salario, el Estado, sus relaciones con otros estados, y el mercado mundial). Es decir, en vida Marx publicó menos de la septuagésima parte de su proyecto. Su teoría quedó absolutamente "abierta" a posibles continuaciones de su discurso. Nada más lejos de la mente de Marx que una teoría cerrada, dogmática, acabada, que hubiera de aplicarse rígidamente. Fue un La “subsunción” es el acto por el que la “exterioridad” se incorpora a la “totalidad” o al “sistema” del capital en abstracto.

3 La “subsunción” es el acto por el que la “exterioridad” se incorpora a la “totalidad” o al “sistema” del capital en abstracto.

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