Universidad de Baja California
Clave 18MSU0034E
Maestría en Educación
Liderazgo y Gestión Educativa
Dra. Claudia Rodríguez Lara
“Portafolio de Evidencias de Aprendizaje”
Presenta:
Miguel Ángel García Pérez
Tepic, Nayarit a 24 de julio de 2015.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN.………………………………………………………………………………….……………….…… 3
UNIDAD I: “LA CULTURA DE LA JERARQUÍA Y VIEJAS PRÁCTICAS EN LA GESTIÓN”
ACTIVIDAD 1. Análisis “Liderazgo Pedagógico para Directores” (Video).
Resumen argumentativo “Calidad y Dirección Escolar..……………. ……………………………………………. 4
UNIDAD II: “EL LIDERAZGO Y TRANSFORMACIÓN INSTITUCIONAL”
ACTIVIDAD 2. Ideas Principales “Liderazgo Educativo”. Autores nacionales e internacionales……..……. 6
ACTIVIDAD 3. Cuadro Comparativo: Contextualización de la Lectura…………………………………..…….. 6
UNIDAD III: “LAS PRÁCTICAS QUE FORTALECEN EL LIDERAZGO EN LA GESTIÓN EDUCATIVA”
ACTIVIDAD 4. Presentación digital del “XXII seminario interuniversitario de teoría de la educación”.
UNIDAD IV: “LOS RETOS DEL GESTOR Y LÍDER DE INSTITUCIONES EDUCATIVAS”.
ACTIVIDAD 5. Reporte de Lectura “Liderazgo para una Gestión Moderna de Procesos Educativos”….….. 17
ACTIVIDAD 6. Mapa Conceptual Autonomía de Gestión Escolar (Video)………………………………….….. 20
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
INTRODUCCIÓN
La educación como derecho humano representa un tesoro, por lo que la suma de esfuerzos se encamina al mejoramiento de los resultados educativos, es decir, apuntamos hacia una educación de calidad, ello a pesar de las condiciones de trabajo de México, sobre todo en la Educación Básica Pública. Por ello, el cumplimiento de los propósitos educativos exige un equipo de trabajo eficiente y eficaz, capaz de afrontar los retos que vertiginosamente nos plantea el avance de los tiempos que vivimos.
Es en esta línea que el director y los docentes como gestores del aprendizaje tienen en sus manos la posibilidad de ser guías o mejor dicho: líderes capaces de organizarse, apoyarse, autoevaluarse y mejorar el aprendizaje del alumno, todo ello, reconociendo la participación de agentes externos, como los padres de familia, que debieran estar atentos al progreso de sus hijos.
En esta línea de es que el presente Portafolio de Evidencias de Aprendizaje contiene las actividades realizadas en el curso de Liderazgo y Gestión Educativa, mismas que permiten sustentar una visión de trabajo requerido en las escuelas públicas mexicanas, pero que para suceder precisa de cambios de actitud y organización, para trascender de la escuela tradicional a una escuela que genere aprendizaje a través de la cooperación del personal del Centro Escolar, ello en un marco de liderazgo compartido.
Cabe mencionar que el contenido de las páginas de este compendio está contextualizado desde mi campo laboral, que es el quehacer docente dentro de la escuela pública básica, en este caso, en una escuela telesecundaria de la huasteca veracruzana, por lo que las referencias que destacan la realidad escolar toman como base este cosmos escolar.
Unidad I: “La cultura de la jerarquía y viejas prácticas en la gestión”
ACTIVIDAD 1.- Resumen argumentativo
>> Video Consejos Prácticos para directores. José Weinstein.
>> Calidad y dirección escolar. José García Coleteo.
El presente resumen trata de forma breve algunos elementos referidos a la calidad educativa desde la dirección, para ello retomo puntos del video de Weinstein (s/f) y el texto de García (2008).
En este sentido, dentro de una institución, el director, como responsable del centro de trabajo debe tomar en cuenta cuatro ámbitos para mejorar el trabajo de la institución, de acuerdo a José Weinstein, los cuales aparecen a continuación en contraste con García Coleteo.
El primer punto refiere a la orientación a la organización, es decir el proyecto de escuela que el colectivo docente construye junto con el director, hacia donde dirigen sus esfuerzos como centro escolar. Dado que refiere a lo que la escuela proyecta hacia el futuro es lo que llamaríamos una visión compartida, implica un compromiso de todo el personal. En el mismo sentido, García (2008), hace alusión a la dirección como un ingrediente que permite involucrar a todos los miembros del centro escolar en un proyecto común.
El desarrollo de las personas, en este caso refiere al personal que colabora en su centro escolar, siendo el director el impulsor del mejoramiento de las capacidades del docente frente a grupo, cabe destacar que la Ley General del Servicio Profesional Docente señala al director como animador del desarrollo del colectivo docente, en dicho sentido el director observa y promueve un mejoramiento constante. Cabe destacar que para lograr un desarrollo de capacidades y habilidades en el personal docente es preciso un diagnóstico previo, que permita reconocer sus potencialidades y a partir de ello pensar en las estrategias que van a favorecer el crecimiento docente. En la misma línea de acción, García (2008), aludiendo a los Sistemas de Gestión de Calidad señala como un objetivo la búsqueda de una estrategia de mejora continua que cuyo propósito sea la capacidad del centro educativo para adecuarse en cada momento a las necesidades de su entorno. Lo importante es que el director como agente líder del centro promueva la innovación en el quehacer pedagógico, lo cual se traduce en una mejora de los aprendizajes.
El tercer elemento a considerar refiere a buscar buenas forma de organizarse, el cual no solo alude a lo interno, sino a la manera en que el centro escolar se relaciona con la comunidad y particularmente con los padres de familia, toda vez que éstos últimos juegan un papel importante en el desarrollo educativo de los alumnos. Y es en este sentido que resulta importante que partiendo del conocimiento del contexto en el que se desenvuelve la institución genere “un proyecto propio acorde a la realidad socioeconómica del entorno en que se desarrolla la actividad educativa” (García, 2008, p. 5).
Por último el autor destaca la gestión pedagógica, es decir, la importancia de centrar la atención en la forma en que se da el proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula, estar presente para potenciar la instrucción del aula. Por su parte, García (2008) refiere que la formación continua es algo que se constata como necesario para el pleno desarrollo de la persona, guardando relación toda vez que para que dentro del aula exista una gestión pedagógica con miras a cubrir las metas educativas se requiere una constante actualización, por ello, cuando el directivo se acerca al proceso que se cocina en el aula es capaz de identificar las necesidades de crecimiento que requiere su personal.
En definitiva, la escuela es un cosmos social en constante interacción que requiere de un líder que guíe hacia la mejora educativa, entendiéndose como calidad, y ello implica centrar los esfuerzos en el fin principal de la escuela: promover el aprendizaje, pero para lograrlo se requiere que cada pieza engrane adecuadamente para el buen funcionamiento, y para ello el motor serán las metas compartidas.
Unidad II: “El liderazgo y transformación institucional”
ACTIVIDAD 2.- 20 ideas principales
ACTIVIDAD 3.-Cuadro comparativo
>> Antonio Bolívar. Liderazgo educativo
Ideas principales | Opinión personal | Realidad laboral |
1.- Las buenas escuelas siempre cuentan con un buen equipo directivo que apoya, anima y promueve los procesos de enseñanza. | El director debe fijar su atención también en el proceso de enseñanza y aprendizaje. | En mi Centro de Trabajo (C.T.) el director dedica su tiempo a asuntos administrativos, los requeridos por la supervisión escolar, sin meterse en asuntos de enseñanza. |
2.- Para que una escuela «se mueva», deben existir equipos directivos con capacidad para inducir e influir a otros en los objetivos de mejora deseados. | Cuando los objetivos de mejora son compartidos desde su creación existe una visión conjunta que suma esfuerzos bajo la guía del equipo directivo. Pero dicho equipo debe ser activo, estar pendiente de los progresos logrados y promover en su colectivo una constante autoevaluación para la mejora. | |
3.- Liderazgo «pedagógico» es el que se centra en la mejora de los aprendizajes de la escuela. | El hablar del sentido pedagógico centra la atención en el fin primordial de la escuela: el aprendizaje del alumno, que en ello deberían girar los esfuerzos del colectivo docente. | En los 3 años que llevó laborando en la escuela el director no se inmiscuye en asuntos pedagógicos, bajo el supuesto de que confía en el personal y respeta el trabajo de cada uno. Incluso, cuando se llega a Consejo Técnico espera que sea cada docente quien proponga las actividades de apoyo para sus estudiantes. Aún cuando se maneja que el aprendizaje de los alumnos es responsabilidad de todos, se abandona a cada docente en su aula, hay diálogo sobre los problemas pero no un apoyo colectivo. |
4.- Liderazgo es la actividad de movilizar e influir en otros para desarrollar comprensiones compartidas acerca de las metas que ha de alcanzar la escuela. | El mostrar una plena confianza acerca del logro de los propósitos de la escuela, a través del consenso y diseño de rutas de acción colectivas, favorece la inclusión del personal para centrar su mirada hacia el mismo horizonte, es decir, habrá una movilización colectiva cuando exista la confianza de que las metas pueden ser cumplidas, y en este sentido el liderazgo cobra importancia. | |
5.- La dirección escolar está pasando de estar centrada en la gestión a un modelo de liderazgo pedagógico al servicio de la mejora de los aprendizajes del alumnado | Anteriormente la cuestión pedagógica se delegaba exclusivamente al docente, mientras el director se encargaba de la gestión administrativa y de infraestructura, sin embargo, hoy se orienta su papel hacia el aprendizaje del alumno. Todo lo cual se observa desde los Consejos Técnicos Escolares, donde el director comparte el liderazgo para atender situaciones del centro escolar, que tengan que ver con la mejora de los aprendizajes. | A raíz de los bajos resultados de un grupo de alumnos, en Consejo Técnico Escolar se discutió acerca de las razones que dieron lugar a ello, y surge como propuesta del mismo colectivo que el director asuma esta función a partir del próximo escolar, con la intención de observar el desarrollo de nuestras clases y pueda orientarnos en la mejora de nuestro desempeño. |
6.- En un contexto de mayor autonomía de las escuelas y, paralelamente, mayor responsabilidad por los resultados, se precisa una articulación pedagógica que tiene que ir más allá de las habituales funciones burocráticas o de gestión. | La idea implica que el director tomé mayor partido en el quehacer pedagógico del docente, sin embargo, hay que reconocer que el hecho de ser observado o que el jefe inmediato esté dentro del aula pudiera representar cierta presión para el docente, aunque no debería serlo, toda vez que el director, en su papel de experto compartirá con el docente observaciones y recomendaciones, todo ello encaminado siempre a la mejora de los aprendizajes. Aunque también para algunos directores esta actividad representaría una actividad más a realizar. | |
7.- Compartir el liderazgo implica que tanto los líderes formalmente identificados como los informales ejerzan influencia en los demás y logren comprometerlos en la mejora de la organización. | Dentro de la institución cada individuo puede y debería asumir el rol de líder, ya que el cumplimiento de las metas que el centro escolar establece no podrían ser logradas sin la participación de todos. Actualmente, las metas de un centro escolar se enmarcan en la ruta de mejora y en dicha ruta hay responsables de las diferentes actividades a realizar, lo cual no implica abandonar al compañero o haberle asignado una responsabilidad mientras el resto se desentiende, porque estamos hablando de compartir el liderazgo para cubrir metas comunes. | |
8.- Los mejores líderes son aquellos que saben distribuir el liderazgo entre su personal y comunidad, y que comparten responsabilidades y tareas, aprovechando y potenciando las capacidades de cada uno de sus docentes. | Totalmente de acuerdo, sin embargo, en ocasiones existen casos en que el director únicamente divide el trabajo en “comisiones”, en las cuales el docente las cumple como puede, cuando debería ser responsabilidad de todos, tal como lo maneja el autor. Si bien es cierto, que al distribuir tareas observa las habilidades con las que cuenta el docente, también es pertinente permitir el consenso y trabajo en equipo en el desarrollo de las diferentes actividades. | Desde el inicio del ciclo escolar el director distribuye comisiones a desarrollar a lo largo del año, en las cuales de manera democrática votamos por el compañero que consideramos pueda guiar de mejor forma la actividad, convirtiéndose en el guía de todos los compañeros al momento de llevarla a cabo. |
9.- Entendemos por liderazgo distribuido como las interacciones colectivas entre los miembros de la escuela que tienen (o llegan a asumir, formal o informalmente) responsabilidades de liderazgo. | La distribución del liderazgo es determinante en las diferentes actividades de la escuela, siempre y cuando exista la interacción entre los miembros, lo cual potencia y mejora los resultados esperados y además cada participante reconoce o comprende los fines hacia los cuales se encamina. | |
10.- Liderar es capacitar o empoderar a otros, pues es la suma de voluntades y conocimiento profesional la que puede lograr la mejora de la escuela. | La escuela debe aprovechar las diferentes potencialidades con las que cuenta el personal, de tal manera que se enriquezca el conocimiento de su personal a través de la interacción. Todos podemos ser líderes, todos somos mejores que otros en “algo”, pero también todos son mejores a nosotros en “otro algo”. Es preciso comprender esta premisa, ya que ello implica que cada elemento de una institución asumirá en determinados momentos el liderazgo. | |
11.- Las principales tareas de un liderazgo en esta dirección son fomentar la colaboración profesional, así como desarrollar las capacidades de su personal y de la propia escuela como organización. | Como he mencionado líneas arriba, un liderazgo compartido será posible en la medida que exista colaboración y es tarea de quien dirige fomentar esta característica. | Generalmente cuando se trata organizar algún evento académico o social, el director “no está” y corresponde al colectivo docente organizarnos, observar detalles para que todo salga bien. Sin embargo, en cuestiones académicas del aula no existe ni se fomenta una colaboración profesional, sigue existiendo cierto recelo entre cada docente, notándose una clara división al interior, donde puede existir esa colaboración solo quienes “compaginan”. |
12.- Las tareas de la dirección deberían concentrarse en todo aquello que favorece una mejor enseñanza y aprendizaje de su profesorado, así como en aunar dichos esfuerzos, para incrementar los resultados del alumnado. | Implica una nueva visión del trabajo del director, hasta cierto punto complejo. Si bien, la dirección tiene acceso a planes de clase no verifica su aplicación in situ, si bien tiene conocimiento de los resultados (calificaciones) en ocasiones ignora la ruta seguida por el docente para asignar dicho número. Se precisa de un cambio, en el cual el director esté cercano al desarrollo de las clases en el momento. Requiere observar que el tiempo escolar se invierta en el proceso de aprendizaje y no en actividades que alejen a la escuela de su función esencial. | Definitivamente no sucede en mi centro escolar; el director está en constante comunicación con la supervisión escolar, atento a la solicitud de documentos o información. Cuando está en la escuela no cuestiona o sugiere cómo trabajar con los alumnos para mejorar el aprendizaje, debido a que dar por hecho que es nuestra función y debemos saberlo. |
13.- Los directores y las directoras mejoran el aprendizaje del alumnado en gran medida motivando al profesorado y fomentando el sentido de «comunidad profesional», ayudando y guiando a los docentes entre sí para mejorar su enseñanza. | Cuando existe una reconocimiento a la labor que se realiza se motiva al docente y ello lo invita a seguir en la misma línea de acción e incluso esforzarse para ser mejor. | Como lo mencioné en cuadros arriba, hasta la culminación de este ciclo no sucedió; sin embargo, se ha tomado el acuerdo para que el director sea un gestor del desempeño profesional docente a través de la visita constante a cada aula. |
14.- Una dirección escolar con capacidad de liderazgo, que ha construido una comunidad de líderes, «marca una diferencia», puesto que hay una conexión crítica entre liderazgo y mejora de aprendizajes (Bolívar, 2011). | El contenido de esta idea me hace pensar en una escuela donde los docentes establecen sus metas y distribuyen tareas sin olvidar el compromiso común. | |
15.- Si una escuela funciona bien, no lo será por el solo efecto de una persona, sino porque ésta ha sabido desarrollar la propia capacidad de liderazgo de los demás, haciendo que la organización funcione bien. | Tiene que ver con la idea de arriba, ya que el trabajo de todos los miembros de una escuela, repercute en el resultado final, y se notará la marcha, una buena organización facilita la resolución de conflictos. | En cuestiones generales, la escuela saca adelante el trabajo, a pesar de las diferencias cuando se requiere trabajamos de manera colaborativa en sentido profesional para llevar adelante el trabajo. Aunque, en mi opinión debería también suceder en cuestiones pedagógicas, no sólo las referidas a eventos sociales, deportivos, artísticos o administrativos. |
16.- Hacer de las escuelas unas organizaciones para el aprendizaje. | El ideal que buscamos, que los esfuerzos vayan encaminados en todo momento al aprendizaje, del alumno principalmente, pero sin olvidar que el docente está abierto en todo momento a nuevos aprendizajes. | En mi C. T. y a través del Consejo Técnico buscamos centrar nuestros esfuerzos en el mejoramiento de los aprendizajes a través de la Ruta de Mejora, en la cual se establecen actividades y responsables y son ellas donde sí existe un trabajo colaborativo, aunque reconocemos que ha hecho falta una retroalimentación con el alumnado. |
17.- Constituir las escuelas como comunidades, transformando la cultura escolar individualista en una cultura de colaboración. | Pasar del aula cerrada a una con puerta abierta, en la tengamos la humildad de reconocer nuestras debilidades y buscar en los compañeros ese conocimiento, aprender en colectivo, construir la mejora de la escuela trabajando como una unidad, dado que el resultado que buscamos es el mismo. | |
18.- Para crear una nueva cultura de aprendizaje para el alumnado, es preciso también una cultura de aprendizaje para los propios docentes. | Los docentes debemos aprender a reconocer que no lo sabemos todo, dejar de lado en ocasiones sentimientos como la soberbia o la competencia entre compañeros, para dar paso a una escuela donde se comparta el conocimiento, ¿Por qué no compartir estrategias, inquietudes, problemas, dudas…? | |
19.- Es tarea del liderazgo pedagógico rediseñar la escuela para que sea posible una cultura de trabajo en equipo con proyectos comunes e intercambios de experiencias. | Siguiendo la idea anterior, esta frase también enmarca la oportunidad de dialogar entre compañeros para el desarrollo de proyectos comunes que repercutan en la nueva escuela que queremos formar. | Es preciso que en mi centro escolar transitemos a un nuevo modelo de escuela en la cual tengamos la capacidad de compartir nuestras experiencias en el aula, compartir estrategias de atención, hacer de ella una responsabilidad común, en cuanto a aprendizaje se refiere. |
20.- Un amplio programa de la OCDE denominado “Mejorar el liderazgo escolar” considera necesarias cuatro grandes líneas de acción: redefinir las responsabilidades que deban tener los equipos directivos; distribuir el liderazgo escolar, según se ha señalado antes; capacitar con las competencias necesarias a los directivos para un liderazgo eficaz; por último, hacer del liderazgo una profesión atractiva. | Estas cuatro acciones resumen el liderazgo requerido, un cambio en el rol directivo, enfocado hacia la mejora de los aprendizajes del alumnado; liderazgo distribuido, que implica permitir la participación de todo el colectivo, trascender de posiciones autoritarias hacia aquellas que permitan la interacción y participación de todos; con respecto a los dos últimos puntos me surge la interrogante de quiénes se encargarían de dotar de las competencias necesarias a los directivos y en qué momento, es a mi parecer un proceso paulatino, ya que implica un cambio en el modo que durante muchos años los directivos han venido trabajando, en ocasiones impidiendo la participación del personal en ciertas decisiones (autoritarismo) y en otras cargando al docente de actividades que no les compete desviando al docente de las pedagógicas. |
Unidad IV: “Los retos del gestor y líder de instituciones educativas.
ACTIVIDAD 6.- Reporte de lectura
Liderazgo para una gestión moderna de procesos educativos
Basado en:
Guiselle María Garbanzo Vargas
Víctor Hugo Orozco Delgado
El mundo avanza a una velocidad vertiginosa impulsada por la revolución tecnológica, la cual ha modificado la forma en que la sociedad se relaciona y se desarrolla. Todo lo cual ha influido en los distintos ámbitos, desde el político, social, económico hasta el cultural, y dando como resultado una estrategia mundial de globalización, que ha permitido la inmersión a un mundo de interdependencia, en la que la economía de países llega a depender del resto del mundo, vivimos en una red de interconexiones y relaciones complejas, que precisa de personas líderes en su campo. En este sentido, el ámbito educativo, como un eje primordial para el progreso de los países no pueda quedar exento a la influencia de los cambios y la tendencia de globalización. En esta línea, el presente texto aborda la manera en que el liderazgo permite responder a estos cambios vertiginosos.
Todos estos cambios han dado lugar a la sociedad del conocimiento, misma que precisa de un sistema educativo capaz de adaptarse a los cambios, con capacidad para aprender y desarrollar nuevas competencias. Entonces, las organizaciones educativas requieren redefinir su rol, de manera que ofrezcan formación de calidad incorporando las adaptaciones necesarias ante el entorno y para que ello suceda es necesario un liderazgo organizacional que encamine hacia la transformación, sin olvidar el fin principal de la escuela: la formación integral del ser humano.
El liderazgo del que hablamos promueve la consecución de un proyecto de escuela, pero dicho proyecto está enfocado hacia las metas nacionales que establece el Sistema Educativo, y para que sean posibles los propósitos escolares establecidos se requiere de un trabajo interactivo, en la que la escuela es un núcleo dinámico, donde se interactúa para lograr fines comunes, que finalmente contribuyen a la formación integral, pero ello no se dará al azar, sino con la intervención del personal comprometido y dispuesto a proponer y ser parte de la mejora institucional.
Un elemento interesante que mencionan Garbanzo y Orozco (2010), es que una condición importante para el desarrollo de una organización es el nivel de autonomía en la toma de decisiones que el sistema educativo le otorgue al gestor de la educación, y precisamente con la actual reforma educativa en México se enmarca en la ley que alumnos, padres de familia y docentes bajo el liderazgo del director gestionaran los recursos necesarios para satisfacer las necesidades de la escuela, lo cual desde la perspectiva del gobierno es brindar autonomía de gestión a la escuela.
El partir de que el trabajo cooperativo de una organización escolar está encaminado hacia una visión común, ya enmarca la gestión de la calidad educativa, la cual de manera más específica debe cubrir, por ejemplo:
A manera de cierre, es interesante resaltar las características esperadas en un director, desde la perspectiva del liderazgo y desde mi relativamente corta experiencia laboral he observado que la mayoría de los directivos carecen de las siguientes, cabiendo aclarar que las señalo como parte del reto que puedo asumir como parte de un centro escolar: supervisar y evaluar el progreso de sus colaboradores; ser un ejemplo de trabajo duro y constante; ser flexible y tener capacidad para el diálogo; preocuparse más por las personas que por la rutina administrativa; ser amable, saber escuchar y tomar en cuenta los intereses, necesidades y ambiciones de sus colaboradores.
Entendemos que el liderazgo de la gestión moderna de la educación exige centrarse en lo pedagógico y encaminar los esfuerzos “para que el modelo pedagógico que prevalezca se oriente a la construcción del conocimiento, con una visión integral y participativa, y además sus esfuerzos se orienten para alejarse tanto de las rutinas administrativas como del modelo pedagógico tradicional-transmisionista y conductista, que mucho daño le han hecho a la educación” (Garbanzo y Orozco, 2010, p. 28), lo que invita a asumir una actitud de compromiso para generar el cambio dentro del centro escolar.
ACTIVIDAD 6.- Mapa conceptual “Autonomía de gestión escolar” (VIDEO)
CONCLUSIONES
Nuevos tiempos, requieren nuevos cambios, por ello, ante una sociedad en constante cambio, la escuela como el espacio donde se crean y forjan las condiciones para el desarrollo del ser humano, el liderazgo educativo se convierte en una necesidad, reconociendo que no es una cuestión personal sino de equipo y comunidad, lo que implica romper los esquemas tradicionales del director con “poder” hacia un espacio de cooperación.
Entonces, es preciso centrar los esfuerzos en la búsqueda de unidad en el centro escolar hacia la consecución de una meta común, donde cada acción realizada en las escuelas y en el aula tenga una proyección hacia el cumplimiento de dicha meta. Al respecto, hay que hacer notar que actualmente en México, se han dado cambios basados en la Reforma Educativa, mismos que buscan retomar parte de estas ideas de liderazgo compartido a través de los Consejos Técnicos Escolares y el diseño de una ruta de mejora que encamine las necesidades de la escuela hacia el mejoramiento de los aprendizajes de los alumnos.
La escuela es un espacio de interacción social en constante interacción que requiere de un líder que guíe hacia la mejora educativa, y ello implica centrar los esfuerzos en el fin principal de la escuela: promover el aprendizaje, pero para lograrlo se requiere que el quehacer pedagógico del personal engrane adecuadamente para el buen funcionamiento, y para ello el motor serán las metas compartidas. Por supuesto, entendemos que una meta compartida requiere un liderazgo compartido, tomar parte en la gestión del aprendizaje de la escuela.
Finalmente, considero que un elemento esencial para transitar hacia el cambio requiere un cambio de actitud, de apertura hacia el intercambio y la cooperación, porque de acuerdo a mi experiencia cuando existen diferencias entre docentes de un mismo centro escolar, en lugar de colaborar existe una competencia por ser el mejor, se convierte en un aula cerrada con tendencia clara hacia el individualismo, y es en casos como estos donde el director asume un rol importante como mediador y conciliador, para concretar una visión compartida, toda vez que por encima de las diferencias personales debe existir el profesionalismo y el reconocimiento de que nuestra actividad pedagógica no es un concurso para ver quién es el mejor, sino para generar el máximo logro de aprendizaje de los alumnos de la escuela, lo cual en equipo se puede lograr de mejor manera.
Se trata de “reinventar” la escuela, desde la enseñanza y el aprendizaje, lo que implica un liderazgo en el aula; los roles y responsabilidades a través de tareas distribuidas; las relaciones con padres y comunidad, que permite dar cuenta del liderazgo que la escuela genera en pro de un mejor y más productivo aprendizaje de los alumnos.
Me resulta interesante cuando los autores hablan de que el director debe potenciar el desarrollo profesional de su centro de trabajo, porque insisten en el papel transformador que se requiere, un directivo que conoce a su personal, que establece una constante interacción, que detecta las potencialidades y necesidades de su personal, y busca las estrategias para el mejoramiento del mismo. Es un cambio, a mi parecer radical, debido a que debe existir un vínculo de confianza, porque desde mi punto de visto, cuando un director ingresa a un aula a observar a su personal o detecta alguna deficiencia el hacérselo saber al docente requiere tacto, ya que no cualquiera tiene apertura para reconocer sus necesidades profesionales.
En definitiva, liderazgo incluye el uso de la influencia en todas las relaciones de la organización escolar, por lo cual el líder debe poseer poder de convicción, plantear los objetivos a lograr en la institución en colectivo, así como implementar diferentes estrategias para influir en sus seguidores de diferentes maneras.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Bolívar, A. (2013). Liderazgo educativo en Aula 221. España: Aula de Innovación Educativa, pp. 12-17
Cervantes, G. Consultado en: https://www.youtube.com/watch?v=YGZhvt7SjiQ
Fernández-Salinero de Miguel, C., Martínez Martín, M., y Roca Casas Este, E. (2013). Ponencia 3. El liderazgo educativo en el contexto del centro escolar. España: Universidad de Cantabria
Garbanzo Vargas, G. y Orozco Delgado, V. (2010). Liderazgo para una gestión moderna de procesos educativos Educación, vol. 34, núm. 1. Costa Rica: Universidad de Costa Rica. Pp. 15-29. Consultado en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44013961001
García Coleteo, J. (2008). Calidad y dirección escolar. Educación y futuro digital: España
Weinstein, J. (s/f). Consejos Prácticos para Directores. Recuperado en: https://www.youtube.com/watch?v=dp-YbfUkRyM