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politica educacion y salud
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Programa de Gobierno: Transformación educativa y Derecho a la salud

La educación poco ha cambiado en los últimos 50 años ni durante el último periodo de gobierno en la que no ha pasado de una demagógica propaganda de “revolución educativa”, plagada de improvisaciones e ineficiencias.  La mediocridad educativa que persiste se esconde en una ley plagada de adjetivos incoherentes, que no contempla elementos fundamentales para una educación de calidad que impulse una trasformación permanente.  En estos más de ocho años de gestión del Movimiento al Socialismo (MAS), además el manejo de los recursos ha sido irresponsable e ineficiente reduciendo la inversión en educación del 12% en 2006 a 7,7% el 2012, con mayor énfasis en gastos corrientes en desmedro de los de inversión.

Lamentablemente, la cotidianidad escolar-educativa que ahora viven nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes es la misma de hace años, porque las autoridades educativas dejaron la educación al abandono, la inercia y/o la rutina. La educación boliviana se encuentra debatiéndose en la mediocridad, sin un diagnóstico serio ni modelo pedagógico que permita tener esperanzas que la educación mejorará. Los resultados académicos de nuestros estudiantes siguen siendo igual de deficientes que hace décadas, y la percepción que tiene la mayoría de l@s bolivian@s es que la educación, así como está, se encuentra en crisis y es una estafa a sus expectativas.

Se señala la existencia de un “Modelo educativo socio comunitario productivo”, que nadie puede explicar o entiende su significado y más parece un juego de palabras, donde lo productivo no existe en absoluto y lo socio comunitario en la práctica educativa actual es un discurso. Es un modelo educativo que ignora los avances científicos y tecnológicos y se lo percibe sesgado, restringido y rígido, que sólo es instructiva y no toma en cuenta las expectativas y necesidades de las generaciones jóvenes de nuestro país.   Paralelamente, no existe claridad en el modelo pedagógico que pregona el gobierno y, como gran avance, se reduce a un eclecticismo de varias corrientes pedagógicas sin ninguna articulación coherente que den forma a un modelo pedagógico real.

A pesar de contar con una ley de autonomías, la educación ha sido recentralizada y las Direcciones Departamentales de Educación son instancias dependientes, totalmente, del Ministerio de Educación sin capacidad alguna de gestión autónoma.  

La formación de los/las docentes sigue siendo centralizada y tradicional, preparados para manejar la pizarra y la tiza, desconectados de los avances científicos, tecnológicos y pedagógicos. El ejercicio docente mantiene esas características, amparada por un escalafón que premia la antigüedad antes que la calidad. La actualización docente es incoherente y superficial  a través de programas que no tienen ninguna relación con la realidad educativa ni tienen reconocimiento alguno para su  retribución salarial. En este contexto, el rol de los directores de unidades educativas no ha cambiado y siguen siendo administradores sin visión pedagógica.

Desde hace años, el currículo escolar es una anarquía total. El gobierno del MAS no ha podido definir un currículo coherente, a pesar de los borradores y propuestas realizadas, incluso con la participación de “sabios” e “iluminados”.  Al no existir una referencia curricular oficial coherente, los/las docentes eligen los materiales y contenidos que consideren más adecuados, adornados de cierto folklorismo, donde algunos profesores y las editoriales, terminan imponiendo un currículo, a través de sus textos, con  prioridades y enfoques de tratamiento diferentes.  Los lineamientos del currículum vigente tienen un fuerte contenido étnico, ideológico y cultural, en desmedro de lo científico–tecnológico y su aplicación corre el riesgo de constituirse en un retroceso y pérdida de oportunidad para desarrollar y aplicar conocimientos a la altura de las circunstancias y exigencias actuales.

Lo evidente es que la educación boliviana se la administra con demasiada improvisación y demagogia, anclada en una visión pasada, cuando lo oportuno, no para este gobierno, sino para el beneficio de la niñez y la juventud bolivianas y para un desarrollo sostenible de nuestro país, es contar con una educación actualizada, con visión de futuro y con sólidas bases en nuestra historia y realidad, que forme generaciones cívicas y orgullosas de su país. El Movimiento Sin Miedo considera fundamental, en materia educativa, actuar responsablemente, proponiendo y construyendo políticas educativas de Estado, con visión de largo plazo. La educación es proyección hacia el futuro; para el desarrollo científico-tecnológico; es la formación que brindamos a nuestros hijos e hijas para que, luego, manejen sus destinos y los de nuestro país.

Es por ello que esta es una propuesta de TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA DE CALIDAD que pretende cumplir con las necesidades y expectativas del pueblo boliviano y permita la construcción de un nuevo país con dignidad, justicia y democracia.

  1. BASES Y PRINCIPIOS DE NUESTRA PROPUESTA EDUCATIVA DE CALIDAD

El Sistema Educativo debe servir a todos los bolivianos para formar y crecer como personas libres, responsables y justas. Debe permitir la libre expresión de nuestras emociones y la construcción de una cultura de la paz, la inclusión social, el respeto, la aceptación y la valoración de la diversidad cultural, económica, política, religiosa y sexual.

La educación debe desarrollar una conciencia cívica, que sirva para consolidar el compromiso político de amor y servicio a la patria, la voluntad y la capacidad de las personas a participar eficientemente en la autonomía local y el compromiso con los principios democráticos.

La educación debe tomar como eje lo cultural; donde se compartan aprendizajes desde la historia nacional,  se cree una conciencia ecológica, se promocione y ejerza la participación de la sociedad y se amplié conocimientos y habilidades científicas y tecnológicas, que sirvan para un desarrollo sostenido de nuestro país.

La participación activa de todas y todos los bolivianos es fundamental para lograr el empoderamiento de la sociedad, la mejora del capital social local promoviendo una mayor calidad de vida y la reducción de la pobreza.

El gobierno, debe desarrollar políticas de respeto, dignificación y reconocimiento social, laboral y económico a las/los educadores por ser profesionales que se encuentran al servicio del pueblo y de quienes depende un correcto encaminamiento de las nuevas generaciones, el desarrollo humano, social, cultural, democrático y científico de nuestro país.

  1. MODELO EDUCATIVO PEDAGÓGICO

El modelo educativo así como el modelo pedagógico deben estar íntimamente ligados al proyecto de país y de sociedad que proponemos construir.  La educación es un hecho político y un proyecto para la transformación, por lo que se requiere que esta visión incida plenamente en lo pedagógico innovador y este último en lo político, para generar una teoría y práctica dialécticas, es decir una educación y pedagogía que están inmersas en una visión de sociedad a construir, practicando en los espacios educativos la conciencia social y política con una pedagogía de la rebeldía contra todo orden social injusto, discriminador y excluyente.

Nuestro modelo educativo toma en cuenta a la persona como el centro de un proceso educativo transformador, en la diversidad cultural de nuestra sociedad y la necesidad de consolidar una educación científico-tecnológica como mecanismo para lograr el desarrollo de nuestro país.  Así, definimos nuestro modelo educativo como SOCIAL, INTERCULTURAL, Y CIENTÍFICO - TECNOLÓGICO,  de calidad y con equidad.

En este sentido, lo social significa que los procesos orientados a la sociedad y viceversa a través de proyectos sociales y educativos  se articularán con los de los gobiernos municipales y departamentales, coadyuvando, de esta manera, a una educación contextual.  En este proceso, es importante proponer una transformación a partir de la realidad boliviana para modificar la percepción que la sociedad tiene de la educación, tomando en cuenta la cultura y economía con la cual se organizan la vida y prácticas sociales.

La interculturalidad tiene como finalidad revalorizar no solamente nuestro pasado sino también nuestro presente y futuro, es decir no solo enfrentarse a la función social que tiene la historia sino también a su utilidad, presente en la vida diaria de los pueblos.

La realidad nacional y riqueza cultural que tenemos los bolivianos deben apoyar a una educación científica-tecnológica a partir de un diálogo intercultural, como vía alternativa para hacer llegar la ciencia y la tecnología a todos los sectores de la sociedad, en un encuentro cultural de mutuo enriquecimiento.

El modelo educativo que proponemos busca que las personas, cualquiera sea su extracción social o capacidad personal, se formen integralmente para el desarrollo de nuevos conocimientos y la adquisición de habilidades permitiendo su empoderamiento y participación activa en nuestra sociedad donde la ciencia y la tecnología están cada día más presentes.

En síntesis, una educación social, intercultural y científica-tecnológica permitiría que las personas de cualquier grupo social o cultural, sin abandonar su identidad, puedan transformar su propio pensamiento y cultura, adoptando lo mejor de la ciencia y tecnología para resolver sus problemas sociales y económicos para potenciar el desarrollo humano integral de nuestro país.

  1. EJES PARA UN PROGRAMA EDUCATIVO DE CALIDAD

Nuestra propuesta no es sólo pedagógico-didáctica, sino de transformación educativa, basada en la construcción de un país democrático con un modelo de transformación productiva.  Para ir construyendo ese futuro, el Movimiento Sin Miedo propone una Transformación Educativa de calidad con base en los siguientes EJES:

PRIMER EJE: Calidad de la educación

No será posible transformar la educación sin referentes de calidad. Un servicio de CALIDAD que  atraviese todos los ámbitos de la educación y que se exprese en una sólida formación de los estudiantes, con identidad boliviana y con aportes que puedan hacer al desarrollo económico, social y cultural de nuestro país. Una educación de calidad que se exprese en la gestión y el control del servicio educativo con el conjunto de dimensiones que el MSM propone desarrollar:

Dimensión social para una educación de calidad

La construcción de un país democrático exige la participación de la sociedad en el campo de la educación. No es suficiente la participación solamente de los padres de familia en la Juntas Escolares, debemos avanzar en procesos más amplios de participación social en análisis de políticas y control de la educación. En ese marco y para no dejar la planificación educativa y la administración de los recursos a la voracidad de la burocracia estatal, proponemos convocar a una movilización nacional en pro de una educación boliviana de calidad y que se conforme una Comisión Nacional por la Calidad de la Educación que involucre a todos los actores de la sociedad, en el marco de esta propuesta y que consolide las políticas nacionales, departamentales y locales, analizándolas, debatiéndolas y que proponga correcciones u otras medidas dentro de todos los aspectos que hacen a la educación.  Esto debe generar las condiciones para una profunda transformación educativa en sus diferentes componentes y priorice los lineamientos o políticas educativas, administrativas y de inversión requeridos como políticas de Estado en materia educativa de calidad.

Dimensión académica para una educación de calidad

La calidad del servicio educativo se percibe, rápidamente,  en los resultados de la formación de los/las estudiantes quienes, en las actuales circunstancias, carecen de sólidos conocimientos en las asignaturas fundamentales, especialmente en matemáticas (razonamiento lógico, formal, propositivo),  lenguaje (expresión, lectura, comprensión y producción) y ciencias. El MSM propone modificar esta situación impulsando el aprendizaje científico que requieren los/las estudiantes, sin abandonar las características socio-culturales  que nos dan identidad como bolivianos.

Será necesario retomar, en serio, las exigencias de parámetros nacionales e internacionales para brindar un servicio educativo de CALIDAD en todos sus ámbitos, transformando el sistema de educación regular, que permita a los/las estudiantes beneficiarse de una organización, estructura y contenidos curriculares y estar preparados para los desafíos científicos y tecnológicos del futuro.

La calidad educativa a la que debemos aspirar debe ser objetivamente demostrable a través de diferentes pruebas de conocimiento y desempeño tanto a nivel nacional como internacional. La globalización es una realidad y no la vamos a neutralizar ocultándonos del mundo sino preparándonos para enfrentarla; capacitándonos y abriendo nuestras fronteras al flujo de conocimientos.

Dimensión docente para una educación de calidad

Si bien l@s estudiantes son los sujetos de la educación, l@s docentes son el eje fundamental de ese proceso. Para brindar una educación de calidad se requieren docentes de calidad. Para superar la mediocridad educativa que padecemos, se requiere una adecuada y continúa capacitación de los docentes, para desarrollar procesos de aprendizaje que sean una satisfacción profesional, por lo que además la evaluación continua debe ser un requisito.

Dimensión infraestructura e insumos para una educación de calidad

La infraestructura y los equipos deben ser de calidad, no sólo material si no también estética. Las aulas deberían contar con equipos tecnológicos (por ej.: pizarras interactivas) y todo debe estar enmarcado y soportado en las Tecnologías de la Información (TICs); con una computadora para cada estudiante, con acceso a internet, que le permita investigar y exponer temáticas del contenido curricular con la guía o apoyo de los maestros.

Dimensión pedagógica para una educación de calidad

La calidad de la pedagogía exige la superación de los modelos tradicionales, que han primado en nuestra educación. Proponemos superar el instruccionismo, la repetición mecánica y memorística, que generan mediocridad en los resultados de la educación.  Por lo que avanzar en procesos de construcción de conocimientos, contextualizados a las condiciones y circunstancias actuales tanto sociales como tecnológicas.

SEGUNDO EJE: Acceso, permanencia y continuidad educativa

El acceso a la educación inicial todavía es bajo. El MSM considera necesario desplegar todos los esfuerzos necesarios para elevar este acceso a un 100% de la población, acompañando este proceso con políticas de apoyo en salud y capacitación a los padres y madres de familia.

La matrícula en educación primaria se encuentra en los parámetros adecuados, pero en los cursos superiores a este nivel, existen graves problemas de permanencia y continuidad, por lo que desarrollaremos acciones que neutralicen esta situación, con medidas y programas de apoyo escolar complementario.

En la educación secundaria la situación es dramática en cuanto al acceso, permanencia y continuidad. Es uno de los eslabones más débiles de la educación donde se pierde la continuidad educativa y se dificulta la tecnificación y profesionalización de nuestra juventud. Para superar esto, el Movimiento Sin Miedo desarrollará diferentes políticas de apoyo educativo que permitan superar este escollo (becas, orientación vocacional, apoyo académico, etc.).

TERCER EJE: Gestión administrativa, autonómica y descentralización

Gestión educativa, descentralización y autonomía forman parte de la política educativa a impulsar en el país, para favorecer mayores niveles de participación en la transformación y mejora de la calidad educativa. Esto significa empoderamiento de los actores sociales y fortalecimiento las instituciones departamentales, regionales y locales, esto implica redistribución de los recursos acorde a las necesidades, coordinación con tolerancia, pluralismo, así como control social con base en una planificación participativa que permita la regulación, administración y financiamiento eficientes.

La descentralización y gestión autonómica de la educación en el país, es sólo discurso porque en los hechos, se ha centralizado aún tanto las decisiones como los recursos económicos en el Ministerio de Educación, situación que no permite construir una educación con pluralidad cultural. En el marco de lo que establece la Constitución Política del Estado, es necesario superar el centralismo actual e implementar las competencias establecidas, en todos los niveles autonómicos de la administración estatal.  Será necesario superar esta situación, para posibilitar la redistribución adecuada de recursos, la toma de decisiones político administrativas e incluso pedagógicas en el ámbito departamental y distrital, al mismo tiempo que mecanismos de evaluación del desempeño y resultados de calidad.

El rol del gobierno central en el marco de las autonomías no debe disminuir sus responsabilidades, sino que se debe reconceptualizar otorgando mayor poder al ámbito local, proceso que requiere de un marco legal que redimensione los roles y funciones de autoridades locales y departamentales.

El Movimiento Sin Miedo propone que el Estado asigne el presupuesto necesario para poder llevar adelante este proceso de transformación educativa, enmarcado en las autonomías con  un pacto fiscal y de presupuestos plurianuales que atienda el requerimiento de ítems, recursos y medidas necesarias para un servicio educativo de calidad.

Proponemos, en los diferentes niveles; nacional, departamental y municipal, implementar una política de becas  en todos los niveles, incluido el universitario tanto a la excelencia (a los mejores estudiantes) como a quienes no tienen posibilidades económicas para seguir sus estudios y quieren hacerlo. Bajo esta lógica, cuidaremos que el Estado brinde las mejores condiciones e igualdad de oportunidades a l@s estudiantes para que estos tengan como única responsabilidad la de estudiar.

Por ello el Estado en esta nueva estructura y rol, brindará apoyo educativo, más allá de un bono anual o el desayuno escolar, con una visión más global de becas, suministro de materiales didácticos, mejorar las condiciones de estudio para una informatización de los procesos de aprendizaje.

Parte de ello será un sistema de transporte escolar, tanto en el área urbana como rural y,  a nivel de salud el Seguro Integrado de Salud Universal y Gratuita deberá garantizar la salud de todos nuestros estudiantes.

Es hora de superar la concepción de la educación como gasto de política social y comprender la educación y el desarrollo del país como componentes interrelacionados, como parte de políticas económicas y de inversión en el marco de las autonomías, que proyecten el desarrollo estratégico nacional. Llevar adelante esta visión requiere un importante apoyo económico-financiero para colocarlo al nivel de las exigencias y desafíos de una nueva educación. El Movimiento Sin Miedo propone en el mediano plazo alcanzar un 10% del PIB como gasto en educación y proyectar alcanzar el 15% en el largo plazo.

Pero, no se trata solo de otorgar recursos para las necesidades específicas del sector educativo, sino de hacerlo en el marco de políticas articuladas con las necesidades de recursos humanos y desarrollo tecnológico para una visión estratégica de desarrollo nacional; como una inversión sostenida y consistente que revierta la idea de gasto en educación por una concepción de inversión que dinamice el aparato productivo nacional.

Esta visión de educación ligada al desarrollo nacional debe contar como base la modificación del modelo económico primario-exportador. Debemos superar nuestro nivel de desarrollo tecnológico incipiente y orientar el desarrollo a la generación de valor agregado a nuestros productos.  Lo anterior requiere ampliar y consolidar los niveles de gasto en investigación tecnológica (universitaria y estatal) a fin de brindar condiciones de desarrollo económico estructural superando la debilidad y dispersión ahora existentes.  Se trata que en el ámbito educativo se revalorice, socialmente, la formación técnica media y superior, se reorganice la oferta anárquica y especulativa existente y se actualice la normativa acorde a las exigencias de la relación con el desarrollo nacional.

CUARTO EJE: Gestión pedagógica-curricular

La gestión educativa escolar no sólo es administrativa, sino, principalmente, pedagógica. La escuela es la unidad básica del sistema educativo, que actualmente funciona de forma desarticulada en sus diferentes ciclos, niveles y turnos, incluso en los mismos espacios en diferentes turnos, sin lograr interrelacionarse pedagógica ni administrativamente. Los establecimientos educativos funcionan bajo la autoridad de un director, nombrado políticamente pese a las convocatorias públicas, cuyos resultados de gestión son desconocidos, por la ausencia de sistemas de seguimiento, monitoreo y evaluación transparentes.

Proponemos fortalecer las unidades educativas públicas y de convenio, asegurándoles autonomía, institucionalidad, calidad de aprendizaje, mejora sustancial del desempeño y calidad profesional de los profesores, en el marco de una nueva organización que favorezca el principio de escuela activa, científica/tecnológica; no como unidades educativas aisladas, sino como redes interrelacionadas con un director y vicedirectores de carrera y pedagógico-curriculares, que ejerzan liderazgo orientado a facilitar la coordinación e integración de los procesos institucionales en el contexto local, departamental, regional y nacional.

En las escuelas rurales se mejorará el funcionamiento de los núcleos, con el acompañamiento de los subdirectores pedagógico-curriculares, de tal manera que el equipamiento beneficie al núcleo y la capacitación docente se realice en las redes y núcleos en función de los requerimientos detectados.  Tanto las redes como los núcleos tendrán también el seguimiento, monitoreo y evaluación de los directores distritales de educación, cuyos roles y funciones serán reasignados. En este sentido proponemos las siguientes dimensiones:

Dimensión estructura educativa escolarizada

La actual estructura (6 años de primaria y 6 años de secundaria) es anacrónica y se remonta a principios del siglo XX, cuando fue impuesta por la Misión Georges Rouma, fundamentalmente humanística y orientada a los estudios superiores universitarios. Proponemos hacer un replanteo que permita el fortalecimiento de alternativas para la formación técnica en el país, estableciendo una estructura por niveles que tenga en consideración el desarrollo psico-social de los estudiantes establecido en niveles de niñez, pubertad y adolescencia.

Dimensión pedagógica

En el marco del modelo educativo señalado,  proponemos desarrollar una pedagogía que  permita aprender a aprender y desarrollar un espíritu investigativo e innovador; aprender antes que enseñar debe ser el nuevo enfoque pedagógico. La concepción pedagógica deberá desarrollar pensamiento crítico y capacidades investigativas en los/las estudiantes. Será necesario cambiar el sentido unilateral de las actividades educativas centradas en el docente, para dar centralidad al aprendizaje constructivo y contextual de los estudiantes. No se puede seguir con procedimientos obsoletos de maestros mirando la pizarra y dándoles la espalda al futuro y a los estudiantes. Debemos orientar hacia el aprendizaje dinámico, investigativo e informatizado.

Impulsaremos y priorizaremos el trabajo pedagógico y el aprendizaje por vía informática, las modalidades de desarrollo de los contenidos, las tareas, investigaciones o exámenes trabajados a través de aulas virtuales, etc. Todo un desafío que debemos encarar sino queremos seguir rezagados en el mundo y el conocimiento.

Esta dimensión es esencial en el proceso de formación de los estudiantes; enfoca su acción en lograr que los educandos aprendan y desarrollen sus capacidades y habilidades necesarias para su desempeño social, profesional y personal. Con este propósito es fundamental el diseño y actualización permanente de planes de estudios; estrategias de articulación entre niveles, grados y áreas; de las metodologías de enseñanza y de aprendizaje; el desarrollo de proyectos educativos, de procesos de investigación; del sistema de evaluación de los estudiantes; la organización y el clima del aula.  Bajo este modelo todos los recursos didácticos, materiales, leccionarios, etc. deberán estar adecuados a los requerimientos de un servicio educativo de calidad.

Dimensión curricular

El currículo, entendido como el conjunto de competencias básicas, contenidos, metodologías y criterios de evaluación, debidamente planificados, es el mecanismo a través del cual se concreta la educación escolarizada. De forma particular y, solamente, refiriéndonos a los contenidos, no podemos seguir arrastrando un conjunto de asignaturas y/o disciplinas para ser desarrolladas, sin orden ni concierto, de forma desordenada, todos los días por todos los estudiantes, pretendiendo, de esta manera, brindar una educación enciclopédica, pseudo-humanista, picoteando de todo y sin ningún nivel de profundidad.

En otras palabras, proponemos modificar la estructura curricular (cantidad y distribución de asignaturas), estableciendo:

Un currículum fundamental, común y obligatorio, comprende las asignaturas de:

Informática no debería ser una signatura si no el instrumento (medio) transversal para avanzar los contenidos escolares.

Los establecimientos educativos de primaria y secundaria deberán priorizar estas asignaturas, durante toda la mañana o toda la tarde.  Las escuelas que sólo implementan el currículo fundamental deberían ser llamadas como centros de alto rendimiento educativo, con exigencias de estudio que permitan el acceso a niveles superiores de formación.

Paralelamente será fundamental organizar el resto de asignaturas en:

Un currículum complementario, conformado por:

Este currículum debería implementarse a través de Centros de Desarrollo Complementario (CDC),         que pueden estar separados de la escuela o al menos con infraestructura exclusiva, en turnos de mañana o tarde y en los que se desarrollen contenidos con mayor grado de profundidad que ahora. La asignatura de estudios técnicos debería comprender aspectos de formación técnica vocacional y nivel medio.

Esta separación permitiría dignificar y profundizar las asignaturas del currículo complementario para lograr desarrollo curricular más amplio y enriquecedor.  L@s estudiantes no deberían asistir a todas las asignaturas del currículum complementario si no a un mínimo de tres escogidas por las habilidades y vocaciones de los estudiantes, donde, estudios técnicos, sea obligatorio y las otras dos optativas, en función de su vocación o aptitud, tres días por semana, como mínimo. Las notas obtenidas en estos CDC, salvo las de estudios técnicos, serían independientes, por tanto no deberían afectar la promoción de las asignaturas del currículum fundamental y la evaluación debería estar ligada a profundización de su práctica y su profesionalización. 

Dimensión gestión administrativa escolar

Comprende los sistemas de información y registro de los estudiantes (RUDEPI, RUDE), la administración de los recursos humanos y físicos, y los diversos trámites en las Direcciones Departamentales de Educación, estará a cargo de un director de la red y/o núcleo elegido en base a exámenes de competencia, de méritos y desempeño profesional transparentes e institucionales garantizando que esta pieza fundamental para el mejoramiento de la organización y funcionamiento institucional sea idónea, puesto que la ejecución y la evaluación de acciones mediante el uso efectivo de los recursos, depende de ellos.

La administración escolar no ha cambiado desde los años 50 del siglo pasado. Esta obsolescencia crea problemas en la implementación de innovaciones pedagógicas, en la articulación de la teoría con la práctica como medio didáctico para aprender, del estudio con el trabajo social con la comunidad; de conectar el trabajo con las capacidades intelectuales como fundamento para que el conocimiento científico este en beneficio de una sociedad productiva.

El cumplimiento de los 200 días hábiles de trabajo no es sinónimo de cumplimiento y calidad educativa como nos quiere hacer creer este gobierno, sino un dato administrativo más, que debe ir aparejado con la medición y evaluación de la calidad.  El calendario escolar responderá a las necesidades socio-económicas de las áreas urbana/rural y sus variaciones contextuales. Los horarios mosaicos rígidos y las puertas herméticamente cerradas se cambiarán por espacios abiertos, flexibles y de participación democrática.

La creación de internados y la reorganización de los que existen para estudiantes que viven en distritos o regiones alejadas y dispersas, es una obligación porque el propósito es que la educación llegue con la misma calidad a tod@s l@s bolivian@s.

QUINTO EJE: Formación docente

La formación docente es uno de los pilares de la transformación de la educación. Sin maestros y maestras adecuadamente formados, continuamente capacitados y permanentemente actualizados en una visión educativa científica, crítica y reflexiva es, prácticamente, imposible la transformación educativa. El éxito o fracaso de un sistema educativo no depende sólo de infraestructuras modernas, equipamientos ni de buenos currículos, sino de la calidad del desempeño docente, y éste es uno de los factores críticos a superar. No es posible pensar en mejorar la calidad de la educación sin planificar el desarrollo profesional del docente en sus dos etapas: formación inicial y la permanente capacitación.

El acceso a la formación docente es, cada vez, menos exigente, debido a la falta de identificación de conocimientos, aptitudes y valores básicos en los postulantes, a pesar de la masividad de los mismos en cada gestión, debido a la supuesta seguridad de trabajo al egresar. Pese a ello, la docencia no es atractiva para los jóvenes con mayores expectativas profesionales.

Las Escuelas de Formación de maestros y maestras se organizarán en redes, una por departamento, las otras como unidades académicas en concordancia con las necesidades de formación docente inicial por niveles, especialidades y modalidades a nivel local, departamental y nacional para evitar mayor desocupación de profesores egresados que, actualmente, superan los 20.000.

La transformación de la formación docente inicial tiene dos aspectos fundamentales: 1) una propuesta pedagógica innovadora y 2) nuevas formas de organización adecuadas a las exigencias científicas y tecnológicas actuales. No existen modelos estandarizados a implementarse independientes de la realidad. Planteamos la necesidad de establecer un debate nacional, departamental y local sobre el tipo de maestro que se quiere formar en un enfoque participativo en el marco del Acuerdo Nacional por la calidad de la educación boliviana.

Al momento, la formación docente sigue siendo tradicional, para que los/las docentes se desempeñen en un aula con pizarra y contenidos poco actualizados. La formación en TICs es apenas una referencia al manejo de una computadora, pero no al manejo y diseño de tecnologías educativas en aulas virtuales. El MSM propone modificar esta situación haciendo que la formación inicial, continua y permanente de los maestros y maestras  esté articulada a la innovación pedagógico/didáctica (incluidos los TICs) y a una sólida formación académica de los profesores. Necesitamos maestros creativos, investigadores y productores de conocimientos fruto de experiencias y reflexiones epistémicas, críticas, que les permita comprender las teorías que requiere construir, articuladas a las necesidades históricas de nuestro país.

La adecuación curricular a las TICs  requiere una profunda actualización docente que, además de lo tecnológico comprenda una actualización pedagógica permanente, un sistema de evaluación y escalafón docente actualizado a las nuevas circunstancias de desarrollo pedagógico y tecnológico y un sistema de becas sostenido que permita a los docentes contar con posibilidades  permanentes de actualización.

Indudablemente, hay que dignificar la labor docente, mejorar las condiciones de trabajo y la retribución que reciben por ello, esa mejoría además de estar en función del costo de vida sino que también debe estar en relación a un compromiso por mejorar pedagógicamente sus funciones y los resultados educativos.

SEXTO EJE: Educación alternativa y popular

Partimos de la idea que educación no es sinónimo exclusivo de escuela. La educación y la formación de nuestros adolescentes y jóvenes se realizan también fuera de las paredes de la escuela. Por esta razón el Movimiento Sin Miedo impulsará la educación alternativa y popular que comprende procesos sostenidos de alfabetización, postalfabetización, reconocimiento y acreditación de los saberes y conocimientos adquiridos en la experiencia de vida, fomentando y brindando apoyo a todos los procesos que se desarrollan en diferentes ámbitos de la sociedad,  por medio de diferentes instituciones y destinado a diferentes sectores sociales.

La educación alternativa y popular deberá generar los espacios educativos necesarios para desarrollar actividades compensatorias a quienes, por diferentes factores, no hubieran podido concluir formalmente sus estudios o que, debido a condiciones o capacidades diferentes, no pueden seguir los procesos formales de educación.

El Movimiento Sin Miedo diseñara políticas nacionales de formación permanente para los padres y madres de familia, para aumentar y mejorar su intervención y participación en la educación de sus hijos en todos los niveles.

SÉPTIMO EJE: Educación superior, ciencia y tecnología

La educación superior técnico-tecnológica y universitaria no se ha modificado a excepción de la creación demagógica de tres universidades indígenas cuyos resultados no se conocen, a pesar de que las primeras promociones deberían ya estar egresando. Necesitamos hacer estudios permanentes de mercado laboral; no se puede seguir formando profesionales desocupados, que llevados por la frustración y la desesperanza acaben manejando taxis o busquen emigrar para someterse a trabajos subalternos en el exterior o, finalmente, estemos impulsando la fuga de cerebros valiosos por falta de oportunidades, y por la desvalorización de lo profesional, porque en ocho años de gobierno no se han creado fuentes de trabajo, y se ha retrocedido en todos los ámbitos educativos.

Los estudios del mercado laboral nos podrán señalar las sobre las ofertas y las necesidades profesionales reales que tiene Bolivia, ya que no es que al estudiante le parezca acertado estudiar determinada carrera al margen de los requerimientos sociales y económicos, sino detectar nuestras necesidades como país, para evitar la contratación permanente de expertos extranjeros; sabemos que requerimos técnicos, ingenieros y científicos de diversa especialidad para que impacten en la economía pero no se hace nada por incentivar en los jóvenes en la elección de estas carreras.  Debido a estas deficiencias de nuestro sistema educativo, los estudiantes tienen pánico a las ciencias exactas por las metodologías de enseñanza inadecuadas y, en general por la mala formación docente.

Necesitamos, desde el Estado, mayor inversión en investigación; impulsar la innovación y la modernización del país para incentivar el estudio de carreras vinculadas con lo técnico, las ingenierías, ciencias puras y las tecnologías que nos permitan saltos cualitativos en la producción, agregación de valor y comercialización de nuestros productos para que no exportemos madera, sino muebles, que no exportemos litio, sino baterías, productos farmacéuticos, caucho sintético, pirocerámica de aplicabilidad en la industria aeroespacial, etc y no materias primas. Ello dará lugar a un viraje en las necesidades de formación de profesionales, motivará a las universidades establecer, Centros Pilotos de Formación Técnica-Tecnológica y convenios con universidades fuera del país, todo esto por las ofertas del mercado laboral, y sobre todo articuladas a las nuevas técnicas y tecnología para el trabajo. No basta conocer las nuevas tecnologías, sino aplicarlas en contextos concretos de trabajo. No se pretende, sólo, proponer medidas para el cambio del Subsistema de Educación Superior de Formación Profesional, sino cambiar radicalmente las estructuras socio económicas del país.

  1. OBJETIVOS DE NUESTRA PROPUESTA DE TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA DE CALIDAD

Objetivos a corto plazo

Objetivos a mediano plazo

Objetivos a largo plazo


Salud, el derecho que el gobierno olvidó pero que el MSM reestablecerá

Coyuntura Actual

Como resultado de las conclusiones de una denominada “cumbre” de los dirigentes sindicales afines al MAS, el gobierno promulgó el 24 de Enero del 2012 el Decreto Supremo 1126 que establece el incremento de seis a ocho horas la jornada laboral de tiempo completo y de tres a cuatro horas la jornada de medio tiempo en el Sistema de Salud Pública y de la Seguridad Social, sin incremento salarial y violando los derechos laborales del sector; estableciendo un periodo de sesenta días para promulgar la reglamentación del mismo.

Este hecho generó una masiva huelga de los trabajadores de la Salud y de los estudiantes universitarios del área, que luego de 53 días de huelga el gobierno se vio obligado a promulgar el Decreto Supremo 1232, el 16 de Mayo del 2012, dejando en suspenso la aplicación del Decreto Supremo 1126, y convocando a una “Cumbre Nacional de la Revolución de Salud Pública Universal y Gratuita”. Estos hechos develaron la ineptitud y el desconocimiento de la realidad sanitaria del país por parte del gobierno.

El gobierno pretendía, en forma simplista e inadecuada, que el incremento de horas a la jornada laboral solucione la oferta insuficiente de servicios de atención médica y la consecuente demanda insatisfecha de la población, especialmente la asegurada. Posteriormente, con la promulgación del Decreto Supremo 1232, pretendió desvirtuar la visibilización de la crisis estructural del Sistema Estatal de Salud, con su clásica lógica autoritaria de amigo/enemigo y el uso de epítetos y adjetivos peyorativos contra los que piensan diferente. Esto fue más que evidente, puesto que en los considerandos del referido Decreto Supremo, indican que la huelga “permitió a la sociedad boliviana conocer los privilegios acumulados y la discriminación y el maltrato a los ciudadanos” por parte del personal de salud, y finalmente en un absurdo técnico-doctrinal pretende que una “Cumbre” con títulos rimbombantes pueda solucionar la crisis estructural del Sistema Estatal de Salud en sus cuatro componentes centrales que son:

A) Modelo de Financiamiento.

B) Modelo de Gestión

C) Modelo de Atención

D) Niveles de Atención.

Antecedentes

A pesar de los esfuerzos realizados en diversos periodos de nuestra historia republicana, los Indicadores de Salud nos ubican, respecto al resto de América

Latina en el presente y desde siempre, en el penúltimo lugar después de Haití, y en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) ocupamos el último lugar en Sud América con un IDH de 0,663 (Informe PNUD-2011) escasamente superiores a Honduras, Guatemala, Nicaragua, y Haití.

Tuvieron que transcurrir 113 años de vida republicana para que el Estado asuma su responsabilidad en el área de la Salud, con la creación del Ministerio de Higiene y Salubridad, el 20 de agosto de 1.938, después de la crisis estatal consecuencia de la Guerra del Chaco y la promulgación de la constitución de 1.938.

El 14 de Diciembre de 1956, en el marco de la Revolución Nacional, se promulga el Código de Seguridad Social que constituye la propuesta estructural más importante de la segunda mitad del siglo XX para construir un Seguro Social de carácter universal que cubra las contingencias de maternidad, enfermedad, invalidez, vejez y muerte para el conjunto de la población boliviana.

Lamentablemente, este trascendental hecho, se produce en un periodo de crisis económica que se manifestaba en una hiperinflación del 900% en el periodo 1.954 -1.956 que obligó al gobierno de Hernán Siles Zuazo a promulgar el 15 de diciembre de 1956, el Plan de Estabilización Monetaria, denominado Plan Eder y que provocó una crisis política y social con la ruptura del co-gobierno MNR-COB.

Es en este contexto, que se inicia el Sistema de Seguridad Social basado en el Modelo Bismarckiano, con los afiliados al Ahorro Obrero Obligatorio y al Seguro

Social de trabajadores ferroviarios, aéreos, y ramas anexas con 425.027 afiliados que representaban el 13,54% de cobertura poblacional, teniendo como entes gestores a la Caja Nacional de Seguridad Social, la Caja Ferroviaria y el Seguro Social Militar.

En su implementación se producen rupturas en los tres principios esenciales de este Sistema que son: Unidad de Gestión, Universalidad y Solidaridad. Producto de una lógica corporativa, característica del sindicalismo boliviano, se rompe el principio de Unidad de Gestión y en los años posteriores se forman diversas cajas de Seguridad Social y Seguros Delegados.

El modelo Bismarckiano de financiamiento, se basa en una “prima” que es un porcentaje del salario del trabajador. Producto del desarrollo de las fuerzas productivas y el crecimiento permanente de la economía informal urbana/rural, en la actualidad este sector económico alcanza a más del 80% de la población económicamente activa y, consecuentemente, al no existir relación obrero/patronal, la cobertura de este sistema alcanza al presente sólo al 33,1% de la población incumpliendo el principio de Universalidad, y la Solidaridad solo es entre afiliados.

Después de la recuperación democrática, a pesar de las crisis, principalmente, económicas, que generaban un permanente déficit fiscal y modestos crecimientos económicos (el más elevado fue del 4,1% en el periodo 1990-1999), se lograron avances en la eliminación de enfermedades inmunoprevenibles (erradicación de la poliomielitis, del sarampión) y endémicas como el bocio. La disminución de la prevalencia de enfermedades endémicas como la enfermedad de chagas, la malaria, y la implementación de seguros públicos focalizados a grupos vulnerables como el Seguro Básico de Salud hoy Seguro Universal Materno Infantil (SUMI), y el Seguro Gratuito de Vejez hoy Seguro de Salud para el Adulto Mayor (SSPAM).

El Septenio perdido en Salud

A principios del presente siglo se inicia una crisis de Estado, que termina en forma cruenta en octubre de 2003 y derrumba al Estado neoliberal. Luego de un corto periodo de transición, 2003-2006, en las elecciones del 2005 triunfa el Movimiento al Socialismo (MAS), victoria electoral que se incrementa en las elecciones del 2009 obteniendo dos tercios en el congreso e inicia el denominado “proceso de cambio”. Este es un periodo caracterizado por la mayor bonanza económica de nuestra historia, producto del incremento del precio de nuestras materias primas (hidrocarburos, minerales) en el mercado internacional, que representan más del 80% de nuestras exportaciones.

Para tener una mejor idea de la cantidad de recursos con los que contó el país, entre el 2006 y 2011, esencialmente por exportaciones, el Estado boliviano recibió más de 54 mil millones de dólares adicionales a los que recibieron los gobiernos del periodo neoliberal. A pesar que estos recursos adicionales representan más de dos años de producción del país, el crecimiento promedio en este periodo fue de solo el 4,6%, cuando países vecinos como Perú o Paraguay tuvieron un crecimiento de hasta 10% y sabiendo que, para salir de la pobreza, Bolivia precisa crecer a un promedio superior al 6,5%.

A pesar de toda esta coyuntura favorable, en el área de la Salud no se realizó ningún avance; teniendo pequeños avances en programas anteriores como el SUMI, solo se cambió el nombre de “Seguro Médico Gratuito de Vejez” por “Seguro de Salud para el Adulto Mayor (SSPAM)”.

De las iniciativas de este gobierno tanto la implementación del modelo de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI), que es una copia del programa “EXTENSA” desarrollado por el Banco Mundial, como el Sistema Único de Salud (SUS) continúan siendo solo un discurso. Asimismo, se perdió la oportunidad de utilizar los recursos del Impuesto Directo de los Hidrocarburos (IDH), para lograr construir un Sistema de Salud eficiente y de cobertura universal.

En este periodo, se produjo solo una disminución moderada de la desnutrición crónica en menores de dos años; solo la tasa de mortalidad infantil en el periodo 1998-2002 descendió de 67 por mil nacidos vivos (NV) a 54 por mil NV, pero en el periodo, 2003-2008 descendió de 54 por mil NV a sólo 50 por mil NV, esta vez a un promedio de un punto por año (ENDSA-2003-2008). La tasa de mortalidad de niños menores de cinco años es de 63 por mil NV y la tasa de mortalidad neonatal, de 27 por mil NV esperemos que los resultados del Censo 2012, sean más alentadores.

Un análisis de la mortalidad infantil nos muestra asimetrías que no se presentan en otros países del continente. El año 2008, el promedio nacional de la mortalidad infantil era de 50 por mil NV, sin embargo, la desagregación departamental nos muestra que el departamento de Potosí tiene una mortalidad de 101 por mil NV y, por otro lado, Santa Cruz que tiene una mortalidad de 31 por mil NV. Esta asimetría debe significar políticas en salud diferenciadas. El modelo de atención en estos departamentos será diferente para disminuir estas tasas de mortalidad. En Potosí, para disminuir la mortalidad infantil debe mejorar el acceso a agua potable, saneamiento básico,  políticas nutricionales e inmunizaciones. En cambio en Santa Cruz, son necesarios servicios de alta complejidad porque la mortalidad tiene otro origen; generalmente son por malformaciones, infecciones perinatales, asfixia, etc.

Por otro lado, la Razón de Muerte Materna (RMM), (ENDSA 2003), fue de 229 por 100.000 NV, con una desagregación de 125 por 100.000 NV en establecimientos de salud, donde se realizan el 68% de los partos y el 32% de partos que aún se realizan en hogares representan una RMM de 451 por 100.000 NV. Las principales causas de muerte materna son: causa obstétrica directa y entre ellas destacan: hemorragia (33%), infecciones (17%) y aborto (9%).

Las cifras de Bolivia indican que el 70% de todas las muertes maternas son evitables, aunque, si se consideran exclusivamente las muertes maternas por causas obstétricas directas e indirectas, los niveles de evitabilidad debieran ser superiores a 90%. Estos datos nos permiten plantear el desafió de lograr en los próximos años que más del 95% de los partos se realicen en un establecimiento de salud. Cabe indicar que los resultados de la ENDSA 2008, donde paradójicamente se habría incrementado la RMM no fueron aceptados por el gobierno.

El 2008, la tasa de mortalidad en adultos de ambos sexos de entre 15 y 60 años fue de 196 por 1.000 habitantes y la tasa de mortalidad, debida a enfermedades no transmisibles (ajustada por edad), fue de 765 por 100.000 habitantes para el 2004; la tasa de mortalidad debida a enfermedades cardiovasculares, ajustada por edad que se reportó para el 2009 era de 241 por 100.000 habitantes; y la tasa de mortalidad debida a neoplasias malignas, ajustada por edad para el mismo año fue de 239 por 100.000 habitantes.

El 2009, la tasa de mortalidad debida al VIH o SIDA fue de 227 por 100.000 habitantes. La tasa de mortalidad debida a la tuberculosis en 2008 fue de 22 por 100.000 habitantes y la tasa de mortalidad debida a la malaria fue de 0.2 por 100.000 habitantes, respectivamente, de acuerdo a un reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El año 2004 las principales causas de mortalidad fueron las enfermedades no transmisibles: 39.887 defunciones; enfermedades transmisibles: 26.397 defunciones, y en forma específica se tienen infecciones respiratorias: 6.968 defunciones; enfermedad isquémica de corazón: 4.065 defunciones; enfermedades diarreicas: 3.861 defunciones; enfermedades cerebro vasculares: 3.198 defunciones, y otras lesiones: 3.094 defunciones. Entre las 5 principales causas de morbilidad se encuentran las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs), Enfermedades Diarreicas Agudas (EDA)s, Infecciones urinarias, colecistopatías, artropatías, que ratifica el actual perfil epidemiológico del país.

El análisis de estos indicadores, nos muestra que el actual perfil epidemiológico del país es de MÚLTIPLE CARGA O ACUMULATIVO Y POLARIZADO, es decir un perfil epidemiológico caracterizado con enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, cáncer, cardiopatías y otros, y enfermedades endémicas como chagas, tuberculosis y otros. Lo más preocupante es que el actual modelo de atención del sector público no responde a esta realidad epidemiológica; el enfoque continúa priorizando un polo del perfil generando una demanda insatisfecha en la población, especialmente del área urbana. Para superar este desfase, es necesario diseñar, por lo menos en el área urbana, iniciativas de promoción y prevención para disminuir la carga de enfermedad de las principales patologías crónicas no transmisibles como diabetes, enfermedades cardiovasculares, accidentes y enfermedades gastrointestinales principalmente.

I) Análisis de la Crisis Estructural del Sistema Estatal de Salud

Fuentes y modelos de financiamiento

En Bolivia existen cuatro fuentes y modelos de financiamiento:

  1. La fuente o el modelo llamado “Bismarckiano” que financia las prestaciones de la Seguridad Social a través de “primas” de los trabajadores.
  2. La fuente o el modelo de “Beveridge” que financia el SUMI y el SPAM y cuya fuente son los impuestos.
  3. La fuente y modelo “Shemascko” que financia el pago de los recursos humanos del sector público desde los impuestos.
  4. Finalmente, la fuente modelo privado, en la cual el paciente paga directamente las prestaciones al profesional o la clínica privada.

Para analizar comparativamente los recursos que se destinan a la Salud en Bolivia, usualmente se utilizan el gasto per-cápita en Salud. En Sud América el promedio de este gasto per-cápita es de 491 dólares, teniendo a Chile como el país con el gasto más alto con 787 dólares seguido por Brasil con 734 y Argentina con 730 dólares. En el otro extremo, se encuentran Paraguay con 159 dólares y Bolivia con un gasto per-cápita de 102,8 dólares. La desagregación de este gasto muestra que en el sector público nacional, el gasto per-cápita alcanza solo a Bs. 553 (79,5 $us), en la seguridad social a corto plazo a Bs. 1.094 (157 $us) y los seguros universitarios a Bs. 1.294 (186 $us).

El Presupuesto Reformulado Total del Sector Salud para el año 2012 fue de Bs. 7.740 millones, equivalente a 1.112 millones de dólares, que representa el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) del 2012. De los Bs. 7.740 millones que se encuentran para salud en el Presupuesto General del Estado Plurinacional, el Sector Público que son: Ministerio de Salud, Gobiernos Departamentales y Municipales e Instituciones descentralizadas, absorve Bs. 4.106 millones, de los cuales el 89,2% se destinó a gasto corriente y  solo el 10,8% a inversión.

Por otro lado, la crisis de los modelos de financiamiento tiene diferentes orígenes y características, el Sistema de Seguro Social de Corto Plazo tiene 3.479.348 de asegurados, 33.1% del total de la población boliviana. No puede extender su cobertura porque más del 80% de la población boliviana económicamente activa tiene una ocupación informal y no tiene relación obrero-patronal.

Sintetizaremos los principales problemas del modelo de financiamiento de la Caja Nacional de Salud, que es la institución que cubre al 82% del total de asegurados y que representan más de 2,5 millones de bolivian@s.

Del total de su presupuesto, el 43% se utiliza en gastos administrativos. Por el lado, de los ingresos el panorama es peor, tiene la prima media más baja de todo el sistema de Seguro Social a Corto Plazo, tiene el porcentaje más bajo de cotizantes, 21 cotizantes por cada cien asegurados (el rango adecuado en este componente es 35 cotizantes por cada cien asegurados). También, tiene un elevado incremento de asegurados pasivos, tanto por la disminución de la edad de jubilación, como por la baja relación de ingreso activo/pasivo, el asegurado pasivo tiene una elevada carga de enfermedad y el cálculo de cotización es del 3,5% de su renta. Estas son las principales causas y características de la crisis del modelo de financiamiento del Seguro Social.

En el sector público como ejemplo tenemos que, junto al escaso e irracional uso del presupuesto, existe una pésima gestión de los recursos destinados al Seguro Público más importante como es el SUMI.

A nivel municipal, el presupuesto 2011 para el SUMI fue de Bs. 516 millones, sin embargo, de este total solo se gastó 303 millones y de los 84 millones del fondo de compensación no hubo ejecución, por lo que el SUMI tiene Bs. 213 millones no ejecutados y un ejemplo claro es que el municipio de El Alto tenía el 2011 un presupuesto para el SUMI de Bs. 39 millones y solo desembolso Bs. 6 millones.

Estos indicadores: gasto per-cápita en salud (el más bajo de Sudamérica), un presupuesto reformulado, que representa solo el 4% del PIB nominal, el Sector Público destina solo el 10,8% de su presupuesto para inversión y en el Seguro de Salud de Corto Plazo solo el 3,3% y una pésima gestión financiera de los escasos recursos, nos muestra la dimensión de la crisis del modelo de financiamiento. Siendo este, el principal problema del Sistema de Salud, que explica el déficit crónico de recursos humanos, Infraestructura, equipamiento, insumos, medicamentos, tecnología, etc.

Modelo de Gestión

El modelo de Gestión de Salud Estatal en Bolivia, establece dos sistemas estatales, el público y el de la Seguridad Social de Corto Plazo cuyas entidades son autárquicas con autonomías de gestión, reguladas y fiscalizadas por el INASES. La dirección máxima, la constituyen los directorios de carácter tripartito con representación Estatal, Patronal y Laboral con dos delegados cada una de ellas. Para el caso de la Caja Nacional de Salud, tiene dos representantes estatales y patronales y cuatro representantes laborales, dos trabajadores activos y dos pasivos.

La crisis del modelo de gestión de la Caja Nacional de Salud que cubre al 82% del total de asegurados tiene los siguientes componentes, una proporcion de personal irracional, por cada mil asegurados existen 3,5 trabajadores de salud (médicos, odontólogos, bioquímicos, enfermeras, nutricionistas, etc.) y 3,4 trabajadores administrativos, existen 0,9 médicos por cada mil asegurados, no tiene un costo de prestaciones, tiene un modelo administrativo obsoleto y burocrático.

En el Sector Público, se pretende mejorar el modelo de gestión a partir de la implementación de La Ley Marco de Autonomías, que establece nuevas competencias exclusivas y concurrentes en el nivel central y en los niveles autónomos departamentales, municipales, e indígena originarios, estableciendo un nuevo modelo de gestión en salud, abrogando las leyes 1551 de Participación

Popular, y 1654 de Descentralización Administrativa. Este modelo de gestión, establece para el nivel central 11 competencias normativas exclusivas y de rectoría, una competencia concurrente con las Universidades, el Ministerio de Educación en la formación de Recursos Humanos y una competencia referida a la ejecución a Nivel Departamental de los programas Nacionales “Epidemiológicos” que son los programas de las enfermedades endémicas (chagas, malaria, tuberculosis, VIH/SIDA, fiebre amarilla, leishmaniasis, dengue, hanta virus, fiebre hemorrágica).

A nivel departamental, se establecen 19 competencias, entre las más importantes: la Rectoría de Salud a nivel departamental, proporcionar la infraestructura y el mantenimiento de los Hospitales del Tercer Nivel, así como, la provisión de equipamiento, insumos y medicamentos, mobiliario, planificar la estructuración de redes de salud funcionales y de calidad, en coordinación con las Entidades Territoriales Autónomas Municipales e Indígena Originario Campesinas. En el marco de la Política Nacional de la Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI), monitorear, supervisar y evaluar el desempeño de los directores, equipo de salud, personal médico y administrativo del departamento en coordinación y concurrencia con el municipio.

A nivel Municipal se asignan 10 competencias, entre las más importantes se tiene:

Administrar la infraestructura y equipamiento de los establecimientos de salud de primer y segundo nivel de atención organizados en la Red Municipal de Salud Familiar Comunitaria Intercultural. Dotar la infraestructura sanitaria y el mantenimiento adecuado del primer y segundo nivel municipal para el funcionamiento del Sistema Único de Salud. Dotar a los establecimientos de salud del primer y segundo nivel de su jurisdicción: servicios básicos, equipos, mobiliario, medicamentos, insumos y demás suministros, así como supervisar y controlar su uso.

Esta reasignación de competencias en la administración de los establecimientos de salud, no garantiza superar la crisis del modelo de gestión. En la medida que las fuentes de financiamiento especialmente de los gobiernos municipales continúan siendo las mismas, es decir recursos de la coparticipación tributaria, de la cuenta especial del diálogo 2000 (temporales), del IDH, propios, de la cooperación internacional y de las organizaciones privadas de salud sin fines de lucro (ONGs). Sin un financiamiento adecuado, será muy difícil que cumplan a plenitud las competencias asignadas especialmente las referidas a la administración plena de los establecimientos de Primer y Segundo Nivel.

Los gobiernos departamentales tendrán dificultades para garantizar el funcionamiento adecuado del tercer nivel. Asimismo, es importante indicar que la implementación de este modelo de gestión recién podrá iniciarse el año 2014.

Para la asignación de recursos de Coparticipación Tributaria y del IDH, la base de cálculo es el número de habitantes por municipio y se debe esperar el resultado demográfico del Censo para estas asignaciones. De la misma forma, para la elaboración de los nuevos presupuestos se requiere un nuevo Pacto Fiscal y para ello, se debe tener elaboradas y aprobadas las nuevas cartas orgánicas municipales.

La asimetría poblacional de los municipios, impedirá una adecuada gestión de salud en los mismos, especialmente de los municipios rurales. De los 336 municipios aproximadamente de 32 a 35 tienen la capacidad de generar fondos propios, el resto tiene como presupuesto exclusivamente los fondos de Coparticipación Tributaria y del IDH. Asimismo, existen 8 municipios con menos de mil habitantes, 16 municipios con menos de cinco mil habitantes y solo 43 municipios con más de diez mil habitantes. Una abismal asimetría entre el municipio más grande con más de 1.600.000 habitantes como Santa Cruz y el municipio de Yunguyo con tan solo 300 habitantes, esta asimetría hace imposible que se pueda realizar una adecuada gestión y cumplir las competencias asignadas en los municipios pequeños.

Modelo de Atención

La implementación de los modelos de atención responde al perfil epidemiológico imperante en un determinado momento. El actual perfil epidemiológico de nuestro país, como se dijo, se encuentra en una fase de transición y es de múltiple carga o acumulativo y polarizado, es decir que coexisten las enfermedades inmunoprevenibles, las endémicas y las crónicas no transmisibles.

El gobierno pretende implementar como modelo de atención el SAFCI, que es una estrategia de atención primaria, impulsada desde la declaración de Montevideo por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el 2005, que tiene como eje conceptual el enfoque integral hacia la salud y sus determinantes. Prioriza la promoción y prevención de la salud y la promoción de la responsabilidad familiar y comunitaria, esta estrategia ha sido implementada en diversos países como Chile con el nombre de Modelo de Atención Integral con Enfoque Familiar y Comunitario; en Venezuela con la misión barrio adentro. El primer país en América Latina que utilizó el nombre de Salud Familiar para esta estrategia de Atención Primaria fue Brasil en la década de los 90’.

Finalmente, en Ecuador en abril del 2008, se promulgó su nuevo plan de salud, lo interesante de este plan es la similitud de conceptos y hasta el titulo denominado Modelo de Atención Integral Familiar Comunitario e Intercultural. El modelo de atención considera al individuo, la familia y la comunidad como el centro de su accionar y plantea como su fin último, el “vivir bien”.

El Modelo de Atención “Salud Familiar Comunitaria Intercultural” (SAFCI), está dirigido a un polo del perfil epidemiológico y por ejemplo, pretender incorporar este modelo en el Seguro Social es solo un enunciado teórico que refleja el desconocimiento técnico del sector. La reestructuración de la Caja Nacional de Salud, como ejemplo, requiere de otras variables técnicas inherentes al propio sistema como: la prima media baja, el bajo porcentaje de cotizantes en relación a los beneficiarios, el ratio de personal, el costo y tipo de prestaciones, porcentaje de cotizaciones, etc., que determinan su modelo de gestión y atención y el SAFCI no tiene ninguna relación con estas determinantes. El seguro de acceso universal, no es necesario en este sistema porque el 100% de los asegurados (33,1% de la población total), goza desde hace 56 años de un seguro completo de maternidad y enfermedad para el trabajador y sus beneficiarios, esposa e hijos, hasta los 18 años o hasta la conclusión de sus estudios universitarios, riesgos profesionales, subsidios pre y pos natales que es el equivalente a un salario mínimo nacional desde el quinto mes de embarazo hasta el primer año de vida del infante y baja médica con el 100% del salario si la gestante es cotizante durante seis meses: tres prenatal y tres posnatal.

Finalmente, los saberes ancestrales y la medicina tradicional para ser aceptada por los asegurados e introducida al sistema de salud, debe cumplir varios requisitos, entre los cuales esta su correcta documentación, investigación científica de sus métodos y sus resultados, capacitación y certificación de sus profesionales, de esta manera, se podrá romper con los pacientes que sólo demandan medicamentos de última generación, están descontentos con el vademécum de medicamentos esenciales y presionan por equipamiento y tecnología.

Niveles de Atención

Una de las mayores debilidades del sistema estatal de salud de Bolivia es la baja capacidad resolutiva de los tres niveles de atención. En el sector de la Seguridad Social, la falta de hospitales de segundo nivel genera una sobredemanda en el tercer nivel que, asociado al déficit en equipamiento, de infraestructura, de recursos humanos, de insumos y medicamentos, ocasiona una demanda insatisfecha con largas listas de espera para la atención intrahospitalaria y ambulatoria.

En Bolivia existen 3.407 establecimientos de salud, distribuidos en 1.601 puestos de salud, 1.522 centros de salud, 225 hospitales de segundo nivel, 34 hospitales de tercer nivel y 25 institutos especializados. En el sector público existen 2.711 establecimientos de salud, de los cuales el 78% corresponden al primer nivel de atención. El análisis de este componente que corresponde a los niveles de atención de un sistema de salud nos muestra lo siguiente: El primer nivel de atención y la puerta de entrada al sistema debe ser el centro de salud, por ello la existencia de 1.601 puestos de salud sin ninguna capacidad resolutiva es parte de la crisis de los niveles de atención por estar a cargo generalmente de un(a) auxiliar de enfermería.

Los Centros de Salud, para tener una capacidad resolutiva adecuada deben contar con un equipo básico de salud con un médico, enfermeras, trabajadora social y, de ser posible, odontólogo, técnico de laboratorio, promotor de salud, y tener equipamiento básico adecuado con insumos y medicamentos esenciales. De no tener estas condiciones, este nivel de atención no tendrá impacto alguno para mejorar las condiciones de salud especialmente en el área rural.

En el Segundo Nivel, existe un déficit de hospitales básicos, que impiden establecer redes de servicio. El Tercer Nivel en el Sector Público, es obsoleto en equipamiento, deficiente en infraestructura, y la prestación de servicios tiene un costo que, en la mayoría de las prestaciones, especialmente las quirúrgicas, se convierten en gasto catastrófico para los usuarios. La falta de hospitales de Tercer Nivel en ciudades como El Alto, y en capitales de departamento como Trinidad y Cobija, son parte de la crisis de los niveles de atención. Por otra parte, en el país no existe un sistema integrado de atención pre-hospitalaria que atienda la creciente demanda de atención de urgencias de la ciudadanía en referencia a los accidentes, sean estos de tránsito, laborales, deportivos, domiciliarios, recreativos, etc.

El análisis de las consultas externas para el periodo 2009, indican que el Sector Público atendió el 51,78% del total, que es un indicador bajo, teniendo en cuenta que del total de establecimientos de salud el 81,77% corresponden al Sector Público, seguido por la Seguridad Social con el 31,37%; estos indicadores reflejan la poca calidad de la oferta de salud del Sector Público.

El análisis de los niveles de atención muestra que el porcentaje de camas es de 1,1 camas por cada mil habitantes, cuando el promedio Latinoamericano es de 2,5 camas por mil habitantes.

Un componente, que tiene relación directa con la percepción de la calidad de atención en los establecimientos de salud, es el acceso a los medicamentos. En Bolivia el gasto público total en medicamentos el 2008 fue de Bs. 288,3 millones (41,19 millones de dólares) y el gasto per-cápita público fue de Bs. 28,7 o $us 3,95. El gasto privado de medicamentos fue de Bs. 1.004 millones, y el gasto per-cápita fue de Bs. 126,85. En el país se encuentran registrados 11.792 medicamentos y tenemos una lista de 356 medicamentos esenciales. Por lo que otro de los desafíos para la implementación del Seguro de Acceso Universal, es el de garantizar la provisión gratuita de medicamentos.

II) Análisis de la Situación de Salud Bajo el Enfoque de Derechos

Producto de los escasos resultados en la implementación de las políticas públicas en los 80’ y 90’ surgen en los últimos 15 años nuevos enfoques o formas de repensar las políticas públicas como: “Obligación del estado en el que bajo el enfoque de derechos y la reducción de la pobreza, pasa a ser una obligación legal y no solo una obligación moral. En el campo de la salud, se ha definido este derecho como el derecho a un sistema de salud eficaz e integrado y accesible para todos. El derecho a la salud abarca los siguientes elementos esenciales e interrelacionados, dependiendo de las condiciones prevalecientes en un determinado Estado Parte”:

Disponibilidad: Cada Estado Parte deberá contar con un número suficiente de establecimientos, bienes y servicios públicos de salud, así como de programas. Debe facilitar medicamentos esenciales, según las definiciones periódicas que figuran en el Programa de Acción sobre Medicamentos Esenciales de la OMS.

Accesibilidad: Los establecimientos, bienes y servicios de salud deben ser accesibles a todas las personas, sin discriminación alguna. La accesibilidad presenta cuatro dimensiones superpuestas: 1) no discriminación; 2) accesibilidad física; 3) accesibilidad económica; 4) acceso a la información.

Cuatro son las barreras que impiden una accesibilidad adecuada a los establecimientos, bienes y servicios de salud: la económica, la geográfica, la de calidad de atención y de calidez, y la cultural.

Aceptabilidad: todos los establecimientos, bienes y servicios de salud deberán ser respetuosos de la ética médica y culturalmente apropiados.

Calidad: los establecimientos, bienes y servicios de salud deberán ser también apropiados desde el punto de vista científico y médico y ser de buena calidad.

Propuesta: TRANSFORMACIÓN DE LA SALUD

Guiados en esta nueva concepción doctrinal para la construcción de las políticas públicas en salud y realizar los procesos de reforma necesarios para garantizar el acceso de carácter universal y gratuito a un Sistema de Salud Solidario, con Equidad y Calidad de Atención para tod@s l@s Bolivian@s, el Bloque Profesional de Salud, corriente ciudadana integrada por profesionales en salud, le plantea al

MOVIMIENTO SIN MIEDO, la siguiente Propuesta:

CONSTRUCCION DE UN NUEVO SISTEMA BOLIVIANO DE SALUD AUTONOMICO Y UN NUEVO MODELO SANITARIO

A partir de los 70’, desde los gremios médicos, se planteó la construcción de un Sistema Único de Salud (SUS). Posteriormente, desde los 80’, los diferentes gobiernos, incorporan en sus propuestas la construcción de un Sistema de Salud con Seguros Universales, constituyéndose en un paradigma del sector.

Factores económicos, que se manifestaban en crecimientos modestos del PIB y déficit fiscales recurrentes, impidieron el logro de este paradigma.

Durante los últimos siete años, con la quintuplicación de los ingresos al Tesoro General de la Nación (TGN), por el incremento de los precios de las materias primas que exporta nuestro país y la consecuente bonanza económica general, pudo construirse un sistema de salud inclusivo, con un Seguro de Acceso Universal y cumplir los compromisos con los Objetivos del Milenio (ODM).

Lamentablemente, un breve análisis de estos indicadores nos muestran que no podremos cumplir estos compromisos, la Tasa de Mortalidad de la Niñez de 63 por mil NV para el 2015 debía descender a 43,1 por mil NV, esta brecha de 19,9 puntos en tres años no es alcanzable con el sistema actual. La Tasa de Mortalidad Infantil de 50 por mil NV (ENDSA2008) para el 2015, debía descender a 27 por mil NV, la Razón de Muerte Materna (RMM) debía alcanzar el 2015 a 104 por 100.000 NV y hoy se encuentra en 229 por 100.000 NV. Finalmente, el porcentaje de niños vacunados con tercera dosis de Pentavalente debe alcanzar al 2015 el 95%, hoy se encuentra en el 85%. Estas metas que no se cumplirán son el resultado de los siete años perdidos en salud.

Frente a un panorama de abandono del gobierno a este sector, demostrado en los fracasos de reformas pero sobre todo en el mínimo esfuerzo fiscal del gobierno, de apenas el 4% del PIB, el Movimiento Sin Miedo debería proponer una transformación del Sistema de Salud para construir en el menor tiempo posible el Sistema Boliviano de Salud, que cumpla con la universalidad, que sea gratuito, pero sobre todo que cubra las necesidades de la población. Esto surge como la alternativa frente a las constantes e inviables propuestas del gobierno, que no encuentran un sustento técnico, que plantea la idea obsoleta de creación de un Sistema Único de Salud, que bajo la perspectiva del gobierno, significaría un solo modelo de Financiamiento, de Gestión y de Atención, abandonando la pluralidad que puede adquirir el sistema. Esto implicaría además, la desaparición del Seguro Social de Corto Plazo o del Sector Público, desconociendo la realidad sanitaria del país que va más allá de ocho o seis horas de trabajo. Es por esto, que el Movimiento Sin Miedo debería plantear la transformación de la Salud, que comience por la voluntad política del gobierno, incrementando el presupuesto del sector hasta un 10%, e implementando una reforma institucional basada en seis ejes.

Primer eje: Seguro Integrado de Salud de Acceso Universal y Gratuito

No se puede pensar en una reforma del sistema de la salud que sea universal y gratuito con las instituciones totalmente desagregadas, como se cuenta en la actualidad. Para darle al sistema de salud la eficiencia, eficacia y calidad necesarias, éste debe integrar de manera adecuada a todos los actores que en la actualidad brindan los servicios de salud, de manera que estos no pierdan su independencia pero que tampoco actúen bajo intereses individuales y alejados de las políticas y objetivos nacionales.

La implementación de este seguro requiere una transformación del modelo de gestión y especialmente del modelo de financiamiento de manera que pueda garantizar su ejecución. Para ello, se exigirá el diseño de un esquema denominado de múltiples prestadores. Múltiples prestadores, que podrán ser públicos o privados; este enfoque significa utilizar toda la capacidad sanitaria instalada en el país. Para alcanzar este objetivo crearemos dos instancias de administración de los fondos destinados a salud.

1. Fondo Subsidiado o no Contributivo

Este modelo financiero estará basado en el modelo “Beveridge” a través de impuestos. Se exigirá la creación de este fondo con recursos del TGN, Coparticipación Tributaria (SUMI y otros), IDH Departamental, cuenta HIPC (fondo de recursos para países pobres con elevado endeudamiento), impuestos específicos destinados a programas de promoción y prevención de las principales patologías del país.

Para el uso de los recursos de este fondo, se exigirá la construcción de un paquete obligatorio de prestaciones, para todos los ciudadanos no cubiertos por las cajas de salud. Este fondo debe cumplir el fin de ir fusionando paulatinamente, los actuales Seguros Públicos (SUMI, SSPAM). El Paquete básico de prestaciones, corresponderá y deberá estar basado en el perfil epidemiológico y las tasas de morbilidad del país y sus regiones y serán incrementados paulatinamente en número y en complejidad de prestaciones.

Estas prestaciones serán otorgadas obligatoriamente en todo el Sector Público y, bajo el concepto de múltiples prestadores, las instituciones y organizaciones privadas con y sin fines de lucro, también estarán obligadas a otorgar prestaciones en función de su capacidad instalada y de su acreditación técnica. Para otorgar las prestaciones, cada patología deberá tener un costo de tratamiento. Por lo tanto, las prestaciones elaboradas deberán ser generadas en función de las normas de diagnóstico y tratamiento y de protocolos de atención que serán actualizados periódicamente.

2. Fondo Contributivo

Este fondo deberá ser constituido en base al modelo Bismarckiano de Financiamiento, o sea en base a las cotizaciones de los trabajadores. Este es el modelo de las Cajas de Salud, cuyos recursos tiene origen en las cotizaciones de sus asegurados. Este fondo deberá administrar los recursos de todas las Cajas de Salud.

Esto implica, una profunda reingeniería de las Cajas de Salud, especialmente de la Caja Nacional de Salud, para sus medios de financiamiento, costos, modelos de gestión y atención, de lograr modificar el ratio de personal, determinar la prima media, conocer el costo de las prestaciones y otros estudios necesarios para garantizar excelente atención.

Para lograr este objetivo, se exigirá un compromiso político del gobierno que proyecte incrementar el presupuesto de salud hasta alcanzar el 10% del PIB, que es el promedio que tienen los países con seguros de cobertura universal, garantizando un gasto per-cápita en salud que en cinco años de gestión alcance por lo menos al 60% del promedio sudamericano. Asimismo y en el marco de construir un sistema de salud autonómico los dos fondos serán de carácter departamental.

Segundo Eje: Rectoría del Ministerio de Salud

Uno de los desafíos del presente siglo es el ejercicio de la Rectoría por parte de los ministerios de Salud, esto significa fortalecer las tres funciones que hoy ejercen casi todas las instituciones rectoras de la salud, que son: Modulación, Regulación y Fiscalización. Estas funciones solo pueden ser ejercidas en un Estado Democrático de Derecho que tenga una Institucionalidad sólida.

Esta Rectoría, significa implementar la separación de funciones, donde la modulación significa establecer e implementar normas y procedimientos para un accionar coordinado de todos los actores de salud. Esto implica garantizar un accionar eficiente evitando la duplicidad de funciones y articulando a todos los prestadores de salud, bajo el enfoque de múltiples prestadores.

Producto de la globalización y el desarrollo técnico-científico, se ha generado en el mercado sanitario mundial una producción incontable de bienes y servicios, muchos de ellos de gran utilidad diagnóstica y terapéutica, pero también existen infinidad de productos de dudoso efecto terapéutico cuyos efectos secundarios pueden ser nocivos para la salud. En este contexto, es fundamental el rol regulador que tendrá el Ministerio de Salud sobre la oferta de bienes y servicios sanitarios, por ello, el rol regulador deberá revisar la oferta mundial de medicinas, tecnologías y terapias para su utilización en el país.

Asimismo, para garantizar la adecuada y la eficiente prestación de servicios de salud con calidad de atención y calidez, se exigirá el fortalecimiento de la fiscalización del funcionamiento de todos los Servicios Públicos y Privados, sin actitudes punitivas sino correctivas. Para lograr implementar estas competencias generaremos y reclutaremos los Recursos Humanos mejor calificados seleccionados por méritos académicos y profesionales, convirtiendo al Ministerio de Salud en una Institución de referencia técnica, de calidad eficaz y eficiente.

Tercer Eje: Nuevo Modelo Sanitario Autonómico

Para garantizar la implementación del Seguro Universal y el desarrollo de los programas sanitarios, es necesario construir un nuevo modelo sanitario. Esto significa una transformación de los actuales modelos de gestión, atención y niveles de atención. Este modelo, debe ser autonómico y para su desarrollo debe revisarse la Ley Marco de Autonomías, que establece actualmente competencias exclusivas y concurrentes en el nivel central y en los niveles autónomos departamentales, municipales, e indígena originarios, pero no plantea fuentes de financiamiento para estas competencias, como tampoco plantea una profundización clara de la descentralización de los recursos, sobre todo los humanos, ni herramientas para encarar los perfiles epidemiológicos locales y regionales.

El modelo de gestión que planteamos, al margen de tener competencias exclusivas, y concurrentes en los niveles nacionales, departamentales, municipales e indígena originario, deberá desarrollarse en base a La municipalización de la gestión de salud del Sector Público, específicamente de la promoción y prevención en función de las determinantes de salud locales.

El modelo de atención del país, en principio, deberá desarrollar la atención primaria de salud, donde el componente de salud familiar y comunitaria debe ser parte del mismo pero basado en la evidencia, o sea en la Medicina Basada en la Evidencia (MBE), esto significa construir un sistema integrado de atención integral y continuo, con el que brindaremos y tendremos una Red de Servicios disponibles y suficientes para responder a las necesidades de salud de la población, garantizando la promoción, prevención, diagnóstico precoz, atención curativa, rehabilitadora y paliativa, y apoyo para el autocuidado.

Se debe implementar un sistema integral, como una función de todo el sistema de salud, para garantizar la prevención, la atención primaria, secundaria, terciaria y paliativa. Con sistemas de referencia y contrarreferencia, en este enfoque, la familia y la comunidad son los ejes principales de la planificación y la intervención del sistema, rescatando lo que pudiera ser positivo del actual modelo de atención SAFCI.

En los Niveles de atención como parte de la construcción del nuevo Modelo Sanitario, planteamos que se creen y fortalezcan las redes intermunicipales funcionales de Salud. Para construir estas redes es imprescindible realizar la conversión de todos los puestos de salud, que no tienen ninguna capacidad resolutiva, en Centros de Salud con o sin camas, como puerta de entrada al Sistema Integral y que los centros de salud sean trasformados en policlínicos con especialidades básicas y de atención permanente y continua, incorporando acciones como la coordinación intersectorial y concurrente para encarar los determinantes de la salud, en la promoción y en el control de factores de riesgo de enfermar por condicionantes ambientales y sociales, en la creación de condiciones materiales y modificaciones de conducta para una vida saludable; la prevención de enfermedades con énfasis en la pesquisa oportuna o el diagnóstico precoz de éstas; la resolución integral de los problemas de salud en forma ambulatoria, incorporando mecanismos de financiamiento que incentiven el trabajo colaborativo de distintos sectores, establecimientos y el uso racional de tecnologías sanitarias con eficacia y efectividad científicamente demostrada, que permitan la maximización del impacto sanitario.

Para ello, planteamos que todos los municipios mayores a 2.000 habitantes que hoy tienen solo puestos de salud, asuman la obligación de convertirlos en Centros de Salud en función de la densidad poblacional. Del mismo modo, deberán convertirse los hospitales de Segundo Nivel, en hospitales resolutivos de las redes integradas de salud, y estos hospitales de segundo nivel deben interactuar en red fortaleciendo en cada uno de ellos una especialidad de acuerdo al perfil epidemiológico; conformada así la red municipal o metropolitana de establecimientos de segundo nivel, se tendrá una Gerencia de Redes, mejorando la capacidad resolutiva de los existentes y construyendo nuevos hospitales en función de la estructuración de estas redes, descentralizando la gestión hasta los hospitales de Tercer Nivel para otorgarles autonomía de gestión. El rol de estos hospitales en este modelo de atención, es contribuir a la resolución de problemas requeridos desde la red asistencial, en base al tipo de actividades, nivel de complejidad y especialidades que la propia red le defina, en atención abierta y cerrada, incluida la atención de urgencia. La definición del rol del hospital en este modelo será una coordinación entre los distintos dispositivos de la red, la activa participación de los diversos actores sociales, con lo que se fortalecerá la gobernanza de los hospitales.

En los conglomerados urbanos del eje central deberán implementarse tres redes metropolitanas de salud:

1. Red Metropolitana de la Paz -El Alto-Viacha-Achocalla-Mecapaca-Palca.

2. Red Metropolitana Cochabamba-Quillacollo-Vinto- Sacaba-Colcapirhua.

3. Red metropolitana Santa Cruz-Montero- Warnes –La Guardia.

Cuarto Eje: Creación del Instituto Nacional de Salud

En el presente existen en Bolivia cinco Institutos Nacionales de Salud: el Instituto

Nacional de Salud Ocupacional (INSO), el de Laboratorios de Salud (INLASA), el de Medicina Nuclear (INAMEN), el de Biología de Altura (IBBA), y el Centro Nacional de Enfermedades Tropicales (CENETROP). Además tenemos, los Institutos Clínicos Especializados (Gastroenterológico, Oftalmológico y del Tórax), que componen el incipiente cuarto nivel de atención.

Los actuales avances científicos, tecnológicos, de integración y acceso al conocimiento hacen imprescindible crear y estructurar instituciones receptoras de estos avances científicos. Del mismo modo, se debe buscar la integración de la medicina tradicional, para que sus conocimientos y buenas prácticas estén al servicio de la sociedad. El conjunto de estas instituciones debe conformar el nuevo Instituto Nacional de Salud.

Este Instituto, tendrá como uno de sus roles principales apoyar y fortalecer al Ministerio de Salud en su función de Rectoría y a la red de servicios en el ejercicio y desarrollo de su capacidad resolutiva. Para ello, tendrá como funciones principales desarrollar la investigación sanitaria, estudiar y analizar el impacto de las políticas de salud en la población; normará, evaluará y fiscalizará el desempeño de la red de laboratorios, medicamentos, vacunas y otros; dirigirá investigaciones aplicadas en función de los perfiles epidemiológicos regionales, y el impacto de las patologías prevalentes en el territorio nacional. Deberá determinar el costo de prestaciones médico-quirúrgicas a nivel regional, inicialmente, y a nivel local definirá los paquetes de prestaciones en función del perfil epidemiológico nacional, regional y local y la carga de enfermedad, debiendo actualizar periódicamente las normas de diagnóstico y tratamiento, los protocolos de atención, de acuerdo a los avances científicos y al nuevo modelo de atención de la Medicina Basada en la Evidencia y la Asistencia Sanitaria Basada en la Evidencia.

Deberá coordinar con las instituciones académicas la capacitación de recursos humanos en áreas de investigación, por ello el Instituto Nacional de Salud, será el ámbito que permitirá movilizar el potencial creativo y científico del personal sanitario para producir, utilizar y desarrollar innovaciones tecnológicas y conocimientos sanitarios al servicio del Sistema Boliviano de Salud. El Instituto tendrá la participación de Instituciones Públicas y Privadas, de Sociedades Científicas, de los Colegios de Profesionales, Universidades Públicas, Centros de Investigación, y Organismos Internacionales especializados en el Ámbito sanitario.

Quinto Eje: Participación de la Sociedad Civil Organizada e Integración de la Medicina Tradicional al Sistema de Salud

La participación de la sociedad en la implementación de las Políticas de Salud es una de las “Once Funciones Esenciales de la Salud Pública”, especialmente a partir del análisis de las determinantes de salud en el proceso salud/enfermedad y las diferentes cosmovisiones, que hoy son ejes de la medicina social.

Este enfoque se inicia con Ramazzini, que plantea la influencia del modo de vida en la génesis de las enfermedades. Todo esto, influyó para que se pusiera la atención en el medio laboral, en la vivienda, en la higiene y en el hambre, asumiendo así la importancia del papel que juega en la salud y la enfermedad, la calidad de las condiciones de vida.

A finales del siglo XVIII, se aceptaron los factores externos vinculados a las actividades cotidianas del hombre, tales como las características del trabajo y del modo de vida (Ramazzini, 1700), la calidad del agua de consumo (John Snow, 1836), las características de la vivienda en los barrios pobres (John Ferriar, 1792), la fábrica como productora de enfermedad (Thomas Percival, 1784), las condiciones de vida miserables (Informe Chadwick al Parlamento inglés, 1842), el hambre y la mala higiene (R. Virchow, 1848) y las desigualdades económicas, jurídicas y sociales de los trabajadores denunciadas en Francia e Inglaterra (Engels, 1845). Todos estos factores, hoy se denominan determinantes de salud y por ello se prioriza los componentes de promoción y la prevención utilizando la clasificación planteada por Mark Lalonde. En nuestro continente, la otra vertiente es la Medicina Tradicional Indígena Indo-americana, que es definida como el conjunto de sistemas médicos presentes en Indoamérica, originados en las cosmovisiones indígenas prehispánicas, las cuales poseen entre sí muchas semejanzas en su concepción y en las prácticas de atención de la salud-enfermedad.

Existe en este modelo médico, un principio de vida o “fuerza vital”, conocido con los nombres de Tonalli (Nahuatl) Ool (Maya), y Ajayu (Aymara), que proporciona vitalidad, ánimo y salud, relacionado con la temperatura y la vigilia, y se puede definir como un “aire de la vida”. Este principio, fue malinterpretado por los españoles como “alma”. En algunos lugares se conoce como sombra. Es la entidad que se afecta con el susto y otros fenómenos que desequilibran al ser humano. Estos son los principios doctrinales de nuestro componente de Participación Social, superando las distorsiones de los últimos años en que se confundió la participación social y solo se pretendió fiscalizar el Acto Médico.

Para implementar este eje, se deben desarrollar alianzas entre las Instituciones Públicas y Privadas, especialmente con las Organizaciones Sociales. Esto será necesario para poder formalizar e incluir prácticas de la medicina tradicional, que el Estado tenga la capacidad de regularla y de certificar la profesionalidad de sus practicantes. Todo esto, deberá contribuir a la generación y aplicación de políticas de salud, especialmente de promoción y prevención, respetando y complementando las diferentes cosmovisiones existentes en el país, cuya meta sea crear una conciencia sanitaria especialmente en la generaciones jóvenes.

Sexto Eje: Carrera sanitaria y Formación de Recursos Humanos

No se puede construir un Sistema de Salud, si éste no cuenta con Recursos Humanos capacitados, debiendo el Estado garantizar su estabilidad laboral, remuneración adecuada y capacitación continua.

Para garantizar el desarrollo de los recursos humanos y su capacitación permanente planteamos la implementación de la Carrera Sanitaria y el Escalafón de Ascensos, desde los cargos de base, hasta las direcciones nacionales. En acuerdo con la Universidades Públicas y Privadas deberá establecerse las necesidades y requerimientos de Recursos Humanos, para evitar la sobre-oferta en algunas áreas del sector y superar el déficit en otras, especialmente las de tecnología médica.

Debe dividirse la carrera sanitaria en dos áreas, el Área Clínica, desde cargos de base hasta jefaturas, de servicios y de áreas, dirección de hospitales, de institutos y centros de investigación, y se debe implementar un escalafón, con evaluaciones periódicas y exámenes quinquenales para cada nivel. Es imprescindible premiar salarialmente al profesional que se supera y demuestra haberse capacitado más. Y el Área Sanitaria Técnico Administrativa, donde la carrera será desde cargos de base hasta direcciones generales y gerencias médicas con las mismas modalidades de exámenes de ascenso de carácter quinquenal.

La capacitación debe ser permanente y continua. Se debe establecer bajo la dirección del Instituto Nacional de Salud, la creación e implementación del sistema de formación de Recursos Humanos de carácter multidisciplinario en coordinación con las instituciones de enseñanza, como universidades, institutos técnicos y otros.

En el caso de la inequitativa distribución del personal de salud, es necesario realizar una reingeniería siguiendo el Modelo Sanitario Autonómico, garantizando la transferencia de profesionales, ítems y presupuesto, dependientes del nivel central (Ministerio de Salud y SEDES) a los gobiernos autónomos municipales y las autonomías indígenas, para lograr que en estos últimos ejerzan efectivamente la administración de los servicios de salud.

De acuerdo a los indicadores de producción y perfil epidemiológico de cada establecimiento de salud, se debe realizar una adecuada distribución de los Recursos Humanos calificados con lo que se logrará una atención de calidad a los usuarios de los servicios. Esto debe ir acompañado de una planilla salarial que le permita una vida digna pero además un ingreso equitativo que premie la superación.

Es imperante incentivar tanto el trabajo en el área rural como en fronteras, para que l@s bolivian@s que viven en estas áreas cuenten con profesionales capaces pero que además les permita a estos profesionales permanecer en estas áreas sin que el sacrificio económico sea un incentivo para volver a los centros urbanos, para ello se pueden usar bonos, becas, especializaciones y otros.

Ocho o seis horas de trabajo: Falso Debate

Antecedentes

El Decreto Supremo 7628 del 25 de marzo de 1964, que regula la carga horaria de los profesionales médicos estableciendo la carga horaria médica y la remuneración hora médica, estableció tres cargas horarias, tiempo completo de ocho horas con sueldo mensual, medio tiempo de tres horas con pago hora mes, y tiempo mínimo con pago hora mes.

El Decreto Supremo 10419 de 18 de agosto de 1972, aprueba el estatuto del Colegio Médico y el estatuto del Médico Empleado y divide la jornada laboral del sector en dedicación exclusiva de ocho horas, tiempo completo de seis horas y medio tiempo de tres horas, y especial de 24 horas.

El Decreto Supremo 21553 de 20 de marzo de 1987, deroga el inciso c) del Decreto Supremo 10419 referido a la carga horaria de ocho horas por dedicación exclusiva, y queda establecido que la jornada laboral es de “Seis horas tiempo completo” y “Tres horas medio tiempo”.

El 24 de enero del 2012, se promulga el Decreto Supremo 1126, que establece ocho horas de tiempo completo y cuatro horas como medio tiempo de carga laboral para todos los trabajadores de Salud, argumentando que este incremento laboral es decisión de una cumbre de movimientos sociales y tiene por objeto mejorar la Atención de Salud.

Finalmente, producto de una huelga del sector salud de 53 días, el 16 de mayo del 2012 se promulga el Decreto Supremo 1232, suspendiendo la aplicación del Decreto Supremo 1126 hasta la realización de una “Cumbre de Salud” fijada inicialmente para julio de 2012, y postergada en varias oportunidades, la última fecha fijada por el gobierno sería la primera semana de junio del presente año.

Como hemos podido ver en el diagnóstico y la propuesta, pretender solucionar la crisis estructural del Sistema de Salud, incrementando la jornada laboral de los trabajadores expresa en desconocimiento absoluto de parte del gobierno del MAS del funcionamiento del sector y una actitud demagógica para solucionar esta crisis sistémica.

Asimismo, los trabajadores de salud del Sector Público solicitan su incorporación a la Ley General del Trabajo, y un incremento salarial del 30% para aceptar las ocho horas; los trabajadores de las Cajas de Salud solicitan el incremento del 30% para incrementar su jornada laboral, con el legítimo argumento de que sus derechos laborales están siendo violados, si no tienen un incremento salarial de acuerdo al incremento laboral.

Incrementando a ocho horas la jornada laboral, aún con el incremento salarial que demandaría un elevado incremento del presupuesto para gasto corriente, no se solucionará el déficit de Recursos Humanos. Este déficit, más los de equipamiento, insumos, medicamentos, generan una baja capacidad resolutiva de nuestro sistema, especialmente en el primer nivel de atención y más aún en el área rural, donde paradójicamente el personal de salud trabaja más de ocho horas a dedicación exclusiva y con un horario que responde a la demanda. A pesar del esfuerzo y sacrificio de estos profesionales, los indicadores de salud son los más deficientes.

Esta crisis estructural no se soluciona en una o diez “cumbres” de salud; la propuesta debe ser también estructural y como le planteamos al MSM se resume en: construir un Sistema Nacional de Salud Universal, Eficiente, con Calidad y Solidario.

Exigencias de Corto Plazo

Las principales causas de muerte materna: Son hemorragia (33%), infecciones (17%), y aborto (9%), estas cifras indican que el 70% de todas las muertes maternas son evitables. Con estos indicadores no cumpliremos el compromiso asumido como Estado para lograr las metas del milenio, exigimos tres tareas.

Incrementar el parto institucional en establecimientos de salud con personal calificado. Distribución adecuada transparente y oportuna del bono Juana Azurduy de Padilla.

La mortalidad infantil en el departamento de Potosí es inadmisible (101x mil NV cuando en Santa cruz es de 31x mil NV, 70 puntos menos y el promedio nacional es de 50 x mil NV). Debe implementarse un plan prioritario, especialmente en las zonas rurales de Potosí y en todas las zonas rurales con tasas de mortalidad similares.

Implementar una Política Nacional de Acceso a los Medicamentos Esenciales e Insumos Básicos.

Que se otorgue los ítems suficientes y el equipamiento necesario para que funcione el Hospital de Tercer Nivel de la ciudad de El Alto.

Incrementar de manera inmediata el presupuesto de salud al menos al 7% del PIB o sea Bs.4.000 millones más en la actual gestión.