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Gente despierta. Amparo Sánchez Amparanoia violencia de género. Carles Mesa charla con Amparo Sánchez Amparanoia 24_11_15
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Gente despierta. Amparo Sánchez Amparanoia Violencia de género. Carles Mesa charla con Amparo Sánchez Amparanoia 24_11_15

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Invitamos a todos nuestros “despiertos” a que llamen al programa, y que compartan con nosotros no solo experiencias personales, también nos gustaría contar con opiniones y comentarios sobre la actual Ley integral contra la violencia de género. Se trata de una ley del año 2004 y queremos saber qué piensan, si creen que habría que modificar o no esta norma, porque es cierto que continúan las muertes de mujeres, víctimas de la violencias machistas y las cifras son muy alarmantes, Carles, pero lo más alarmante es ¡que muchas mujeres no denuncian!

Se eligió, esta fecha, el veinticinco  de noviembre, en recuerdo del asesinato de tres mujeres dominicanas, las hermanas Maribal, ocurrido en 1960 por la orden del dictador de la República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo.

Enseguida hablamos de este asunto con nuestra invitada, con Amparo Sánchez, la voz del grupo musical Amparanoia, que fue ella misma víctima de la violencia machista, y que ha reflejado esa terrible experiencia en un libro que tenemos sobre la mesa. Pero antes escuchamos la “Introducción” que hace Luis Miguel Pérez Peris.

La celebración de este año se va a extender, durante dieciséis días más, a partir del veinticinco  de noviembre, hasta el próximo diez de diciembre, para enlazar con el día mundial de los derechos humanos. Dieciséis días de activismo contra la violencia de género en todas sus formas, para pintar el mundo de naranja, color con el que se vestirán calles, escuelas, monumentos o edificios, como las cataratas del Niágara, o la sede de la Comisión europea en Bruselas, o las ruinas arqueológicas de Petra en Jordania o la estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro, por citar solo algunos ejemplos.

Aquí en España, este día internacional por la eliminación de la violencia contra las mujeres viene precedido por la multitudinaria marcha, celebrada hace unos días en Madrid. La primera gran manifestación estatal contra la violencia machista a la que se adhirió la inmensa mayoría de las organizaciones políticas, sociales y sindicales de toda España.

Manifestación en la que se pidió que la violencia machista sea una cuestión de estado y que se reforme la Ley Integral de 2004, para que recoja otros tipos de violencia, como la explotación sexual, o la discriminación laboral, y en la que pudieron escucharse testimonios como este:

Hoy se acerca a la radio para conversar sobre su libro La niña y el lobo. Vivir para contarlo, una historia de violencia machista y superación, publicado en ediciones Lupercalia. Si de algo nos tiene que servir esta charla es, sobre todo, para demostrar que se puede salir, porque nuestra invitada es. también, un ejemplo de SUPERACIÓN.

Voy a leer textualmente un fragmento del libro que a mí me ha dolido especialmente y lo hago no por morbo, ¡en absoluto! Quiero que lo sepas.

Al llegar a casa, acosté a Ángel y cerré la puerta de la habitación. Al salir al pasillo, me sorprendió con un bofetón y después me dió otro. Traté de esquivarlo y de pararlo, pero se me resistía, le daba más coraje y me pegaba más fuerte. Tirada en el suelo del pasillo, pedía ayuda, pero ni mi hermano ni su mujer estaban en casa, así que solo podía llorar y desear que se cansara y parara. Después de unas patadas en el estómago y la espalda, y muchos insultos vi que se dirigía al cuarto. Me levanté de un salto asustada, pensando que pudiera hacerle algo a nuestro hijo; pero al entrar le vi tumbado boca abajo en la otra cama, borracho, con la respiración entrecortada y murmurando: “así aprenderá a respetarme la muy zorra”. Me acosté sigilosamente junto a Ángel, que dormía profundamente. Lloré muy bajito. Dolorida por los golpes y por la humillación, me dormí.

Y, bueno, no tuve ese apoyo, pero sí que tuve este médico del que habla otra terapéuta que aparece más adelante, que también fue la que me dió el empujón final. Y, bueno, cuando ya me atreví a contárselo a mi mejor amiga, que es la que trabaja hoy día contra la violencia, que te he contado al principio, y a mi hermana. Entonces, bueno, la reacción de las dos fue increíble, mi hermana, sobre todo, decía: “Cómo no he podido darme cuenta, ¿no?. La de veces que te he visto y me has dicho: <No, me he pegado con un armario> <No, me caí de la ducha>  <No, no se que…>. Entonces, cómo no me he podido dar cuenta de que tú tenías heridas , de que te estaba pasando algo, y de que estabas triste. Y, claro, cómo no me daba cuenta de que te estaba pasando algo, ¿no?”. Y… pero, bueno, fue buenisimo contárselo a ellas dos, me sentí muy liberada, y, sobre todo, me sentí muy bien de decirles:  “Me voy. O sea, os estoy contando esto, he pasado por todo esto, pero no os preocupéis, porque ya lo tengo claro y me voy”.

 

ADJUNTO UN GRÁFICO DE LA ESCALADA DE VIOLENCIA

Tras escuchar el programa: Gente despierta. Amparo Sánchez Amparanoia violencia de género. Carles Mesa charla con Amparo Sánchez Amparanoia 24_11_15, Hay que dirigir el debate en clase para que lleguen a distinguir las diferentes etapas de la Escalada de violencia que se produce en la “Violencia de género”

Escalada de la violencia de género 1.jpg

ESQUEMA DE LA ENTREVISTA Y DEL VIAJE DE AMPARO

Emponderamineto Amparo Sánchez - copia.jpg

Interpretación del Esquema Amparo se define en la actualidad como una mujer recuperada. Hasta llegar a este punto ha vivido como víctima de maltrato un fuerte conflicto entre, por un lado, verse a sí misma como una mujer incompetente, asustada, con sentimiento de culpa posicionamientos construidos fundamentalmente por la voz de su ex marido, y, por otro lado, considerarse como una mujer fuerte, trabajadora y madre responsable, posicionamientos articulados gracias a la voz del médico, su hermana, amiga, terapeuta,..., al contrapunto de la voz de su ex marido. Tal conflicto llega a un punto de inflexión generado por un fuerte miedo a morir y el tener que cuidarse por el bien de su hijo, y que pudo resolverse gracias a su gran fortaleza y su música. Tal situación, gracias al apoyo familiar, desencadenó su huida de casa, lo que es considerado el final de verse a sí misma como víctima y empezar a verse como mujer en proceso de recuperación de su propia identidad. Lo que permitió marcharse de casa con su hijo, terminando así su consideración de ella misma como víctima y empezar a verse como mujer que recupera el control de su vida y su propia identidad.

PROCESO DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO