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Cartilla_Moneda_Social_2012
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RED LATINOAMERICANA DE SOCIOECONOMIA SOLIDARIA

RedLASES

Moneda social y democracia: manual para comprender y hacer

Cómo mejorar la economía de tu casa y también la de tu barrio, ciudad y región, buscando la armonía con el planeta.

ABC de la Socioeconomía Solidaria - Buenos Aires 2011 - www.redlases.org.ar



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¿Qué es la RedLASES?

La Red Latinoamericana de Socioeconomía Solidaria es un espacio abierto de reflexión, formación e intercambio de experiencias, que nació en Buenos Aires en noviembre de 1999, como iniciativa de un grupo de impulsores de la Red de Trueque Solidario que consideró que:

*en sus cuatro primeros años de existencia, el modelo vigente de clubes de trueque ayudó significativamente a muchísimas personas en situación de desempleo, pero no logró resolver ni el problema técnico de la producción en escala, ni el problema político de gestión democrática de un modelo de red abierta y participativa;

*la moneda social es una estrategia suficientemente poderosa para ser utilizada por otras iniciativas que están construyendo modelos alternativos de Economía Social Solidaria, Desarrollo Sustentable, Comunidades en Transición, Permacultura Integral, Economía Circular, Economía Azul, entre otros, de cuya articulación podrán aparecer respuestas creativas e innovadoras, capaces de enfrentar a la vez y mucho más eficientemente la exclusión social y la sustentabilidad del planeta, garantizando la vida de las futuras generaciones.

Desde su creación, además de realizar actividades semanales regulares de capacitación permanente en el Nodo Obelisco (Buenos Aires) entre 1997 y 2007, desarrolló también seminarios nacionales e internacionales en los que participaron organizaciones de Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, Ecuador, Perú, Colombia, Honduras, El Salvador, Canadá, Venezuela, Francia, Holanda, Japón y Alemania. El tema central de esos encuentros fue principalmente el uso de monedas sociales como instrumento de la Economía Solidaria y, a partir de Junio de 2003, con el lanzamiento del Proyecto Colibrí, se integró como objetivo central la construcción democrática para el desarrollo social y ambientalmente sustentable.

Los invitamos a visitar nuestro sitio web y dejarnos sus comentarios, dudas y contribuciones: www.redlases.org.ar

Heloisa Primavera heloisa.primavera@gmail.com, Carlos del Valle cibercharli@gmail.com Augusto Chiesa agchiesa@gmail.com Carlos Henrique Castro clubedetrocas.sp@gmail.com Ana Carolina L. Matte anaclmatte@gmail.com PaolaArbiser paola.trad@gmail.com André Miani andremiani@gmail.com

Este manual fue realizado por Heloisa Primavera (idea y texto final), con la colaboración de Carlos Henrique Castro (texto MTS), Ana Carolina Matte e Paola Arbiser (traducción y revisión de textos), André Miani (design/producción) y Augusto Chiesa (producción).



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MONEDA SOCIAL Y DEMOCRACIA: MANUAL PARA COMPRENDER Y HACER

Este manual es la segunda publicación de la serie ABC de la Socioeconomía Solidaria para enseñar a hacer, lanzada en enero de 2001 en la primera edición del Foro Social Mundial en Porto Alegre, Brasil. Vale la pena contar que la primera tuvo mucho éxito: hay en circulación más de 3000 ejemplares en toda a América Latina, que fueron comercializados por moneda social u oficial. En Brasil, existió una versión en Portugués, editada por la Agencia de Cooperación Alemana (GTZ), hoy agotada, razón por la cual este manual incluye una versión parcial, abreviada y modificada a partir de las mismas prácticas que siguieron aquella cartilla para comenzar una red de intercambios solidarios, también denominada de trueque multirrecíproco.

En distintos países de América Latina y otras regiones del mundo, además de las ediciones nacionales e internacionales del Foro Social Mundial, cada vez más se realizan ferias de trueque con moneda social, aisladas o en eventos de Economía Popular y Solidaria. La razón porque ello ocurre es muy simple: los participantes comprenden de inmediato que es una actividad beneficiosa para ellos. Pero, por otro lado, ello no garantiza que tales experiencias se reproduzcan y se mantengan en el tiempo cuando vuelven a sus lugares de origen, porque los participantes creen que es difícil organizarlas, porque parece no del todo legal “producir una moneda distinta a la oficial” o, aun, con más frecuencia por exceso de trabajo en las actividades que pocas personas deben desarrollan para el crecimiento y persistencia de las iniciativas.

En otras palabras, la búsqueda de permanencia de esas actividades en el tiempo es una excelente razón para difundir un manual que empiece a despejar tales objeciones y abra la puerta a la creatividad para que cada grupo experimente cómo es posible, a partir de la moneda social, empezar a distribuir la riqueza, en vez de concentrarla, hoy un punto crítico de nuestra civilización. Encrucijada que podemos mirar de frente o hacer de cuenta que no existe. O que depende de otros: gobiernos, empresarios bien intencionados o ¿?

Haremos una breve introducción histórica, con explicaciones acerca de por qué, para qué, para quién y cómo hacer, pero el objetivo principal de este manual es mostrar a los lectores que es posible hacer algo para cambiar la economía hoy, aquí y ahora. E ir más allá. Empezando por la economía de cada uno/a, su familia, su grupo de pertenencia, su barrio, su ciudad, hasta llegar al planeta como límite, si comprendemos la interrelación forzosa de nuestros pequeños gestos de consumo cotidiano como parte de un todo mayor que está en nuestras manos.

Como es deseable que queramos saber más, de tod*s y entre tod*s, actualizaremos periódicamente el sitio web de RedLASES, donde encontrarán también nuestra historia como movimiento, que nació en 1997 a partir de las redes de trueque en Argentina, documentos en varios idiomas producidos por nosotros, eventos realizados y las iniciativas que se están llevando a cabo en distintos horizontes, a partir del Programa de Alfabetización Económica (1999) y el Proyecto Colibrí (2003): www.redlases.org.ar



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Los contenidos de este manual abarcan los siguientes temas:

I. Cómo comprender lo que está pasando en tu casa. Qué es Economía Solidaria. Qué son los clubes de trueque. Dónde existen hoy en América Latina. Iniciativas en Brasil y otros países de la región. Quiénes las apoyan. Cómo es la situación en el resto del mundo.

II. Cómo cambiar lo que no anda bien. Comenzar por una Feria de Trueque Solidario en su barrio.

III. Cómo ir más allá y aceptar nuevos desafíos. Continuar con un Club/Grupo de Trueque en su barrio.

IV. Cómo formar parte de una comunidad mayor. Conocer otras experiencias en Brasil y otros países de América Latina y articularse con ellas. El Proyecto COLIBRÍ y el paradigma de la abundancia.

Para que esta comunidad crezca, su participación es imprescindible. Envíenos sus comentarios, sugerencias y propuestas a info@redlases.org.ar o a heloisa.primavera@gmail.com

I. CÓMO COMPRENDER LO QUE ESTÁ PASANDO EN TU CASA.

Qué es Economía Solidaria. Qué son los clubes de trueque. Dónde existen hoy en América Latina. Iniciativas en Brasil y otros países de la región. Quiénes las apoyan. Cómo es la situación en otras regiones del mundo.

1. ¿Qué es Economía?

Aunque la palabra misma dice que es “el conjunto de reglas de ordenamiento de la casa” (en griego oikos quiere decir casa y nomos son las reglas), hoy resulta difícil asociarla a este significado. Hicimos encuestas en la calle y en escuelas: cuando se dice Economía la gente piensa enseguida: políticos, banqueros, corrupción, empresarios, crisis, crisis permanentes, trabajo en negro, ahorro, préstamo, dinero que falta... en este orden!

¿Por qué? Porque así se presenta la realidad a nuestros ojos. Quizás, también eso explique el desarrollo de tantas formas alternativas de economía en las últimas décadas, ya que las crisis económicas ocurren cada vez con más frecuencia: economía popular, economía de solidaridad, economía social y finalmente economía social y solidaria.



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Ello ha ocurrido sobre todo a partir de las décadas de los ‘60, cuando proliferaron las dictaduras militares en América Latina, pero también en Europa, con la acentuación de las crisis nacionales provocadas por las grandes migraciones de los países del Este, África y Asia. Actualmente, existen varias redes mundiales de articulación de Economía Solidaria, el nombre que ha conquistado mayor adhesión, como fue entre 2000-2007 el Polo de Socioeconomía Solidaria (www.pses.org) de la Alianza para un mundo solidario, plural y responsable (www.alliance21.org) y como sigue siendo hoy la RIPESS (Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social y Solidaria - www.ripess.net), el Forum Asiático de Economía Solidaria, la Red Norteamericana de Economía Solidaria (www.populareconomics.org), entre otros. En Francia, durante el gobierno de Lionel Jospin se creó en el Ministerio de Trabajo una Secretaria Nacional de Economía Solidaria, durante cuya gestión se encargó a Patrick Viveret un Informe sobre Reconsiderar la Riqueza, que resultó un instrumento muy inspirador para teóricos y practicantes de la Economía Solidaria. Análogamente, es a partir de 2003 que se crea en Brasil la SENAES (Secretaría Nacional de Economía Solidaria), también en el Ministerio de Trabajo y Empleo. Esta última aun persiste y se reconoce mundialmente que ha dado un impulso extraordinario a esa economía, organizándola a partir de iniciativas de la sociedad civil, organizaciones de colectivos de trabajo y entidades de apoyo, como universidades y entidades religiosas que ya tenían gran presencia en los movimientos de base, pero carecían de articulación con las demás. En este sentido, es importante reconocer la creación del FBES (Forum Brasileiro de Economia Solidária), espacio de interacción permanente integrado por los distintos actores sociales como base del diseño y gestión de una política pública para el sector. La SENAES y el FBES reconocieron a los clubes de trueque como emprendimientos de la Economía Solidaria y Copn ello abrieron camino para el desarrollo de formas emergentes como son los bancos comunitarios con monedas sociales locales, derivados de los primeros “clubes de trueque” inspirados en el modelo argentino. (www.senaes.mte.gov.br) (www.fbes.org.br) (www.bancopalmas.org.br).

2. ¿Qué es Economía Solidaria?

Se puede decir que Economía Solidaria es una forma de economía destinada a producir bienestar colectivo y no la acumulación de riqueza en pocas manos. Muchas formas de producción pueden ser incluidas en esa clasificación, como las cooperativas, las pequeñas asociaciones informales de productores, pero su característica principal es la entre-ayuda entre sus miembros, su activa y democrática participación en las tomas de decisión y una distribución igualitaria de los beneficios. Para organizar tales actividades, elementos fundamentales de la construcción de una democracia participativa, es necesario observar que éste sea un proceso integral, en el cual:

- la producción sea colectiva, aun en pequeñas unidades, familiares o no, para promover un uso eficiente de los recursos y la cooperación que el sistema capitalista vigente destruye, en forma automática y permanente, cuando promueve la competencia y la acumulación;

- la comercialización sea justa, es decir, tienda a eliminar los costos de intermediación innecesarios, atienda a condiciones de producción que eviten la explotación de los trabajadores, al mismo tiempo que esté en armonía con la naturaleza; es aquí donde intervienen los sistemas de intercambio no monetarios, entre los cuales se encuentran los mecanismos de canje, directo o con monedas complementarias;



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- el consumo sea ético y responsable, es decir, favorezca el reciclado, el buen uso de los recursos locales, con especial atención a la preservación del ambiente; cada acto de consumo debe ser visto como un acto político que promueve uno de los dos modelos políticos de economía: el de concentración o el de distribución de la riqueza.

Al mismo tiempo, debemos ser realistas y comprender que, en esta larga transición de paradigma en que estamos viviendo, debemos abrirnos a la idea de un mercado mayor que el de la Economía Solidaria, a un mercado superador del mercado capitalista financiero, en la medida que proponemos un mecanismo corrector de su principal defecto: la escasez de moneda corriente y de crédito. Asimismo, debemos abrirnos a iniciativas convergentes con la Economía Solidaria en la construcción de la democracia participativa, como lo son, por ejemplo, el presupuesto participativo y el desarrollo sustentable.

Si pudiéramos sintetizar en una frase la pluralidad de caminos de ese nuevo paradigma, quizás estaría en la conocida inspiración de Mahatma Gandhi: “Necesitamos vivir simplemente para que muchos puedan simplemente vivir”. Aún estamos a tiempo de hacer esta elección, que implica sin duda un cambio en nuestra forma de pensar el desarrollo y sus instrumentos.

3. ¿Qué son los "clubes de trueque"?

Clubes de trueque, redes de trueque multirrecíproco, mercados de intercambio solidario, entre otros, son denominaciones que se dan a distintas formas de intercambio sin utilización del dinero oficial, vigentes actualmente en todas las regiones del mundo y que comparten primariamente la finalidad de ayudar a reinsertarse en el Mercado a personas en situación de precariedad laboral. En ellas, se utilizan medios de intercambio (cuentas o bonos de intercambio), de modo tal que el escaso dinero oficial disponible puede ser utilizado para otras finalidades, como son la compra de materia prima o el pago de servicios, que aun no se pueden hacer de otra manera.

Es importante comprender ese funcionamiento y las razones de la denominación “club de trueque” ya que, con frecuencia, son confundidas con el intercambio directo, que prácticamente no ocurre. De ahí la denominación de “trueque” multirrecíproco para indicar que no se trata de intercambio directo, sino de “libres” intercambios en ausencia de la moneda oficial.

Sabemos que desde los primeros tiempos de las civilizaciones, el trueque fue la forma de obtener bienes y servicios para la supervivencia, en forma directa, sin utilización del dinero. Dos eran sus limitaciones principales:

* No siempre la persona que necesitaba algo producía lo que su proveedor ofrecía; * No siempre los "valores" a intercambiar eran equivalentes.

De ahí, la necesidad de contar con un elemento intermediario como han sido las distintas formas de dinero que han existido. Pese a los desequilibrios del sistema financiero actual, es importante reconocer que la moneda fue una increíble innovación social para atender esa situación, llevando con ella dos funciones principales: la de medio de pago y la de unidad de cuentas. Sin embargo, a lo largo de su evolución, adquirió una tercera función que la desvirtuó de su papel original: fue la función de reserva de valor, que provoca que su



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tenencia acumulada se convierta en una nueva práctica social, por la cual se paga un valor agregado, hoy denominado interés bancario.

Según Margrit Kennedy, importante referente internacional, una de nuestras fuentes de inspiración desde el principio, coordinadora del movimiento de monedas regionales en Alemania, el interés bancario es el responsable mayor por las disfunciones extremas que asistimos en esta etapa del capitalismo. www.margritkennedy.de www.monneta.org Aquellos que detienen grandes masas de dinero prefieren colocarlas en la especulación (préstamos de riesgo, bolsa de valores, hipotecas tercerizadas en grandes paquetes de basura especulativa, etc.) que invertirlas en la producción, es decir, en la economía que atiende a las necesidades de consumo básico del bien vivir con dignidad del conjunto de seres humanos.

Por eso, en la iniciativa que se conoció como "clubes de trueque", como fueron denominados en Argentina en la década de los'90, las dificultades mencionadas del trueque directo eran superadas gracias a la utilización de un "bono" emitido por sus mismos usuarios, para sustituir la moneda oficial, siempre escasa y concentrada en bolsones concentradores. Teniendo en cuenta la propiedad de esos "bonos" de distribuir la riqueza producida por el trabajo humano, los hemos denominado "monedas sociales", denominación hoy bastante difundida.

El trueque multirrecíproco, con monedas sociales vinculadas al desarrollo local, se reveló un eficiente mecanismo de superación de las disfunciones del sistema vigente, y no una regresión al pasado como pretenden algunos que no entienden el funcionamiento de ese “multitrueque” - superador con bonos abundantes y suficientes para las necesidades de producción y consumo de los grupos organizados.

Para aquellos que quieran reconstruir la historia del dinero y el interés bancario recomendamos vivamente que exploren, entre otras, la excelente colección de videos producidos por Paul Grignon, inicialmente traducidas al castellano por nosotros, bajo el nombre “Dinero como deuda” http://www.youtube.com/watch?v=cNeTIcDyP0A

En este sentido, creemos importante rescatar que todas las formas de resistencia a la moneda oficial única, sea ella la moneda nacional, el dólar americano, el euro o el yen, deben ser consideradas como parte de un amplio movimiento de reconquista de un MERCADO PARA TODOS, empezando por incluir a los que han sido históricamente excluidos, pero extendiéndose a un nuevo tipo de mercado que nuestra sociedad de abundancia - de conocimiento y materia - ayuda a replantear. Con nuevos criterios y la responsabilidad de dejar un planeta viable para las futuras generaciones.

4. ¿Es legal producir moneda social? Es absolutamente legal. Porque su uso es voluntario, es decir, nadie está obligado a aceptarla. Además, porque no puede ser depositada en bancos para generar más monedas sin trabajo humano. Por ello, técnicamente, para las organizaciones de control del estado, inclusive los bancos centrales, lo que denominamos moneda social no es técnicamente dinero, sino un bono que representa un acuerdo mutuo entre personas para utilizarla “en vez del dinero” que no tienen y que impide la realización del Mercado como espacio social fundamental donde personas satisfacen mutuamente sus necesidades. Así es porque, más que legal, sostenemos que la moneda social es una importante herramienta de las finanzas solidarias que ha venido creciendo en todo el mundo en las últimas décadas. Ya ha habido



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experiencias muy significativas, como en el caso de Argentina, donde la crisis de desempleo de los años ‘90 provocó la respuesta de más de diez mil grupos organizados, con la presencia de más de seis millones de personas que adhirieron a la idea, según datos de la agencia Gallup del año 2002.

En realidad, en los últimos veinte años comenzaron a aparecer en el mundo diferentes maneras de realizar transacciones sin dinero, ya sea por un sistema de cuentas, en el cual se organizan grupos cerrados en los cuales cada participante tiene derecho a cierta cantidad de débito (deuda) y cierta cantidad de ahorro temporario; otra forma es mediante la utilización de algún tipo de vale o bono, que son diseñados, distribuidos y controlados por los mismos participantes.

Las experiencias pioneras fueron los LETS (Let's significa “¡Vamos!”) iniciados por Michael Linton, en Vancouver (Canadá) en 1982, y luego diseminados por su iniciativa a Inglaterra, Escocia, Noruega, Finlandia, Bélgica, Holanda, Francia, Australia y Nueva Zelanda. Se trataba del principio de “crédito mutuo”, operaba por medio de cheques emitidos por los deudores a los acreedores, teniendo topes establecidos de deudas y de acumulación. Las formas originales se transformaron en cada país y siguen existiendo en formatos autónomos muy distintos. Actualmente, Linton impulsa un movimiento denominado Open Money (www.openmoney.com). En 1992 aparecieron los primeros billetes de papel que emulaban al dinero de curso legal: fueron las horas de Ithaca (Estados Unidos) impulsadas por Paul Glover como forma de promover el desarrollo local (www.ithacahours.com) Hoy existen más de 700 iniciativas similares solamente en ese país.

Todo queda más claro si recurrimos a la definición de dinero dada por el economista belga Bernard Lietaer, aliado e inspirador, uno de los autores del primer proyecto de moneda oficial europea (ECU), y desde hace más de una década, entusiasta promotor de las monedas sociales en todo el mundo: “Dinero es un acuerdo dentro de una comunidad para utilizar algo como medio de pago.”

Si hoy falta dinero en tu casa es porque a lo largo de los tiempos, éste perdió su función primordial como entendida por Lietaer. En otras palabras, con la transformación del sistema monetario, la gente común perdió el derecho a tener un trabajo digno y dinero, ya que éste fue desviado hacia el circuito financiero, donde los bancos se dedican a fabricar más dinero que será transformado ¡en dinero improductivo! Si quiere saber más sobre las causas de las disfunciones del sistema financiero internacional vigente, visite el sitio http://bit.ly/SOyZsb sobre el por qué es posible que la ambición crezca sin límites (“Quiero toda la Tierra más el 5%”).

Aun si desconocemos los misteriosos laberintos del mundo de las finanzas, es bueno saber que esa definición de dinero es practicada de muchas maneras en la actualidad, aun por el mundo de los que se manejan con (mucho) dinero oficial, principalmente empresas y bancos. Convivimos hoy con muchas formas de dinero que no parecen dinero! Son los bonos de descuentos, tarjetas de fidelización de grandes empresas, millas aéreas voladas y extendidas a enormes grupos de empresas, tarjetas de crédito, etc. Una creatividad sin límites entre los que ya saben hacer negocios Pareciera ser que ésta es la oportunidad para que empiecen a hacerlos aquellos que más necesitan... dinero, trabajo y vida digna ¿no?

5. ¿Cuántas iniciativas de monedas sociales existen actualmente en América Latina?



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¡No se sabe! Pero, sí, se sabe que son muchas y muy diversas. No existen cifras actualizadas porque las monedas sociales no han conformado un movimiento social de envergadura, dados los distintos contextos de evolución en los distintos países de la región. Alguna información sobre América Latina, parcial pero actualizada y confiable, existe en el sitio www.taoaproject.org, entre las cuales se menciona a varios miles de participantes en Argentina, relevados entre noviembre 2010 y enero 2011.

En la región del Gran Buenos Aires, conocemos personalmente la existencia de la Red Club del Trueque Zona Oeste, cuyo fundador, Fernando Sampayo, desapareció prematuramente el año 2009. Hasta entonces, esta red registraba alrededor de 45.000 inscritos desde el año 1998. Muchos nodos siguen activos y algunos cuentan con más de 600 personas en sus ferias semanales, con un aporte promedio de uno a dos salarios mínimos mensuales al grupo familiar. Informes de visitantes a la Red Global de Trueque, en diciembre de 2010, hablan de la inexistencia del nodo fundacional de Bernal y el repliegue de un proyecto de envergadura... hasta el 2012. Su sitio web no arroja hoy más de una decena de experiencias autogestionadas, no dependientes de ellos, pero que aceptan pertenecer a esa histórica iniciativa, frente a las más de diez mil existentes en 2002: http://redglobaldetrueque.blogspot.com/2008/05/nodos-de-la-red-global-de-trueque.html

Otra es la situación en Brasil, donde el primer club de trueque de Brasil fue creado en agosto de 1998 en San Pablo, por iniciativa de la ADI (Asociación para el Desarrollo de la Intercomunicación), quien confió al incansable militante Carlos Henrique Castro la misión de conocer el funcionamiento interno de los clubes de trueque de Argentina y organizarlos en esa ciudad. Ese club aun existe y es un modelo para nuevas iniciativas. Después vinieron los de Río de Janeiro, Porto Alegre, Florianópolis, Curitiba, Victoria da Conquista, Goiania, Fortaleza y el resto del país, con variantes según el tipo de grupo que los anima. Actualmente, a pesar de no haber estadísticas centralizadas, se estima la existencia de unos ciento cincuenta a dos cientos grupos en funcionamiento, incluyendo novedosas iniciativas culturales del denominado “Circuito Fora do Eixo” (Circuito Fuera del Eje). A su vez, la SENAES - Secretaría Nacional de Economía Solidaria del Ministerio de Trabajo y Empleo - reconoció y apoyó los clubes de trueque como una de las formas que asumen los emprendimientos de Economía Solidaria. Por ello, organizó en 2004 la primera reunión de articulación de los clubes a nivel nacional (http://www.mte.gov.br/ecosolidaria) y promovió la participación de los mismos en la Primera Feria Nacional de Economía Solidaria, realizada en abril de 2006, en la ciudad de San Pablo. Varios clubes de trueque participaron de todas las ediciones del Foro Social Mundial, en Porto Alegre, Mumbai y Caracas, y desde 2005 están presentes en la Feria de Cooperativismo Alternativo de Santa María, en el estado de Rio Grande do Sul, importante evento anual que se extendió a todos los países del MERCOSUR y más allá.

Pero, sin dudas, el fenómeno más significativo en Brasil fue la emergencia de los bancos comunitarios con moneda social local, sobre los cuales nos referiremos más adelante: www.bancopalmas.org.br Este fue un ejemplo de incorporación del “modelo argentino” de moneda social el año 2002, que migró hacia un sistema de moneda respaldada en la moneda oficial, con el apoyo del Banco Central de Brasil. En la actualidad existe una Red Nacional de Bancos Comunitarios, en su mayoría coordinados por el Instituto Banco Palmas, con un diálogo muy prometedor con el Banco Central y el poder ejecutivo de ese país http://www.bcb.gov.br/Nor/relincfin/relatorio_inclusao_financeira.pdf



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Otro ejemplo significativo actual es el del Sistema Nacional de Trueque de Venezuela que, si bien estuvo inicialmente inspirado en el “modelo argentino”, en sus cinco años de existencia logró desarrollarse sin las desviaciones capitalistas del mismo, progresando hacia una fuerte descentralización y autonomía en su sistema de gestión: Cuentan en la actualidad con trece monedas sociales locales, en las distintas regiones del país http://www.insai.gob.ve/index.php

6. ¿Es posible organizar algo simple y atractivo para demostrar que podemos mejorar las condiciones de vida de nuestras familias y de nuestro barrio?

Claro que sí. Aunque nunca hayas ido a alguna feria, o hayas ido y no hayas comprendido bien de qué se trata, es posible organizar una Feria de Trueque Solidario con todos los elementos que después permiten continuar con grupos permanentes. Prepara todo y antes de hacerlo, consulta a alguien que ya tenga experiencia. Somos muchos los que asesoramos este tipo de iniciativas, aun a distancia... como corresponde hoy día, para aprovechar el desarrollo de la TIC y el software libre.

7. ¿Cómo podemos denominar este tipo de iniciativas para difundirlas a un gran público, aun fuera de movimientos organizados como la Economía Solidaria? En Brasil, la hemos denominado MTS: Mercado de Trueque Solidario porque ya se estaba utilizando la denominación Mercado, pero se puede optar por Feria de Trueque Solidario, si no hay riesgo de confundirla con otra feria ya existente. Porque lo que vale es lo que se hace allí... Puede durar dos o tres horas, una tarde o varios días, como en el caso de la Feria de Santa María, Río Grande del Sur, que reúne a más de 80 mil participantes cada año, durante 2-3 días.

II. CÓMO CAMBIAR LO QUE NO ESTÁ BIEN: Comenzar por un Mercado de Trueque Solidario en tu barrio.

8. ¿Y qué es el MTS - Mercado de Trueque Solidario? Es un espacio donde las personas intercambian productos, servicios y saberes sin hacer uso del dinero oficial, en forma solidaria, es decir, promoviendo la cooperación en vez de la competencia propia del mercado neoliberal, respetando normas éticas y ecológicas al producir y consumir.

En un evento de corta duración, ya sea preparado exclusivamente como MTS o incluido en un evento mayor ya existente, es muy importante recordar que su objetivo principal es de carácter pedagógico, cultural y político, o sea, el MTS propone a todos los participantes la experiencia de una nueva manera de hacer circular la riqueza, con la lógica del trueque solidario, donde los resultados pueden ser alcanzados sin la utilización de dinero.

En las experiencias realizadas hasta ahora, observamos que muchas personas que pasan por el espacio de la feria terminan interesándose por productos expuestos, pero al no tener moneda social, no pueden adquirirlos ni conocer el funcionamiento de la feria. Es por eso que recomendamos que dichas personas sean encaminadas a emprendimientos donde puedan comprar productos con moneda oficial, para llevarlas al Ecobanco y allí cambiarlos por monedas sociales. Es otra forma de aprender a participar del “trueque solidario”. Como resultado de esa práctica, más personas participan, más emprendimientos solidarios