Ver también Trabajo De Investigación del Dr.Carrasco
'Cryptococcus spp', 'Malasezzia spp' y 'Candida albicans', los tres hongos que podrían estar relacionados con la ELA
Entrevista de Xavi Granda a Luis Carrasco
El pasado jueves, el catedrático de Microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid Luis Carrasco publicó un artículo que demuestra la presencia de hongos en el cerebro de pacientes de ELA ya fallecidos, lo que podría explicar el origen de la enfermedad. En su opinión, tratar la infección fúngica beneficiaría mucho a los pacientes, pero son necesarias más investigaciones. Os dejo la entrevista que le hecho, por si fuera de vuestro interés o de alguien conocido
Plantean un posible origen fúngico de la ELA Badalona, 4 de mayo de 2015
Luis Carrasco, catedrático de Microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid e investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa se quedó ciego por una retinopatía, una enfermedad rara causada por un hongo, que ha investigado. Este ha sido el punto de partida de un trabajo publicado la semana pasada en el International Journal of Biological Sciences y en el que confirma la presencia de la infección fúngica (por hongos) en el tejido cerebral y en el líquido cefalorraquídeo de pacientes con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
- ¿El punto de partida de sus investigaciones fue quedarse ciego?
Sí, lo publiqué en 2005, cuando estuve muy seguro: lo descubrí en 1999 y, entonces me di cuenta que en medicina no se tiene en cuenta a los hongos.
- ¿Pudo tratarse los hongos que le dejaron ciego?
Sí, mi estado de salud cambió totalmente desde que empecé los tratamientos en 1999, aunque no revertí la retinopatía, pero sí el estado general de salud. Entonces me di cuenta que hay una serie de enfermedades que pueden estar causadas por hongos como la esclerosis múltiple, que fue la primera en la que pensé.
- ¿Las infecciones por hongos pasan desapercibidas en medicina?
Claro. Los médicos ven algunas, como las candidiasis mucofaríngea, que la veo hasta yo que soy ciego. O algo muy evidente en la piel, o una enfermedad de transmisión sexual… Pero los ensayos que hay para ver infecciones de hongos diseminadas dentro del cuerpo –sobre todo infecciones que no son muy “floridas”, como dicen los médicos– se ven muy mal. Por eso yo me dediqué a desarrollar métodos para detectar infecciones de hongos en personas, primero en sangre, luego en líquido cefalorraquídeo y luego en el cerebro.
- ¿Por qué en el cerebro?
Porque no debe haber hongos en el cerebro, como en las mucosas o en el intestino. En colaboración con el neuropatólogo Alberto Rábano (responsable del Banco de Tejidos del Instituto de Salud Carlos III) conseguimos muestras de cerebros de personas fallecidas de ELA. Y vimos hongos de diversos tipos en las muestras y, al extraer el ADN, las identificamos.
- Entonces, si no tiene que haber hongos en el cerebro, ¿cómo llegan? ¿Puede prevenirse?
Porque las bacterias, los virus y los hongos llegan a todos sitios. Excepto con vacunación específica, no puede prevenirse, como no se puede prevenir una infección bacteriana, una infección fúngica o una infección viral. Pero, por ejemplo, si tienes una amigdalitis, te tratas con amoxicilina o con el tratamiento que sea.
- ¿Cuáles creen que deberían ser los siguientes pasos?
Yo no soy médico, pero alguien debería comenzar un ensayo piloto en Alzheimer y en ELA para hacer un tratamiento con antifúngicos, un tratamiento que está autorizado por Sanidad y que no tiene efectos tóxicos.
- El cerebro tiene una barrera que lo protege, la barrera hematoencefálica. ¿Estos fármacos la atraviesan?
Sí, llegan muy bien al tejido nervioso, al cerebro.
- ¿Se administran por vía oral?
La mayoría, otros se administran por vía venosa, son de uso hospitalario.
- ¿Qué recomendaría a los pacientes de ELA?
Lo más fácil es que busque un método para comprobar si tiene o no hongos en sangre: estas infecciones fúngicas son diseminadas y se manifiestan perfectamente en sangre.
- ¿Y en caso de que dé la prueba por hongos?
Que le lleve a su médico de referencia los resultados y le diga que tiene una infección diseminada. No sabemos si eso causa o no la ELA, pero la infección está ahí y hay que tratarla. Pero recordar siempre que los tratamientos los tiene que recetar, que seguir y que vigilar un médico. Y que posteriormente su neurólogo hiciera un análisis para estimar si hay o no mejora.
- ¿Cuál es el siguiente paso de su investigación en este campo?
Quiero hacer un segundo trabajo en ELA mucho mayor. Y querría analizar varias zonas del cerebro –incluyendo la médula– y espero publicarlo en un año.
Entrevista de la Plataforma con D.Luis Carrasco 11 mayo 2015
Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa”
Asistentes C.B.M. D. Luis Carrasco Llamas Dª Ruth Alonso Dª Diana Pisa
Por la PLATAFORMA Mariluz, Araceli , Pepe, Salvador
ANTECEDENTES:
La figura de Luis Carrasco, que fue en su día director de este Centro, tiene una larga trayectoria en su especialidad de trabajo, encauzada fundamentalmente al estudio de los virus. Sirva de ejemplo este enlace http://www.fsochoa.es/ConvenioONCE-CBM.pdf
En su calidad de paciente de rinopatía (síndrome de Azoor que le condujo a la ceguera), su labor científica fue patrocinada por la ONCE, convirtiéndose en el primer paciente que consiguió averiguar la causa de su enfermedad. Nos indica que, desde este patrocinio privado (y algunos otros), ha venido desarrollando investigaciones que le han permitido descubrir la presencia de hongos en enfermedades degenerativas.
Un estudio de la misma característica sobre Alzheimer, fue publicado anteriormente, y propuso las mismas iniciativas a la organización médica.
RESUMEN
Nos atiende con amabilidad, y nos presenta a sus dos colaboradoras en este proyecto de investigación.
Describe su reciente publicación como un “asunto complejo” para personas no versadas en el trabajo de investigación de campo.
Si consigue mantener las fuentes de financiación actuales (no puede compensar con fondos de otros proyectos sobre virus que tiene asignados), ampliaría su estudio en el SNC a 8 o 10 personas más.
A través del Biobanco de la Fundación CIEN (Centro de Investigación Enfermedades Neurológicas), tiene acceso a las muestras que precise.
En Abril de 2014 envió un dossier a Fundela (Teresa Solas Abril 2014), informando de los resultados de interés y solicitando apoyo económico para continuar analizando distintas partes de cerebros con miras a localizar anticuerpos, pero no recibió contestación.
Puesto que el trabajo llegaba a su fin, decidió publicarlo lo antes posible, para así poder estimular algún grado de atención por parte de la comunidad médica. Y prefirió no hacerlo en una Revista Cientifica de primer orden, porque la publicación podría haberse retrasado más de un año.
El pasado viernes, y para anticiparse a nuestra reunión, contactó con Carmen Vela Olmo (trabajó en el Centro, y hoy ostenta el cargo de Secretaria de Estado de I+D+I), solicitando apoyo para continuar con estas investigaciones, pero la contestación fue personal y directamente negativa.
Por su parte, seguirá intentando conseguir patrocinadores, y nos facilitará copia de ese nuevo Proyecto por si nosotros podemos remar en la misma dirección, ya nos anticipó en conversación telefónica que necesitaría contratar a dos personas con un coste/año aprox de 60.000€ y una duración estimada de entre 12 y 18 meses.
Respecto a las conclusiones de la investigación ya finalizada, nos transmite que, la posible implicación de los hongos, como factor causal de enfermedades del Sistema Nervioso Central, nunca despertó interés en la comunidad científica, ni tan siquiera como factor de diagnóstico. Está convencido de que la existencia de hongos en el cerebro, no puede ser motivada por una contaminación.
En su opinión, las conclusiones de investigación son concluyentes:
– Los hongos descritos, han llegado a donde no deberían estar. La muestra es muy pequeña, pero la presencia es unánime.
– Los hongos se reproducen muy lentamente.
– Otros estudios publicados, corroboran la existencia de enzimas, compatibles con la existencia de hongos.
– Existe el tratamiento antifúngico, y está plenamente demostrada su toxicidad.
– Los antifúngicos llegan a penetrar muy bien en el cerebro.
Si a estas interesantes evidencias, que no pueden escapar a la intuición y presentimiento del científico que las descubre, se añaden las dificultades de proseguir con la investigación …………. entiende que se abre un campo nuevo, incluso más apremiante, directo y determinante que la propia investigación.
Su perspicacia le conduce a iniciar una nueva senda en la que sugiere los siguientes pasos:
– Contactar con un equipo médico de Respaldo.
– Propiciar la búsqueda de marcadores de infección mediante análisis de sangre en una docena de pacientes.
– Esta técnica de análisis ya existe, y consiste en la búsqueda de polisacáridos, quitina que dejan los hongos en la pared, o quitinasa de forma indirecta.
– La técnica se denomina análisis Fungitell y en España hay 3 centros que la desarrollan (12 de Octubre en Madrid,en Barcelona y en Bilbao (estamos averiguando donde).
– Una pequeña porción de estas muestras de sangre se remitirían al CBM Severo Ochoa, donde su equipo realizaría análisis de proteína de hongos.
Cruzando ambos estudios, se confirmaría la existencia de infección fúngica en un determinado porcentaje de la población analizada.
El diagnóstico de infección de estos pacientes, requeriría un tratamiento antifúngico estándar, independientemente de su otro diagnóstico de ELA adicional (siempre y cuando no tomen vitaminas ni corticoides, que en este caso estarían contraindicados).
De esta manera, tan discreta y elemental, como económica, se podría confirmar si su instinto era acertado, y se decidiría qué pasos habría que dar después.
– ¿Solicitar permiso AEM para compuesto antifúngico?
– ¿Formato de ensayo clínico experimental?
– Cortinozol de uso hospitalario, no tóxico pero caro.
– Fluconazol llega bien al SNC (Sistema Nervioso Central), pero crea resistencias.
– ¿Seguimiento de la evolución de los pacientes por parte de un Equipo Médico solvente?
– ¿Contamos con un equipo involucrado para aceptar la gestión?
– Propone al Dr. Jesús Fortún, Departamento Microbiología Ramón y Cajal (Madrid).
– En el caso de poder hacer un ensayo clínico habría que intentar que estuviera propiciado por la industria farmacéutica (Pfizer/GSK/Jansen/MSD…) el Dr. Carrasco ya lo intentó sin ningún éxito.
– Contamos con la colaboración desinteresada del Dr. Carrasco.
Sus patrocinadores principales: ONCE, Pharma Mar, BBVA
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Acciones inmediatas:
El doctor Alberto García Redondo, experto en ELA del Hospital 12 de octubre de Madrid, ha enviado a nuestra Asociación este artículo aclaratorio con respecto al asunto de la posible relación causa-efecto de la infección de hongos en la ELA, dice así:
Por tanto, la investigación en este momento podría dirigirse a la realización de estudios que demuestren la presencia de micosis diseminada en pacientes diagnosticados de ELA en suero sanguíneo. En un primer análisis se podría estudiar la existencia de polisacáridos de hongos, como es el caso de Fungitell, que tiene una alta sensibilidad, aunque no detecta todos los hongos conocidos. Este ensayo tampoco nos da idea de la especie fúngica que se encuentra en el paciente. Para ello, es necesario aislar ADN fúngico y secuenciarlo. Los hongos tienen una baja viabilidad en el torrente sanguíneo y solamente en casos excepcionales con elevada carga fúngica, y tan sólo en el caso de unas pocas especies de hongos, se pueden aislar en la sangre de las personas infectadas. Por ello los hemocultivos no son recomendables para analizar la presencia de una infección fúngica diseminada. “Desde nuestro punto de vista, los análisis de suero sanguíneo de pacientes con ELA para que sean lo más completos posible, podrían dirigirse en este momento al ensayo de macromoléculas fúngicas: polisacáridos, proteínas fúngicas y ADN.
Una vez que se obtengan los resultados en pacientes, los médicos especialistas podrían valorar con mayor precisión la posibilidad de administrar compuestos antifúngicos” comenta el Dr. Carrasco. Hasta que llegue ese momento, y con los resultados de este estudio, debemos ser cautos y no podemos confirmar que la relación entre la ELA y los hongos sea una relación directa de causa-efecto. Si bien se abre una nueva posibilidad, ésta debe de corroborarse con más evidencias experimentales y en más pacientes. |
Nota de prensa: La ELA podría estar provocada por hongos
Científicos españoles han descrito la posible etiología de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Proponen que la causa de esta enfermedad se debe a la infección con especies de hongos. El mismo equipo ha presentado evidencias que vinculan las infecciones fúngicas con otras enfermedades neurodegenerativas.
Análisis de inmunohistoquímica de secciones cerebrales de la corteza frontal de una persona control y de un paciente diagnosticado de ELA (ALS11). El núcleo de las células se tiñó con DAPI (azul), mientras que las células de hongo se detectaron con un anticuerpo específico (verde) y la tubulina celular se muestra en rojo. /UAM-ISCIII
El grupo de investigación que lidera Luis Carrasco en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO), centro mixto UAM-CSIC, ha encontrado proteínas fúngicas y DNA de varias especies de hongos en cerebro y líquido cefalorraquídeo de pacientes que padecieron ELA (esclerosis lateral amiotrófica). Las distintas especies de micosis encontradas (entre otras Candida albicans, Cryptococcus spp. y Malasezzia spp.) podrían ser la causa de dicha enfermedad, según proponen los investigadores en un trabajo publicado en el International Journal of Biological Sciences.
La comprobación definitiva de que las enfermedades neurodegenerativas están causadas
por infecciones con hongos podría obtenerse mediante ensayos clínicos adecuados
“Nuestros estudios sobre cortes de tejido de cerebro demuestran la existencia de material fúngico y corpúsculos intracelulares, a los que hemos denominado endomicosomas. Estas estructuras fúngicas pueden detectarse mediante inmunofluorescencia, usando anticuerpos que reaccionan específicamente contra proteínas de hongos”, asegura Carrasco.
La ELA es una devastadora enfermedad que afecta a las neuronas motoras. En la mayoría de los casos provoca la muerte en un período de dos a cinco años después de su diagnóstico. Casos como el del reconocido cosmólogo Stephen Hawking, que sobrevive a la enfermedad desde hace más de 50 años, son excepcionales.
Actualmente se desconoce la causa de enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis múltiple, la enfermedad de Alzheimer, el párkinson y la esclerosis lateral amiotrófica. El equipo de Luis Carrasco, que lleva varios años estudiando la posible etiología de estas enfermedades, ha publicado recientemente distintos trabajos que también vinculan las infecciones fúngicas con el alzhéimer y la esclerosis múltiple.
Además, la diversidad en la evolución y la severidad en los síntomas clínicos observados en este tipo de enfermedades parecen estar relacionadas con el trasfondo genético de cada persona y el estado de su sistema inmune.
Según los autores la comprobación definitiva de que las enfermedades neurodegenerativas están causadas por infecciones con hongos podría obtenerse mediante ensayos clínicos adecuados, los cuales deberían realizarse en hospitales con la colaboración de las compañías farmacéuticas que elaboran compuestos antifúngicos. En el trabajo también han participado investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).