Reporte de la exposición

La forma de una neurona podría ser, metafóricamente hablando, la de una cebolla. Ésta cuenta con una parte central redondeada, con un sólo brote en una de sus puntas y muchas fibras finas, muy similares a raicillas, en el otro extremo.

 A las raicillas neuronales se les denominan Dendritas, al bulbo, Cuerpo Neuronal y, al brote, Axón.

Una vez salido del axón, el estímulo encenderá todas las dendritas de las neuronas con las que se ha conectado y producirá una reacción en cadena que puede implicar a cientos, miles e, incluso, a muchos millones de neuronas integradas en una compacta y compleja red tridimensional. El cerebro, para hacer este trabajo, consume una quinta parte de toda la energía generada por el cuerpo en descanso: es como si fuera una bombilla de 20 vatios que brilla sin parar y no deja de trabajar aun cuando estamos durmiendo.

Tu forma de ver y comportarte en el mundo, tus planes y proyectos, tu nivel de conciencia y la calidad de persona que eres, dependen de su buen funcionamiento, tema que iremos desarrollando en los próximos números.

Pero hoy los presentamos, porque constituyen la base de la neuromodulación consciente de tu red Hebbiana. Ellos te dan una capacidad única en la naturaleza: el poder decidir tu propio destino, otorgándote el privilegio de tener una vía de escape al predeterminismo que la biología (genes) te impone. Gracias a ellos puedes elegir qué cosas de la cultura tomarás, y qué experiencias vivirás, para remodelar tus viejas redes Hebbianas, (las que ya no te agradan), o crear nuevas redes (que sí te agraden), con el fin de que tu proyecto Ser Humano pueda concretarse exitosamente.

(Logatt, 2014)

Referencia

Logatt, C. A. (04 de febrero de 2014). http://asociacioneducar.com/neuroplasticidad-redes-hebbiana. Recuperado el 08 de septiempre de 2016