Central Pedagógica 2004
Magali Werba - Claudia Hoffnung – Rosina Singer
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INTRODUCCIÓN
En el Menú de “Creatividad y técnicas” realizado en el 2003, mencionábamos algunas sugerencias sobre las artes plásticas.
Creemos que es de gran importancia retomar dicha temática, ampliándola, ya que hemos observado, a partir de nuestro trabajo en la Central Pedagógica, que se suelen utilizar únicamente las técnicas más comunes y conocidas, por no conocer o recordar otras sencillas y muy creativas.
El buen uso de las artes plásticas promueve, especialmente en los niños, el desarrollo de la motricidad, la expresión de las emociones, la potenciación de la creatividad, fortalece la autoestima de cada niño.
Nuestra idea es que, a partir de este Menú, ustedes se pongan en contacto con varias sugerencias de materiales y formas de utilizarlos, que no son costosos y son sencillas de realizar.
A continuación pasamos a detallar las técnicas que luego podrán encontrar en este Menú:
acuarela acuarela con harina acuarela con vela tintas chorreado de cascola + tinta monocopias simples monocopias con espuma imprimir con cuerdas imprimir con varios objetos imprimir con papel crepé decoloración collage marmolado pintar soplando vitral pintura dentífrica pasta de papel masa de sal pasta de tiza y azúcar pintura con gelatina texturizado papel mojado
dibujo sobre láminas de barro técnica de la vela técnica con almidón dibujo a ciegas grabado con pasteles
soplado pintar con tenedores técnica de decoración con servilletas de papel servilletas arrugadas yeso: -Yeso con materiales naturales -animales con yeso -manos de yeso enduido papel maché -Papel maché a tiras -Pasta de papel maché -Pulpa de papel maché velas
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• FUNDAMENTACIÓN DE LA EDUCACIÓN PLÁSTICA
La expresión plástica como todo lenguaje, supone un proceso creador. Para llegar a representar, comunicar creativamente a través de la imagen las percepciones y las vivencias, es necesario conseguir un equilibrio entre lo que se vive y lo que se expresa, entre acción y lenguaje.
Es importante brindarle al niño ricas experiencias, ponerle materiales a su alcance y por sobre todo ofrecerle el estímulo y el apoyo necesario para que pueda expresarse y volcar su riqueza interior, potenciando al máximo sus habilidades. De esta manera, podrá ir creando su propio estilo.
Entre los muchos argumentos que justifican la necesidad de la educación plástica y la expresión artística en la educación infantil, destacaremos:
1) Su adecuación al desarrollo madurativo. La psicología evolutiva pone de manifiesto que en el período comprendido entre los 2 y los 6 años las manifestaciones básicas del niño son el dibujo, el juego y el lenguaje verbal. Las tres se hallan íntimamente relacionadas y son justamente la base sobre la que se desarrollará la experiencia artística.
2) Forma de desarrollar la sensibilidad. La educación de la sensibilidad es la vía ideal para potenciar todas las operaciones mentales del sujeto. El desarrollo de la sensibilidad implica aumentar la capacidad de reconocimiento y discriminación de formas, colores, volúmenes,... y sus relaciones.
3) Como desarrollo de la capacidad creativa. Para el fomento de la creatividad, la actividad artística tiene un papel destacado, ya que requiere ejercitar el impulso creador y no la reproducción mecánica de lo ya conocido.
4) Como medio de autoexpresión. Las actividades plásticas son idóneas para dar rienda suelta a todo lo que el niño necesita manifestar.
5) Medio para desarrollar la autoestima, ya que en la actividad plástica el niño se siente implicado completamente en la tarea que realiza. Se debe incentivar al niño a confiar en sus propios recursos expresivos y hacerle comprender el interés que tienen sus trabajos cuando son verdaderamente personales.
6) Como multiplicador de los recursos expresivos. Junto a los lenguajes verbal y matemático, el lenguaje gráfico, así como el musical y el corporal, constituyen instrumentos básicos de comunicación.
7) Como medio de democratización de la cultura. No todos los niños llegan a la escuela con el mismo bagaje cultural ni con la misma motivación hacia las experiencias artísticas. Las técnicas plásticas pueden ser un medio para equilibrar estas desigualdades con el fin de universalizar y democratizar el bagaje cultural.
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• EVOLUCIÓN DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA EN LOS NIÑOS Y NIÑAS.
La evolución de la expresión plástica en los niños/ as pasa por varias etapas:
ETAPA DEL GARABATEO (2-4 años).
El primer registro permanente de la expresión gráfica, por lo general, toma la forma de garabato alrededor de los 18 meses. El garabato no tiene intención representativa. Son estructuras lineales que muestran las variaciones de tensión muscular que está atravesando el niño y que no requiere control visual. Esa etapa del garabateo atraviesa los siguientes pasos:
• Garabateo desordenado. No tiene ninguna finalidad representativa. Son trazos largos, sin sentido ni orden, desarrollados a partir de movimientos kinestésicos, puramente gestuales, como juego, que generalmente dan lugar a dos tipos de garabatos: longitudinales y circulares. Aún no tiene el niño control visual.
• Garabato controlado. Hacia los 6 meses de haber empezado a garabatear existe ya en el niño una coordinación viso-motora y goza practicándola. El niño no pretende dibujar nada concreto. Es capaz de copiar un círculo, pero no un cuadrado y se interesa por el uso de los colores.
• Garabato con nombre. Hacia los 3-4 años empieza a conectar los movimientos que ejercitaba con el mundo que le rodea, le da nombre a los garabatos que dibuja, aunque en realidad la representación es irreconocible como tal. Esto supone que el niño transforma el pensamiento kinestésico anterior en un pensamiento de imágenes.
En esta etapa aumenta el tiempo que les dedica a sus dibujos y es cuando más disfruta de los colores.
Sus garabatos empiezan a evolucionar rápidamente. En poco tiempo los círculos y líneas comienzan a combinarse formando unos burdos pero reconocibles esquemas de la figura humana.
Puede resultar perjudicial que los adultos interpreten los garabatos o impulsen al niño a que le dé nombre o encuentre explicación a lo que ha dibujado, puesto que el garabato tiene más que ver con el desarrollo físico, motriz y psicológico del niño que con una motivación puramente artística. El maestro debe inculcar confianza y entusiasmo en esta etapa y abstenerse de hacer interpretaciones o de intentar enseñar a dibujar o a copiar al niño. Es más importante la participación del adulto en la experiencia del garabato que en el dibujo en sí.
ETAPA ESQUEMÁTICA (4-6 años).
La frontera entre el garabato y el esquematismo es la aparición de la intencionalidad, y empieza a elaborarse lo que se denomina vocabulario gráfico del niño, constituido por una serie de esquemas con valor representativo. Estos esquemas al principio son muy simples:
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líneas, círculos, curvas, etc. Se repite constantemente introduciendo pequeñas modificaciones que con frecuencia se incorporan al dibujo.
En esta etapa los trazos y garabatos se van haciendo controlados y se refieren a objetos visuales. El niño trata de establecer una relación entre el dibujo y lo que intenta representar:
• A los 4 años ejecuta formas reconocibles.
• A los 5 años pueden ser reconocibles personas.
• A los 6 años los dibujos se distinguen claramente.
Las características del esquematismo gráfico que están relacionadas con el sincretismo del pensamiento preoperacional son:
• Ejemplaridad, utiliza el mismo esquema para representar cosas distintas.
• Dificultad para coordinar los distintos subconjuntos del dibujo.
• Distintos puntos de vista coexistiendo.
• Transparencias: dibujos en rayos X.
• Desproporciones: aumenta el tamaño del dibujo que para él es más llamativo.
Entre los 5-6 años aparece la línea de tierra o línea base, sobre la que va a situar los elementos del dibujo. Cuando quiere representar cosas sucedidas en tiempos diferentes, las separa en escenas.
Con respecto a la evolución del dibujo de la figura humana, la primera representación que el niño hace es lo que se conoce por renacuajo. Esta representación consiste en un círculo por cabeza y dos líneas verticales que representan las piernas.
Con 5 años representan la figura humana con cabeza, ojos, nariz, boca, cuerpo, piernas, y las niñas además dibujan los brazos.
A los 6 años ya es capaz de lograr un dibujo bastante elaborado de la figura humana. En esta etapa existe poca relación entre el color elegido por el niño para pintar un objeto y el objeto representado.
Siguiendo a Piaget, una vez finalizada la etapa del garabato, el niño pasa por lo siguientes estadios:
• Imagen defectuosa: el niño no dibuja el objeto mismo, sino la representación que de él se ha hecho (renacuajo).
• Imagen intelectual: no dibuja el objeto como lo ve, sino que dibuja todo lo que sabe de él.
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El dibujo esquemático termina hacia los 6-7 años, cuando supera el tipo de pensamiento preoperacional. Aparece entonces el realismo gráfico.
• ELEMENTOS BÁSICOS DEL LENGUAJE PLÁSTICO.
Los elementos plásticos de las composiciones que realizan los niños son: el color, la línea, la forma y el volumen.
EL COLOR.
Durante la etapa del garabato el color carece de importancia para el niño. Aunque le gusta usar colores por ser atractivos, toda su actividad está centrada en su desarrollo motriz.
Los colores le atraen en cuanto estímulos visuales. Los usa con gusto aunque indistintamente pues muchas veces los elige por el tamaño, la proximidad o simplemente porque los quiere su compañero.
En esta etapa el que el niño use muchos colores en sus trazos tiene gran importancia a nivel perceptivo por el ejercicio de discriminación visual que supone.
En la etapa esquemática comienza a despertarse el interés a través de la relación dibujo- objeto, aunque el niño no establezca ni desee establecer una relación rígida de color, puesto que lo usa casi siempre a nivel emocional, eligiendo en función de sus sentimientos, del impacto visual que le produce un determinado momento y a veces simplemente por azar. Esta es la etapa en que el sol puede ser azul, rojo o igual que todo lo demás.
En la etapa preesquemática además de ofrecer al niño una gama amplia de colores, debemos darle la oportunidad para que descubra las relaciones del color a través de la observación y la experimentación. No debemos criticar el uso subjetivo del color en sus trabajos recordando que uno de los objetivos de la expresión plástica es el desarrollo de la creatividad y libertad expresiva.
En muchas ocasiones tratamos de explicar la elección de los colores que hace un niño desde nuestro punto de vista de adulto. Sin embargo hay que tener mucha prudencia a la hora de juzgar el color porque todavía sabemos muy poco acerca de él y los valores simbólicos que le otorgamos son muy variables y pueden cambiar de una situación a otra.
Alrededor de los 5 años, trata de afianzar sus esquemas y comienza a distinguir los colores de las cosas como tales.
Como ese descubrimiento del color está basado en una vivencia emocional, elige para cada objeto el que ha visto al experimentarlo y ese será el color que utilice en adelante para contar esta emoción. Si cambia quiere decir que ha cambiado también su experiencia respecto a ese objeto.
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Es importante enseñarle la diferencia entre pintar y rellenar. Conviene que tomen conciencia de que al rellenar están aprendiendo a controlar el movimiento, mientras que al pintar, la línea apenas importa. Se van construyendo con los colores en una forma similar a como se construye al modelar, están aprendiendo a expresarse, sentir, a vivir el color.
LA LÍNEA.
La línea como lenguaje visual primario evoluciona en la representación gráfica de forma paralela al desarrollo cognitivo y motor del niño.
Para la adquisición de la coordinación motora y espacial se plantearán ejercicios que trabajen el músculo flexor y el pulgar para la destreza de aprehensión del elemento que sujeten. Las técnicas que utilicen y la progresión de las actividades permitirán un desarrollo paralelo a la libertad de expresión.
Entre los ejercicios dirigidos a la adquisición de destrezas motoras podemos distinguir los ejercicios direccionales y los lineales.
• Los ejercicios direccionales son del tipo reseguir formas (rectas, círculos, cuadrados, triángulos,...) punzando y dibujando, o llenado de superficie (pegado de bolas de papel de seda siguiendo una forma,...).
• Los ejercicios lineales se refieren a impresión de elementos que sólo marquen una línea o un contorno, observando así las formas reflejadas, con pintura de dedos, sobre arena o serrín, con ceras,...
El estudio de la línea nos lleva a verlo no sólo como una destreza manual, sino como un mecanismo importante para la expresividad de la obra. El trazo nos da idea de movimiento, fuerza, dramatismo, dolor, ...
Por tanto el valor del trazo como forma de expresividad evoluciona paralelamente a la coordinación mental y motora. El reconocimiento por el niño de su gesto gráfico le lleva a investigar nuevas formas de expresión y a utilizar estereotipos.
Desde la primera etapa del garabateo, el niño utiliza la línea como primera forma de expresión. Dibuja líneas:
• Horizontales. Generalmente no se usan solas, sino formando parte de un rectángulo o cuadrado (a partir de los 2 años). Las más características son las llamadas “línea base” y “línea del cielo”.
• Verticales. Corresponden a los objetos que están en composición vertical. Marcan las divisiones en el papel del espacio en “derecha” e “izquierda”.
• Diagonales. Pueden crear un equilibrio de arriba-abajo y de derecha-izquierda. Se pueden utilizar solas o para crear diseños, formas tejados, velas, etc.
• Otras líneas: curvas, zig-zag, espirales,...
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El estudio del trazo es interesante para conocer al niño:
• La fuerza de los brazos manifiestan la intensidad con que el niño oprime el lápiz. Cuando el trazo es fuerte, expresa audacia, violencia, intuición. El trazo flojo refleja timidez, suavidad, inhibición.
• La amplitud de las líneas indican extraversión, expansión vital, cuando los trazos son grandes, mientras que las líneas entrecortadas indican inhibición, tendencia a la introversión.
LA FORMA
El niño pequeño no tiene en cuenta al dibujar las proporciones reales de las cosas, sino el valor que para él tienen. Por ejemplo, en el dibujo de la familia tiende a hacer a la madre más grande que al resto de los personajes. Esto es importante porque el niño se sirve de su obra para darnos su mundo, su visión.
Según la forma el niño diferencia espacios gráficos y representa elementos. Con la forma intenta decir algo.
La conquista de la forma en el plano gráfico va ligada a la manifestación de competencias que ya son más complejas que en el plano cognitivo.
Resulta contraproducente contribuir en Educación Plástica a la formación de estereotipos, surgiendo formas convencionales de representación de algunos objetos. Tampoco debe intervenir metodológicamente el educador haciendo que los niños representen objetos recurriendo a configuraciones comunes, como por ejemplo “la redondez del sol”. El modo como el niño representa esa redondez, los colores que utiliza, su colocación en el espacio, etc., constituyen las interpretaciones personales, creativas, que deben ser potenciadas en la escuela.
No se trata de que el niño sea “realista” y “fiel” en la reproducción de un objeto, lo importante es asegurarse que éste haya llevado a cabo muchas experiencias con los objetos, que haya podido observarlos desde diversos puntos de vista,...
EL VOLUMEN
El volumen puede expresarse mediante el dibujo o bien mediante plegados, modelados, collages.
En los dibujos son característicos el uso de transparencias y perspectivas. En el modelado, a veces el niño empieza a construir figuras planas. Esto se debe a que intenta representar las cosas como en el dibujo. Al intentar ponerlas de pie, se da cuenta de que se caen y, esto mismo, junto con la observación de la realidad, le lleva a dar corporeidad a los objetos.
Se observan dos formas de trabajar el modelado: la de los niños que parten de todo y van dando forma mediante pellizcos, estirados, etc. Y la de aquellos que modelan los elementos y luego los unen. En todo caso, el niño, al modelar, va buscando la expresión
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de un concepto, de una realidad. Por eso sus representaciones, sus producciones, experimentan tantos cambios como vivencias vayan experimentando.
La aprehensión y manipulación de materiales moldeables desarrollan diversos estímulos sensoriales, incluido el motriz. Esta actividad implica, además del factor lúdico, la coordinación muscular y el contacto del niño con un material con el que crea formas tridimensionales.
La configuración de objetos exige la previa comprensión e interiorización de los mismos, para lo cual serán necesarios como ejercicios previos: la observación del natural, la percepción táctil y el diseño gráfico (dibujos, fotos) de diferentes posiciones del objeto que ayuden a la comprensión global.
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ALGUNAS TÉCNICAS PLÁSTICAS
Acuarela
Materiales: Cascolas de color
Papel blanco Pinceles o esponjas vegetales Recipientes Agua fría y limpia
Procedimiento: Diluir cascola para pintar con agua en los recipientes y mezclar muy bien. Tomar la mezcla con el pincel o la esponja vegetal y aplicar sobre el papel.
Los diferentes tonos se logran de acuerdo a la cantidad de agua agregada a la cascola.
Acuarela con harina
Materiales: cascolas para pintar
Papel blanco o cartón Harina Pinceles, brochas, esponjas, rodillos, tenedores o peines Recipientes descartables (uno por cada color a utilizar)
Procedimiento: Diluir cascola para pintar con agua fría en el recipiente y agregar harina mientras se mezcla, hasta alcanzar una consistencia espesa sin grumos (a mayor cantidad de harina, mayor será la textura a lograr). Distribuir la mezcla sobre la hoja y trabajarla con peines, tenedores, cepillos, etc. para obtener diversas texturas.
Ideal para realizar dáctilopinturas o sellos (con dedos, corchos, pinceles, etc.)
Acuarela con vela
Materiales: Cascolas para pintar
Papel blanco Velas o crayolas Pinceles o esponjas vegetales Recipientes Agua fría y limpia
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