
ENSEÑANZAS DEL AJEDREZ APLICABLES AL TABLERO DE LA REALIDAD
- Nunca gana una pieza sola. Siempre necesita del apoyo solidario de otras.
- Es oportuno estudiar el estilo de acción y de pensamiento del contrario, antes de lanzarse a un ataque espectacular.
- Puede ser ventajoso fingir un retroceso, para hacer bajar la guardia al oponente, y entonces golpear por sorpresa.
- Si resulta imposible vencer al oponente en campo abierto, se le puede arrinconar hasta la asfixia.
- Hay que ser cauteloso en ceder piezas al contrario con excesiva alegría: todas pueden ser necesarias.
- No es posible un ataque sin combinación simultánea de varias piezas.
- Si se prevé imposible la victoria total, se puede provocar un final “en tablas”.
- Es posible sacrificar una pieza pequeña para conseguir una grande.
- Nunca es bueno arriesgarse con incursiones en campo contrario sin contar con apoyos suficientes.
- Se puede abocar al oponente hacia una disyuntiva forzada, donde algo pierde, haga lo que haga..
- Es imprescindible pensar dos veces, como mínimo, antes de actuar.
- Si una jugada concreta dio resultado al contrario, seguro que volverá a intentarla. Se puede utilizar como cebo.
- No se puede uno fiar de las ganancias obtenidas con excesiva facilidad.
- Es de suma utilidad adivinar los efectos que cada movimiento produce en la partida del otro.
- Existen piezas de penetración rápida y piezas de penetración lenta.
- Jamás se ganará si no se planifica la acción a largo plazo.
- Es preciso utilizar estrategias distintas para piezas distintas.
- Se gana utilizando tan sólo la inteligencia, no la fuerza.
- No se puede dar un paso sin prever al mismo tiempo las reacciones del contrario.
- Es bueno desconfiar de avances demasiado rápidos y fáciles en territorio contrario.
- No se pueden alterar los movimientos propios de cada pieza: un caballo no puede actuar como un alfil.
- Es conveniente utilizar estrategias y tácticas de jugadores experimentados, matizándolas con el estilo propio.
- Es posible apoyarse en piezas humildes y lentas, como los peones, para jugadas muy beneficiosas.
- Lo que cuenta es el resultado final: todo lo previo es secundario.