Esta historia por lo regular es común en todo el mundo, el famoso ahorcado que vive enpecado y no puede descansar en paz.
Esta historia más que una leyenda es una experiencia personal que me paso hace no más de 2 años, cuando solía salir a jugar futbol a altas horas de la noche.
Si no mas recuerdo era un fin de semana el cual la pasión por el futbol me conllevaba a jugar mucho tiempo y altas horas de la noche.
Estaba regresando a mi casa la cual se encontraba a 1 kilometro de distancia, eran la 1:30 am. y no había casi nadie por la calle, debido a que era una de esas noches que había demasiado frio.
En fin, estaba pasando por una casa en donde se decía que anteriormente se ahorco un muchacho que después de quitarle la vida a su novia por serle infiel el mismo se quito la vida ahorcándose.
Siempre escuchaba rumores sobre la aparición de dicho muchacho penando pero nunca le tome importancia, más que nada porque nunca me había pasado algo demasiado extraño que me pudiese hacer pensar sobre la existencia de fantasmas.
Bueno siguiendo con mi historia, al pasar por dicha casa sentí un escalofrió tremendo, realmente no lo tome a mal por qué era un día frio y más que con mi sudor pensé que era normal.
Cuando me estaba alejando de la casa algo en mi mente paso voltear a ver y lo hice sin saber lo que iba a ver.
Vi a un joven vestido de blanco flotando con una vela sostenida entre sus manos, mi primera reacción fue correr hasta más no poder.
Cuando llegue a mi casa todavía tenía muchos escalofríos y no podía hablar, toda la noche me pase pensando en eso.
Al día siguiente tenia hasta miedo comentárselo a alguien, no lo dije por miedo a que me persiga, una semana completa soñaba con eso, no sabía por qué lo soñaba a diario en verdad fue una semana en donde estaba con miedo completamente, no podía ni bañarme sin pensar en aquellas noche.
Ya no aguante más y se lo comente a mi abuela la cual me dijo que la única manera de dejar de soñar con eso era regresar a dicha casa y tirar un vaso de agua.
Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para terminar con eso así que lo hice, aunque pareciera ridículo quería dejar de tener esas pesadillas y no tuve otra opción, en efecto mi abuela tenía razón desde ese día no he tenido pesadillas con respecto a esa noche, actualmente ya no existe esa casa debido a que la derrumbaron para abrir un centro de computo, aunque esa experiencia nunca se borrara de mi mente.
Cuando era pequeño solíamos ir a la casa de mis abuelos cada fin de semana, prácticamente ya era de ley reunirnos con mis primos y mi demás familia.
Mis primos y yo siempre nos gustaba jugar debajo de un árbol que nos decía mi abuela que había estado allá desde hace más de 40 años, ya que su padre lo había sembrado.
Siempre una tía nos contaba que no deberíamos jugar debajo de ese árbol ya que se decía que había aire (Algo maligno), en fin siempre la ignorábamos e íbamos a jugar canicas o trompos bajo ese árbol ya que nos daba mucha sombra.
Un fin de semana que fuimos me la pase jugando bajo ese árbol casi todo el día con mis primos, nos regresamos a nuestro hogar y era todo normal.
Al siguiente día no me sentía bien, tenía mucho vomito y un tremendo dolor de cabeza, era yo pequeño aun y sentía que me estaba muriendo, estaba súper deshidratado y por más que llevaron con 2 doctores no veía mejoras.
Mi madre le llamo a mi abuela y le comento que me tenía que llevar con un curandera, ya que presentía que yo había cargado el aire maligno, por mi parte estaba muy mal de salud, estaba viendo esta borroso.
En fin, mi madre decidió llevarme con una curandera que se presumía que era la mejor de la ciudad, cuando llegamos en verdad estaba muy asustado ya que no sabía lo que me podría hacer.
Esperábamos turno ya que había 2 personas que anteriormente llegaron antes de nosotros, lo que me asusto demasiado era un letrero que decía “No insulte ni agreda a los espíritus”, me quede asombrado que hasta creo que el dolor de cabeza se me quito.
Por fin llego nuestro turno y entramos a un cuarto demasiado extraño, la señor saco unascartas de las cuales las acomodo de forma horizontal, empezó a decir palabras extrañas y me empezó a describir todo lo que había hecho el día anteriormente en la casa de mis abuelos.
En realidad estaba asombrado, menciono que estaba jugando debajo de un árbol y que elaire maligno lo tome a las 12 de la mañana, hora que no se debe estar debajo de ese árbol, termino de leer las cartas y saco unas ramas en donde las remojo con un líquido verde y me empezó a pegar todo el cuerpo.
Cuando salimos del cuarto se sentía muy extraño, nos quitamos inmediatamente y antes de llegar a mi casa estaba completamente normal, no me sentía mal y en verdad que me sentía como nuevo, desde eso siempre he creído en todo lo relacionado con los espíritus yfantasmas, ya que he tenido una experiencia demasiada extraña que me convenció completamente de creer entre el bien y el mal
Se cuenta que en la Hacienda Sierra Hermosa en un área del interior de lo que era la casa grande de la hacienda se escuchan llantos de niño, llantos de ultratumba. Según se cree, son los llantos de un niño que fue asesinado por su tío y enterrado clandestinamente adentro de la casa.
Se dice que el llanto proviene del suelo, abajo del marco de una puerta entre un pasillo y el comedor. Cuentan que hace varios años, los inquilinos de la casa decidieron escarbar en ese punto no para buscar un tesoro, sino para tratar de encontrar los restos del niño y darle cristiana sepultura. Empezaron a escarbar y a menos de un metro de profundidad primero encontraron tubería, que es más reciente, y siguieron escarbando más abajo hasta que encontraron una piedra de cantera, tipo lápida. Todas las personas que estaban escarbando sintieron algo feo y decidieron ya no seguirle. Rociaron la lápida con agua bendita y la volvieron a cubrir.
Los llantos siempre salen de ahí. Por pláticas de antes se sabe que son los llantos de un niño chiquito que era el hijo de doña Manuela Moncada. Ella había fallecido tiempo antes y su hijo quedó bajo la tutela de su tío Francisco. Este niño iba a ser el heredero de Sierra Hermosa y de otras que habían sido propiedad de doña Manuela. Francisco era entonces el albacea y administrador de todos los bienes de su difunta hermana, y sabía que su sobrino iba a heredar todo esto. Como el niño estaba indefenso, entonces lo desapareció, lo mató a él o lo mandó matar y parece que sí lo sepultaron ahí. Todo hubiera quedado como un misterio sin resolver, pero los llantos de ese niño delatan que sí hubo un asesinato.
Hace mucho tiempo existía una bella doncella, quien se había casado con el joven más guapo del pueblo. Todos decían que eran la pareja ideal.
Cierta mañana su compadre le preguntó: “¿qué tal es tu mujer?”
“Excelente además de bella una estupenda cocinera. Lo que no me acaba de agradar es que desde que nos casamos me prepara moronga.”
Esto extraño al compadre, quien al día siguiente regreso y le dijo: “compadre no es por chismear, pero a mí me dijeron que eso es malo. Pregúntele a la comadrita el porqué.”
Acto seguido se fue el hombre y cuestiono a mujer: “oye amor ¿porque siempre desayunamos moronga?”
“es porque mi padre es dueño del rastro y lo que no se vende nos lo repartimos entre los hijos, a mi hermano mayor lo tocan las viseras, a mi hermana las patas, y a mí la sangre… por eso.”
El hombre quedo complacido con dicha explicación. Sin embargo el compadre se presento asustado, comentándole que en el pueblo todos sabían que ella era una bruja y que por ello nadie le desposaba.
“mejor espíela compadre… espíela… y vera de dónde saca la moronga.”
Así lo hizo y tempranito en la mañana antes de que el sol saliera, vio como su mujer se levanto y camino hacia la cocina…
A través del fogón vio la figura de su esposa. La cual ante sus ojos y sin percatarse de ser vista, se empezó a quitarse la piel y convertirse en una bola de fuego…
El Joven quedo impactado sin habla, corrió a ver a su compadre y contarle lo que había visto…
“Compadre…. compadre… salga rápido por favor.”
Gritaba el joven, quien al ver a su compadre sin mediar palabra le tomo del brazo y se lo llevo a su casa. Ahí encontraron la piel de su esposa, el compadre al verla se quedo sin habla, mas en un momento de lucidez le dijo: “quemémosla, así no podrá regresar y así ya no seguirá matando a más niños”
Y así lo hicieron.
Quemaron la piel de la joven, quien al regresar y no encontrar su piel gritaba enfurecida y al mismo tiempo asustada pues la mañana se acercaba y el sol empezaba a verse en el horizonte.
El joven escondido y muy asustado vio cuando los primeros rayos del sol quemaron a su esposa.
…y este fue el fin de la nahual de Coyoacán
Un domingo como a las 5 de la tarde caminaba por el centro cerca de la catedral de Culiacán, cuando en la otra acera vi a una mujer menudita con un rostro acariciado por el paso del tiempo, una mirada muy tierna y tan llena de esperanza que por momentos me parecía irreal, pero la cosa que me desconcertó y me llamo más la atención era que venía portando un vestido de novia, todavía muy blanco, pero un poco deshilachado.
Como yo andaba sin prisas, me que quede observándola hasta que entro a la catedral.
Soy curioso, me acerqué a un comerciante que estaba en la puerta de su negocio, y me conto esta historia:
Es Lupita Leyva Flores; la novia de Culiacán. Unos cuentan que fue en los años cincuenta, pero realmente paso 1948.
La catedral de Culiacán se había llenado de los mejores arreglos florales, familiares y amigos de la pareja abarrotaban el atrio, Lupita lucia esplendorosa, El sacerdote estaba en puerta de la iglesia esperando a recibir a los novios, pero el novio no llegaba, la gente como en estos casos le gustaba murmurar. De pronto, ¡llego! El novio elegantemente entrando por la puerta principal, todo fue sonrisas y aplausos. De pronto los aplausos se confundieron con dos disparos de revólver. El novio cayó instantáneamente, ensangrentado, desposándose con la muerte.
El mejor amigo de Lupita -algunos dicen que por celos- hecho’ mano a su pistola y soltó los disparos mortales, para después salir corriendo.
Según cuentan Lupita enmudeció al momento, sus ojos se engrandecieron y salieron dos grandes lagrimas, no podía creer, no quería creer.
Durante una semana Lupita se quedo con la mirada fija y en silencio, sus amistades preocupadas no la dejaron sola en todo este tiempo, pero lupita no reaccionaba.
Un domingo, exactamente a al cinco de la tarde, Lupita con la extrañeza de todas las personas que la rodeaban y cuidaban, empezó tranquilamente a ponerse su vestido de novia, se arreglo y emprendió de nuevo su camino hacia la catedral . Un camino que volvió a recorrer durante más de veinticinco años, Lupita no quería renunciar a su felicidad, buscaba esa última esperanza de que dios no le podía negar la felicidad, de que ninguna tragedia había sucedido y que al llegar a la catedral ahí estaría su amado esperándola. Así Lupita hizo su camino todos los domingos a las cinco de la tarde a la catedral en busca de su esperanza.
Veinticinco años Lupita no perdió su esperanza, más allá de lo racional, más allá de de lo imposible mantuvo sus sentimientos y su lealtad, ¿irracional? cada quien juzgue.
Entrañable para aquellos que durante años la miraron transitar por la Avenida Álvaro Obregón, Ángel Flores, Miguel Hidalgo, el Mercado Garmendia, el Hospital Civil, las tiendas de telas y mercerías, Guadalupe Leyva Flores ha jugado con el tiempo transcurrido, con esas calles.
Lupita murió en los años ochenta. No recuerdo la fecha
La “Tía Toña” era una mujer solitaria y con dinero, sin ninguna familia con quien compartir su fortuna. En medio de esta soledad decidió darles cobijo en su casa a los niños de la calle, proporcionándoles techo, ropa y comida, no se sabe con precisión a cuantos. Convirtió su casa en el hogar que todos estos niños tanto necesitaban. Pero tan extraños son los sucesos de la vida, que esta acción humanitaria llena de bondad no le trajo más que desdichas, sin agradecimiento alguno, los jóvenes le hicieron la vida imposible, entre bromas y pleitos un día simplemente perdió la paciencia, y arremetió contra ellos a golpes hastadejarlos sin vida, para después deshacerse de los cuerpos arrojándolos a un rio cercano.
Aquella acción la atormentaba demasiado, le robaba el sueño, así que en un par de días, se encerró en su habitación de la cual no se le vio salir jamás, ahogada en su pena y tristeza se convirtió en leyenda, debido a que en aquella casa ubicada en la tercera sección del Bosque de Chapultepec, se dice que el fantasma de la mujer aun ronda el inmueble, tomando una actitud hostil hacia cualquiera que se acerque, arrojando cosas desde lo alto, mientras vigila desde la ventana tratando de alejar a los curiosos.
No sé si este relato realmente pasó, pero aquí en México es muy sonada esta historia:
Siendo una noche como todas, pero en especial, ésta era una noche un poco más fría, más obscura, cerca de la 1 de la madrugada, un taxista regresaba a su casa después de todo un día de arduo trabajo, en la calle ya no había ni alma de gente, pero al pasar frente al cementerio general de la ciudad se percató que una chica le hacía la parada, éste se siguió pensando que ya estaba muy cansado y que era muy tarde para hacer otra dejada.
Sin embargo reflexionó y pensando en su sobrina de 17 años que fué violada y asesinada 3 años atrás, dijo, “pobre chica, no la puedo dejar ahí expuesta a no se qué miserable”.
Retrocedió su taxi y llegó hasta ella, tenía aproximadamente entre 18 – 19 años. Al contemplar su rostro, el taxista sintió un frío intenso y cierto sobresalto, al que no le dió importancia, pues la niña era dueña de un rostro angelical, inspiraba pureza, de piel blanca, muy blanca, cabello sumamente largo, era delgada, facciones finas, con unos ojos grandes, azules, pero infinitamente tristes, tenía un vestido blanco, de encaje, y en su cuello colgaba un relicario bellísimo de oro, que se veía de época.
El taxista acongojado le preguntó adónde la dejaba, y le dijo que quería que la llevara a visitar 7 iglesias de la ciudad, las que él quisiera, su voz era suave, muy triste, pero dejaba notar un timbre muy extraño, que le dejó una sensación de miedo y misterio.
Para no hacerla larga, el taxista la llevó a cada una de las siete iglesias sin replicar, en cada una pasaba cerca de 3 minutos y salía con una expresión de serenidad, de tranquilidad, pero sin abandonar de sus ojos esa mirada de infinita tristeza.
Al final del paseo, ella le pidió un favor. “Discúlpeme si he abusado mucho de su bondad, mi nombre es Alicia, no tengo dinero para pagarle ahora, sin embargo le dejaré éste relicario, y podría hacerme un último favor? Vaya a la colonia Jazmines ahí vive mi padre, entréguele mi relicario y pídale que le pague su servicio, ah, y dígale que lo quiero y que no se olvide de mí. Déjeme donde me recogió por favor.”
El taxista se sintió como en un trance, en donde actuaba automáticamente a la petición de la chica, y la dejó ahí, frente al cementerio. El hombre se fue a su casa, se sentía mareado, le dolía intensamente la cabeza, y su cuerpo le ardía por la fiebre que empezaba a tener, su esposa lo atendió de ese repentino mal, duró así casi 3 días.
Cuando al fín pudo reaccionar y se sintió mejor, recordó su última noche en el taxi, recordó a la niña angelical de las iglesias, y recordó su última petición, que le hizo sentir un escalofrío intenso que hizo que se simbrara de pies a cabeza, aunque él no comprendía nada, pensó “que raro fue todo, seguro se fue de su casa, o tiene problemas, pero, ¿por qué en el cementerio? ¿quién era?, ¡¡El relicario!!”, sí ahí estaba, sobre su mesita de cama, el relicario de Alicia, que ahora tenía restos de tierra.
Se paró como un resorte, tomó su taxi y fue a la dirección que le diera la chica, pero no con la intención de cobrar, sino de descubrir, conocer, aclarar la verdad detrás de ese misterio que le inquietaba, que le estremecía, que no quería ni pensar.
Tocó, era una casa grande, estilo colonial, vieja, entonces abrió un hombre, de edad avanzada, alto, de aspecto extranjero, con unos ojos, si los ojos de Alicia, así de tristes. El taxista le dijo “Disculpe señor, vengo de parte de su hija Alicia, ella solicitó mis servicios, me pidió que la llevara a visitar siete iglesias, así lo hice y me dejó su relicario como penda para que usted me pagara”. El hombre al ver la joya rompió en llanto incontrolable, hizo pasar al taxista y le mostró un retrato, el de Alicia, idéntica a la de hace 3 noches.
¿Es ella mi Alicia?, le dijo el hombre, “Sí ella, con ese mismo vestido”.
“No puede ser, hace tres noches cumplió 7 años de muerta, murió en un accidente automovilístico, y este relicario que le dió fue enterrado con ella, y ese mismo vestido, su favorito… hija, perdón, debí hacerte una misa, debí haberme acordado de tí, debí….”
El hombre lloró como un niño, lloró y lloró, el taxista estaba pálido, pasmado de la impresión,”había convivido con una muerta” eso lo explicaba todo.
Volviendo de su estupor, le dijo al padre de Alicia, “señor, yo la ví, yo hablé y conviví con ella, me dijo que lo amaba, que lo amaba mucho, y que no se volviera a olvidar de ella, creo que eso le dolió mucho”.
Se dice que el padre de Alicia recompensó al taxista, le regaló toda una flotilla de taxis para que iniciara un negocio, todo en agradecimiento por haber ayudado a su niña adorada a visitar las iglesias en su aniversario fúnebre
La Avenida Lázaro Cárdenas, es una vialidad muy importante de Guadalajara, Jalisco. Conecta con el poblado de Chápala, y es muy conocida por la gran cantidad de accidentes que suceden en ella. Se puede contar al menos uno diario, algunos demasiado fuertes con consecuencias mortales. Se identifica como la causa a una mujer que se aparece misteriosamente en medio del camino, distrayendo a los conductores. Cuando estos intentan esquivarla sufren fatales percances y otros tantos aseguran haberla atropellado.
Muchos testigos dicen que estos sucesos son causados por una presencia del más allá, que se aparece a altas horas de la noche, en medio de la oscuridad, se cruza frente a los autos, causando accidentes a diestra y siniestra.
Es bien sabido que los lugares donde suceden muertes trágicas conservan las energías de las personas que fallecieron ahí, algunas quedan tan impregnadas, que permanecen vagando por tiempo indefinido, repitiendo su mortal desenlace una y otra vez.
Según declaraciones hechas por los accidentados sienten que la atropellan, incluso quela despedazan con sus autos, pero cuando los servicios de emergencia buscan a la persona herida, no pueden si quiera encontrar rastros de que alguien haya sido lastimado al exterior del vehículo, extienden su búsqueda hasta los arboles cercanos también sin resultados. Por lo cual después de tantos incidentes, han llegado a tomarlo como algo común, sin sorprenderse al escuchar una y otra vez la misma historia.
Se dice que al parecer ese lugar fue un paradero de camiones de carga, donde los choferes de las unidades se paraban a descansar, tomar sus alimentos y en ocasiones contratar los servicios de mujeres de la vida galante, se piensa que una de ellas fue estrangulada o asesinada, y ahora sedienta de venganza, cruza frente a los automóviles causando accidentes