Pérez Treviño, Benjamín. (Pseudónimo: Juan Rante). Nació el 7 de enero de 1865 en El Callao y falleció en la ciudad de Lima el 13 de julio de 1953. Masón y propagandista del ideario radical, aproximándose a algunos puntos de vista y acciones anarcosindicalistas en el norte del país. Sus primeros estudios los realizó en el Seminario de Santo Toribio. Frente a la amenaza del ataque chileno a la ciudad de Lima se alistó en Batallón de Reserva núm. 24 de la Reserva y participó en las batallas de San Juan y Miraflores. Colaboró en el periódico La Luz Eléctrica y desde sus páginas combatió el contrato Grace por ser lesivo al pueblo y la nación peruana. Grace representaba a los acreedores ingleses que exigían a cambio de la cancelación de los empréstitos para la construcción de ferrocarriles y obras públicas, un cesión de dichos servicios durante 66 años, además de la entrega de tres millones de toneladas de guano y el pago de 33 anualidades de 800 mil libras cada una. El origen de la Peruvian Corporation tuvo que ver con tal despojo, el cual motivó nuevas críticas de Pérez Treviño.
El 15 de abril de 1904, figura como adherente del grupo ácrata «Los Parias», que dirigen en la ciudad de Lima un periódico del mismo nombre. Recorrió durante cuatro años el norte del país. Fue iniciado durante la Tenida masónica del 10 de noviembre de 1894 en la Logia «Cosmopolita» núm. 13 de la ciudad de Trujillo. A principios de 1912, en dicha ciudad, animó con su pluma al diario La Razón de orientación masónica y anticlerical. En 1895 alcanzó el grado de Maestro masón. En 1896 asume la dirección de La Razón. Fue detenido y encarcelado por su campaña en defensa de los jornaleros y campesinos expoliados por los terratenientes y administradores de las haciendas en Santiago de Chuco.
Con motivo de la huelga de braceros en las haciendas e ingenios azucareros del valle de Chicama y su ulterior represión, fue detenido el 16 de abril de 1912. Fue acusado de ser el principal instigador y responsable de la huelga. Estuvo un mes en prisión, fue liberado al no probarse los cargos que le fueron imputados. En 1913 renuncia a la dirección de La Razón y se traslada a Lima donde se afilia a la Logia «Virtud y Unión» núm. 3. En 1924 a raíz del deceso de Abelardo Gamarra «El Tunante» expuso una sentida nota necrológica frente a su tumba, destacando positivamente su ideario radical y pasión por la justicia y el bien de la nación. En el año 1924 fue promovido a Gran Maestre de Masones del Perú, siendo reelegido hasta el año de 1928. Colaboró en algunos diarios nacionales: La Prensa, El Liberal, La Noche y La Crónica, sin perder su filo crítico.
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